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Last Revenge
Memoria 01: Princesa Jedi
Crocus, una ciudad famosa por albergar el Castillo Mercurius, el hogar del Rey de Fiore y su familia, ahora solo quedaban ruinas, fuego y cadáveres humanos a doquier en su lugar.
- ¡Vamos inútiles, que la estamos perdiendo! – Gritó un soldado de asalto de asalto a la cabeza de un pelotón compuesto por otros ocho soldados mientras abrían fuego contra alguien que corría por delante de ellos oculto por una túnica marrón con capucha.
- (¡Que insistentes son estos malditos imperiales!) – Maldijo a la vez que se volteaba rápidamente con un blaster que le consiguió sacar a un soldado imperial muerto y descargaba varios disparos que fueron mortales para dos soldados, pero cuatro más se unieron a la persecución.
Mientras tanto, en el puente de un Destructor Estelar parado cerca del planeta Earth Land...
- Lord Argentum – Dijo un almirante imperial a un hombre que observaba las estrellas vestido con la túnica negra que solían portar todos los Sith y un yelmo de plata que ocultaba su cabeza – Lord Vader desea contactar con usted – Anunció el almirante consiguiendo la atención del Sith.
- Saque la nave del sistema para que podamos mandar una señal clara sin interferencias. Y no tarde – Respondió Argentum haciendo hincapié en lo último.
- Sí, señor – El almirante se marchó a la carrera sabiendo lo que había querido decirle Darth Argentum con aquello de no tardar.
Entre tanto, en un callejón de Crocus...
- ¡Seguid buscando, estúpidos, no puede haber ido lejos! – Gritó un soldado de asalto mientras oía los apresurados pasos de los soldados buscándola sin descanso por todas partes.
- (De momento los he conseguido despistar, pero pronto me volverán a encontrar) – Pensó mientras se quitaba la capucha revelándose como Hisui E. Fiore – (Y todo porque... ¿Soy una Jedi?) – Se preguntó mientras sacaba de entre sus ropajes un cilindro plateado con un lado redondeado y el otro totalmente cuadrado mientras el centro dejaba ver un precioso cristal verde incrustado en su interior protegido por una vitrina gris y empezó a recordar cómo comenzó todo.
Era un día normal en el castillo que le servía de hogar a la familia más poderosa de entonces del reino de Fiore, otro más para todos en general, Hisui fue convocada en la sala del trono por su padre, protegida por filas de caballeros dispuestos a dar sus vidas por el rey y la princesa.
- Hija, ha llegado el momento de confiarte el mayor secreto de esta familia – Anunció el rey desde su trono – Traedlo – A su voz, un caballero se acercó con un pequeño cofre dorado con bordes plateados, se lo entregó y volvió a su fila.
- ¿Que ocurre, padre, hice algo mal? – Preguntó Hisui ante la misteriosa actitud seria que había adoptado su padre mientras éste se la acercaba con el cofre.
- Hisui, no tengo tiempo para explicártelo adecuadamente, pero intentaré ser breve – Dijo el rey empezando a abrir la caja, revelando un objeto plateado envuelto en terciopelo rojo – Esto es un sable láser, el arma del Jedi que gobernó Fiore hace más de cuatro mil años. La Fuerza es poderosa en ti por ser tu antepasado – Explicó el rey mientras Hisui tomaba el sable láser y lo activaba sorprendiéndose por aquella arma que ahora poseía.
- No..., no entiendo – Dijo Hisui mostrando sus dudas desactivando el sable.
- ¡Huye con el sable y no mires atrás, Hisui! – Gritó de repente el rey sorprendiendo a su hija.
*¡BBBOOOMMM!* La puerta de la sala salió volando por encima de la cabeza de Hisui a escasos centímetros de alcanzarla, volvió su cabeza hacia el umbral de la puerta y casi gritó de la sorpresa al ver la impresionante y poderosa figura de un hombre tan alto como un titán protegido por una armadura negra como la noche además de imponer muchísimo respeto con solo ver su rostro oculto por un casco tan imponente como el resto de la armadura.
- ¡Es Darth Vader! – Gritaron la mayoría de los caballeros que desenfundaron sus espadas preparados para cargar contra el invasor.
- Apartad de mi camino – Anunció Vader liberando una onda expansiva roja que sacó volando por los aires a los caballeros que intentaron atacarlo matándolos en el proceso.
- ¡Alteza, no podemos quedarnos aquí, tenemos que huir lo antes posible! – Gritó desesperadamente un caballero que no cometió el mismo error que sus compañeros y cogió por un brazo a la princesa para llevársela casi a rastras, que se negaba a huir.
- ¡Pero...! – Hisui intentó replicar, pero el caballero la dejó inconsciente.
Ya fuera del castillo, Hisui recobró la conciencia y solo pudo contemplar horrorizada como destruían el castillo y la ciudad sin dejar nada en pie. Algunos días después de conseguir llegar a la ciudad, un grupo de exploración imperial los localizó entablando un combate que terminó con todo el grupo imperial muerto y el caballero encargado de la protección de Hisui al borde de la muerte. Hisui se sentía completamente inútil por todo lo que estaba pasando, pero el caballero entonces la dijo que había un punto de extracción de la Alianza Rebelde oculto en la ciudad, que era su única posibilidad de huida y que él ya no podría seguir con ella dando su último suspiro, Hisui se sintió por primera vez indefensa ante el mundo, pero ahora tenía algo parecido a un rayo de esperanza a lo que aferrarse y tomó una prenda marrón que había ocultado dentro de su armadura el difunto caballero, recogió su cabello en un moño y se ató a la cintura el sable láser. Hisui E. Fiore había tomado la decisión que cambiaría su vida para siempre.
En el Destructor Estelar, Argentum estaba arrodillado en el centro de una sala circular rodeado por una especie de cúpula oscura ante un holograma de Darth Vader...
- La búsqueda de la princesa Jedi se está alargando demasiado y acabo de perder a otro pelotón de soldados, necesito de su sabiduría – Anunció Argentum con serenidad.
- Encuéntrala y destrúyela, no me interesan los métodos utilizados, quiero resultados. No me falles, o lo lamentarás – Respondió con su habitual severidad Vader y el holograma desapareció.
- No le defraudaré, lord Vader – Argentum se puso en pie y abandonó la sala a oscuras.
- No sé qué vería Corvus en su aprendiz para adoptarlo después de aquel ataque, pero si decidiera traicionarnos, seré el primero en aplastarlo con mi puño – Sentenció Vader mostrando en secreto sus sospechas acerca de Darth Argentum.
Entre tanto, Hisui había conseguido llegar ya al Domus Flau, pero de pronto sintió algo raro y maligno que la obligó a desenfundar el sable láser esperando no encontrarse algo desagradable.
- ¿Eres una verdadera Jedi o..., solo una aficionada que desea añadir su sable láser a mi colección? – Preguntó una mujer blandiendo un sable láser rojo que a juzgar por su vestuario a juego con su túnica negra, el peinado, el color rubio plateado y aquella espeluznante máscara negra que cubría su cara con forma de cuervo, Hisui creyó haber visto por un instante la imagen de Lucy Heartfilia reflejada en la extraña y causa de la oscura sensación que se había agravado con la aparición de esa mujer – Da igual, Vader quiere resultados cuánto antes.
- ¿Quién eres? – Exigió Hisui saber a pesar de lo atemorizada que estaba por la maldad que sentía invadir todo el lugar.
- Darth... Corvus, una Sith, una seguidora del Lado Oscuro de la Fuerza – Respondió con bastante tranquilidad Corvus – Y antes de que continúes jugando al "Pregunta, responde y gana", me gustaría hacerte una oferta.
- Te escucho – Dijo con algo de inseguridad Hisui.
- Únete a mí, Hisui E. Fiore, ¡juntas der-! – Corvus fue incapaz de completar la frase al salir disparada por los aires dejando en su lugar a una persona encapuchada.
- Los Sith están corrompidos hasta la médula, incluso alguien que acaba de iniciarse en las enseñanzas Jedi lo sabe, lástima que todo eso se perdió con la Gran Purga Jedi.
- ¿Y tú que eres, enemigo o amigo? – Preguntó Hisui sin dejar de sostener el sable láser con las dos manos firmemente.
- Una amiga – La persona encapuchada se quitó la capucha revelándose como Juvia Loxar, una maga que alguna vez perteneció al gremio más fuerte de todos – Y tu salvadora – A su espalda apareció una nave de transporte rebelde con la escotilla abierta.
- ¡Maldita Jedi entrometida! – Rugió Corvus acortando peligrosamente las distancias con Hisui y Juvia utilizando la Fuerza.
- ¡Es demasiado poderosa para ti, sube a la nave, deprisa! – Ordenó Juvia levantando algunos escombros con la Fuerza para arrojárselos a Corvus consiguiendo pararla, aunque eso la hizo montar en cólera también.
- ¡Deja de entrometerte en mi camino, maldita Jedi! – Gritó Corvus enfurecida por aquel ataque y se abalanzó sobre Juvia ejecutando un peligrosísimo ataque con el sable láser describiendo un tornado en horizontal que si bien recortó la poca distancia que había aún entre ambas, no consiguió herirla iniciando un choque de espadas.
- (¿¡Cuánta fuerza tiene esta maldita Sith para poder ejecutar unas técnicas tan brutales!?) – Se preguntó Juvia muy asombrada de la fuerza que su adversaría ejercía sobre su arma al lanzar aquel brutal ataque e intentando a la vez no perder el enfrentamiento cuando una oleada de Fuerza pasó a su lado alcanzando de lleno a Corvus, que salió volando por los aires recorriendo bastante distancia.
- ¡Aprovecha ahora para subir, rápido! – Juvia no podía creerse que a pesar del peligro, Hisui se había arriesgado a usar la Fuerza para darla una oportunidad de sobrevivir, lógicamente no se negó y subió a la nave justo antes de que empezara a cerrar la escotilla y después escuchó el rugido de los motores activándose para luego irse convirtiendo en un lejano ronroneo y finalmente se fue al puente de la nave con Hisui.
Pero aquello no significaba nada para Corvus, que ya estaba maquinando un nuevo plan mientras caminaba de regreso al Castillo Mercurius para investigarlo por petición del propio Lord Vader debido a que el Emperador reclamaba sus "servicios" en alguna parte de la galaxia.
- (Todavía los necesito a ambos para garantizar el éxito de mi meta.)
Algún tiempo luego de recorrer las infinitas estrellas, Hisui por fin recibió el tratamiento médico tan urgente que la hacía falta desde que empezó su "exilio", si es que así se le podía llamar a lo ocurrido recientemente mientras estudiaba el entorno tan tranquilo que la rodeaba.
- Tienes mejor cara – Anunció Juvia provocándola a Hisui un pequeño susto por no notarla apoyada al lado del umbral de la única puerta existente en la sala con los brazos cruzados por encima de la cintura – Te recuperarás pronto.
- ¿Que significan los Sith? Esa Corvus dijo ser una – Inquirió de pronto Hisui sacándola a Juvia un pequeño suspiro.
- Los Sith representan lo "Negro" y los Jedi lo "Blanco", explicado en pocas palabras. Sobre Corvus, no estamos muy seguros de que sea una de verdad, no existe información alguna en los archivos imperiales que nuestros espías consiguieron robar, pero sabemos que fue entrenada personalmente por Darth Sidious, el máximo líder del Imperio Galáctico y por el propio Vader, el cabecilla de la incursión a Crocus – Explicó lo mejor que pudo Juvia.
- Crocus cayó porque soy demasiado débil – Se culpó Hisui al recordar las ruinas que eran ahora Crocus.
- No fue culpa tuya. Y aunque hubieras sido más fuerte, la situación ya era inevitable, Vader es un Sith muy poderoso, incluso para mí es demasiado duro de roer aunque ya haya completado mi adiestramiento Jedi – Corrigió Juvia.
- ... – Hisui quería replicar, pero decidió callar y empezar a observar las estrellas mientras se lamentaba por el trágico destino que había sufrido Crocus.
Mientras tanto, en el Castillo Mercurius...
- (Vader se molestó mucho con el último fracaso, pero no importa) – Pensó Corvus mientras examinaba la habitación del Rey después de aliviar su furia liberando una onda expansiva roja con la Fuerza destruyéndolo todo como si nada. Su ojo derecho reforzado con el poder de la Magia percibió algo distinto en la pared oculta por la librería destruida por su ira – ¿Que tenemos aquí? – Dijo acercándose con curiosidad a la pared – (Una entrada secreta, interesante) – Pensó al notar que una parte de la pared era en realidad una puerta secreta que al abrirla se quedó impresionada por lo que vio – Vaya...
Creyó casi por un segundo que estaba en la Gran Biblioteca Jedi de Coruscant al descubrir las librerías plagadas de libros que albergaba aquella habitación oculta, además de oler a estancado que echaba atrás y sobre todo la Fuerza, que fluía libremente por la sala.
- Empiezo a pensar que hay más de lo que veía al principio – Dijo Corvus mientras se acercaba a una de las librerías y sacaba un libro con la tapa cubierta de un fino polvo que retiró de un soplido dejando tras de sí un título, "Smaragdus Pulver, Vol. I" – Hay mucho que leer, y uno de mis antiguos hobbies era la literatura. Me lo voy a pasar pipa – Abrió el libro y empezó a leer.
"Smaragdus Pulver era un respetado Caballero Jedi de la época previa a las Guerras Mandalorianas." Un acontecimiento galáctico que Corvus jamás pudo estudiar a fondo debido a la destrucción de los archivos con la información de aquella época, seguramente cuando se promulgó la Orden 66, durante el ataque de Vader al Templo Jedi fueron destruidos. "Smaragdus también era un Jedi con unos poderes muy peculiares además de una conexión muy extraña con la fuerza que le permitieron sobrevivir a un duelo mortal contra el Jedi Oscuro Exar Kun, que para entonces le declaró la guerra a la República."
- (Interesante) – Pensó Corvus mientras seguía leyendo el siguiente volumen.
"En los días finales de la amenaza de Exar Kun, Smaragdus fingió su propia muerte usando como pretexto que había muerto en combate con el Jedi Oscuro para poder explorar un planeta lleno de vida que descubrió en una de sus misiones diplomáticas al que decidió llamar "Earth Land."
- (¿¡ÉSTE planeta...!?) – Pensó Corvus muy sorprendida por lo que acababa de leer y continuó su lectura, ahora más interesada que antes.
"Smaragdus enseguida se quedó maravillado por la belleza de Earth Land y se unió a un gremio de magos para conocer más a fondo el planeta. En poco tiempo se convirtió en el punto de mira de todos e incluso el Consejo Mágico de aquel entonces intentó averiguar la "magia" que utilizaba Smaragdus ignorando que esa magia era su vínculo con la Fuerza."
- (Hmph. Que idiotas fueron al clasificar de magia a la Fuerza) – Pensó Corvus cada vez más intrigada por lo que estaba descubriendo.
"Gracias a los poderes que la Fuerza le otorgó, consiguió ascender velozmente a Mago Clase S y en última instancia ganar los Grandes Juegos Mágicos. Pero..."
- (¿Pero...?) – Se preguntó Corvus mientras observaba el libro negro que había cogido junto al que acababa de leer, se titulaba "Guerra Oscura, Vol. I" y por alguna razón, Corvus temblaba de miedo mientras abría el libro y descubría lo que pasó después.
"Zeref, el mago que obtuvo el conocimiento de la inmortalidad y de las Artes Negras, desencadenó la "Guerra Oscura" usando a los demonios que había engendrado con su magia como soldados y los dirigió contra Smaragdus y su gremio. El Caballero Jedi se quedó de piedra al descubrir que Zeref era el Señor Oscuro de los Sith al desenfundar su sable láser negro."
- (¡No puede ser!) – Gritó mentalmente una incrédula Corvus mientras pasaba páginas a gran velocidad.
"Su gremio estaba en ruinas, Smaragdus tomó la decisión de derrotar al señor de los Sith costara lo que costara por el bien de la paz galáctica y se unió al ejército del Rey de Fiore declarándole la guerra al Sith. En cada enfrentamiento que tuvo con Zeref, éste lo advirtió de los males que enfrentaría la Orden Jedi e incluso predijo que la Orden sería destruida por un Jedi."
- (Vaya, vaya... Así que Zeref ya conocía el destino de Vader más de cuatro mil años antes.) – Pensó Corvus al recordar la historia que el Emperador le contó acerca del pasado de Vader cuando se inició en el Lado Oscuro.
"La guerra fue larga, cruel y muy sangrienta, muchísimas vidas se perdieron en el proceso, Smaragdus se lamentaba constantemente por todas las muertes que fue incapaz de evitar, pero la derrota de Zeref le permitió encontrar la paz interior de nuevo y el Rey en agradecimiento por derrotar al Señor Oscuro, le permitió casarse con su hija única pasando a gobernar Fiore a partir de entonces como Smaragdus Pulver E. Fiore."
- (No creí que los Jedi y los Sith tuvieran tanta influencia en este planeta) – Pensó Corvus intentando asimilar la gran cantidad de información que había conseguido recopilar mientras cogía un último libro que llevaba escrito en la tapa "LUPAUS" y lo dejaba en la mesa que había usado para leer los otros libros y lo abrió una vez que se preparó mentalmente para descubrir que otra sorpresa la deparaba.
"Traicioné a la Orden Jedi e infringí el Código Jedi, pero lo que más miedo me da es el oscuro futuro que veo en mis sueños después del ascenso de mi tercera hija a Reina. Por favor, quién lea esto, que acepte mi obsequio final, mi voluntad final. Smaragdus Pulver E. Fiore."
- ¿Un oscuro futuro...? – Se preguntó Corvus mientras pasaba la página descubriendo un cristal de los que solían usar los Jedi para crear sus espadas láser de un peculiar color esmeralda azulado oculto entre las siguientes páginas, que estaban en blanco además de agujereadas, que a juzgar por lo intensa que era la Fuerza en el cristal, debía ser el obsequio final del que hablaba Smaragdus – Me lo quedaré por ahora – Cogió el cristal y lo escondió entre sus ropajes, volvió a poner el libro en su lugar y empezó a caminar hacia la salida mientras decidía que el próximo paso era encontrar el sable láser de Zeref, si es que seguía existiendo teniendo cuidado de que Vader, Sidious o cualquier otro averiguara algo sobre Smaragdus – (Esto se va a poner muy divertido enseguida) – Pensó con alegría mientras salía de la sala secreta sellando la entrada mediante un campo de energía invisible capaz de anular la Fuerza.
Algún tiempo después, en la cafetería de la Salvation II, Hisui aún continuaba lamentándose por la suerte que habían corrido Crocus y el Castillo Mercurius.
- (Si hubiera sido más fuerte...) – Pensó sin dejar de observar la taza de café tibio que tenía delante – (Si no hubiera huido, si le habría plantado cara...)
- Te habría destruido – Hisui dio casi un salto del susto y luego miró al responsable de susto – Siento haberte asustado.
- Eres... Titania de Fairy Tail... Y una Jedi, a juzgar por el sable láser – Afirmó Hisui sin mucha sorpresa en la voz.
- Correcto, soy una pseudo-Maestra Jedi – Respondió Erza – Y tu maestra, al menos hasta que regrese Starkiller.
- ¿Starkiller? – Preguntó Hisui intrigada por ese nombre tan extraño.
- Él es el verdadero Maestro Jedi y suya esta Rebelión contra el Imperio – Explicó Erza – Existen rumores de que consiguió casi por esto derrotar a Vader en un duelo – Dijo haciendo un gesto con los dedos de una mano.
- Parece muy fuerte según como lo relatas – Dijo Hisui en un tono que denotaba admiración y esperanza – Por cierto, ¿por qué dijiste aquello de "hasta que regrese"? – Preguntó al recordar lo que dijo Erza después de presentarse como una pseudo-Maestra Jedi.
- Eso quería decirte ahora mismo, la flota se está preparando para viajar al planeta Kessel mediante el salto a la velocidad de la luz por una señal de socorro que hemos detectado en ese planeta, que a juzgar por la frecuencia emitida, es el Sombra Furtiva de Starkiller – Anunció Erza – (Pero no entiendo por qué, percibo que el Lado Oscuro rodea todo lo que concierne a esta misión y eso no me gusta.)
Alrededor del planeta Kessel, en el Súper Destructor Estelar clase "Ejecutor", Vader observaba las estrellas desde el puente de su nave personal cuando un almirante imperial llamó su atención.
- Lord Vader, la flota principal rebelde se está preparando para viajar al sistema mediante la híper-velocidad – Anunció el almirante.
- ¿La flota de lord Argentum oculta en la órbita de Kuat ya está preparada para activar los dispositivos anuladores de la híper-velocidad para cuando los rebeldes lleguen al sistema para impedir su huida? – Interrogó Vader sin mirar al almirante.
- Si señor, Lady Corvus acaba de informar que ya está iniciando la incursión terrestre en Hoth para verificar que la información obtenida por los droides sonda sea correcta y efectivamente se oculte una pequeña guarnición rebelde al mando del Jedi – Vader no necesitaba oír su nombre para saber que se refería a su antiguo aprendiz secreto, a Starkiller.
- Puede retirarse – El almirante dejó a solas al lord oscuro, que continuó maquinando sus planes secretos en silencio mientras observaba las estrellas.
Continuará...
Me ha costado mucho más de lo que esperé, pero al fin he conseguido echar a andar el remake de "Eternal Darkness", que a partir de ahora pasará a llamarse Last Revenge.
