Capitulo 1: Tres largos años.
— ¡Que tonto fui! — Grito con rabia el ojidorado, hace tres años la perdió, perdió a su mayor tesoro, perdió al amor de su vida ¿Y todo por qué? Por una aventura, una aventura que aun estaba a su lado, se casaría con una aventura ¡No sería feliz! Pero se lo merecía, todo eso y más, la hizo sufrir, llorar, incluso logro que se fuera del país y esa fue su perdición; siempre mantuvo una esperanza de que lograra perdonarlo, pero esa noticia lo llevo al infierno… No dudo en ir a buscarla, pero no se lo permitían, con la escusa que ella no lo quería ver y además estaba muy dañada, que la dejara en paz y el ahora… Moría por verla, tocarla, besarla, su inocencia, su amor, su… Todo ¡Todo! Era perfecta y el la había abandonado y engañado de la manera más ruin y perversa que existía... La amaba aun, como a nadie, pero no la tendría más.
— ¿Amor? — Escucho cerca de su despacho, ahí se aproximaba su aventura, la persona que le quito su felicidad, pero no podía echarle toda la culpa a ella, era de ambos, aun así… La odiaba —Acá estas ¡Cariño! Falta un mes para nuestra boda y tu estas todo el día sentado en tu oficina ¡No me vez ni un segundo! — Sollozo haciendo teatro.
—Te veré el resto de mi vida ¿Qué más quieres? ¿No crees que sea suficiente con eso? — Hablo molesto, y estaba seguro que la conversación llegaría a otro lado, y eso sería dinero, Kikyo era una interesada, pero se dio cuenta muy tarde.
— ¡Eres malo! ¡Antes no eras así conmigo— Vio como Inuyasha le daba una dura mirada —Bueno, da igual "Amor" ¿Me prestas dinero? Quiero comprarme ropa para nuestra próxima luna de miel—
—¿No que ayer compraste ropa? — Pregunto el albino
—Si… pero cariño, hoy pase por la tienda comercial y vi un vestido hermoso y lo quiero— Rogo, siempre era lo mismo, pero a él le daba igual, con tal de quedar solo de nuevo y pensar en su amor por la chica que se encuentra en otro continente.
—De acuerdo… Kikyo, tendrás dinero en tu tarjeta de crédito— Vio como la chica sonreía y saltaba hasta abrazarlo y darle un beso en los labios.
— ¡Eres el mejor esposo del mundo! — Le grito y se fue llamando a una amiga para que la acompañara a comprar el famoso vestido, Kikyo era hermosa, pero no tanto como Kagome, solamente que su futura esposa tenía su cuerpo un poco más desarrollado, pero eso no importaba "Ahora" Hablo su subconsciente, y era cierto, se podría decir que esa fue una de las razones por la que cambio a Kagome, además Kikyo era lo seducía todo el tiempo y él un día cayó en sus redes ¡Maldito día! Aun recuerda el día que la hizo tanto llorar, la extrañaba, como nunca pensó extrañarla; aun recuerda la frase que le dijo su madre al saber lo que le había afectado el rompimiento con Kagome "Nadie sabe lo que tiene, hasta que lo pierde" Y era cierto, cruelmente cierto…
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—Kagome, está listo el informe— Hablo su secretaria y amiga Rin —Solo falta la firma de la compañía para terminarlo— Le dijo mientras sonreía.
—Gracias Rin, yo me encargo de eso— Dijo recibiendo ese importante informe y comenzar a caminar hacia su oficina— Por cierto, te felicito por tu ascenso— Hablo mientras le guiñaba un ojo y veía como Rin sonreía inmensamente y le daba las gracias.
Entro a su oficina y comenzó a leer el informe con mucho cuidado, cualquier palabra podía tomar doble significado, Kagome era muy buena en su trabajo, era la trabajadora mas elogiada en el ámbito de la empresa y una de las más bellas, además, le gustaba su ambiente, un empleo agradable, un departamento lujoso y espacioso, incluso a veces creía que le sobraba demasiado espacio; hacia lo que quería, nadie la mandaba ¡Libre! Era una de sus palabras preferidas, no quería volver a depender de alguien como lo hizo hace tres años atrás ¡No quería cometer el mismo error! Su rostro se puso serio y dejo de ojear el informe, al terminar con Inuyasha su mundo se derrumbo, el era todo para ella y al no verlo nunca más en su vida solo quería morir, desaparecer, ella no quería una vida sin Inuyasha ¡Que ilusa era! Mientras él se revolcaba con su "prima" ella se encontraba en su cuarto llorando a mares y pensando que todo era una pesadilla, pero no… Su pesadilla era real, Inuyasha le había sido infiel en su segundo año de relación ¿Y con quién? Su prima, eso fue un golpe demasiado fuerte, Inuyasha no la trato de la mejor manera al terminar la relación, ella no soporto eso y huyo como una cobarde, no podía soportar ver a su prima con su ex-novio ¡No podía! Verlos de la mano, sonriendo, ser felices, mientras ella caía en un abismo sin fondo. ¡Odia a Kikyo! ¡Odia a Inuyasha! ¡Odia a Kagome! Se odia por no ser lo suficientemente buena para Inuyasha. Ella no andaba con grandes escotes, ella no usaba tacones de un metro de altura, ella no se maquillaba exageradamente, ella no seducía al novio de su prima cada cinco minutos, ella ¡Era tonta, ingenua, idiota! Dejo caer una lagrimas, aun le dolía, a pesar de haber pasado tres años de lo sucedido le dolía, aun a sus 21 años le dolía… aun a estar a miles de kilómetros ¡No lo soportaba! ¡Los odiaba! A los dos… a la basura los buenos sentimientos, el odio, algo que pensó nunca sentir, lo sentía y no era lo más agradable del mundo. Esos tres años la hicieron cambiar mucho, tanto física como sicológicamente, su cuerpo está mucho más desarrollado y bien cuidado, ama hacer ejercicio, su largo cabello azabache y sus ojos tan expresivos y brillantes, ella para muchos era considerada la "Mujer perfecta" Y sicológicamente la palabra ¡Libre! La llevaba pegada en su frente, cada cosa que se le ocurría la hacía, le encantaba andar en moto aunque fuera una "Arma mortal" Así le llamaba su madre cuando hablaban por teléfono, su madre está en Japón, en cambio ella en Nueva York, bastante lejos; pero la distancia no era un impedimento para que continuaran en contacto. También amaba salir a recorrer lugares, lo nuevo siempre fue llamativo para ella, le gustaba la ropa casual, nunca andaría elegante por la calle porque quería, solamente era elegante para ir a trabajar y uno que otro evento que se presentaba. En ese momento tocaron la puerta, ella rápidamente se seco sus lágrimas y sonrió después de un "¡Adelante!". Era Rin y en sus manos traía una carta muy formal
—Es para ti— Dijo en un tono triste, eran amigas, Rin sabía lo que le ocurrió hace tres años, Kagome lloro en su hombro más de una vez por el tonto de Inuyasha y al ver la carta era obvio de que se trataba, además decía "Inuyasha y Kikyo" No enviarían una carta así para tomar el té. —Lo siento, si me necesitas estaré para ti— Le entrego la carta y luego salió de la oficina.
Kagome la miro extrañada ¿Qué será? No espero más y la abrió; ¡Hubiera preferido nunca hacerlo!
"Querida Kagome Higurashi, usted queda cordialmente
Invitada a la unión en matrimonio de
Inuyasha Taisho y Kikyo Higurashi.
Esta unión se realizara el 21 de Octubre de este año,
Pero por ser parte de la familia,
Le solicitamos su presencia el 1 de octubre en la mansión Taisho,
Se reunirá toda la familia de la pareja."
Sollozo, no aguanto más, ¡Los odiaba! Pero iría a esa boda, quería verle la cara a ambos, quería odiarlos en persona, quería… ver a Inuyasha, quería abrazarlo, besarlo, ver sus ojos dorados, su piel morena, sus brazos fuertes pero no en exceso, su cabello plateado, él era perfecto, él... No la amaba… ¡Calla Kagome! No podía, se casaría y si se quedo con Kikyo es porque la ama ¿No? Lloro, comenzó a llorar como hace tres años, aun lo amaba, no podía olvidarlo… Pero al mismo tiempo lo odiaba, lo odiaba por lastimarla tanto. La boda sería la última vez que lo vería, al momento de oír el "Si, acepto" Seria su fin, eliminaría cada recuerdo de Inuyasha, le daría la oportunidad a otra persona para entrar a su corazón, tal vez sería feliz… Tal vez.
Espero que les haya gustado :) Y perdónenme por hacer sufrir a Inu y Kagome T.T Pero cada historia necesita un suspenso ¿No? Pronto subiré la continuación. ¡Besos! Sayo… :)
