Bad Girl

Summary: Bella se muda a Forks atrayendo con ella sus actos de rebeldía, sin duda ella es la chica que ninguna madre querría para su hijo. Pero parece que eso a Edward no le importa, puesto que se ha enamorado de la chica mala.

Capítulo 1: Querido infierno, he llegado. Atentamente el demonio…

Harta de esperar y sin saber que hacer prendí un cigarrillo, bien sabia que cuando llegara Charlie se iba a enojar pero luego de que me dejara esperando más de una hora no pensaba tener ninguna consideración con él. Le dí la primera calada y saqué mi celular y fui al reproductor de medio, mis oídos se llenaron con las canciones de Bring me the horizon. Habían pasado seis canciones cuando miré la hora, las cinco de la tarde. ¡Genial! Otra vez se olvido de mí, tal parece que mi llamada para avisarle que llegaba a Port Ángeles más o menos a las tres de la tarde fue en vano. Salí del reproductor para llamarlo y decirle unas cuantas palabrotas, aun sabiendo que si lo hacía posiblemente dormiría en una celda de la comisaría de Forks, cuando una patrulla estaciono justo en frente mío.

-Bella, lo sient…-lo fulminé con la mirada haciendo que se callara, poco me importaban sus excusas. Me habia abandonado cuando mas lo necesite y eso no era algo que podía perdonar tan fácilmente.

-Limítate a conducir y llevarme a mi calabozo.- gruñí.

Miraba por la ventanilla del coche patrulla de Charlie, años atrás puede que me hubiera incomodado, pero ahora, sin duda esto era cosa de todos los días. Ya había perdido la cuenta de cuantas veces me había subido a uno de estos haya en Phoenix. Pero de lo que jamás me iba a olvidar es de la última vez que me subí a una patrulla, sabia que lo que eso estaba mal y que nos iban a atrapar pero James tenía razón hacia rato que no hacíamos nada o, como decía mi abuela, nos estábamos durmiendo en los laureles. Mire las pulseras que estaban en mi brazo, lagrimas cayeron por mis ojos, lo iba a extrañar tanto. Con el dorso de mi muñeca las limpie, no iba a permitir que nadie me viera vulnerable. Prometí que me iba a comportar pero eso no significaba que me iba a convertir en una niña bien. ¡Eso jamás! Yo soy una niña mal.

Volví a mirar por la ventanilla, todo era de color verde, demasiado verde, sin duda estábamos llegando al planeta alienígena. Y en unos minutos más saldríamos de la nave nodriza. El paisaje se modifico un poco apareciendo casas cada cierto tiempo. Pronto se estaciono, a pesar de no haber vuelto desde los doce años recordaba muy bien esta casa. Sin duda esta casa no se uso de la forma en que mi Charlie hubiera querida.

-Bella, tu hab…

-Charlie, que sea la primera vez que piso esta casa en cinco años pero se donde esta mi habitación.- le recordé.- Si no es ninguna molestia llevarías mis maletas a mi habitación.

-Claro Bella.- sabia que le dolía que lo tratara de esta forma pero yo también estaba dolida y no podía hacer como si nada.

Al lado del coche patrulla esta mi moto, la habia mandado dos semanas antes, de esa forma aseguraba de que mi bebé estuviera aquí para cuando yo viniera. Nada era mejor que sentir el aire golpeando mis cabellos, y la adrenalina al ver el paisaje pasar en forma borrosa por la carretera. Como iba a extrañar todo eso. ¡Agh! Tanta cosas voy a extrañar. Como deteste estar en esta mierda de lugar.

Ya era hora de que entrara a dentro, me bañara y organizara todo para mañana. Tendría que haber venido antes, pensé. Ja como si esa hubiera sido alguna vez tu elección, ayer te largaron querida, me recordó mi conciencia. Entre a mi dulce hogar, nótese el sarcasmo. La casa seguía igual que siempre, horrible. Subí las escaleras para dirigirme a mi habitación, la que se encontraba en la cara oeste de la casa y daba al patio delantero, perfecto para una escapada nocturna, sugirió mi parte rebelde. Abrí la puerta y me horroricé con lo que vi; piso de madera, paredes azules y cortinas amarillentas, me hicieron añorar mi cuarto en Phoenix. Esta lugar necesitaba una redecoración. Allí sobre la cama estaban mis maletas, sacaría lo necesario para dormir y la ropa que llevaría al colegio y mañana me encargaría del resto. Seguramente tendría que ir de compras pronto, acá no hace calor. Puse las valijas en el piso dejando una de ellas sobre la cama, de ésta saque mi piyama, que consistía en un pantalón negro con calaveras rosas, una musculosa blanca y unas pantuflas tipo converse rosas, también saque mi estuche de aseo y ropa interior negra.

Una vez en el baño abrí la llave del agua caliente. Calor, exactamente eso es lo que mis tensos músculos pedían a gritos. Saque del estuche mi shampoo y acondicionador de fresa, un jabón líquido de hierbas y mi guante exfoliante. Me metí en la ducha y dejé que el agua relajara mi cuerpo. Lavé perfectamente mi pelo, antes de quitarme el acondicionador pasé por todo mi cuerpo el guante con abundante jabón. Enjuague mi castaño cabello con agua fría, lo envolví en una toalla y me sequé antes de salir. ¡Por fin habia tomado una verdadera ducha en 3 meses! Mi cuerpo se sentía completamente sucio hasta hace unos momentos.

Ya cambiada, bajé a la cocina buscando a Charlie. Él estaba sentado en una de las dos sillas de la cocina y tenia el teléfono en la mano. Miraba el reloj como ausente, éste marcaba las nueve y media de la noche. Todavía no habíamos cenado.

-Charlie.- lo saqué de donde sea que se encontraba su mente.

-¿Sí?

-¿Qué hay para cenar?- inquirí, mi estomago necesitaba algo de verdad no basura. ¡Puaj!

-¿Qué tal pizza?

-Dudo que en este pueblo haya una pizzería que ofrezca en su menú una vegetariana.

-¿Ah?- preguntó confundido

-Hace más de tres años que soy vegetariana. ¿O te olvidaste?- abrí la heladera, algo tenia que haber. Solo una palabra podría escribir esta heladera. ¡DEPRIMENTE! No tenía nada en ella. Me senté en la otra silla y lo miré.- Bien, la situación es esta: no hay nada en esa heladera,- dije apuntándola.- que nos sirva. Mañana yo te voy a dar una lista y vos vas a comprarlo. ¿Entendiste?- pregunté, aunque poco me importaba su respuesta. Asintió atemorizado. ¡Genial! El poder era todo mío, solo tenia que buscar la manera de aprovecharlo.- Yo y solo yo puedo cocinar.

-En eso jamás me opondría.

-Ya lo sabia.- me levanté y caminé hacia la puerta.- Pedí una pizza de queso.- grité desde las escaleras.

Después de todo esto podría salir muy bien para mi si sabía como manejar mis cartas. De vuelta en mi habitación, me puse a acomodar mi ropa a falta de otra cosa para hacer. Abri las maletas y fui sacando la ropa y colocándolas en el ropero. En mi escritorio coloque la caja con mis accesorios y mi estuche de maquillaje, también la notebook. Coloqué las maletas en una esquina y me senté en la mecedora.

Desperté en la cama, aturdida. Rodé en la cama y me tapé hasta el cuello. Se sentía tan bien estar así pero sabia que me estaba olvidando de algo. Me incorpore y vi en la mesa de noche un papel. Era de Charlie y decía: ''Tuve que irme al trabajo. Te deje pizza. Llámame cuando sepas lo que hay que comprar así lo hago antes de regresar a casa. Suerte en el colegio''

¡El colegio!

Eso era lo que me estaba olvidando. Me levante como alma que lleva el diablo, tome mi estuche de aseo y corrí a lavarme los dientes. Una vez termine y volví a mi pieza. Me fije la hora y tenia cuarenta y cinco minutos para irme. Me puse un chupin azul, una remera rosa, una campera liviana con estrellas en rojo, verde, azul, rosa, violeta y amarillo, y unas converse blancas. Me coloqué sombra negra en los parpados, polvo compacto en el rostro, rubor en las mejillas y un labial rosa pálido. Mi pelo lo peine y lo deje suelto.

Tomé las llaves de mi bebé y baje corriendo las escaleras. Salí a la calle y me monte en mi moto. Arranqué hacia el purgatorio, entiéndase, colegio.

Este ciclo escolar iba a ser muy aburrido, y yo iba a ser el bicho raro. Seguramente esos fenómenos se conocen desde que van al jardín* y sus padres jugaban juntos a la pelota o las muñecas. Si hay trecientos alumnos es mucho pedir.

Querido infierno, he llegado. Atentamente el demonio. Pensé antes de bajarme de mi moto.


Chupines: también conocidos como pitillos.

Jardín: en argentina así le decimos al kinder


¡Hello girls!

Gracias por leer,

espero que les haya gustado esta historia.

En mi profile estan las imagenes de la moto de Bella, las pantuflas y de la ropa que usa para el colegio.

Mañana new cap.

En el proximo ya aparece nuestro adorado Edward.

Nos estamos leyendo…

¡Mordidas de vampiros para todas!