Bella observa un asesinato y siendo la único testigo será obligada a ingresar al programa de protección a testigos. Su mundo cambia de un día para el otro y entre las mentiras y el miedo encuentra al amor.
Todos los personajes fueron creados por la maravillosa Stephenie Meyer, yo solamente estoy jugando un poco con ellos.
Capítulo Uno: Escape hacia una nueva vida
Solo siento mis pasos en la noche de Seattle, realmente debería haberme ido más temprano de la biblioteca, pero hablar con Marco me reconforta, siempre que me siento mal, sus palabras dulces y amables me ayudan. Es como un abuelo para mí... Tendría que haber aceptado su invitación de compartir taxi, pero sabía que sí lo hacía no me dejaría pagarlo, y no me gusta que nadie me mantenga. Sé que lo hace de corazón, pero desde muy pequeña me valí por mí misma, así que me siento incómoda cuando alguien trata de ayudarme.
Las calles estaban bastantes oscuras y empecé a apurar el paso para poder tomar la calle principal y tomar un taxi ahí. Un segundo de torpeza cambió mi vida para siempre...
Tropecé con una piedra y mis rodillas golpearon contra el frío pavimento de la vereda, como siempre, miré a todos lados para ver quienes habían visto mi última caída. Siempre me levantó en cuestiones de segundos, pero esta vez, quedé paralizada. Mis ojos se clavaron en un callejón oscuro, y ví lo que nunca pensé que iba a ver. Un hombre robusto y moreno, sostenía a una mujer por el cuello y sacó de su bolsillo una navaja. La levantó en el aire con fuerza y le incrustó la navaja en el pecho con rapidez. Quise evitarlo, pero un grito ahogado salió de mi boca.
Vi sus ojos rabiosos observándome y con pasos grandes comenzó a caminar hacia mi dirección, con mis piernas temblando, salí corriendo, dejando mis cosas regadas por toda la vereda. Corrí como nunca lo había hecho, estaba desesperada, tenía tanto miedo... Finalmente, llegué a la calle principal y para mí suerte había un taxi allí, me paré a mitad de la calle y grité que por favor me levantara. Para mí suerte lo hizo y así pude escapar de la situación.
...
- Tranquila Srta., cómo dijo que era su nombre?
- Isabella Swan Detective Mc Carthy.
- Por favor Isabella, llámame Emmett.
- Entonces por favor dígame, Bella - Nos estrechamos la mano, y ese contacto produjo en mí un poco de paz. Este hombre tan grandote, irradiaba seguridad, su mirada era sincera y honesta. Realmente agradecía haberme encontrado con él en la estación de policía, podía sentir que me encontraba en buenas manos.
- Muy bien Bella, ahora vamos a ir con el retratista, nuestras unidades ya se encuentran en la zona, quedate tranquila que atraparemos al bastardo que hizo esto.
Después de dos horas en donde tuve que dar cada detalle que recordaba, mi cuerpo y mi cabeza estaban agotadas, no me quedaba ni un poco de vida, solamente tenía ganas de ir a mi casa a acostarme.
- Bueno Bella, ya ha sido suficiente por esta noche, la Oficial Rosalie Hale, la acompañará a su domicilio.
- Hola Isabella, mucho gusto. Soy Rosalie, creo que ha sido un día complicado, será mejor que nos vayamos.
- Gracias Emmett y Rosalie. Por favor lo único que quiero es irme a mi casa.
En el camino a casa, mis párpados se caían solos y no encontraba las fuerzas para abrirlos, hasta que en el segundo que me dormía, me encontraba nuevamente en el callejón y el cuchillo se insertaba nuevamente en la chica. No me dí cuenta que gritaba y lloraba hasta que Rosalie me tocó el hombro con delicadez y me despertó.
- Bella, tranquila por favor ya todo ha pasado, ya estamos muy cerca, estaré contigo toda la noche.
- Disculpeme Oficial... No perdona Rosalie.
- No hay problema Bella, sé lo que es sentirse de esa manera, he sufrido algo parecido, pero descuida en algún momento uno junta fuerzas y mejora - Los ojos celestes de Rosalie se tornaron grises, quería saber un poco más de su historia, pero preferí no preguntar, no había la confianza suficiente para eso.
Llegamos a mi casa e inmediatamente cuando bajé del auto sentí algo extraño, lentamente comenzamos a caminar hacia la puerta cuando me detuve en seco. No hubo necesidad de que le dijera nada a Rosalie, me tomó del brazo y me puso por atrás de ella.
- La ventana está abierta y yo no la dejé así - dije con un susurro.
- Bella, con cuidado ve al auto, toma la radio y llama a Emmett. Dile que he entrado a la casa y que vengan refuerzos rápidamente. Y escucha, si sucede algo raro o alguien viene hacia ti, enseguida te marchas con el auto a la estación
- Pero... - no podía imaginar que una persona que apenas me conocía arriesgara la vida por mí, teníamos que irnos juntas y punto.
- No hay peros Bella, ve y haz lo que te digo ahora!
Nos separamos y Rosalie comenzó a ir sigilosamente a la casa... Yo por mi parte apuré el paso sin hacer mucho ruido y subí al auto, en donde trabé todas la puertas. Con las manos temblorosas, tomé la radio y llamé a Emmett.
No sé si habían pasado pasado segundos, minutos u horas, para mí la espera estaba siendo una eternidad. Escuchaba los latidos de mi corazón como si fueran tambores retumbando en mi boca y mis oídos... hasta que finalmente escuché los disparos.
Mi razón me decía que me vaya inmediatamente de ahí, pero mi corazón me decía que tenía que ir a buscar a Rosalie. Bajé del auto y cuando me estaba encaminando a la casa escuché las sirenas, llegaron cinco patrulleros y antes de que pudiera pestañear más de 10 polícias ingresaron a la casa.
- Necesitamos una ambulancia, oficial y sospechoso heridos!
Quedé estática no podía moverme ni respirar, hasta que la voz de Emmett me sacó de mi ensoñación.
- Bella te encuentras bien.
- Sí... auto... disparos... Rosalie - no podía hilar una frase, solamente decía incoherencias.
- Ella está bien, sólo fue un disparo en el brazo. Ahora la están por transportar en la ambulancia. Por suerte también pudo herir al bastardo Bella, así que pagará por todo lo que ha hecho.
Veo que salieron una camilla y pude observar que era Rosalie, enseguida fui a su lado y la tome de las manos.
- Gracias por salvarme la vida, gracias por arriesgarte por mí, gracias! Mis lágrimas salían a borbotones, no podía para de llorar.
- Es mi deber Bella, yo debía cuidarte y por suerte lo pude hacer.
Sin pensarlo, le dí un gran abrazo y seguí llorando en su cálido abrazo, me reconfortó como hacía muchas horas que no lo estaba.
En ese momento comencé a escuchar los gritos del asesino, mi cuerpo se erizó por completo, la alegría que sentía se desvaneció en ese segundo y el miedo me invadió totalmente. Sentí otra vez, esa mirada penetrante, incómoda y aterradora.
- Tú! Maldita idiota, me las pagarás Isabella Marie Swan! Como me llamo Jacob Black, esto no queda así! Sé todo sobre ti y pronto serás historia.
- Por favor llevenselo inmediatamente de aquí!- Gritó Emmett visiblemente molesto por el espectáculo que acababa de pasar.
- Bella por favor es mejor que nos vayamos de aquí, te llevaré a un hotel para que pases la noche.
- Gracias Emmett.
Le dí un beso sonoro a Rosalie y prometí ir a verla al hospital.
Había sido un largo día apenas me senté en el coche, mis ojos se cerraron y sólo esperaba que todo lo que había pasado hubiera sido un mal sueño.
Una semana después...
- Bueno Bella, como bien sabes el juicio será en unos meses y tu eres nuestra único testigo, ahora ingresarás al programa de protección porque es nuestra única manera de que podamos mantenerte a salvo, Jacob Black es un mafioso y tiene muchos contactos, él está tras las rejas, pero sus secuaces no, por ende, debemos protegerte, y esta es la única manera.
- No puedo perder a mis amigos, mi familia, no puede ser que pierda toda mi vida! - dije, muy molesta por lo que me estaba planteando Emmett.
- Lamentablemente Bella, no hay discusión, no hay pero que valga, no podrás comunicarte con tu familia por ocho meses, hasta que podamos desmantelar toda esta red. Si quieres que tus padres y amigos estén bien, esta es la solución, no pueden saber nada de ti, porque si lo saben puede ser el ticket para su muerte.
- Pero...
- No hay peros Bella, debemos movernos rápidos, es ahora el momento.
- Sí tu dices que esta es la única manera, deberé seguir confiando en tí Emmet
- Perfecto, aquí están tus nuevos documentos, a partir de ahora eres Bella Meyer, naciste el 16 de noviembre en Texas, tienes 28 años y tus padres fallecieron hace tres años en un accidente automovilístico. Te mudarás a Forks porque vas a poner una pequeña biblioteca. No te preocupes que el departamento ya te asignado una casa amueblada y un local, además te daremos dinero suficiente para que puedas vivir muy holgadamente estos meses. Ahora te voy a entregar una carpeta con toda tu historia la cual debes memorizar y luego quemar. Por último, también habrá un detective encubierto el cual será tu aliado y contacto conmigo su nombre es Jasper Whitlock. Oh ya me olvidaba, ahora cuando vayas a tu casa solo empaca tu ropa y ningún otra cosa, nada de fotos, ningún diario o agenda personal, ni la notebook o celular. Todo eso será retirado y guardado para cuando vuelvas. Y quedate tranquila, en la casa hay un bolso con una nueva notebook y celular, con los números cargados de Jasper y mío.
- Veo que tienes todo pensado grandulón.
- Cómo me dijiste? - me contestó en un tono divertido.
- Grandulón... la verdad es que lo eres. Y cuando me voy?
- Mañana mismo, ahora irás a empacar y mañana volarás en avión a un primer destino, es sólo para despistar, allí te estará esperando Jasper, con tu nuevo auto y las llaves de tu nueva casa.
- Está bien, pero antes de irme, tengo que pedirte tres favores.
- Dime que necesitas estoy para servirte.
- Primero me gustaría que les avises a mis padres que estoy bien, que me voy de viaje por unos meses y que no podré estar comunicada por los problemas que ya conocen, no quiero llamarlos hoy porque no podría mentirles.
- No hay problema, eso lo hago mañana mismo. Qué más?
- Segundo favor, quisiera que vayas a saludar a Rosalie de mí parte... Ya está en su casa y creo que le haría bien que tu vayas a verla - dije con mi voz un tanto divertida.
- Qué estás insinuando Bella? Crees que Rosalie?
- Oh Detective yo no estoy insinuando nada, simplemente creo que podrías ir a saludarla, llevarle unas flores y tal vez unos chocolates, digo si a usted le parece.
- Y crees que es una buena idea, siendo compañeros de trabajo?
- Pues uno debe intentarlo... y tu me dijiste que ibas a cumplir con los favores que te pedí así que tienes una obligación conmigo.
- En eso tienes razón, una promesa es una promesa, así que lo haré por ti.
- Muy bien ahora viene el último favor... puedo darte un gran abrazo?
- No es correcto pero haré una excepción contigo.
Y de esa forma me enlacé en un abrazo de oso con Emmett, si hubiera tenido un hermano me hubiera gustado que fuera como él.
- Bueno grandulón, debo irme a empacar para comenzar mi nueva vida. adiós.
- En realidad es un hasta luego Bella, pronto volverás y podrás recuperar tu vida, es una promesa.
Ese iba a ser mi último día como Isabella Marie Swan, a partir de mañana seré Bella Meyer, y por ocho largos meses tendré una nueva vida aunque no la quiera y no la desee. Por ocho largos meses deberé abandonar a mi familia y mis amigos. Por ochos largos meses unos ojos oscuros me perseguirán en mis sueños recordándome que han hecho una promesa sobre mí, una promesa de muerte...
Hola a todas!
Esta es mi primera historia, hace mucho que leo fics y esto me ha rondado mucho tiempo por mi cabeza, así que he decidido a animarme a escribir... Espero que les guste, espero sus críticas y comentarios.
Saludos a todas! Y nos leemos en el próximo capítulo!
