Disclaimer: Axis Powers Hetalia (c) Hidekaz.
Advertencia: Universo Alterno, ambientando en el Siglo XIX. Versión femenina de Alfred.
Pareja: UKxFem!USA/ArthurxEmily.
Drabble.
You're Beautiful
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Ella era hermosa.
Su cabello rubio, sus ojos azules, su nariz, su boca, su rostro.
Le encantaba la mirada cuando chocaba con la suya, como las tantas veces que había pasado.
Al principio no la tomaba encuenta, pero al fijarse en ciertas ocaciones pudo notar que era bastante despistada, y eso le causaba gracia al paso de los días manteniendo más sus orbes verdes puestos en ella. No era su intensión intimidarla ni hacerla sentir acosada, únicamente curvaba los labios sin demostrarlo ante sus conocidos. Era su propio humor.
Solo deseaba observar cuan hermosa era, que se acercaba más.
Ayudarla por no saber qué hacer, pudo tener la oportunidad en al fin entablar una conversación. Conoció su sonrisa, su risa, sus gustos, sus sueños. Podía saber de ella, hasta ser amigos, porque no debían ir más lejos. Arthur lo sabía, no era adecuado, no obstante era demasiado tarde.
Se enamoró y eso estaba mal. Lo sentía por cada segundo al transcurrir los días, pensar en otra cosa le imposibilitaba hacer teniendo a ella en su propio techo. Sus pensamientos volaban, su corazón palpitaba acelerado, sus pómulos le jugaban mal al desnudar su colorido. Todo iba mal.
Pero se sentía bien. Negarse en observarla en silencio era mentira. Porque era hermosa, y nadie más le hacía sentirse así, ni siquiera su prometida, donde sus padres no le pidieron ni la opinión en aceptar. Solo le interesaban unir los negocios, unir las familias.
Y aunque su prometida intentara aproximarse odiosamente, jamás quitaría sus esmeralda en ella, ni ella en él. Lo sabía, lo presentía. Su rubia también se avergonzaba y se sonrojaba al compartir miradas.
¿Pero que haría? Su futuro estaba escrito, ningún lazo para juntar caminos. Solo le quedaba mirarla un poco más, a pesar de no saber sus sentimientos. Incluso ella era más hermosa que su prometida.
Solo le quedaba mirar, nada más.
―Joven Kirkland, aquí le traje su té. ―voz suave y espontánea entró a su habitación.
Levantó la mirada sentado en la silla frente a su escritorio teniendo una montaña de papeles. Ella le traía la bebida que le pidió.
―Gracias Emily. ―sonrió agradable mirándola y mirando la taza sobre un platillo blanco dejarse en su escritorio con suma delicadeza en no voltearse. Bien, debía regresar a...
Se sintió observado. Quería girar y saber lo que pasaba, pero no pudo. De la nada los labios contrarios y pequeños se sembraron en su mejilla izquierda, causándole un estremecimiento por todo el cuerpo. No entendía. O sí.
Atónito volteó.
Y ahí estaba esa sonrisa en Emily, de pie.
―El beso de las buenas noches. ―le dijo, enseguida agregar su retirada hacia la puerta.
―Emily. ―le llamó la atención sobresaltando su impulso sin pensarlo.
Si tan solo...si tan solo pudiera decirle.
Pero no era correspondido. No era adecuado. Eran de clases sociales diferentes.
Ella esperó.
Y tenía una prometida.
No quería guardarse más las palabras. Si no existía ningún futuro juntos, por lo menos que lo supiera para no tener que decirle en sus sueños...
Eres hermosa.
N/A: Dice la leyenda, que hace mucho tiempo escribía drabbles. No son de los mejores pero intento retomarlos. Sucede que últimamente las ideas cortas me llegan antes de dormir y no tengo nada donde anotar. Ésta iba hacer más triste, lo dejé en suspenso =D
Espero que les haya gustado, se agradece leer.
Saludos, cuídense y coman chocolate ^^
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