Nota: Inuyasha y sus personajes son propiedad de Rumiko Tahashi, yo solo he osado tomarlos por un corto tiempo para inventar una historia ^^

Bueno esta es una version Rin & Seshomaru con algo de Kagome & Inuyasha en un mundo alternativo. Aqui los youkais conviven con los humanos. Espero les guste, es mi primer fic.

El Destino nos Unió

El Primer Encuentro - Capitulo 1

Era una mañana de invierno algo normal en la cuidad de Tokio, el trafico bastante agitado y la gente caminando de allí para acá en sus propios asuntos. Un BMW deportivo se dirigía a los estacionamientos de una de las empresas de telecomunicaciones más grandes del mundo, que tenía su sede en Japón.

Un hombre alto, de cabellos plateados y de apariencia muy atractiva bajo del auto y abordo uno de los ascensores hasta el último piso de las torres de cristal, en donde se encontraban las oficinas principales. Es decir las de la los directores.

Al salir, todo el que estaba a su paso lo saludaba con una pequeña reverencia y algo de temor en sus miradas. Sesshomaru Taisho por su porte y ser un hombre de mirada fría solía intimidar a quienes le rodeaban. Aparte que era de raza youkai, así es, los Taisho eran youkais, unas de las familias más antiguas del país y quizás la más rica y poderosa.

El, era el hijo mayor del dueño, que por su talento y habilidades se encontraba a cargo de la vicepresidencia de la compañía. Tenía escasos 29 años y desde que se graduó de la universidad le había demostrado a su padre que podía llegar a escalar muy rápido y hacerse cargo de las riendas de tan importante emporio.

- Buenos días señor –lo saludaron las chicas de la recepción, que se encontraban sentadas detrás de los escritorios.

-Tengo algún mensaje el día de hoy?- inquirió

-Solo uno de su padre, dice que el joven Inuyasha vendrá por la tarde a instalarse en su nueva oficina.

La respuesta de sesshomaru fue solo poner unos despectivos ojos y azotar la puerta.

Las jovencitas al verlo cruzar solo suspiraron un poco aliviadas, ya sabían que al señor no le agradaba nada el escuchar ese nombre.

Se ve tan apuesto cada día- dijo una, se miraron a la vez, rieron y continuaron con su trabajo.

En su oficina seshomaru maldecía a su padre por la genial idea de traer a su medio hermano a trabajar. Lo consideraba un bueno para nada, la vergüenza para la familia!

En fin sería mejor ponerse a trabajar porque a las 2 de la tarde tenía una cita de negocios muy importante.

X O X O X

Bueno clase, después de las vacaciones quiero el informe sobre los estados financieros entre la compañía X y la Z. También un análisis de cual consideran podrá hacerle frente a los problemas económicos que presenta el problema de la página 256 del libro.

Pueden formar grupos de dos – Continuaba el profesor de la clase de finanzas

Kagome y Lin se dirigieron una mirada cómplice. Por supuesto que ellas dos harían el trabajo juntas, ambas lo hacían muy bien y en sus proyectos siempre sacaban buenas notas.

Bueno chicos la clase termino! - El concurrido grupo comenzó a levantarse y salir

Lin espera- Salió kagome corriendo con sus cuadernos en el brazo.

Te tengo que contar una noticia genial!

Enserio que paso cuenta, dale que vamos llegando a la cafetería y tengo mucha hambre.

Una entrevista de trabajo? – salto lin de la mesa emocionada por lo que le contaba su amiga.

Así es…. Yo… este, aplique para un anuncio en el periódico y pues… me llamaron esta mañana que debía presentarme mañana-

Me alegra mucho amiga, te lo has ganado y sé que lo vas a lograr.

Mmmm a ver cómo me va, es en la ….Corporación Taisho- lo dijo muy bajito y con la cabeza baja.

Lin abrazo a Kagome. Mira sino te aceptan pues son unos tontos, se están perdiendo de contratar a una asistente muy capaz y sobretodo muy simpática y loca

Oye! – replico la otra pelinegra.

Las dos rieron y continuaron con su tertulia el resto del tiempo libre. Luego pasaron a clases, aun les faltaba 3 materias más que dar ese día, el último del semestre.

Se conocían desde que comenzaron la carrera de administración y se habían vuelto casi inseparables. Quien las viera diría que eran hermanas. Ambas de cabello negro azabache, de piel blanca y tersa, sus ojos le gritaban al mundo su juventud y ganas de ir contra todo y contra todos. La diferencia era un poco en la estatura y el color de ojos, Kagome era un poco más alta que Lin y sus ojos eran oscuros como el azabache en cambio los de esta eran marrones y solía tener un carácter más alocado y arriesgado.

La mañana paso en un dos por tres para los que estudiaban en aquella universidad para cuando llegaron las 2 de la tarde las clases habían terminado. Comenzaban las vacaciones de fin de año.

Ambas chicas caminaban hasta las escalinatas del pasillo conversando amenamente.

Ay no ése profesor de estadística me la tiene velada, siempre me llama a mí para que resuelva el problema

Claro si eres la mas distraída del salón Kagome – reía lin

No es justo, es que no me gusta mucho como da la clase así que mi mente se va a otra parte.

Ujum… mmmm a los ojos de Koga-con esa respuesta la otra se sonrojo e hizo un puchero- No!, no es cierto!

A lo lejos se escucharon unas campanadas y Lin rápidamente voltio a mirar su reloj.

Ay no! Voy tarde! El Señor Ishida ya me lo advirtió!- Faltaba poco para la hora de ir a trabajar y como siempre iba retrasada

Lin nos vemos el próximo fin de semana en mi casa para preparar el trabajo?

Claro, me parece bien- replico la de ojos castaños. – se abrazaron

Hasta luego y suerte Kagomeeee -le guiño un ojo, se puso los patines y salió corriendo..

Suspiro!-el mundo sigue su curso. Su amiga se iba a disfrutar de esos días de descanso, y a ella no le quedaba de otra que trabajar. Mientras los demás tenían sus familias, ella había perdido a sus padres desde muy pequeña y había aprendido a valerse por sí sola.

En lo que cabia lo posible, Lin intentaba ser feliz.

Rayos! El Señor Ishida me va reprender otra vez . Gritaba mientras corría a toda prisa por las aceras lo más que podía.

Por su parte un apresurado Seshomaru corría también en su auto por las calles a toda prisa. No importaba quienes lo estaban esperando, pero su orgullo no le permitía llegar tarde a ningún lugar aparte que le agradaba la velocidad, sentir como se deslizaba el auto a través de la carretera, era una agradable sensación.

De seguro hoy estará lleno el restaurante. Debo ir pensando que excusa darle al jefe

A ver mmm, que el profesor se retraso! … mmm no no esa ya se la sabe!

No mejor que el parcial se extendió de la hora! Si – y apresuro el paso, a unas cuadras estaba el lugar.

En esas divagaciones seguía Rin mientras pasaba veloz entremedio de los transeúntes y los autos. Cruzo una calle mirando la hora en su reloj…..

Muy bien me falta ya muy poco, tal vez me la pase porque solo estoy llegando 30 minutos tarde je!

El auto apareció de repente a gran velocidad y Rin solo pudo ver una sombra borrosa que se le venía encima, apenas tuvo tiempo para frenar y girar con brusquedad, cayendo a un costado para no terminar arrollada por el vehículo.

Sesshomaru también logro hacer uso de los frenos a tiempo quedado a unos cuantos centímetros del cuerpo de la chica.

La gente que estaba cerca y había visto el incidente se aproximaba a Lin, mientras que el conductor permanecía en apariencia inmutable.

Se encuentra bien señorita? ¡! Le duele algo? - preguntaban

Cielos! Le dolía la rodilla y el brazo que había hecho contacto con el duro pavimento, se incorporo lentamente tratando de orientarse para ver qué era lo que había pasado.

Lin vio como el sujeto salió del auto llego a donde se encontraba, le lanzo una mirada despectiva verificando la situación –mmmm este auto si que tiene buenos frenos – pensaba para sus adentros- y luego solo pronuncio una palabra:

Humanos! – retorno al auto cansinamente y espero a que se retirara la concurrencia

Lin al fin sacando fuerzas se dirigió al sujeto de ojos ambarinos que la miraba fijamente. Camino junto a su puerta y se detuvo. Le miro furiosa, pero no dijo absolutamente nada, era tanta su rabia, que las palabras no salían de sus labios.

Después de unos segundos, que parecieron muy largos para la jovencita, seshomaru comenzó hablar

Niña tonta!,, ten más cuidado, pudiste ocasionar un accidente. Acaso pagarías tú los daños? –hablo con pausa en cada palabra pero una dureza y frialdad única en el.

Nani! – ella no podía creer lo que sus oídos escuchaban. El auto era más importante que su vida? Definitivamente no pudo más y espetó:

Que yo tuve la culpa? Pero si tú con tu auto lujoso se atravesó en la calle sin siquiera fijarte si algún pobre mortal cruzaba ante ti, Imbécil! – puntualizo la muy adolorida joven de cabellos negros.

–Tu… tu deberías tener más cuidado – La muchacha prosiguió, esta vez apuntando peligrosamente su dedo hacia aquellos doradas orbes- Pero quien en su sano juicio se le ocurre correr a cien Km por hora en medio de la ciudad… ¡ Me debes una disculpa estúpido! –

Sesshomaru frunció el seño ante la insolencia de esa chiquilla, si ella supiera a quien se dirigía de esa manera. Un taisho una de las familias más respetadas del país y a quien nadie había osado en miles de años retarle sin temor.

- Acaso… tienes idea de con quién estás hablando? – Arrastró las palabras y la miro de arriba abajo como si de un bicho pequeño se tratara.

- A decir verdad no me interesa – Rin habló sin miedo y con fiera determinación en la voz – Debes ser uno de esos que piensa que su dinero les da derecho a hacer lo que le plazca

-Que tipo tan desagradable!

Dicho dio la vuelta y siguió su camino farfullando todavía insultos e improperios contra él. Cruzo una calle más adelante y entro al restaurante sin percatarse que era seguida por esos fríos ojos.

- Esta es la última vez… te lo había advertido – El señor Ishida le reclamaba a una Lin que se hacia la aludida y procedía a preparse para el trabajo del día.

Vamos jefe, gomene! –haciendo una reverencia. Hoy el día ha sido duro, podemos continuar esta plática al final de turno- y salió apresurada atender los clientes. Con suerte al terminar la jornada al señor Ishida se le habría pasado el enojo, la perdonaría y salvaría otro día más su trabajo.

Las bocinas de los autos que intentaban pasar por la calle sacaron a Sesshomaru de su estupor.-

Vaya que mujer mas insolente. Tenía el descaro de reclamarme y demandar una "dis cul pa"!

Muy bien, Esto no se queda así! – podía casi verse unos atisbos de un ligero color carmesí en sus orbes mientras pensaba.

Ahora veremos quién se tiene que disculpar ante quien-una mueca sombría se dibujo en su rostro, estaciono el auto y se dirigió al lugar donde había visto entrar a la humana fierecilla

Sesshomaru se sentó en una mesa pequeña en la terraza para poder verla al momento que saliera y ahí arreglarían cuentas. Miró su reloj impaciente, no podía demorarse demasiado en tomar un simple café.

- Irasshaimase... desea ordenar o prefiera ver el mee-nuú? –

El demonio blanco miró incrédulo a la jovencita, nunca se hubiera imaginado lo que ahora tenía en frente. Una mesera, una simple mesera era la que había osado enfrentársele. Había creído que por su porte soberbio y el elegante lugar al cual se dirigió se trataba de una alta ejecutiva en alguna firma importante o una mujer de negocios. Incluso ya había decidido comprar su compañía para acabarla y dejarle en la calle, pero una mesera era algo que escapaba completamente de sus planes.

- Tu! Que vienes a hacer aquí? – Sesshomaru se acomodó en su asiento y con el semblante frío e impasible contestó.

- Si tienes que preguntar eso es que no deberías trabajar acá. Obviamente vengo a tomar un café, aguarda un momento –

El hombre del pelo plateado la miró de arriba abajo y tomó la carta dispuesto a tardarse todo el tiempo necesario en elegir su pedido. Rin estaba furiosa con él, primero le tira el auto encima y luego la humillaba degradando su trabajo.

- Rin! Qué pasa con los pedidos de las mesas tres, siete y doce? Apúrate muchacha- Su jefe le reprendía desde el mostrador furioso por la ineficiencia de la chica.

- Esta bien, suficiente! – Rin tomó la carta y se la arrebató de las blancas manos al youkai – Un café será y luego se marcha. ¿Lo desea para llevar?–

-…- No le dio siquiera tiempo de responder

– Muy buena elección, un café para llevar entonces y luego desapareces de mi vista antes que le avise a la policía que casi me matas con tu auto de marca –

El atrevimiento de la jovencita no tenía límites, Sesshomaru no sabía si reírse o matarla.

Rin se dio media vuelta y partió a preparar el café mientras entre dientes lo maldecía a él y sus antepasados.

La muchacha de ojos negros como la noche volvió en menos de un minuto con el vaso cubierto y la cuenta en la libreta, dispuesta a despachar a ese desagradable hombre lo antes posible. Cuando regresó se sorprendió, ya no se encontraba solo. El señor Ishida se inclinaba en posición de seiza a su lado e intentaba deshacerse en disculpas mientras ese idiota la miraba de reojos. Rin se acercó con el café caliente en las manos y un nudo en la garganta.

- Señorita, el señor Taisho me ha expresado su falta de cortesía. Discúlpese con él inmediatamente –

- … – La muchacha se mordió los labios para no pronunciar ninguna palabra, no se disculparía con un hombre así, de ninguna manera la harían pasar por esa humillación.

- No se esfuerce – Sesshomaru se levantó de la silla mirando con desprecio en derredor – Era de esperarse considerando el lugar. Además, algunas personas solo sirven para atender mesas – dedicándole una mirada asesina a la muchacha agregó – y otras ni siquiera para eso.

Aquello era demasiado, no por tener dinero podía pisotear su honor de aquella manera. En un arranque de dignidad Rin arrancó la tapa del vaso y arrojó todo el contenido del café hirviendo en el pecho de ese engendro engreído. El hombre no apartó la mirada de aquellos ojos profundos como la noche, ni el más pequeño rastro de dolor ensombreció su semblante, pero podría haber jurado que un tiente carmesí se asomó en aquellos dorados cristales que la atravesaban.

El dueño del local se puso como el papel y rompió en gritos con la pobre muchacha.

-DESPEDIDA! ESTA USTED DESPEDIDA- márchese inmediatamente

Los ojos de Rin comenzaron a empañarse mientras su jefe la reprendía en presencia de todos sus compañeros. No lloraría, no lo haría, si algo de honor le quedaba esperaría que él terminara su sermón sin derramar una lágrima. Ni toda la necesidad de dinero le harían regresar a ese lugar nunca más, pero debía irse con su orgullo intacto y eso significaba que nadie debía verla quebrarse.

- ... lo que Ud ha hecho es inaceptable. Retírese inmediatamente –

Rin agachó la cabeza por última vez frente a ese hombre y salió corriendo de allí.

Tomo sus cosas y se dispuso a partir. Salió del lugar con un dolor en su pecho, sentía que le estallaría del enojo y la rabia de no poder hacer nada contra los que si tienen recursos y poder.

Se sentía impotente ante una sociedad que juzga primero antes de indagar primero los porqués.

Camino de prisa sin parar hasta llegar al parque de la esquina y recostarse en un farol. Trato de frenas sus lagrimas que ya corrían por sus mejillas como dos ríos brotar de sus afluentes.

- "no puede ser… necesito el empleo… pero… todo es por culpa de ese idiota prepotente" – levantó la mirada y el mismo culpable de sus actuales desgracias salía raudo del restauran. Por un minuto no entendió porque se dirigía hacia ella pero luego notó que estaba parada junto al mismo descapotable negro que casi la arrolla esa mañana. – " está muy acostumbrado que todo el mundo se rinda ante él, pero yo no. Ahora mismo vamos a aclarar esto"

- Supongo que estás contento, has conseguido que me despidan. Espero que puedas dormir por las noches con esa conciencia, si es que tienes. – Sesshomaru se detuvo junto a ella y la miró de arriba abajo. Apenas le llegaba al hombro pero aún así la muchacha lo desafiaba altanera y sin miedo. – Eres un desgraciado, la posición que tiene no te da derecho a tratar así a los demás. –

Eso es para que aprendas a respetar a quienes están por encima de ti- pronuncio cada palabra con su voz ronca- Existe una clara línea entre insignificantes humanos como tú y nosotros- claro se refería a los youkais.

Hecho el daño se marcho perdiéndose entre las calles de la ciudad dejando atrás a una acongojada muchacha que había perdido lo poco que podía reclamar como suyo.

Maldito desgraciado y le arrojo lo primero que se le vino a la mente. Su libro de finanzas el cual fue Ga parar a la parte trasera del auto que ya alejaba a lo lejos.

Se sentó en una banca mientras dejaba que las emociones fluyeran.

Más tarde al recobrar un poco los sentidos se dio cuenta que…

Shimatta! El libro! Si era su libro de finanzas pero lo que más importaba era lo que estaba guardado entre sus páginas. Había metido el poco dinero que le quedaba del mes y el único recuerdo de su familia.

Que tonta! Baka! Sin empleo y sin dinero! Kuzo!

Levanto su rostro y observo un anuncio en un cartel pegado a una valla publicitaria

Corporación Taisho, Bienvenido a nuestro vasto mundo- Una sonrisa se curvo en sus labios

Niño rico prepotente, engreído!. Así que soy una humana insignificante para él pues bien, ya verás de lo que es capaz esta insignificante!-

XOXO

Faltando practicamente unas cuantas horas para terminar el día de trabajo y un "pensativo youkai de ojos ambarinos se encontraba sentado en su escritorio.

La larga cabellera se esparcía por su espalda mientras seshomaru trata de concentrarse en su computadora.

Un grueso libro con un titulo en letras negras descansaba sobre su escritorio: Finanzas por Katzuhiro Ogata. Recordaba el titulo, cuando estudio en la facultada también ese era uno de los libros que solía usar. Desvió la mirada y continúo trabajando. Pero aquel objeto parecía atraer su atención, era como una extraña fuerza lo llamara. Sintió curiosidad y lo agarro para ojearlo un poco.

Era una edición vieja, su cubierta estaba gastada por el uso y las páginas tenían un ligero color amarillo. Leyó un nombre escrito en la primera página. La letra era legible y bonita.

Lin Meiling –

Mi vida era como una noche sin luna antes de encontrarte, muy oscura, pero al menos había estrellas, puntos de luz y motivaciones. Y entonces tú cruzaste mi cielo como un meteoro. De pronto se encendió todo, todo se lleno de brillantez y belleza.

Sonrío, recordaba de donde procedía ese párrafo. Era el dialogo de cierto libro de poemas que versaba sobre las vivencias entre dos amantes de mundos diferentes. Acaricio las letras y paso la página. Una nota al pie de ésta desentonaba con la leyenda de la anterior:

Si encuentras este libro, devuélvelo a su dueña de lo contrario te encontrara y te partirá la cara.

Hasta en su libro amenazaba a los demás, vaya mujercita – Aunque la letra era diferente cabe aclarar.

Pasó unas cuantas páginas más y pudo leer que había varias anotaciones en sus páginas, datos, soluciones de algunos problemas. Continúo más adelante y encontró una foto entre ellas. Una vieja foto donde aparecían una pareja con 2 niños, un niño y una niña. Parecían tener uno como 4 años y la niña unos 6 años. Se veían felices- había una imagen similar en su casa pero no se notaba el sentimiento que embargaban estas personas.

Atrás de la foto estaba escrito: Papa, mama, renji, Los Amo. Alrededor de esto unas flores en forma de girasol cerraban la inscripción. Cerró el libro y lo coloco otra vez en el escritorio.

Se te paso la mano? – mm se sorprendía hablándose así mismo de esa forma.

No!, esa mujer se lo merecía, fue altanera, atrevida, prepotente y….

Solo era una mesera sesho!

Y que! Nadie me reta

Una chica! Una chica que se quedo sin trabajo. –Frunció el seño e intento volver a sus asuntos. Mejor, no tenía conciencia o creía no tenerla y era mejor no averiguarlo.

La llamada de su padre lo distrajo un poco de sus pensamientos.

Hijo, que bueno que contestas, como estuvo la negociación con los Kurosaki?- se escuchaba la voz de un hombre mayor al otro lado

Bien padre, aceptaron nuestros términos y firmaron los contratos para la fusión sin problemas- respondía fríamente el hijo.

Me alegra, son una buena adquisición, un mercado más al que podemos accesar con buenos clientes.-concluia animado el hombre mayor- Ah hijo quería comentarte que ahora que me voy a tomar unos meses de descanso quiero que tu e Inuyasha contraten cada uno un asistente personal.

Por mi no es necesario Padre- su rostro se crispo-, pero si quieres ponerle una niñera a tu otro hijo, haz lo que quieras- La sola idea de que su padre quisiera ponerle un asistente le molesto, podía hacer sus cosas solo y ahora no necesitaba que una mujer que no sabía nada viniera a meterse en sus asuntos.

Piénsalo hijo, te ayudaría mucho, no quiero que estés trabajando demasiado. Recuerda que la vida es única. No puedes tener el control de todo, tienes que delegar sino pasaras tus años entre cuatro paredes como me paso a mi- sonaba la voz un poco triste y apagada.

No te preocupes yo sé manejar mi vida- y colgó. Aunque Seshomaru no sabía que su padre ya se le había adelantado un poco, je!

XOXO

Buenas Tardes Señorita en que podemos servirle? – Lin se encontraba en la recepción de la corporación Taisho, aun no sabía qué era lo que iba hacer o si era mejor retroceder y no seguir con el plan.

Pero su orgullo detuvo su paso. Sus pies no respondían ya y sus acciones eran como las de un autómata.

Buenas tardes, vengo a ver al señor Taisho

Al padre o al hijo? Preguntaba curiosa una de las secretarias

Rayos! Realmente no sabía si ese "demonio" era el padre o el hijo. – Ahh Yoruichi dijo la otra chica, seguro viene a ver al señor Seshomaru, recuerda que el señor Inutaisho nos comento que vendrían unas aspirantes al puesto de asistente.

Kamisama arigatou! Tú siempre me salvas- sonrió alegremente echando el rostro hacia atrás

Así es, vengo por el puesto de asistente, el señor esta esperándome!

Un momento por favor, anunciare su llegada. Su nombre es? –

Enarco una ceja- esteee ehhh.. Lin, Lin Meiling- Que mas daba tenía que dar su nombre sino estas dos chicas no la dejarían pasar y todo se vendría abajo.

Diga!- contesto un no muy animado youkai

La aspirante para asistente a la vicepresidencia se encuentra aquí- Taisho sama

Taisho sama?, sama?- y sus ojos se abrieron como platos- los de esta clase llegaban al extremo de llamarse con esos apelativos?. Vaya con razón este cretino es todo un engreído!

Dígale que se marche, no voy a contratar a ninguna asistente y no quiero que nadie me moleste- y colgó

Lo siento señorita pero el señor Taisho sama está muy ocupado y no puede atenderla- se excuso como pudo la chica-

Mmm ya, Por favor podría insistir una vez más y tan solo decirle que es la señorita Lin la del café- era una jugada arriesgada pero a estas alturas que importaba, por lo menos había hecho el intento de llegar hasta allí a subsanar su herido orgullo.

La chica dudo unos segundos, sabía lo que significaba molestar al jefe. Cuando decía que no deseaba ser molestado, pero el rostro de la chica le reclamaba un intento más. Sintió cierta empatía y volvió a marcar.

Que sucede Ayumi? – esta vez sonaba molesto

Esstee Taisho sama, la joven dice llamarse Lin la del ca – fe

Estaba dispuesto a mandar a la recepcionista a visitar el departamento de recursos humanos cuando en su mente repitió como eco: la chica del café?, no! No podía ser, esa cría no se atrevería a poner un pie este lugar.

Y si fuera cierto sesho?-miro el libro

Está bien hágala pasar- Ayumi sonrió con alegría y le indico el camino a Lin- Mucha suerte señorita

Atravesó un pasillo flanqueado por algunas entradas que conducían a otras oficinas. Se notaba a la gente trabajando pero alguno se distraían un poco para observar a la extraña cruzar aquel pasillo que conducía a las oficinas principales. No era cualquiera que veían desfilar hacia aquel lugar y menos una jovencita tan corriente como ella.

Encogió un poco los hombros, se sentía observada como un animalito que va al matadero. Como un preso a recibir su pena.

Una enorme puerta de madera con labores hermosamente talladas le esperaba al frente. Pudo observar en tan solo unos minutos que el diseño describía una historia. Había seres "mágicos" con espadas enfrascados en una dura batalla con otras criaturas míticas.

Ayumi toco tímidamente a la puerta-Puede pasar- y se retiro al escuchar la varonil voz concediendo el acceso.

Sus brazos temblaban, -valor Lin, estas tan cerca para arrepentirte, dile lo que se merece, recoges tu libro y te marchas, es todo-

Allí se encontraba aquel sujeto en la ventada, con los brazos apoyados en la repisa mirando hacia el horizonte. Se dio la vuelta y su boca se curvo en una mueca

Vengo por mi libro si es que aun no lo has desechado como a los demás

Vaya!, es que las meseras no aprenden las lecciones?-que duro sonaba eso-maldición- Levanto su cara y lo miro fijamente, a esos dorados ojos de manera desafiante.

Pues para tu información soy estudiante de cuarto año de administración de empresas y no una simple mesera como espetas tu!- Que jovencita más extraña con la que se había topado. Era capaz de sostenerle su mirada con tal valor.

Si, las "personas" – y lo dijo con saña- que vivimos debajo de "tu mundo de fantasía" también nos preparamos, somos tan capaces como el más adinerado de este mundo. – Apenas esta chiquilla de melena negra tendría unos 20 años pero se notaba bastante madura para su edad

Gracias a ti me quede sin trabajo y por ende sin ninguna forma de pagar mis estudios. Pero eso a ti no te importa, para ti los demás solo somos basura-añadió.

Suficiente! Nadie se atrevía hablarle de esa manera, se acerco y la tomo con fuerza por el brazo cuando esta se dirigía a tomar el libro sobre la mesa.-Solo eres una humana atrevida, los pocos que han osado hablarme así han pagado un precio muy caro-y la acerco más hacia sí.

Su rostro era de molestia. Ella podía sentir la respiración de él, entrecortada y furiosa. Parecía como los toros en la plaza, que resoplan de rabia al ser provocados por el atrevido matador.

No te debo nada. En primer lugar tú te entrometiste en el camino. Se supone que los transeúntes son los que deben andar por allí con precaución. Además que las mujeres con sentido común no deberían andar patinando por allí comportándose como un chico.

Ahh, ahora te metes con mi femineidad- jalo con fuerza intentando zafarse del agarre pero fue inútil. Las fuerte mano de seshomaru la agarraba como un depredador a su presa.

Lin hizo un movimiento y dirigió un puntapié aquella vulnerable zona. Pero el youkai fue mas avil adivinando la patada.

Eres una tonta-

Y tu un estúpido engreído

Los gritos e insultos se podían escuchar a través de la gruesa puerta. Los empleados corrieron a llamar a los de seguridad. Porque estaban seguros que ahí correría sangre muy pronto, y no precisamente la del jefe.

Cuando entraron encontraron a Lin siendo sujetada por las muñecas y seshumaru y ella gritándose mutuamente improperios.

Taisho sama, que ocurre aquí-

Nada " la señorita" ya se retira. Muéstrenle la salida.-soltandola bruscamente

Uno de los de seguridad fue a tomar a lin por un brazo pero ella se quito.

Puedo ir sola, gracias y se dirigió a la salida de la oficina siendo escoltada por los de seguridad.

Seshomaru solo la observo de soslayo y luego pudo percibir un ligero olor a sangre. Busco y observo que un pequeño hilo de sangre corría por la pierna izquierda de la chica. También cojeaba un poco.

Tal vez ella….

La puerta se cerró dejando tras de sí un desconcertado youkai que permanecía callado de pie en su oficina.

Pasado el incidente volvió la calma al edificio. El sol comenzaba a ocultarse en el horizonte. Poco a poco el personal salía de sus oficinas. Algunos comentaban lo que había ocurrido con la jovencita. Especulaban que podía tratarse de una novia o tal vez una amante. Hablaban lo usual que siempre suelen hacer las personas cuando un nuevo chisme corria en el trabajo.

Desde que aquella chica se había ido, solo se había quedado mirando afuera de la ventana mientras sus pensamientos viajaban lejos de allí.

Taisho sama que pase buenas noches- Ayumi despidiéndose por el intercomunicador

Camino despacio hasta tocar el libro que reposaba sobre su escritorio

Al tocarlo sintió un escalofrió.-Culpa?, arrepentimiento? Solo había sentido tal sensación una vez en su vida.

Tomo el libro y descolgó el abrigo del perchero.

Se dirijo a los estacionamientos. Tenía que salir de esa duda. Tenía que poner su mente en paz.

Una deprimida Lin caminaba cabizbaja.

Estúpido. Soy una estúpida también. Ese tipo tiene todo el dinero del mundo y yo, yo solo soy una huérfana. Una partícula contra un universo! Puede aplastarme y nadie se daría cuenta de alguna vez existía sobre la faz de la tierra.

Se recostó bajo un árbol mientras las lágrimas afloraban de sus ojos. La vida era tan dura, esta vida era tan dura. Ahora que iba hacer, este mes tenía que pagar la mensualidad de la universidad, la señora kaede podría dejarle pasar unos meses el alquiler pero en la universidad estaba difícil.

El señor Ishida con el incidente era seguro que no le daría muy buenas referencias. Menudo lio en el que estaba metida!

Las lágrimas brotaban copiosas por su rostro, era mejor desahogarse un poco. Llorar era el último recurso que le quedaba a una mujer. Era la mejor formaba de sentirse un poco mejor contra los duros momentos que los golpeaba la vida.

Se movió un poco y sintió que le dolía en extremo la pierna izquierda.

Rayos! No se había percatado pero en su rodilla tenía una enorme brecha. La sangre salía en un chorro que se deslizaba por su pantorrilla.

Detestaba la sangre, le recordaba momentos muy crueles de su pasado. De seguro por toda la adrenalina del momento no había sentido nada hasta ahora que se le habían pasado un poco las emociones. Para ayudar el forcejeo con el bruto ese contribuyo a empeorarla.

Levanto el rostro y sus ojos no podía creer la persona que se encontraba frente a ella.

Un youkai alto de cabellos plateados como la nieve y una media luna en la frente estaba parado delante de ella.

La miraba como un animalito raro- Y ahora que quieres, no te basto suficiente con lo que me has hecho este día? – grito con rabia.

Hacia unos minutos que estaba allí, ella por su llanto no se percato de su presencia.

Se acerco despacio y la tomo de la mano.

Vamos!

Vamos a la casa de tu abuela! – refunfuño lin. Contigo no voy ni a la esquina

Eres muy grosera para tu edad niña! – y jalo de ella. Claro el nivel de fuerzas era mayor y ella no pudo resistirse.

Estás loco! No te basta con atropellarme, humillarme, dejarme sin trabajo, quedarte con mis libros y ahora quieres secuestrarme?

Tonta!

Hizo un movimiento y la cargo en brazos sin darle tiempo a reaccionar.

Bájame animal! – hacia fuerza la chica intentando bajarse

Si continuas forcejeando la herida en tu pierna se va abrir más. Lin miro su rodilla, era verdad, cada vez sangraba mas. Se quedo mirando el color rojo de la sangre, de pronto todo comenzó a dar vueltas y sintió nauseas.

Aprovecho la reacción de la chica y la llevo a su auto. Perfecto así no pondría resistencia. Cerró las puertas para evitar una escapatoria.

En cierto modo estaba "secuestrándola" pero no importaba, era un Taisho y podía hacer lo que le pareciera en gana.

Cuando pudo reaccionar un poco, se encontraba en la oficina del tipo ese. Estaba sentada sobre su escritorio y una toalla blanca cubría su rodilla.

Intenta no moverte, ya dejo de sangrar pero si continuas moviéndote volverá a salir. El médico ya viene para acá.

No sabía que responderle. El señor de hielo la estaba cuidando? O esto solo lo hacía para que no lo demandara o algo parecido?

Toma- le entregaba su libro. Tienes muy mala puntería. Ogataba se sorprendería si supiera que su libro además de enseñar también sirve para intentos de asesinato.

Aich, porque le encantaba hacerse odiar. – Pues el de Ogataba no es tan bueno para estos trabajos, el de Mueller funciona mejor sobretodo con youkais engreídos –contraataco!

Ambos se dirigieron una mirada la de ella de enojo y la del fría como el hielo, pero seshomaru opto por retirarla. Se dirigió al ventanal mientras llegaba el doctor. No podía seguir permitiendo que esa chiquilla lo sacara de sus casillas. Es más, nunca nadie había hecho que perdiera su autocontrol. Apretó los puños. La brisa soplo acariciando sus largos cabellos.

Lin mientras lo observaba detenidamente ya más calmada. Vaya tipo, por todas las cosas que habían sucedido tan rápido no se había detenido a verlo como era. En realidad era condenadamente apuesto. Vestía muy elegante, claro era el dueño de toda una corporación. Una camisa blanca manga larga y unos pantalones negros.

En su vida había visto un hombre tan apuesto. En extremo hermoso. Sus cabellos blancos caían hasta la mitad de su espalda. Una ancha espalda que a pesar de la camisa que llevaba puesta podía darse cuenta que estaba muy bien ejercitada. Su rostro era como el de un ángel. Blanco como la nieve, las únicas diferencias eran sus marcas rojas en las mejillas y una luna en cuarto creciente estampada sobre su frente. Un par de ojos ambarinos cerraban el paquete. Por kami este tipo en realidad parecía hijo de una deidad.

La voz de un viejo calvo y encorvado la saco de su trance.

A que se debe tu llamada Seshomaru? –preguntaba cansadamente un viejo youkai. De seguro era el doctor, era de estatura bajita, de ojos saltones, orejas puntiagudas y en su cabeza solo crecia un pequeño mechón blanco. Realmente era bastante feo.

Dirigió una mirada hacia la chica que continuaba sentada en el escritorio.

Ahh ya veo, esto es nuevo Seshomaru. Tus gustos han cambiado. Quién diría ahora te gustan las humanas como novias.

Seshomaru lo fulmino con la mirada- Calla viejo decrepito y haz tu trabajo si no quieres terminar.. – la frase quedo incompleta

Voy voy las amenazas no son necesarias-no has cambiado nada.-camino rascando su espalda.

A ver señorita que fue lo que le paso- esta solo le dedico una mirada al peliblanco que permanecía serio detrás del doctor.- Emm es que iba corriendo y me caí- Seshomaru giro, no le preocupaba que la chica dijera la verdad pero le sorprendió que encubriera la situación. Se dedico a observarla de lejos mientras Totosai trabajaba.

No era muy alta, tenía una larga melena negra que hacia juego con sus ojos marrones. Su rostro era grácil y delicado. Si no fuera por esa actitud grosera quien la viera así, diría que era una mujer muy tierna e indefensa.

Quito la toalla- mm tienes varias piedras incrustadas, tendré que retirarlas si no, no vas a sanar bien- Saco unas pequeñas pinzas de su maletín y procedió.

Podía escucharse el tintinear de las pequeñas rocas cayendo sobre el vidrio. – Lin decidió cerrar los ojos y tratar de no pensar en lo que hacia el doctor. No era muy buena con el tema de la sangre y si se ponía a mirar directamente era seguro que se marearía de nuevo.

Por fin había terminado en parte el suplicio. Pero Totosai saco una aguja e hilo. –Por kami que trabaje rápido- rezo

Lin aprentó los dientes y aguanto calladamente el doloroso proceso, mientras seshomaru no desviaba la mirada de la escena- Es valiente, mmm bonita, grosera y valiente – concluyo-

El viejo adivino el pensamiento de la chica así que comenzó a coser lo más rápido que pudo. Hizo 3 puntadas para cerrar la brecha. Corto el hilo y tomo una gasa con un líquido naranja, embarro la herida y luego coloco una venda sobre esta. También reviso la del brazo y la limpio, esta no requería puntadas.

Listo señorita. Trata de no moverte mucho, menudo golpe el que te diste-limpio todo y se dirigió a seshomaru.

En dos semanas me llamas para retirarle los puntos. Las humanas son más frágiles Seshomaru trátala con más cuidado-escapo antes que fuera golpeado por un enojado youkai

Camino despacio hasta la chica, la tomo por la cintura y la bajo con cuidado.

Gracias, no era necesario que hicieras todo esto-Hablaba pausadamente.

Era eso o luego que me acusaran porque terminaras desangrada en media calle-su expresión no cambiaba en lo más mínimo. Parecía un ser carente de emociones.

No te hubieras molestado, nadie te habría reclamado algo…- no termino la oración porque una tarjeta blanca estaba frente a ella.

Toma, envía mañana tu curriculum a esta dirección y preséntate a trabajar el lunes a primera hora.

Pero?-no podía creer lo que estaba ocurriendo, le estaba ofreciendo trabajo?

Dijiste que eras estudiante de cuarto de administración no? – abrió la puerta- pues necesito una asistente- y salió dejándola sola.

continuara...

Nota: Parte de la escena de la pelea entre sesho y rin del cafe esta basada en un cap del fic Mi Otra Vida contigo de la autora Kiu Lumi. Gracias la describiste tan bien que me tome el atrevimiento de incluirla ^^