Suéltame – ordeno calmadamente la peliazul mientras intentaba mantener su semblante tranquilo.
¿Por qué debería hacerlo? – respondió burlonamente el mago mientras una media sonrisa insolente comenzaba a adornar su rostro.
P-Pues porque, porque … es mío! – Dijo con algo de duda en su voz no pudiendo articular una razón lo suficientemente convincente para hacerlo desistir, no mientras se encontraba tan cerca de él.
Oh, ¿estas segura de eso? Si mal no recuerdo estabas creando este hierro para mí – contrargumento el pelinegro, mientras el brillo de la diversión comenzaba a danzar en sus ojos.
Completamente sonrojada de un tono tan profundo como los ojos de aquel hombre que se encontraban frente a ella Levy se vio incapaz de encontrar su voz para acallar esa frase tan llena de razón pero tan falta de sentido común, pero en su defensa la mayoría de las personas se encontraría igual de indispuestas en esa situación: ella en el piso de su habitación en Fairy Hills con un pelinegro que fácilmente doblaba su peso encima de ella, más aun con los brazos apresados sobre su cabeza.
¿Te comió la lengua el gato, enana? – Cuestiono el moreno - Bueno, mientras no haya más protestas supongo que está bien – Musito Redfox mientras la sonrisa en su cara se ampliaba y cerraba la distancia entre sus cuerpos.
¡Espera! No puedes hacerlo si no yo quedare…¡! – Fue a lo más que pudo llegar en su intento de hacerlo entrar en razón antes de que la otra parte comenzara a ponerse en movimiento.
Eso es lo emocionante de esto, veremos hasta dónde puede llegar – El Dragon Slayer realmente estaba disfrutando esto, tener a la enana bajo su merced era divertido, en el momento que ella le pidiera que se detuviera claro que lo haría, pero viéndola bajo él era claro para ambos que ninguno tenía ganas de dar por terminada la situación, podía notar la expectativa en los ojos de su chica favorita. Finalmente dejando sus pensamientos en segundo plano decidió concentrarse en quien se encontraba frente a él, empezando por ese delicioso trozo de piel nívea que tenía por cuello.
Por su parte la peliazul intentaba retener los pequeños suspiros de satisfacción que amenazaban con escapar de sus labios a cada pequeña lamida que le proporcionaba el hijo de Metalicana, finalmente estaba en la posición a la que se había esforzado tanto en llegar en los últimos meses.
Gajeel comenzó a descender lentamente por los hombros de la joven lectora hasta toparse con el borde del vestido, el cual comenzó a devorar… literalmente; pedazo por pedazo la pieza comenzaba desaparecer entre sus labios, esa que hasta hace unos minutos había estado compuesta por algodón ahora estaba conformada por hierro puro.
Gracias por la comida Levy, deberíamos repetirlo. - estipulo mirándola a los ojos con un nuevo brillo de burla en estos, para posteriormente depositar un suave beso en los labios de la maga, sin darle tiempo a esta de procesar el hecho y corresponder – Por cierto, linda ropa interior – dando por terminada su "conversación" el ex miembro de phantom lord abandono el cuarto saltando por la ventana dejando atrás a una incrédula muchacha dueña de ropa interior con un lindo estampado zorritos rojos.
Bueno, eso salió mejor de lo esperado – menciono para sí la maga, no ocultando su sonrisa de triunfo contra la cual había luchado desde que una hora antes Gajeel había invadido su cuarto buscando alimento, creando la ocasión perfecta para poner por fin en marcha el plan que había creado junto a Lucy semanas atrás. Definitivamente lo repetiremos – termino musitando al aire con el pensamiento de que talvez debería de convertir en hierro su ropa interior también la próxima vez.
