Minato estaba aguantando la mano de su esposa mientras esperaba a que su hijo naciera.

Era una mentira si decía que no estaba nervioso, lo estaba, pero lo sabía controlar. Ya esperaba el momento en el que pudiera tener a su hijo en sus brazos y poder hacer el rol de padre que tanto quería tomar.

Pero también estaba preocupado, si esto iba mal, el sello se podría abrir y eso no iba a ser para nada lindo.

A los oídos de Minato llego el sonido de un llanto. El miro hacia el lado y una sonrisa se dibujó en sus labios al ver a su hijo en las manos de la enfermera. Él tenía tantas ganas de aguantar a su hijo, abrazarlo, besarlo. Pero no podía, aun.

Miro a Kushina y le sonrió leve para luego mirar a las personas.

"Comencemos" Minato puso una mano sobre el abdomen de Kushina cuando el lugar quedo en total silencio. El alzo la vista y pudo notar una sombra. Su rostro se endureció y agarro un kunai para poder defenderse.

Frente a él estaba un hombre con una máscara. Nunca lo había visto antes, pero eso no importaba. Si el estaba aquí significa que de alguna forma se enteró del embarazo de Kushina, y lo del sello. No podía dejar que le hicieran daño. Minato tomo el kunai en su mano, le dio él bebe a Kushina y los abrazo a la vez que desaparecía del lugar.

Aparecieron en una habitación en la cual Minato dejo a Kushina y él bebe en una cama.

El los miro con amor y dolor a la vez que beso el rostro de su esposa.

"Minato..." Kushina lo miro y sonrió. Su rostro estaba pálido y sus labios perdían color. Debajo de sus ojos habían sombras negras, Minato sabía que ella no podía resistir más, pero tenía que tratar, por su hijo "Te amo" Minato sonrió con tristeza, no sabía si cuando la volviera a ver sería un cadáver con él bebe en sus brazos. Lucharía para que no pasara eso, pero después de que el Kyuubi salió, no había muchas esperanzas. Solo quedaba esperar, darle tiempo al tiempo

"Yo también te amo" dijo el a la vez que pasaba una mano por la mejilla de ella "Por siempre y para siempre" le dio un corto beso en los labios y luego miro al bebe, su hijo. "Adiós, Naruto" besando la cabeza del infante, volvió a desaparecer dentro de la oscuridad.

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Tsunade estaba en su oficina viendo algunos papeles sobre asuntos que no le interesaban. Lo más importante en el momento era saber dónde Shizune había puesto su Sake.

"Tsunade-Sama" hubo un golpe en la puerta y Tsunade respiro profunde acomodándose en su asiento.

"Pase" las puertas de su oficina se abrieron y apareció el rostro de una persona que ella conocía muy bien. "Shizune, ¿qué sucede?" El rostro de la pelinegra detonaba nerviosismo.

"Tsunade-Sama, tenemos un pequeño problema"

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Hinata estaba caminando por el bosque mientras se acercaba a las puertas de entrada de Konoha. Llevaba un mes fuera en una misión y estaba realmente cansada.

Una vez las puertas aparecieron en su campo de visión ella sonrió, tenía tantas ganas de ver a Naruto-kun. Lo había extrañado.

La misión no fue difícil pero tener que estar despertando cada una hora y comer solo hojas de menta y té no te daba mucha energía. Ya cuando entro a Konoha le sonrió a los ninjas que cuidaban la entrada y se dirigió hacia la torre Hokage, quería terminar con esto para poder ver a Naruto-kun y descansar.

La sonrisa que llevaba en el rostro se agrando y puso los brazos detrás de su espalda, es bueno regresar al hogar. Todo se sentía reconfortante y cómodo, estar entre la gente que te quiere y te conoce. Es una maravilla vivir así y Hinata estaba más que agradecida de su vida.

Su línea de pensamiento cambio instantáneamente al sentir un chakra no recocido cerca de ella. Hinata se tensó y activo el Byakugan para identificar de donde venía. Gran sorpresa se llevó al ver que era de un objeto bajo el suelo. La chica camino lentamente hasta donde estaba ubicado tal objeto y excavo un poco para librarlo.

En sus manos se encontraba un kunai pero no como cualquier otro, este kunai tenía tres puntas y un sello en su agarre. Viendo que tenía chakra y que era un objeto no identificado, decidió llevárselo a Tsunade para que ella supiera que hacer con él.

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Tsunade necesitaba sake, y ahora. A ella no le pagaban lo suficiente como para que tuviera que soportar esta clase de eventos, es más, no le pagaban para nada. Si pudiera renunciar, lo hubiera hecho hace mucho pero que mucho tiempo. Por como séptima vez en los últimos 10 minutos, Tsunade se tomó otro vaso de agua que no hacia ningún efecto en ella pero era el único líquido que Shizune le permitió tomar. Pasando un mano por la parte de atrás de su cuello, Tsunade volvió su vista hacia el frente donde se encontraba la razón de su molestia y estrés.

Hace diez o quince minutos atrás, Shizune entro a la oficina diciendo que tenían un problema solo para que segundos después, a su oficina entrara un sangriento, sucio, cansado y molesto cuarto Hokage.

Si, el ya fallecido Cuarto Hokage, Minato Namikaze, estaba frente a ella en su oficina. Y si mal no recordaba, el había explicado que lo último que recordaba fue dejar a su esposa e hijo en un lugar seguro antes de desaparecer y encontrarse bajo el sol en el suelo de Konoha y con el rostro de una quinta Hokage en la montaña. Él no sabía que sucedió con su hijo ni con su esposa mucho menos con el Kyuubi y el hombre enmascarado.

Luego de que Tsunade le explicara que él y Kushina habían muerto hace diecinueve años mientras sellaban al Kyuubi dentro de Naruto, y que su hijo estaba sano y salvo, fue que Minato se pudo tranquilizar un poco. Lo que nos lleva a este momento, en el cual Tsunade estaba observando a un Minato deprimido y frágil el cual tenía su vista puesta en el kunai en su mano.

"Al menos salvamos a nuestro hijo, es lo que siempre quisimos. Cumplimos con nuestra promesa" Tsunade separo sus labios para hablar pero un golpe en la puerta la detuvo. Con un gruñido y otro vaso de agua, Shizune abrió la puerta dejando ver a una chica de diecinueve años, cabello violeta recogido en un moño, piel pálida y ojos grises frente a ella.

"Aquí para reportar, Hokage-sama" Tsunade asintió y le indico que se acercara.

"Si es sobre tu misión Hinata, no te preocupes, todos los detalles llegaron a mi escritorio el dia de ayer. Si eso es todo, te puedes retirar" Le indico Lady Tsunade a Hinata pero estaba levanto una mano nerviosa.

"De hecho, Hokage-sama. Le quería hablar de algo más" Tsunade asintió y se acomodó en el asiento dándole permiso para hablar. "Encontré esto cuando venía de camino a la torre. Estaba enterrado bajo suelo y tiene chakra, se lo trate para que pudieran investigar." Hinata dejo en el escritorio en kunai y salto de terror al escuchar una voz detrás de ella.

"Es mío, una de mis armas principales, debió ser lo que me trajo aquí" Mirando por primera vez hacia el lado, Hinata se llevó otra gran sorpresa al ver quien estaba sentado en la oficina a su lado.

"Yo-yonda-daime" Hinata sintió como el aire le comenzaba a faltar y sintió como su cabeza se sentía vacía, estaba mareada. Y sin previo aviso, vio oscuridad y sus piernas se debilitaron al no soportar el peso de su cuerpo.

"¡HINATA-SAN!" Ella veía oscuridad y no sentía nada pero por alguna razón podía oír y esa era la voz de Shizune, Hinata también escucho como la silla de Tsunade se movía pero nadie y realmente se refiere a que nadie, se movió más rápido que el cuarto Hokage. No supo como pero en cuestión de segundos él la tenía en sus brazos y la recostó en el suelo.

"Tsunade, ¿verdad?" Hinata escucho como el Cuarto Hokage hablaba con Tsunade-Sama y luego de lo que pareció una eternidad, pudo ver otra vez. Claro, la radiante luz que golpeo sus pupilas le dolió al momento pero poco a poco se acostumbró a la claridad y pudo abrir los ojos claramente. Una vez tenía su vista completa, se sentó en el suelo y volvió a observar al cuarto Hokage.

Era una vista extraña, este hombre que estaba arrodillado frente a ella preocupación plasmada en su rostro era (o es, ya no sabía ni como referirse) el padre de su actual pareja, Naruto Uzumaki. No todos los días los muertos volvían de su descanso eterno, pero aquí estaba el, con vida.

Hinata pasó su mirada de Minato a Shizune a Tsunade para que volviera a caer sobre Minato. Mientras más lo pensaba más raro se hacia el asunto.

Ya con dolor de cabeza, decidió hablar.

"Bueno, no sé si es de mi incumbencia o no, pero creo que merezco una buena explicación para que pueda guardar este..." Hinata miro a Minato y lo señalo "secreto"

Tsunade se sentó nuevamente en su silla y suspiro alto, más de lo normal.

"Shizune, por favor, si voy a hablar de esto, necesito Sake" Una vez Shizune acepto la propuesta de la Hokage, con gran sorpresa, Tsunade entrelazo sus dedos y miro con los ojos entrecerrados a Hinata y Minato.

"Si realmente quieres una explicación, tienes que mantener esto en secreto, nadie pero que absolutamente nadie se puede enterar de que el Cuarto Hokage esta aquí, ni siquiera tu novio, Hinata. Si aceptas, vas a estar en un apartamento aparte el cual estará habitado con Minato y contigo hasta que tengamos algo en mente sobre el asunto, ¿está claro?" Una vez Hinata asintió, Tsunade respiro profundo.

'Ahora a contar la situación que puso mi vida de cabeza en un solo segundo' pensó ella mientras comenzaba a explicar, con ayuda de Minato, la razón por la que él estaba ahí y cómo fue que apareció.


Hasta aquí el primer capítulo. Es mi primera vez escribiendo sobre esta pareja así que sean buenos con mi persona :D. No sé si soy buena escribiendo pero espero que sí y que la persona que haya llegado a esta historia la haya disfrutado. Si, por alguna razón del destino, les gusto, por favor voten y comenten. Me alegraría mucho el día y me motivaría a seguir escribiendo.

Hasta el próximo. Díganme lo que piensan sobre el capítulo y su contenido, tomo sus opiniones en serio y cualquier consejo que me den lo aplico. ¡Gracias!