Fiançailles (compromiso)
Hola hola!, como dicen que les va?... Volví nuevamente con un especial de one short, pero ojo!, estos si tienen final-
Este primer fics, me quedo super largo, es por eso que tuve que dividirlo, pero ojo, publicare la segunda y tercera parte, no me odien, vuelvo a decir, me quedo largo y debía subir por partes.
Bueno, de verdad espero que les guste, he estado trabajando en este proyecto mientras estaba haciendo reposo y deseo de verdad que les guste.
Subiré los one short o las pequeñas historias, mientras esperan Retribución, que ya estoy trabajando en ella.
Este especial también conlleva una responsabilidad para ustedes, pues como había dicho en otra oportunidad, trabajaremos en equipo!
Que quiero decir?, bien, no haré todas las historias de VegeBul, si no que haré de otras parejas del mundo de Dragon ball.
Pero las parejas, las elegirán ustedes. Para empezar, use a nuestra pareja preferida, pero la segunda historia, sera de otros personajes que ustedes elegirán.
Me enviaran en los comentarios que pareja les gusta y la mayoría sera la ganadora, yo les daré la pareja que quieran, pero!...tengo mis condiciones...
Solo hay algunas parejas que jamas haré!-.-
Vegeta con alguna otra persona, nunca!... y menos yaoi con él. Si quieren yaoi con alguien mas, no tendré problema, pero con Vegeta, nunca!. Solo Vegeta y Bulma.
Segundo, odio el TruPAn, asi que ni pierdan el tiempo!. Perdón, pero odio a Pan!, con todo respeto!. Nunca la emparejaría con Trunks. Y menos ahora que Akira, mi dios, me dio a su pareja Mai.
Tercero, no me gusta Goten con Bra... Sorry, pero desapruebo esa pareja totalmente también, así que tampoco me la pidan...
Lo se, son dos parejas que a todo el mundo le gusta, pero a mi no, así que no las haré!
Dicho eso, pueden elegir a quien quieran, yo lo haré con gusto!. (Me puse estricta, pero debía aclararlo)
Si hay algún personaje de mis otras historias, osea creaciones mías y quieren que las empareje, no habrá problema tampoco. solo son esas tres condiciones. Vegeta con nadie mas que con Bulma, Trunks con Pan y Goten con Bra.!
Bien, desde ya, muchas gracias por leer, espero de verdad que les guste esta serie de mini historias que haré con mucho amor para todos ustedes!
Gracias de verdad, las quiero y bueno... Hay un poco de lemon aquí.
Besos, Luxia!
Esta es mi historia, la historia de un hombre que vivió toda su vida buscando a su gran amor y que jamás imaginó como o donde lo encontraría.
Pues no quiero sonar repetitivo, ni contarles lo mismo de siempre, quizás digan, "esto ya lo lei" o "ya se como terminara esto". Puede que sea cierto, pero aún así, si me lo permiten, les contare como comenzó todo. Cómo fue que el destino me llevó a mi, Vegeta Yasai a conocer a mi gran y único amor y como lo perdí de un día para otro.
Todo comenzó cuando tenía quince años. Aún era un niño de escuela, un niño mimado y consentido.
Mi padre era Vegeta Yasai, uno de los empresarios más importantes de todo el país. Tranquilos, no les contaré acerca de eso, es aburrido. Pero debo mencionarlo, porque gracias a su inmensa fortuna, yo era un niño muy rico.
Mi padre era un buen hombre, me dolió su muerte, pero era terminal. Me quedé solo con mi madre y Tarble, mi pequeño hermano.
Los tres sobrevivimos con la herencia que nos dejó, pero sabía que después de la graduación, debía estudiar para hacerme cargo de la empresa que por ahora, mi tío administraba hasta que pudiera hacerme cargo.
Bien, esos son detalles no seguiré por allí porque no era importante… todavía. Volveré a mis 15 años. Estaba en secundaria. Tenía una linda novia llamada Rina que conocí en la escuela.
Amigos que solo querían salir de fiestas y salían solo si yo pagaba. Que tonto era, de verdad creía que eran amigos.
Familia rica, mansión, amigos, novia hermosa, las mejores calificaciones para no decepcionar a mi madre… Mi vida era perfecta. Sana, completamente deslumbrante… hasta que la vi a ella.
Recuerdo esa noche, era sábado, y el reloj me indico que nuevamente llegaba a casa a las cinco de la madrugada.
Muchos me acusaron de estar ebrio, pero la verdad, es que yo no tomaba alcohol porque hacía deporte y no quería arruinar mi estado físico.
Estaba en las mejores condiciones y más sobrio que nunca, aún así, como siempre, me sentía solo.
Había llevado a mi novia a su casa, como siempre, no pasaba nada, pues aún no habíamos tenido sexo.
Ambos seguiamos vírgenes, pero no por que no pudiéramos, aún no se bien porque no nos acostamos, supongo que mi cuerpo la esperaba a ella…
En fin, como siempre, mi soledad me abrumó, debo decir que siempre me siento solo entre medio de mucha gente. Esa noche no fue diferente.
Baje de mi auto, aquel que papá me regaló y logró conseguir la licencia a tan temprana edad y comencé a caminar por un puente, en realidad por arriba de un túnel, pues por debajo pasaba el tren, me acerque a la baranda y contemple las estrellas. Hacía un poco de frío, si bien era primavera, por las noches solía refrescar.
Siempre recordé aquella noche, era hermosa, con unas estrellas enormes, era sumamente deprimente, tal como se encontraba mi alma en ese momento.
Sin embargo, en tan solo unos segundo, toda mi vida cambió por completo. Todo dio un giro cuando mis ojos vieron una hermosa figura sentada en los rieles del tren esperando… Esperando?... Esperando que?... Y el ruido del tren me advirtió que esperaba, ella esperaba la muerte….
Mi corazón latió con fuerza. Aún no se porque lo hice, no tengo idea. Solo se que mi grito salió ahogado de mi boca, traté de llamarla, pero ella solo me miró en la oscura noche. Pude notar como lloraba, ella se estaba despidiendo del mundo y yo.. yo no lo iba a permitir.
No se porque, no me lo pregunten, no tengo idea como, salte del puente y caí en los rieles como un loco, recuerdo que me rompí el tobillo, pero no me importo en lo más mínimo.
Como pude me levanté y salí de la vía. Camine en el helado césped hasta poder alcanzarla. Y luego corrí hacía ella… y grité hasta que mis pulmones me ardieron, sintiendo como el tren se acercaba cada vez más tratando de llevarse sin querer a una joven hermosa con todo un futuro por delante.
No lo resistí, le grite con todas mis fuerzas mientras sentía una punzada espantosa en mi pie derecho, sintiendo un dolor espantoso que no me dejaba correr como acostumbraba.
Hasta que por fin llegue y le grite con todas mis fuerzas que se corra a un costado.
"-Sal de ahí… sea lo que sea tiene solución…."
Ella solo levanto la mirada, lloraba demasiado, con angustia, pude notarlo claramente, ya que el tren estaba muy cerca y la luz hizo que pudiera verla.
Perfecta…
Ojos y cabello azul. Una sonrisa humilde, llena de dolor. Una piel blanca nívea, era más que perfecta...
Su tristeza golpeo mi corazón, algo horrible le había pasado, pero nada era tan malo como para renunciar a vivir.
Ella me sonrió, y me dijo gracias…
En ese momento no lo comprendí, estaba cegado, ella era joven y hermosa, lo que sea, lo iba a superar y así como un maldito loco, salte hacia ella, la empuje con todas mis fuerzas hasta que vi como golpeaba su hermoso y pequeño cuerpo contra el césped del otro lado de la vía.
Sonreí. La salve.
El problema, fue que la adrenalina de mi acto y mi emoción por ser un héroe no me dejó sacar bien los cálculos… yo no la atrape y caímos fuera del andén… No… yo la empuje…
Así, en tan solo un segundo, sentí mi cuerpo romperse en miles de pedazos… Aún escucho mientras duermo el ruido que hacían mis huesos al romperse…. Aún puedo sentir la sangre como escurría por todo mi cuerpo… Si señores… quise salvar de la muerte a una mujer y la muerte casi me lleva a mi….
Pero no… no me pregunten como ni porque… Sobreviví…
Daño cerebral, pero no muerte cerebral. Eso fue bueno, estaría en coma por un tiempo, pero volvería, eso le daba esperanza a mi madre y mi tío, que estaban desesperados.
Según me contaron, la ambulancia me llevó muerto al hospital, pero por un milagro o algo así, volví.
Si, volvi… claro que volví.. aún debía saber el nombre de la mujer que me dejó tan estúpido que casi me mata un tren.
Bien, daños?... Huesos rotos, casi todos tuvieron que ser soldados. Pulmón derecho?, perforado. Hígado?, por la mitad. Palabras?... cero. Movimientos?, ninguno. Secuelas?, millones de cicatrices, faltante de piel en zonas como piernas y espalda, quemaduras en los pies por el arrastre del tren. Operaciones?... una más y la próxima era gratis… Corazón?… latiendo… latiendo y soñando con los ojos azules más hermosos del mundo y el motivo por que cual no me dejaría vencer.
Se bien que fue un caos, todos dijeron que intente suicidarme. El conductor del tren dijo que salte del puente y que caí fuera del andén y que luego corrí hasta subirme de nuevo y provocar mi muerte.
Error… es un error, pero no podría aclarar nada hasta despertar, pero al parecer estaba muy a gusto durmiendo.
Recuerdo que sentí un maldito insecto sobre mi mano que me pico fuertemente e hizo que abriera mis ojos de golpe.
Estúpido mosquito, usare repelente la próxima vez. Recuerdo que abrí mis ojos de repente y mi cuerpo estaba inmóvil.
No sentía mis extremidades. Era como si tanto mis piernas como mis brazos estuvieran muertos.
Recordaba lo que pasaba, pero no mucho. Solo sabía que salte delante del tren, pero no recordaba bien porque lo había hecho.
Pensé en cómo era mi vida como para tomar una decisión así, pero nada me convencía, al parecer no tenía en mis planes hacer semejante cosa.
Sin embargo, en dos segundos, cuando moví mis ojos a la izquierda encontré el motivo por el cual casi me convierto en comida de gusano.
Levanté mis ojos despacio al sentir una presencia cerca mio. Mi corazón golpeó tan fuerte que creí que necesitaría otra operación, pues mi músculo de vida colapsaría al ver semejante chica… hermosa… perfecta!.
Ahí estaba ella, sentada junto a mi en una silla, mirándome con esos ojos hermosos y regalandome una sonrisa tierna y tranquilizadora.
A menos la loca no intento hacerlo otra vez mientras yo me disputaba entre la vida y la murte, cuando de verdad quería vivir.
La miré fijamente, no podía hablar, moverme era imposible. Nada funcionaba, solo una cosa, pero no creo que en ese momento sea relevante.
Intente levantarme, moverme, tocarla, acariciarla, abrazarla… Pero mi cuerpo estaba muerto, era inútil.
Ella se acercó a mí y me volvió a sonreír…. Dios, casi muero… de nuevo.
"-Hola… Me llamo Bulma… Hace un año que estoy esperando que despiertes… Al fin lo haces…"
Me volvió a sonreír.
Que?... 1 año?... cómo pasó?, cómo fue que perdí un año entero?... Ah cierto, el accidente.
Recuerdo que miré rápidamente hacia otro lado sin entender nada. Recordé muy poco en ese momento. Solo sabía que la luz del tren me rompió en mil pedazos y luego cuando desperté, vi la sonrisa más hermosa…
Una sonrisa resplandeciente. Única, perfecta. La volví a mirar, no tenía ni idea quién era, pero aún así, quería que estuviera ahí.
Trate de levantar mi mano, pero fue inútil. Ella me miró y vio mis dedos. No me pregunten como, pero ella supo perfectamente lo que quería hacer, aún sin poder hablarle.
Tomó mi mano, levantó mis dedos y los estiro. Dolió, mucho, los tenía entumecidos. Nadie había notado que los tenía apretados dentro de un puño, y con solo mover los ojos ella supo lo que tenía.
Tomó uno por uno y los estiró despacio, hasta que por fin dejó de doler y comenzó a hormiguear, estaba volviendo las sensacion.
Pero eso no es importante, lo que importa, es que ella lo supo y yo no se lo había dicho.
En ese momento lo supe, ella se daba cuenta porque estaba prestandome atención a cada rato.
La mire con un poco de miedo. Y si era un sueño?... Y si mori en una de las tantas operaciones y estaba viendo un ángel?
No, definitivamente descarte esas opciones, pues si estuviera muerto o soñando, ella no tendría ropa y de eso, estoy seguro.
"-Perdoname… esto es mi culpa…"
La miré fijamente, sus ojos dejaban salir lágrimas pesadas, llenas de culpa. Quería levantarme, abrazarla, besarla y decirle que ella no era la culpable de nada, que yo solo me inmole ante el tren, fue mi decisión, no de ella.
Pero de mi boca no salía ni una palabra. Estaba más que mudo, pareciera como si mi lengua y mi mandíbula no se conocían y trabajar en equipo, no estaba en los planes.
La volví a mirar a los ojos. Ella seguía llorando. Me tomó de la mano otra vez y la beso despacio.
"-No tienes idea de quién soy y aún así, sacrificaste tu vida para salvarme… No lo merezco, no merezco el sacrificio que has hecho… Yo… yo debería estar en tu lugar o en una tumba, tu no te mereces esto… Perdóname…."
Mi corazón colapsaría de nuevo, pero esta vez lleno de odio. Quería besarla y abrazarla, pero mi cuerpo no respondía. Me dolía verla así, no tenía idea de porqué, pero aún así, prefería miles de agujas en mi columna que verla de esa manera.
Sin embargo, ella no lo supo, pues mi cuerpo, seguía sin vida. Me miró a los ojos y me regaló otra sonrisa.
"-Lo que has hecho… Yo estaré agradecida toda mi vida, tenías razón, lo que sea que pasó, ya pasó… Tenía solución, supongo que me apresure por nada… Vegeta, yo casi pierdo mi vida y tu me la devolviste. Te prometo, que de ahora en más, yo dedicare esa nueva vida, solo para ti… Me comprometo a estar a tu lado para siempre, cuidarte y siempre estar para ti… Seré solo tuya hasta que me muera, te lo prometo…"
Bien, no lo niego, lo primero que pensé fue en sexo… Si, vamos, sigo siendo hombre y al aparecer mi miembro fue el único que no permitió que le ocurriera nada, pues estaba intacto el desgraciado.
Era fuerte… la mujer más hermosa me estaba prometiendo ser mía para siempre… vamos, a quien no se le… Bien, lo dejaré ahí.
Pasemos a los que me paso despues de desvestirla con la mente… Si, es obvio, ella prometió ser mía, yo le di una vida nueva y ella la dedicaria a mi, porque me lo merecía…
Eso quería decir que ella estaría conmigo, no por mi dinero, ni por mi mansión, ni mi apellido… ella estaría conmigo porque era lo que sentía… Era lo que ella quería.
Solo levanté mis ojos y parpadee. Recuerdo que ella se levantó de golpe y se me acercó demasiado. Maldición, olía exquisito!.
En fin, ella se acercó y me sonrió.
"-Puedes parpadear a tu antojo?"
Recuerdo que volví a parpadear cuando escuche su pregunta. A cambio, ella me regaló una hermosa sonrisa y tomó mi mano con dulzura.
"-Esto es maravilloso!... Podemos hacer una especie de código. Puedes parpadear una vez para decir "sí", dos para decir "no" y tres cuando no sepas la respuesta. Qué te parece?
Parpadee una vez. Ella se inclinó y besó mi frente. Casi me derrito al sentir sus labios suaves en mi piel.
Me volvió a mirar.
"-Sabes… mi mama se burlaba de mí, porque yo venía todos los días a ver si despertabas y el médico decía que no y yo lloraba… Ella dijo que perdía mi tiempo viendo un cadáver… Jamás perdí la fe… Sabía que despertarías…. Si no te molesta, quisiera que me dejes venir a verte… Lo harías?"
Creo que me dolieron los ojos por parpadear una sola vez con tanta fuerza. Si ella se iba, me pondría demasiado mal, simplemente con su presencia alegraba mi vida.
"-Gracias… iré por el doctor para avisarle que te despertaste… no tardo!"
Verla correr con su pequeño uniforme de escuela hizo que se me erizara la piel. De verdad ella estaba feliz con mi despertar… Y yo estaba feliz con verla.
[...]
Luego de mi despertar, le siguieron unos meses muy intensos. Médicos por todas partes, estudios, análisis. Visita de mi madre, mi tío, mi hermano.
Y todo aquello pasaba con Bulma a mi lado. Ella solo sonreía y era amable con todos, pero después de unas horas, todos se marchaban, pero ella se quedaba conmigo.
Una mañana desperté y vi a mi madre discutiendo con ella. Recuerdo que estaba furiosa porque quería que se vaya. Mi madre la culpaba por todo.
Bulma lloraba, miraba el suelo y se negaba a alejarse de mi. Mi madre la insultaba, pero se marchaba, debía irse a trabajar y cuidar a mi hermano, pero Bulma, seguía fielmente a mi lado.
Pasaron tres meses y yo me despertaba y lo único que hacía era buscarla con la mirada y ella siempre estaba ahí.
Había tomado el sillón de al lado de mi cama, le había puesto una almohada algo infantil, una sábanas rosas y allí dormía todas las noches.
Iba a mi baño, el que yo no podía usar, por estar inmóvil y se bañaba, se peinaba, y hacía todo allí.
Salía, buscaba comida y se sentaba de nuevo junto a mi para cenar, pues a la hora del almuerzo, ella estaba en la escuela.
Sonaba demasiado extraño, pero apenas salía de la escuela, corría al hospital y se quedaba conmigo.
Había llevado su laptop, sus libros y mientras me cuidaba, estudiaba cuidandome. Escuchaba música despacio y me contaba de su vida.
Su padre era científico y ella era la heredera de su imperio. Me contó que tenía una madre que no era su madre biológica, si no la segunda esposa de su padre y tenía una media hermana y que las dos, le hacían la vida imposible.
Me dijo que cuando la mujer se enteró que su esposo había muerto en un accidente, la iba a internar en un colegio religioso. Ella no quería, entonces la mujer esa la hecho a la calle.
Hubo muchos líos legales, pero al parecer su madrina la protegió e inició un juicio. Ambas ganaron y Bulma se pudo quedar con la mitad de todo. Y con eso vivía mientras iba a la escuela.
Pero, después de un tiempo, su madrina se casó y ella tuvo que volver con su madrastra. Cuando lo hizo, se enteró que está tenía un novio nuevo, pero era un maldito degenerado que intentó violarla dos veces y que la segunda, casi la penetró.
Bulma logró escaparse y salió corriendo, pero sabía que no podía volver, que si lo hacía, aquel hombre, intentaría abusar de ella todo el tiempo.
No quería vivir así, ya estaba cansada y por eso decidió suicidarse. Pero me sonreía y me decía que yo le había dado ahora una razón para vivir y que ahora tenía un propósito en la vida.
"-Ser solo tuya…"
Y a mí me ponía a mil cuando me decía eso… Sin saber como, me había enamorado completamente de ella.
Su luz, su belleza, su sonrisa, su fidelidad. Todo en ella era único y especial y yo sentía que jamás podría dejar de amarla.
Ella se ocupaba de mí en todos los aspectos, me bañaba con la ropa interior puesta, me daba de comer esas sopas horribles en la boca, que él hospital me daba, me afeitaba… En fin, ella se ocupaba de todo.
[...]
Una tarde de verano, sorpresivamente, vino a visitarme Rina. Yo llevaba un año y medio en el hospital y ese fue el único día que fue.
Recuerdo que Bulma la miró y sonrió con amabilidad, pero cuando la muy maldita le dijo que era mi novia, su sonrisa desapareció y fingió completamente.
"-Lo siento, no sabía que tenía novia… Si quieres me voy…
-Si, largate!... eres una extraña, no debes estar aquí… Vete de una vez y no regreses…"
Fue en ese momento que le exigí a mi cuerpo moverse, hacer algo. Mi corazón latía con fuerza, pues Bulma bajó la mirada con dolor, tomó sus libros, me sonrió y se fue.
Vi como sus lágrimas escapaban de sus ojos y sentí que me moriría. Mire a Rina con asco y odio y la vi sonreír a la muy maldita.
Nunca me había ido a ver, ni una sola vez. Claro, solo vino cuando supo que desperté y cuando escuche lo que dijo, agradecí estar inmóvil o la mataría.
"-Cariño… que bueno que despiertas… espero que no te moleste que continúe con mi vida… Pero, si me dices donde tienes tu chequera, puedo dejarlo y volver contigo…"
Respire con fuerza, con odio. Quería darle la maldita chequera y decirle que no regrese jamás.
La mire a los ojos y rogué a dios que se vaya, que Bulma volviera y que nunca fuera castigado con ver ese maldito rostro de nuevo.
La vi que comenzó a revisar mis cosas, que tiro las cosas de Bulma que aún estaban ahí, al suelo, mientras revisaba todo.
Yo solo podía verla y maldecirla por dentro, la maldita no se iba. Sonreí cuando vi que mi peliazul regresó.
Se había olvidado su cartera y la vio haciendo su exploración.
"-Oye… que haces?...
-Otra vez?... No te dije que te fueras?...
-Olvidé mi bolso… que buscas?... Esas son mis cosas, me las llevaré mañana cuando encuentre un lugar donde vivir…
-No me importa!... estorban!... Sabes dónde está la chequera de mi novio?... Necesito ropa!"
Vi el rostro de Bulma con odio. Estaba furiosa por primera vez. Se le acercó, la tomó de la muñeca y le dio tremenda bofetada.
Si hubiera podido, hubiera reido hasta el amanecer.
Rina se tomó la mejilla roja sorprendida y la miró con miedo. Bulma se le acercó y le gritó que era una maldita perra, que yo estaba mal y la necesitaba y ella solo buscaba la chequera.
Rina se puso como un gusano, se encogió y se puso a llorar. Bulma la amenazó y le dijo que no quería verla cerca mio. Que si quería dinero esperase a que pudiera dárselo o que trabaje.
Sonreí con euforia y Bulma lo noto. Rina se fue llorando y por suerte, no volvió jamás. Recuerdo que mi hermosa peliazul dejó sus libros en su lugar y se me acercó despacio.
"-Lo siento… me dolió que solo busque tu chequera… jamás vino a verte y solo quería eso… Quieres que la llame, le pida disculpas y me valla?"
Parpadee con fuerza dos veces. Quedó bien claro que no quería nada de eso. Bulma me sonrió. Acomodo sus cosas y se acercó lo más que pudo a mi.
"-Sabes… me gusto golpear a esa chica… Debo admitir… Me puse muy celosa cuando me dijo que era tu novia… si alguien me separa de ti, yo moriré de dolor, pero si la amas, te juro que me iré y no volveré a molestarte nunca más"...
Mi corazón volvió a latir fuerte. Está chica me causaría un infarto en cualquier momento.
Parpadee dos veces para demostrarle que no quería que se aleje de mi y ella me sonrió con dulzura. Tomó mi mano y la apoyó en su mejilla.
"-Perdóname… creo que estoy enamorada de ti… suena muy raro?"
La mire y parpadee dos veces. En realidad, si es raro, porque en silencio y sin hablar, había hecho que la mujer que amaba, se enamorara de mi.
Ella me hacía feliz…
Y los meses seguían pasando. Los médicos veían muy pocas mejoras en mi, pero mi corazón estaba mejor, más estable, bombeaba con fuerza… demasiada diría yo…
Tanto, que tuve que pedirle al universo que Bulma no notara mis tremendas erecciones, aquellas que ella provocaba al salir del baño envuelta en una toalla, verla vestirse, apoyar sus pechos en mi cara, cuando besaba mi frente, y miles de cosas que antes me afectaba, pero mi cuerpo lo disimulaba, ahora, que mi corazón latía perfectamente y bombeaba la sangre sin problema, dejaba en evidencia lo duro que me ponía aquella mujer.
Sé que se daba cuenta, pero trataba de disimular, pero solo para no humillarme, para que no me avergonzara… pero todo sufrió un cambio muy repentino una noche cuando viendo la tv, vimos una película erótica.
Sí, debo reconocer que esas cosas no provocan nada, pero la situación era distinta. Aquella tonta película me excito, era muy explícito sin ser vulgar.
Gire mis ojos y mire su rostro completamente ruborizado. Ella estaba igual que yo, muy excitada.
"-Quieres que apague la luz?"
Parpadee una vez. No solo quería que apague la luz, quería que se desnudara y se me tire encima.
Me sonrió, se acercó a la puerta y cerró con llave, apago la luz y se sentó a mi lado. Me miró a los ojos y sonrió un poco perversa.
"-Estas muy excitado… eso debe dolerte… Debe hacer que te sientas mal… Me gustaría hacer algo para hacerte sentir bien…"
Dios, iba a morir… ella quería hacerme sentir bien… Soy un maldito degenerado, las cosas pervertidas que se me cruzaron por la mente, no tenían nombre.
No se porque, pero parpadee una vez. Le dije que sí, pero ella no me estaba haciendo ninguna pregunta. Aún así, ella me comprendió… como siempre.
La vi sonreír de nuevo, apago la tv y dejó la habitación oscura. Por suerte, estaba en una sala privada, que pagaba mi madre y no tenía compañeros de cuarto, pues de seguro no le hubiera gustado ver lo que paso… bueno, tal vez si, pero a mi no me hubiera gustado que vea.
Bulma se acercó y se subió a la cama. Bajó mis sábanas y levantó ese camisón de enfermo que me ponían siempre que me bañaban.
Y… bueno, lo que paso, ya se lo imaginan. Mi hermosa Bulma metió todo mi miembro a su boca y yo volé al cielo…..
Y esa fue la primera en miles de veces….
Bulma se había convertido en mi "consuelo"... Cada vez que tenía mi miembro duro, ella cerraba la puerta, y me hacía sexo oral hasta reventar.
Al principio le daba mucha pena, pero con el correr de las semanas, era tan habitual, que ya hasta lo pedía de postre todos los días y ella me lo hacía con total felicidad.…
Y sin querer, una noche… pasó lo que tenía que pasar…
Recuerdo que era verano, Bulma estaba de vacaciones en la escuela y estaba en el baño cambiandose.
La mire a los ojos cuando salió. Ella me sonrió como siempre.
"-Está noche es él cumpleños de mi amiga. No puedo faltar, espero que no me extrañes… Me veo bien?"
Parpadee una vez sin mirarla. Vestía un hermoso vestido de color rosado, con unas sandalias blancas. Tenía el cabello suelto, hasta los hombros y se podía ver su hermosa piel blanca y suave.
Se veía preciosa, delicada, dulce y yo hervía de la furia. Estaba celoso que se vaya y me deje. De verdad me estaba volviendo loco, quería a Bulma solo para mi y a veces me olvidaba que ella tenía 16 años debía hacer una vida normal.
No lo podía evitar… ella era mía y pensarla con otro me ponía loco.
Se me acercó y besó despacio mis labios. Claro, yo no correspondí, porque mi boca no se movía, pero ella sabía que si no cerraba mis ojos cuando ella apoyaba su boca, era porque estaba enojado.
Volvió a sonreír.
"-Vamos mi amor, no te pongas celoso!. Debo ir, es mi mejor amiga, pero prometo volver temprano!"
Mire hacia todos lados y suspire. Ella debía hacer su vida y yo debía recuperarme para poder hacer la mía con ella.
Deje que me besara de vuelta, cerré mis ojos y la salude guiñando un solo ojo. La vi que apago la luz, cerró la puerta y salió.
Mire el techo unos segundos y me odie. Me estaba perdiendo mi vida y ya no quería eso… Además, cuanto tiempo podria Bulma resistir aquello?, cuanto tiempo estaria a mi lado?... Era tan joven y hermosa, mi cuerpo temblaba de miedo con solo imaginar que un día despierte y no la encuentre nunca más y con ese pensamiento horrible, me dormí.
Desperté completamente asustado al sentir un cuerpo pesado sobre mi. Una lengua caliente en mi cuello y unas manos demasiado provocadoras tocandome.
Mire atentamente y vi que las mejillas de mi peliazul estaban rojas completamente. Olía a alcohol y se movía como una diosa sobre mi…. Mi miembro tardó exactamente dos segundos en despertar.
"-Mi amor… te extrañe demasiado… debía volver para verte…"
Mire la pared y vi el reloj… Solo se había ido tres horas… La vi que se acomodo sobre mi, puso una rodilla en cada lado de mi cuerpo.
Dios, quería levantar mis manos y apretar esos senos grandes que tenía, tan dulces… lo que hubiera dado en ese momento por poder moverme y morderlos y lamerlos…
Obviamente, no podía hacerlo, estaba inmóvil, pero ella no… ella se movía y demasiado.
Se levantó el vestido y vi como se quitaba la ropa interior. Mi corazón exploto, si era lo que yo creía, quería que lo haga ya…
Sin embargo… no se concretó por completo. Se sentó sobre mi miembro, sin penetrarse y comenzó a moverse rápidamente.
"-Amor…. dejame masturbamre contigo… me dejas?..."
No se si de verdad quería una respuesta, porque no paraba de moverse y la verdad que estaba demasiado concentrado en lo que hacía como para responderle.
Sentía como su humedad se apoderaba de todo mi cuerpo, de verdad quería que entrara dentro suyo, pero así tampoco me disgustaba… al contrario, sentí una corriente poderosa que dejó libre toda mi esencia por todos lados.
La vi que se sacudió con fuerza, ferozmente y comprendí que había finalizado su orgasmo también.
Se cayó sobre mi cuerpo, con las piernas abiertas y llenas de mi semen y se quedó completamente dormida… Yo suspire agotado y la seguí al mundo de morfeo…
Si… esa fue la primera de millones de veces en las que nos masturbabamos mutuamente.
Recuerdo que al día siguiente ella estaba muy avergonzada y me pidió perdón y yo les respondí con otra erección.
Vamos, solo tenía 16 años una hermosa mujer está excitada conmigo… Lo último que quería era que se arrepintiera y no lo volviera hacer.
El exceso de confianza disipó su pudor y esa misma mañana lo hicimos de nuevo… Y a la tarde… Y a la noche y todos los días y cada día…
Y yo moría por responder cada caricia, cada beso, cada roce de nuestros cuerpos.
Los meses seguían pasando. Estaba tan enamorado que no podía pensar en nada que no sea a Bulma y ella… Ella me dijo "Te amo"... Y lo hacía todo él tiempo.
Comenzó a planear nuestro futuro, porque ella estaba segura que yo mejoraría. Me levantaria y estaria siempre con ella… Y yo quería exactamente lo mismo.
Nos amábamos y el tiempo me hizo ver que sin ella, no era nada.
Entre en pánico una noche de invierno. Había dormido unas horas y desperté llorando en silencio. La pesadilla me había mostrado mi cuerpo muerto y a una Bulma cansada de eso.. Y se iba, me dejaba… Me mataba con su abandono…
A pesar de no gritar ni moverme, ella se dio cuenta por mi respiración que estaba mal.
Se levantó del sillón y se acostó a mi lado. Me abrazó y me dijo cuánto me amaba, que iba a estar conmigo siempre y que me esperaría aún si pasaban 20 años.
Yo colapse. Odie mi cuerpo por no moverse y mi esperanza se moría con cada palabra.
Recuerdo que me sonrió y lo que dijo causó tremendo impacto en mi.
"-Tu crees que yo te dejaré… que no podré resistir esto… Pero te equivocas!. Yo estaré contigo para siempre… Y te lo demostrare… se como hacerlo… de la única forma que tengo…"
Recuerdo que prendió el velador, me beso y sonrió. Yo no comprendí lo que dijo, no entendía a qué se refería… Hasta que la vi tomar algo de la mesa de noche…
"-Te amo… te amo más que a mí misma… seré tuya para siempre y te entregaré algo muy valioso para demostrarlo…"
Cuando vi lo que tenía en sus manos, mi cuerpo reacciono enseguida. Mi miembro se despertó y mi corazón latió con fuerza…
Ella tenía un condón que su amiga le había dado en modo de broma, pero ella ya no lo veía así… ella quería hacer el amor conmigo, darme su virginidad como muestra de su amor y fidelidad.
Casi muero… otra vez.
Recuerdo que me beso con pasión y yo rogaba poder corresponderle, que mi cuerpo obedeciera, pero, no lo hizo.
Aún así estaba prendido y expectante, iba a estar con la mujer de mi vida en tan solo unos segundos.
Y fue maravilloso… Recuerdo que temblaba como una hoja.
Se subió sobre mi, como cuando se masturbaba y comenzó a frotar nuestros sexos. Debo decir que si paraba ahí, hubiera estado satisfecho… Pero no se detuvo.
Tomó el látex con su mano, lo coloco en mi miembro muy torpemente y con mucha delicadeza se penetró sola.
Dejó salir un grito sordo, le dolió. Pero aún así, comenzó a moverse despacio, entraba y salía y yo morí de golpe.
Yo también había perdido mi virginidad, pero ella no lo sabía.
No duramos mucho, creo que ambos habíamos esperado ese momento con mucho anhelo.
Y fue mía… Y yo fui suyo… completamente, hasta cansarnos y lo mejor… que no fue la única vez.
Estuve en el cielo, no lo niego. Todo fue perfecto, todo era maravilloso. Mi hermosa Bulma, mi mujer. Mía, solo mía.
Recuerdo que mire sus ojos y trate de sonreír, claro, no lo logre, pero ella comprendió.
"-Sabes, a parte de verte caminar y abrazarme.. lo que más deseo es escuchar tu voz… A veces fantaseo como será. La noche que te vi en las vías, gritaste fuerte, pero el sonido del tren no dejó escuchar el sonido de tu voz…"
La vi que se ruborizo y comenzó a tocarme despacio.
"-Y ardo de deseo por que te levantes… me toques descaradamente… Me hagas todas las cosas que te imagines… Que me tomes sin permiso, me penetres las veces que quieras… Quiero ser tuya de todas las formas posibles…"
Su sonrisa me cautiva y sus palabras me excitaban… Yo solo quiero salir de esta cama y hacerla mía… toda mía… Porque ella era mía...
Mi todo… pero así como llegó mi felicidad, en tan solo un segundo, se fue como si nada…
Si, en tan solo un segundo, la mujer de mi vida, se fue y yo morí de golpe.
Recuerdo que desperté una mañana, había dormido muchísimo y no sabía porque. Tenía puesto en mi brazo una aguja, y un suero extraño.
Con el tiempo supe que él médico me durmió a propósito. Me sentía aturdido, completamente cansado, no recordaba nada, pero al girar mis ojos, mi mundo se vino abajo.
Mi madre estaba sentada a mi lado y las cosas de Bulma habían desaparecido por completo.
No había nada, era como si todo aquello hubiera sido un sueño. Comencé a desesperarme y mirar para todos lados, necesitaba verla, encontrarla. Ver que era real, que siempre estuvo allí.
Pero a cambio de eso, recibí la peor noticia del mundo.
"-Vegeta…. Esa maldita niña no volverá a molestarte jamás… No quiero ni pensar las perversidades que te hizo…"
Vi a mi madre ponerse de pie y comenzar a llorar.
"-Cuando Rina me dijo que esa niña estaba abusando de ti, no lo creí realmente… Pero entrar al cuarto y verla sobre ti… No puedo creer que confie en esa niña… Te juro que jamás volverás a verla mi cielo… Te protegeré siempre… La enviamos lejos con tu tío, a algún lugar donde jamás podrá acercarse a ti de nuevo…"
Mi cabeza comenzó a rodar con odio y dolor. Me quitaron a mi mujer. Me arrebataron el tesoro más preciado. Mi vida se fue con ella y con esa noticia, sin saber como, moví uno de mis dedos….
Continuara...
