Hace mucho de esto, lo sé. Ya hace seis meses que no me ves directamente a la cara. Lamento tanto haberte lastimado... No quise hacerlo.

Cuando nos conocimos, juré que me moriría de la emoción. Alto, apuesto, con una voz tan poderosa que era capaz de hacer retumbar las paredes... ¿Cómo no iba a caer bajo tus encantos? Tus dulces encantos, y sin embargo tan poderosos. Y por esa época no abundaba el dinero ni para vos ni para mí. Nos quisimos por quienes éramos.

Pero la gente cambia. Nosotros cambiamos, creo. Algo se perdió en nuestro amor, y sé que soy tan responsable de eso como vos.

Pero, ¿por qué ella? La conozco muy bien. Mei Ling Rae – esa perra aprovechada.

Sé bien que no me quieres en tu vida ahora. Pero te quise tanto, Shaoran... Estaba dispuesta a dejar mi orgullo atrás cuando llegaste esa noche, empapado por la lluvia... Pero era sólo porque no tenías a dónde ir, y yo era la que más cerca estaba. Sé que mi orgullo nos destruyó, y que tu orgullo no nos dejó recuperarnos, pero yo estaba más que dispuesta a que nos reconciliáramos, a que volviéramos a ser lo que éramos, Shaoran Li.

Sin embargo, lo que fuimos no es lo mismo que somos hoy. No quiero volver a la misma relación que teníamos antes, especialmente porque nuestra relación era muy inocente. Nuestro cariño empezó en la más completa ignorancia de lo que podían hacer los golpes de la vida a nuestra relación.

Yo te quise en serio, aunque la última vez que estuvimos juntos me hayas tratado tan despectivamente. Seis meses después, no sé con que cara puedo decirte que estoy embarazada de siete meses, Shaoran.

Siete meses, de los cuales no pude usar ni uno para planificar mi futuro contigo. No soy precisamente una madre soltera... pero ni siquiera sé si me creerías.

Hago mi esfuerzo porque esta etapa sea de felicidad, pero sin ti a mi lado... Sufro como una condenada.

No pude creerlo cuando lo leí. Ni siquiera terminamos de divorciarnos aún y ya estás comprometido con una modelo sin cerebro, aprovechada y escaladora, que está en esa posición por acostarse con quien se tenía que acostar.

Pero no era una mentira. Y con todo el dolor de su alma, Tomoyo tuvo que ser quien me lo dijera y me lo leyera nuevamente, para que yo lo comprendiera.

¿Por qué?

¿Por qué no intentaste conmigo salvar nuestro matrimonio? ¿Qué nos pasó? Jamás te engañé, Shaoran, jamás hice algo que pudiera perjudicarte. Solo te quise siempre.

Pero algunas veces, el amor no parece ser suficiente. No lo fue esta vez.

¿Me engañaste con ella, no es así?

Fui muy tonta y lo lamento...

A pesar de lo mucho que te amo, tengo que resignarme a decirte adiós. Lo haré, no te preocupes. Y no tendrás que hacerte cargo del niño. Después del divorcio me queda suficiente dinero como para mantenerme toda una vida, a mí y al niño. Ni siquiera tendrás que saber de mí. En tres semanas me marcho a Japón de nuevo, a vivir a la que era la casa de mis padres. Mi hermano no tiene ningún problema y la conoces lo suficiente por si alguna vez te diera curiosidad conocer al niño o a la niña.

No quiero que te sientas obligado a volver conmigo, y por eso me voy. He decidido que nunca voy a entenderte, por mucho que me esfuerce, por mucho que quiera. Y no puedo ver una sonrisa en tu rostro sin ponerme a pensar en lo tonta que fui y sin anhelar que esa sonrisa sea solo para mí. Además de orgullosa, egoísta... Ya lo sé.

Aprendí demasiado, cosas que nunca quise aprender. Te amo como nunca amé a nadie.

Despreocúpate por el chico, Shaoran. Ni siquiera quiero que te acerques a nosotros en verdad.

Buena suerte.

Saludos

Sakura Kinomoto (¿Li?)

Cerró el sobre y lo dejó sobre la mesa de luz. Vio las valijas a medio hacer, todos sus adornos embalados. Veía su vida y todo lo que la representaba, todos los objetos que eran una parte de ellas, en cajas de cartón esperando la mudanza, como ya lo habían hecho una vez.

Sólo que la última vez, había sido feliz al embalar todo.

El teléfono sonó. Sakura le dirigió una mirada lánguida y siguió mirando el vacío hasta que se cortó. Enseguida, su celular comenzó a sonar.

Esta vez si atendió:

"- ¿Sakura? ¿Estás?" – la voz de Tomoyo la sobresaltó.

"- Sí, T-chan. Te escucho."

En el otro lado de la línea, Tomoyo se mordió el labio inferior.

"- Escucha, hoy iré a tu departamento, ¿sí? Terminaremos de embalar lo que habías sacado y adelantaremos el vuelo... ¿Te parece?"

"- T-chan, ¿acaso no confías en mí?" – Sakura suspiró. "- Embalaré todo. ¿Cuándo salimos?"

"- Mañana a las nueve, si te parece bien..." – respondió Tomoyo. Su novio, Eriol, la miró con preocupación. Ella trató de esbozar una sonrisa en sus facciones, sin buenos resultados. "- Saku, ¿estás ahí?"

Sakura seguía mirando al vacío. En unas pocas horas, tomaría el vuelo charter que la llevaría de vuelta al hogar de su infancia, lejos, muy lejos del hombre que la había enamorado y la había dejado.

"- Si Tomoyo, no te preocupes. Escuché perfectamente."

Y cortó la comunicación sin más. Su mano iba de arriba abajo, acariciando su propio abdomen, a su hijo o hija.

Una sonrisa se dibujó en su rostro. Eso era todo lo que ella tenía ahora de él, un bebé. Ella le había tirado todas las cosas, le había devuelto las joyas y los abrigos, había cancelado las extensiones de las tarjetas que él le había hecho, y, con su sueldo, había ido a vivir a un despreciable sucucho en las afueras de Hong Kong. Ni siquiera había desembalado sus cosas.

Sin embargo, comía bien y hacía todo lo que el doctor le recomendaba. El médico había insistido en que ella no viajara hasta después del parto, para poder terminar de atenderla, pero al ver la firme determinación de la mujer, no tuvo más remedio que derivarla a otro obstetra que vivía en Japón, con las recomendaciones necesarias y bajo la orden de que se cuidara mucho.

La última vez que Shaoran la había visto, fue cuando él se dirigió a su casa en una noche de lluvia porque había tenido que dejar el auto al costado de la carretera, cuando este no quiso arrancar. Sakura estaba de pocos meses, y usaba ropa muy holgada en esa época, por lo que él no notó el aumento de peso, la pérdida de la cintura ni ningún otro de los cambios que su cuerpo había sufrido.

Casi no hablaron. La única conversación que mantuvieron se dio cuando Shaoran la acusó de serle infiel. Ella lo miró con desprecio y con una mirada de odio, le lanzó una manta y señaló el sillón. Antes de perder la cabeza, le dijo muy claro:

"- Mañana cuando me levante, quiero que la manta esté doblada encima del sillón y a ti fuera de mi casa, ¿entendiste?"

Shaoran se había puesto pálido y se había quedado tieso. Ella se dio media vuelta y antes de que pudiera ver sus lágrimas, se fue a su cuarto.

Cerca de las ocho de la mañana Sakura se levantó y vio que adherida a la manta se encontraba una nota. Era muy escueta e increíblemente hiriente.

'¿Así que no pudiste responderme, Sakura? Ya no voy a enojarme si lo admites. Yo también te fui infiel.'

Sakura dobló la nota en cuatro partes y la dejó en el tacho de basura cuando pasó. Se vistió, desayunó y se fue a trabajar, tranquila, apacible, como si nada hubiese sucedido, como si todo hubiese sido un mal sueño muy lejano en la memoria.

xoxoxoxoxox

El camión de la mudanza se había llevado todas sus pertenencias, e iban a enviarlas a Japón tan rápido que para cuando ella llegara, ya estarían esperándola, cada una en su lugar.

Dio un vistazo hacia atrás, y miró por última vez el lugar que estaba dejando. Desde ese punto podía ver el edificio de Li Corp., donde probablemente, su marido estaría por recibir la carta que envió por correo especial.

"- Vámonos Saku." – dijo Tomoyo. Quería despedirse correctamente de Eriol, pero temía que una muestra efusiva de cariño pudiese quebrar a su amiga, de modo que se limitó a un beso en la mejilla cuando Sakura no prestaba atención.

"- Tomoyo..." – dijo Eriol mientras Sakura subía. "- Voy a ir a ver a Shaoran ahora. Ni bien concluya este negocio con él, iré corriendo a Japón, y conoceré a tu madre. ¿Te parece?"

"- Claro. Suerte Eriol."

"- Suerte a ti, mi amor. Por favor, cuida bien de Saku."

"- Sabes que lo haré, ella es mi mejor amiga."

"- Y la mía, mi amor..."

Con esas palabras cortas, la pareja se despidió, sin mucha efusividad. Sakura sonrió un poco desde el avión. Al saber que tenía a Tomoyo y a Eriol, ya no se sentía tan sola.

xoxoxoxoxox

Un hombre estaba parado, de espaldas a la puerta, mirando por la ventana atentamente. Adoraba ver los despegues de los aviones, y desde su despacho, tenía una vista perfecta de una de las pistas de despegue. Observó a un hombre y a una mujer saludarse con un beso en la mejilla, y acercarse para lo que el creyó que sería un intercambio de palabras. Lucían muy enamorados, y él podía notarlo inclusive a semejante distancia. Inclusive se le hacían conocidos. Pero estaban a mucha distancia, no podría decir si se equivocaba o no.

Repentinamente, recordó la sonrisa de Sakura cuando ella se arrodilló ante él para pedirle matrimonio. Lo hizo con una sortija de plástico, que seguía en la gaveta superior de su escritorio, en una caja de terciopelo. No estaba seguro de seguirla amando, después de todo, ella le había traicionado.

Miró al avión despegar y lo siguió con la mirada hasta que éste se volvió un pequeño punto en la distancia, fácilmente confundible con suciedad en el vidrio. No supo cuando más estuvo ahí parado, hasta que la voz de su secretaria, por el intercomunicador, le comunicó que Eriol había llegado. Este último entró sin tocar, antes de que su secretaria pudiese terminar de avisarle.

"- Llegas tarde, Hiraguizawa..."

"- Lo siento, estaba en el aeropuerto."

"- ¿Tomoyo se fue a algún lado?" – consultó el castaño, dándose vuelta. "- ¿No se suponía que se iba en tres semanas."

"- Tuvieron que adelantar el viaje." – respondió Eriol, encogiéndose de hombros.

Para el castaño, el término en plural no pasó desapercibido.

"- ¿Con quién viajó?"

"- Con Sakura. Sabes bien que no podía dejarla sola en semejante estado. Alguien tenía que acompañarla y como su aún-marido no se hace cargo..."

"- ¿Qué estado? ¿De qué demonios hablas, Hiraguizawa? ¿Hay algo que yo deba saber?"

La voz de su secretaria interrumpió su frenético cuestionario.

"- Señor Li, acaba de llegar una carta por correo especial... ¿Estaba esperando algo?"

"- Para nada. Pasa, Naoko."

La muchacha entró y le entregó la carta.

"- Es de su ex esposa, señor."

Shaoran miró a Naoko y le indicó con la mano que se retirara. Eriol se acercó, intrigado, al escritorio del hombre que por años había sido su amigo, a quien ahora no podía ni ver.

"- ¿Qué quiere ahora? ¿Dinero?" – Eriol lo miró con antipatía y Shaoran le sonrió socarronamente. "- He visto el lugar en el que vive. Un nido de ratas. Justo el lugar al que pertenece."

"- Pues ya no vive ahí. ¿Quieres leer? En voz alta, si no te importa."

"- La carta es personal, Hiraguizawa."

"- Terminaré sabiendo lo que dice tarde o temprano."

Shaoran lo miró de mala manera y rompió el sobre. Mientras iba leyendo, su voz fue apagándose y su rostro, perdiendo color.

Pero una línea hizo que su rostro quedara totalmente blanco:

Seis meses después, no sé con que cara puedo decirte que estoy embarazada de siete meses, Shaoran.

"- Bueno Shaoran... ¿Debería felicitarte o ayudarte a que te tires de la azotea?"

Bueno, acá termina el primer capítulo de "White Flag©" – que se llama así por la canción de Dido. Como habrán podido notar, la pareja de casados tuvo ciertos problemas.

Todavía no me decidí si va a terminar bien o mal. Todo depende de mi humor. Tampoco va a ser muy larga... Como muchísimo (una exageración) serían cerca de seis capítulos, incluyendo el epílogo.

He vuelto a las andadas, no sé por qué. Supongo que porque estoy un poco mejor de lo que estuve el año pasado (tengo amigas que valen la pena, en la escuela me va bien, etc.)... No sé.

En una de esas retiro algunos fics de esta página, como el caso de alma rota, que no me gusta mucho porque estaba bastante mal cuando lo escribí y no creo que valga la pena amargar a nadie con eso.

Ya estoy en proceso de escritura del próximo capítulo de "Gente de Negocios", y estoy empezando a pensar en una secuela para "Esgrima", pero son sólo proyectos y lo comento sin afán de ilusionarlas sin sentido.

Bueno... ¡Mucha merd! xD

En fin, ¡hasta otra!

Me dicen si les gusta... Manden reviews, largos, cortos, ¡como vengan! Nada más díganme si soy un completo desastre o si todavía tengo esperanzas...

¡Besitos!

Pilu