ANTES

Summary: Antes, de que Jack fuera Frost. Antes de que Conejo lo imaginara siquiera que sus vidas les impidieran estar juntos.

Disclaimer: Los personajes no me pertenecen, son de DreamWorks y sus respectivos autores; esto no se hace con ningún ánimo de lucro.

Aclaraciones: una linda, y bizarra para muchos, pareja entre Conejo y Jack. Lo sé, lo sé. Es extraño, pero lindo de todos modos. Viva!

Conejo observo como el Hada hablaba amenamente con Jack, ambos reían y parecían disfrutar de la luz que entraba en la gran guarida de Norte.

Habían pasado ya varios meses desde que Pitch fuera confinado nuevamente a la oscuridad. Todo era calmo ahora.

Sin embargo había algo que aún lo dejaba intranquilo. Las memorias de Frost.

Aquellas que no recupero.

Por lo que el chico de cabello cano les contó, había recordado a sus padres, a su hermana y a varios de los aldeanos así como las travesuras que hacía en pos de divertir a la gente. Pero no lo recordó a él.

Conejo ya era un guardián en ese entonces, había conocido al humano Jack cuando este buscaba los huevos junto a su hermanita. Lo había visto ahí, con su cabello castaño y sus ojos marrones llenos de luz y esa sonrisa radiante que animaba a todos…incluido él.

El aun humano, le había contado la historia del conejo de pascua a los más pequeños, fue su voz lo primero que hizo que Conejo se acercara a ver. Tenía una audiencia cautivada y sus ademanes arrancaban risas. Fue la primera vez que lo vio, poco después todos se dispersaron para buscar los famosos huevos.

La pequeña niña había corrido junto a otros niños bajo la atenta mirada de su hermano mayor. Conejo se acercó.

Jack era casi un adulto, los adultos por lo regular no podían ver a los guardianes, y para ellos estaba prohibido revelarse…pero podía mover un poco los hilos de aquella regla.

Volviendo a su forma humana, aquella que creía olvidada, su peludo cuerpo dejo de estarlo para dejar paso a una piel mulata, los tatuajes seguían ahí cubriéndole y sus ojos no cambiaron de color.

Apareció ante el joven humano y lejos de asustarse el ver a un desconocido, Jack le sonrió y comenzó a guiarlo por los alrededores, tratándolo como uno más del pueblo y no un fuereño.

A conejo, por primera vez no le gustó la idea de ser un guardián.

Tal vez por eso no lo recordaba, porque era un joven mayor.

Sólo fueron un par de semanas en las que pudo hablar con Jack antes de que las heladas llegaran y sus deberes lo llamaran.

Pero le prometió al chico volver.

Cuando no lo encontró…aquello fue lo que realmente lo enojo y entristeció por partes iguales.

El hombre de la luna nunca le dijo nada.

Y cuando lo volvió a ver, y supo que el chico no lo recordaba en lo absoluto. Pensó que el hombre de la luna lo sabía todo y aquello era un castigo. Que su pequeño y vivaracho Jack no lo recordara nunca. Además no sabía el funcionamiento de los recuerdos con los dientes.

Por supuesto que nunca sospecho de Pitch.

Que ahí en su oscuro hogar jugaba con unas perlas blancas y sonreía mientras podía ver aquellos valiosos momentos de un hombre y un humano Jack Frost.