El pequeño Rohan iba de aquí para allá con su nuevo juguete. Estaba encantado con su regalo y se daba lujo de pasárselos por las narices a todos para presumirlo. Además parecía el único que tenía energía después de la celebración de las Fiestas de Invierno que se hacían en Ciudad República.
Ya casi era la hora de dormir, de hecho, era ya demasiado tarde y los pequeños maestros aire estaban comenzando a perder interés en el juego que tenían con Korra. La última también empezaba a soltar bostezos prolongados.
-Pema, lleva a dormir a los niños. Están a punto de quedarse dormidos en Korra- le dijo Tenzin al observarlos desde la mesa.
Pema dejó salir una risa corta, probablemente también por la somnolencia.
-Korra va a terminar durmiéndose encima de ellos de hecho- se levantó un poco torpe y sacudió levemente a todos –A la cama. Van a amanecer aquí tirados.
Korra se desemperezó y cargó a Meelo. Pema tomó a las niñas y las llevó siguiendo a Korra hasta su habitación. En cuanto los arroparon se perdieron totalmente en su sueño y el avatar cerró la puerta sin hacer ruido.
Moría de sueño. Los párpados le pesaban y todo comenzaba a moverse. Se dirigió con pasos pesados a su habitación en la Isla del Templo Aire, pero al pasar por el comedor, el carraspeo de Tenzin la detuvo.
-Ah, Korra- comenzó jugueteando con la cajita en envoltorio rojo adornado que sostenía entre las manos –Me temo que esto es para ti.
-¿Enserio? ¡Muchas gracias Tenzin! No creí que me fueras a dar otro regalo- dijo tomando alegremente la caja y sacudiéndola con cuidado. Adentro, algo rebotó.
-No, no es mío- dijo rápidamente moviéndose un poco nervioso –Es de alguien más…
-Cuanto misterio. ¿No me vas a decir?
-Me gustaría que lo descubrieras tú, Korra- terminó Tenzin sonriéndole levemente y poniéndose de pie –Tengo bastante sueño, si me disculpas, me voy a dormir. Buenas noches. Y recuerda, mañana tienes que levantarte temprano para tu entrenamiento diario.
-Vamos Tenzin- protestó sin energías- Estamos de fiesta. No voy a poder levantarme mañana.
-La disciplina es parte de este entrenamiento. Si quieres divertirte, tienes que aprender a pagar las consecuencias.
Korra asintió resignándose con un suspiro pesado –Trataré de hacerlo. Buenas noches.
Se metió a su habitación cerrando la puerta tras ella. Se sentó en el borde de la cama rompiendo el papel rápidamente con curiosidad. No creía que con el simple hecho de ver el regalo sabría de quién era pero aceptó el reto. Una vez que rompió lo suficiente para abrir la caja, la volteó y dejó que lo que sea que estuviese dentro, cayera a la cama.
Miró el objeto por unos segundos antes de tomarlo. Era un collar tejido con una piedra azul tallada justo en el centro. Pequeñas piedras rojas estaban enredadas en el resto del collar. Pero no era cualquier collar, estaba casi segura que ese era un collar de compromiso como los que usaban las mujeres de la Tribu Agua.
Lo extraño es que estaba a la mitad. Más bien, no estaba terminado. Las hebras aun colgaban sueltas de un extremo.
Bajó la vista por un momento dándose cuenta de que algo más había caído junto con el collar.
Tomó lo que parecía un cuadrito de papel y lo desdobló.
Aun es tuyo y siempre lo será.
Ojalá llegue el día en que me pidas que lo termine.
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Drama mode on (?
¿Sigo sin superar a esos dos saben? TwT Y tenía que escribir algo angst, pero como las fechas Navideñas están cerca, mi querida Susu me dio la idea de hacer algo acorde a la fecha. Bien, tomen su angst navideño.
Hace mucho que tampoco escribía Makorra así que más vale escribir con los feels fresquecitos.
Espero no haya dolido, ¡gracias por leer!
