DISCLAIMER: Sousei No Onmyouji no me pertenece, tampoco la imagen de portada utilizada, créditos a su creador respectivo.

ADVERTENCIA: Anime Universe – Algo de OoC entre los personajes.

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RARA

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Ella era realmente rara… y aterradora.

Y esto era realmente humillante.

Además ¿Por qué hacía eso?

Claro, la chica de algún modo le agradaba, pero no era como si le debiera algo. Sin embargo aquí estaba, mostrando una parte sumisa que creyó nunca más sacar a la luz.

Porque también podía ser peligrosa si se lo proponía.

Esos ataques bruscos e inesperados acompañados de frases extrañas realmente lograban confundirlo.

― ¿Me darás la espalda todo el día? ― Se atrevió a interrogar con su típica voz tranquila. Pero en el fondo se estaba desesperando.

Quizás había sido mala idea haber venido a verla primero. Imaginaba un recibimiento más amistoso, no esta situación, en la que él parecía un perrito regañado.

La rubia estaba sentada en el suelo unos pasos lejos de él. No se podía apreciar con claridad, pero se cruzó de brazos a la par que fruncía los labios.

Y entonces exclamó. ― ¡Eres un desconsiderado telefónico sin crédito! ―

― ¿Qué se supone que significa eso? ― Murmuró arqueando una ceja.

Ella lo miró por sobre su hombro. ― Sabes bien lo que significa ― Le dijo y después regresó su mirada al frente. ― ¿Acaso te mataba devolverme la llamada? ― Agregó en un susurro.

Después de la batalla final, todos se dispersaron. Sin embargo a la hija de Seigen, con lo sociable que era, le gustaba mantener el contacto con todos y eso incluía al más joven de los doce guardianes, con quien, de alguna forma había tenido un poco más de contacto, después de que éste le ayudara a entrenar.

Por su parte, Shimon suspiró sonoramente. De verdad que tenía unas increíbles ganas de irse de ahí, y dejar a la niña actuar como una niña. Lo que hacía era una reclamación tonta que no tenía lugar.

Él nunca prometió llamarla o algo parecido.

Además ¿Por qué lo haría?

Cerró los ojos por unos momentos. ― Si ya me habías llamado ¿Por qué querías que yo lo hiciera de nuevo? ― Cuestionó, aun sin entender porque la chica Otomi estaba tan molesta.

Las mejillas de ella se colorearon de furia. ― Entonces ¿a qué has venido Shimon? ― Interrogó.

Ahora era el turno de que las mejillas de él se colorearan ligeramente. Apartó la vista hacia un lado. ― Las llamadas son estúpidas ― Musitó en respuesta.

La rubia alcanzó a oírlo. ― ¿Eh? ―

Claro que era estúpido realizar una llamada, porque sin saberlo él quería más. Él de verdad quería verla.

Shimon temblaba, y no sabía por qué. Esa pequeña chica tenía un gran efecto en él, y odiaba eso, a pesar de que lo hacía sentirse bien, lo hacía sentirse normal; no era capaz de admitirlo.

Con la poca dignidad que le quedaba y en vista que no había nadie más ahí. Se armó de valor y agachó la cabeza en símbolo de rendición.

― Lo- Lo- Yo… Lo- Lo Sien- Lo siento… ― Casi se podían escuchar sus dientes rechinar entre sí.

No fue necesaria una repetición. Y Mayura tampoco lo obligaría. Enternecida se giró a él mientras se ponía de pie. Le tocó el hombro de forma amistosa. El pelirrojo alzó la vista, deseando que el calor de sus mejillas hubiera disminuido.

― ¿Quieres comer algo? ― Cuestionó ella.

¿Qué?

¿Así nada más?

¿Eso era todo?

Los ojos azules recorrieron la figura femenina con algo de indecisión. ― Ella es tan rara… ― Pensó. Y luego sonrió de lado. ―… Pero supongo que está bien ― Se puso de pie junto a ella. ― Me agrada esa propuesta ― Respondió.

Mayura sonrió complacida.

Y con esto, ambos se perdieron por el pasillo que encaminaba a la cocina.

N/A: ¡Bien! Ahora algo de estos dos, espero que no me haya salido demasiado fuera de lugar y que pese al OoC que pudo aparecer, aun pudieran disfrutar de este texto.

Sin más, ¡nos leemos en la siguiente idea!

GEMITHA0208

170717