BURNING

::Disclaimer::

Los Goldies, los dioses y compañía le pertenecen a Masami Kurumada no son de mi propiedad. Si lo fueran habría más escenas de Kanon y menos Saga, aunque tal vez abría más de duchas jijijiji XD eso es broma. Me tomare la libertad de usar elementos del anime y del manga del Lost Canvas, así que no les extrañe si menciono a alguno de los anteriores goldies.

Términos usados son amazonas y santos, no me agrada el término de "caballeros". Las Cloths por facilidad de escritura serán "armaduras", las "Scales" Escamas y "Surplices" Sapuris. Además de la terminología, "sama" para los dioses o para las dorados de parte de soldados o santos de menor rango. Los "divinos" son los bronceados principales. Y dejare como los de bronce al resto es decir Jabu y compañía. Con forme se amerite dejare aclaraciones.

EL fic está escrito posterior a la batalla del overture, con principios de AU Universo Alterno. No es Yaoi, pero he pensando en poner algunos guiños Shounen Ai, muy soft, nada serio principalmente será hetero el fic.

La primera parte la narrare yo, hay poco dialogo, las cursivas son pensamientos, los diálogos están en negritas. Hay partes que las narran los que estén en escena. Espero no les enrolle mucho.

Saint Seiya Masami Kurumada.

Capítulo I. Nuevas Reglas.

Han pasado apenas 6 meses desde que la pelea entre Atena, Apolo y Artemisa llego a su fin. Los santos "divinos" estaban en su mayoría en buenas condiciones, a excepción de Pegaso que como siempre había acabado peor que el resto. Pero al menos ya no estaba en la silla de ruedas. Eso es lo que Atena y la mayoría de sus amigos pensaban.

Por su parte Atena, había tenido que estar yendo y viniendo de Japón a Grecia, por algunos nuevos "añadidos" a la línea de vida de la Fundación Kido. Y eso que Tatsumi había ayudado mucho, al menos diplomáticamente para resolver los problemas que habían surgido después de la derrota de los hermanos del Sol y de la Luna.

Crear documentos, pasaportes, residencias y demás había resultado una tarea más bien engorrosa; pero la actual dueña de la fundación estaba satisfecha con los resultados. Y podía considerar que lo que le quedaba de vida en la tierra seria tranquila tanto para ella, como para sus santos.

Siempre y cuando ningún otro de sus parientes decidiera que quería la Tierra para su propiedad, o que sus Santos formaran parte de su decoración. Y es por ese motivo que Atena estaba cansada, porque no llegaba a una solución con su Padre. Y es que a pesar de que todos los días desde el fin de la batalla, iba a ver al señor del Olimpo, con la finalidad de que todo quedara resuelto, no llegaba a mucho más.

"Te concedí tu primera petición, ya los tienes de regreso, no necesitas nada mas." Esa era la frase que la diosa de la guerra justa escuchaba día tras día, cada vez que iba a ver su Padre, ¿porque los olímpicos eran tan necios?, ¿Era tan difícil poner de acuerdo a los dioses?.

La visita de Atena al Dios de trueno le había valido como el regreso de su Elite; mas sin embargo Zeus había sido muy complaciente en ese aspecto y no solo los 12 dorados habían regresado, Shion y Kanon entre ellos, los santos muertos en las batallas, desde que Ares había entrado al Santuario, estaban de regreso.

Y eso le había ganado a Atena la situación en la que estaba; Hades y Poseidón se habían quejado inmediatamente; ambos alegando lo mismo, habían acabado con sus guerreros y sus "dominios" y ellos recibían un premio. Atena había salido a defender a sus guerreros y el asunto se había complicado, la poca paciencia de Zeus, aunado a los berrinches de sus hermanos, les habían otorgado a ambos dioses el derecho de que sus guerreros respectivos también volvieran a la vida. Y Atena- Saori no había podido decir nada ya que sería como echarse la soga al cuello. Por lo tanto tantos Espectros y Marinas estaban de vuelta.

Atena decidiendo aprovechar la situación expuso que por ella no había problema siempre y cuando se llevaran bien, con sus guerreros. Poseidón complacido no objeto más y quedo de tratar los asuntos diplomáticos con Atena directamente con ella, dando por terminado el asunto y saliendo del Olimpo.

No así Hades, que alegaba que los santos de Atena, no tenían derecho de volver a la vida después del daño que le habían causado a su cuerpo. En otras palabras estaba ofendido y dijo que no quería tratar con ella ni con sus santos y que si era necesario habría otro derramamiento de sangre tras lo cual se fue, haciendo caso omiso a Zeus, logrando que este se enfadara.

Atena tú tienes que arreglar tus problemas con Hades. Si quieres que tus Santos sigan viviendo en la Tierra, espero que firmes un tratado con Hades y Poseidón antes de que tengas que regresar a casa.

Atena tendría que regresar en un año al Olimpo, por lo cual tenía que preparar todo para eso. Claro es mas fácil decirlo que hacerlo.

Los tres olímpicos encargados de la Tierra estaban obligados por Zeus a presentarse todos los días ante él y reportar sus avances, que eran pocos debido al taimado Hades. Poseidón era Poseidón y a final de cuentas no le interesaba complicar más el asunto. No al menos de momento, por lo cual en la primera oportunidad que tuvo apareció en el Santuario, aprovechando que la Orden dorada no estaba aun en casa y se dirigió directamente con Atena escoltado únicamente por Sorrento. No habían tenido problemas salvo por el hecho de Shaina se había enfadado por la intromisión y observaba todo detenidamente, bastante desconfiada, ya que en ese momento eran ella y Marín, las encargadas de la "seguridad" de Atena-sama.

Atena arreglo con Poseidón, más bien con Julián Solo; un acuerdo en donde no habría problemas entre ellos siempre y cuando respectaran cierta cantidad de puntos. Los cuales fueron expuestos por ambos quedando de conformidad.

Atena ofreció a Poseidón, hospedaje en el Santuario para él y sus guerreros cuando fuera necesario, así como su apoyo, apoyo que sería mutuo. Julián quedo de visitarle pronto y se marcho un par de horas después, dejándole a la peli morada un buen sabor de boca con la visita.

No era el caso con Hades que la evadía descaradamente, aunque se topase todos los días con ella en el Olimpo. Y este el principal problema que tenia la dueña de Nike. Hades estaba haciendo berrinche.

Eso había pasado en los primeros días después de la batalla con Apolo y Artemisa. Los goldies, bueno los goldies estaban teniendo otro tipo de problemas.

Ninguno de los goldies, incluido Shion habían estado presentes durante el trato que Poseidón y su Diosa habían hecho, esto se debía a que todos estaban en recuperación. "Vacaciones" había dicho Milo bromeando pero no era mentira. Atena les había mando en un Jet privado a Japón y estaban en un lugar recientemente adquirido para ese propósito por Tatsumi.

Era una pequeña mansión campirana en las cercanías del lago Hakone, donde tenían una maravillosa vista diaria del Monte Fuji. El lugar era amplio y estupendo para distraerse, cada uno contaba con su propia recamara y estaban en total disposición del lugar.

Aunque no de un auto o algún otro medio transporte que les permitiera regresar al santuario. "Deben estar en reposo" eran las palabras expresadas por su diosa, durante su última visita que había sido hace un par de días, "Y ya saben que si necesitan algo Megumi o Takashi, pueden hacerse cargo".

No Tatsumi no estaba con ellos y ese par era de nuevos empleados que el propio Tatsumi había reclutado de acuerdo a las especificaciones de su Señora.

Takashi era medico y se estaba haciendo cargo de los 14 dorados alojados en el lugar. Mientras que Megumi era el ama de llaves, y se hacía cargo de todo lo demás. Entre los que destacaba la confección de 14 menús diferentes para los dorados. Porque "estaban a dieta" según Death Mask o Shura, pero solo se trataba de que estuvieran saludables.

¿Porque se estaban tomando tantas molestias con los goldies?, eso se debía algo muy importante. No habían recuperado su cosmo ni en un 10 % cosa que solo sabían Atena y Zeus.

Dejarles en Japón por un mes fue idea de Saori, aunque el asunto era delicado, los dorados parecía no se terminaban de enterar y hacían todo lo contrario a lo que les decían. Claro que ese mes, se transformo en dos y medio, antes de que ellos regresaran a Grecia y más concretamente al Santuario. Y apenas habían recuperado un 45 % de su poder.

Cuando regresaron había poco y mucho cambiando en el Santuario, con la propia Diosa presente, se estaban haciendo cambios por mandato de esta y esto no solo era en los daños que tenía el santuario, Saori estaba literalmente reorganizando todo y no estaba tan mal, pero los cambios no siempre eran bienvenidos por todos.

No así el retorno de la Elite, que pareció calmar los ánimos de santos y soldados por igual. Dejando de quejarse abiertamente para quejarse con ellos. Lo cual les trajo algunos problemas.

La orden estaba "completa", con sus excepciones los "divinos" no estaban. Y bueno las armaduras que en su momento no habían sido entregadas, seguían en las mismas. Por lo cual los dorados tuvieron nuevas ocupaciones, vigilar el santuario una de ellas. Y buscarles dueño, a las armaduras que faltaban otra. Aunque lo segundo no avanzaría tan rápido como su diosa lo hubiera deseado.

Un rejuvenecido Shion volvió al trono del patriarca según los mandatos de su diosa, para hacerse cargo del santuario, en lo que su diosa iba a hacerse cargo de los "divinos". No obstante nunca antes había tenido tantos problemas.

Si algo les había dejando sus dos y medio meses de vacaciones a los goldies, era que habían limado asperezas entre ellos, en ese tiempo agradeciendo que no se podían "matar", habían "dialogado" como cualquier ser humano era capaz de hacer. Que va, se habían agarrado a moquetes a la primera oportunidad que habían tenido. Atena, había tenido que ir a verles en varias ocasiones y regañarles por las tonterías que hacían estando como estaban. Sin embargo el asunto había terminado bien.

No obstante, era su amor propio mejor llamado ego, lo que les impedía terminar de finiquitar, todo lo que había pasando en su vida "pasada". Los gemelos principalmente, siendo como eran, orgullosos y obstinados a más no poder, no terminaban de dejar el asunto por la paz y no precisamente con el resto de la orden, sino con ellos mismos.

Razón que hacía a Shion, llamar en ese momento a Saga, habiendo tomado una determinación con permiso de la Diosa y aprobada por Dohko, que estaba al tanto del asunto.

-Un par de toques, en la gruesa puerta de madera de roble y un par de soldados se adentraron en la sala del trono, la cual estaba algo cambiada, bastante iluminada y decorada, con las exquisitas cortinas de seda roja, que tanta vista le daban al salón. Dos pares de candelabros hermosamente decorados en oro pendían del cielo raso, iluminando con unas delicadas velas el salón.

Shion no terminaba de acostumbrase a ese y otros detalles que su Diosa había colocado, entre ellos algunos cuantos jarrones, que ella solía llenar con flores de distintos tipos y que le había dado permiso a Afrodita de abastecer. Por lo cual el salón también se encontraba lleno de rosas, gracias a todos los dioses eran blancas.

Otro detalle mas es que Atena había dispuesto de un "despacho" temporal, en el que Shion estaba sentado en ese momento, atiborrado de libros, que Atena venga solo ella a saber de donde los había sacado. Había algunos antiquísimos, de más de 600 años de antigüedad y por lo cual no estaban en las mejores condiciones posibles. Libros que Shion no recordaba haber visto jamás en su vida, ni siquiera cuando estaba con su maestro.

Uno de los soldados que había entrado se había quedado haciendo guardia en la puerta. Mientras que el otro se escabullo rápidamente ante Shion colocándose a su lado e hincándose inmediatamente ante el patriarca.

-El santo de oro de géminis espera afuera señor.

-Déjale pasar por favor. Aun no ha llegado Dohko?

-No mi señor el santo de libra no llegado.

-Dioses que tanto hace Libra. - Dile que pase en cuanto llegue.

-Si patriarca.

Los soldados se retiraron informándole al gemelo mayor que podía pasar y que le estaban esperando. Así el santo de tercera casa entro al salón, donde se acerco a Shion, siguiendo el protocolo se hinco de igual forma ante el mayor de los 88 y espero que Shion le hablara.

Shion que estaba últimamente muy "apurado" le dijo que se olvidara por el momento del protocolo y tomara un lugar, apenas despegando la mirada de la pila de papeles que tenia frente a él.

Entre las diversas sillas que había en el pequeño "despacho" Saga tomo asiento, le extraño dado que el Ariano frente a él, no era de los que se brincaban el protocolo; pero trato de no darle más vueltas al asunto, se quedo inmóvil esperando a que el mayor hablara o le dijera algo, ya que no sabía que pasaba y bueno el había ido vestido con la armadura, pensando que le iban a encomendar algo.

Sus cavilaciones no eran erradas, pero dado que Aries no quería sufrir solo con el gemelo, decidió esperar a Libra. La inquietud de Saga era palpable, por lo cual trato de hablar con el comenzando a tocar el tema de forma muy sutil.

-¿Qué piensas de los cambios en el santuario Saga?

La pregunta alerto al gemelo mayor que había permanecido tranquilo. Aunque no dejaba de debatirse por su presencia frente al patriarca.

-¿Cuál de todos su santidad?

Un suspiro escapo de los labios de Shion, antes de reprender al joven cerca a él.

-Saga te dije que te olvidaras del protocolo, por hoy. Aparte de la decoración que ha puesto Atena-sama, los cambios en cuanto las leyes en el Santuario.

Esto tomo a Saga desprevenido, realmente Shion no se portaba como de costumbre. Que tenía en mente el de Aries, primero que no siguiera el protocolo y luego le pedía opinión de las leyes.

-Bueno en cuanto a los cambios decorativos, hay unos que están bien, aunque hay otros que sobran. Dijo el de géminis mientras volteaba a ver uno de los tantos nuevos jarrones de mármol en el salón. –Pero con respecto a las nuevas leyes, las que no dejan de argumentar algo son las amazonas, Marín y Shaina han tratado de calmar los ánimos, por lo que me comento Aioria, pero no lo han logrado del todo.

-Hay por todos los dioses, porque las mujeres se quejan de todo. Dijo Shion con cierto fastidio, dejando por fin en paz el grueso volumen que había estado sosteniendo hasta entonces, y volteo a encarar a Saga por primera vez desde que este entro a la habitación.

Entre las leyes que Atena había estado modificando se encontraba la ley de las mascaras de las amazonas. Atena decreto que ya no era necesario su uso, que encontraba esa ley fuera de lugar y que a partir de ese momento todas las amazonas en el santuario podían dejar de portar la susodicha. Lo cual les cayo, tan bien, como mal, a las ya nombradas, Aquila y Ophicus parecía formaban parte del comité de bienvenida de la nueva ley. Pero también había amazonas que no estaban de acuerdo con el asunto, tal era el caso de Geist que era la "alborotadora" y que no aceptaba la ley, el asunto no había pasado más allá de las quejas y "agresiones" verbales de las amazonas, a algunos santos y soldados.

Claro que dejar de usar la mascara no era la única modificación a ley. Las amazonas ya no estaban obligadas a amar o matar a los santos, por lo cual la peli roja antes mencionada estaba emocionada, podía andar por el santuario sin ningún problema, con Aioria, no así Geist que parecía fuera de sí, cada vez que alguien le comentaba algo al respecto. La chica era linda y fuerte y sentía que estaba "desnuda" sin la mascara además, de que su ego no le permitía ser una chica "linda y tierna", no ella era una amazona de Atena, no cualquier chiquilla que anduviera por las plazas de Atenas.

-En todo caso creo que no esté mal la nueva ley, si eso le complace a Atena-sama.

-Haz regresado completamente a ser el de antes. Saga… has pensado he tener un aprendiz. Menciono Shion, sin darle mucha importancia al asunto y haciendo un cambio brusco de tema.

Claro que la cara de Saga era de sorpresa. Un aprendiz, el con un aprendiz. No claro que no había pensado en eso. No se sentía capaz de afrontar esa responsabilidad, al menos de momento, aparte de que le tomaba desprevenido. Shion les había comentado que los aprendices de los dorados llegarían en al menos 2 o 3 años más.

Para Shion no paso desapercibida la reacción del gemelo mayor, y pensó en calmarlo antes de que se le fuera el asunto por las ramas. – No Saga, no es un aprendiz para la casa de Géminis, es una santo de plata quien requerirá tus conocimientos.

Saga estaba por protestar, o al menos esa intención tuvo; cuando la puerta se abrió y apareció Dohko de Libra vistiendo su armadura. El de Libra saludo alegremente a ambos con una ademan de mano, que le saco un sonrisa al de Aries, mientras el de la tercera casa saludaba poniéndose de pie, pero el de Libra, que en tres zancadas ya estaba junto a él, lo sujeto de los hombros y lo dejo de nuevo de sentado, al tiempo que el mostraba una gran sonrisa con gesto de travesura.

- Shion, ya le diste a Saga la gran noticia. Mientras se colocaba a la par de Shion, quedando frente a Saga.

-No. Te estaba esperando, le comentaba a Saga sobre los aprendices plateados. Contesto el de Aries.

-Cobarde. Llamo Dohko a Shion por medio de su cosmo, Aries no protesto se limito a voltear sutilmente en otra dirección.

-Hace unos días Atena-sama y Shion notaron que hay varios aspirantes a armaduras de plata en diversos lugares, pero todavía falta confirmarlo. Continuando hablando Dohko.

-¿Como sabes que no le he dicho eso Dohko? Menciono Shion con evidente fastidio.

-¡Ha! Es que estaba escuchándolos desde afuera. Comento Libra como quien habla del clima.

Aries ignoro el comentario y continúo. –Todavía no sabemos en qué lugar están y necesitamos buscarles y traerles; sin embargo Saga ese no es el motivo que trae aquí, al menos no hoy. Atena-sama decidió que es necesario buscarlos sin embargo en esta ocasión me ha pedido que me haga cargo personalmente.

Saga que se había estado escuchando, por fin pregunto. - ¿Entonces si no quiere que me haga cargo de los aprendices, y tampoco quiere que les busque? ¿Cuál es el motivo que este aquí? No, no me malinterpreten no me molesta, pero me extraña, yo no termino de entenderlo.

-Como te decía Atena-sama me encargo que les busque personalmente.

-Por lo tanto tendrá que dejar el Santuario.

-Y se ha decidido que seas tú Saga, quien se haga cargo del Santuario en mi ausencia y en la de Atena-sama.

Ha Kanon le hubiera encantado estar presente en ese momento con una cámara fotográfica a la mano.