Chat Noir la mira y en ese instante fugaz lo sabe. En medio de esa oscura noche donde están solo alumbrados por la luz de la luna que se filtraba por la escotilla de la habitación, se da cuenta que Marinette lo hipnotizo, con solo ver esos ojos azules que contienen un cierto toque de inocencia y que si la observabas durante más tiempo, se notaba como también escondían un toque de lujuria y un extraño brillo en su mirada, con solo eso, lograba seducirlo.
Al gatito eso lo atrae y en cierta forma lo obliga a que se suba a la cama gateando y posicionarse enfrente de ella, a metros de su rostro, donde Marinette seguiría mirándolo, mientras se dibuja una sutil sonrisa.
Asi se quedarían un rato, sumidos en un silencio, donde se podía escuchar únicamente el sonido de su respiración, acompañado del movimiento del pecho de aquellos individuos que subía y bajaba. Marinette lo observaba como esperando una acción de él. Entonces Chat finalmente se acerca lo suficiente a su rostro sonrojado, y quedándose unos segundos así en los cuales sus respiraciones se entremezclan. Ahí... la besa.
Con locura, con pasión, quitándose el aire como si no necesitaran respirar, el gatito siente como los brazos de Marinette se envuelven alrededor de su cuello para aumentar la intensidad y luego de segundos se separan en busca de aire, y se quedan mirándose.
Porque saben que no es suficiente.
Entonces Chat empieza a besar su cuello, Marinette empieza a bajar el cierre del traje haciendo sonar el cascabel. Dejándo descubierto el torso del felino y ahí ve sus ojos verdes cubiertos por el antifaz que provocan que se pierda en su mirada, mientras el la observa detenidamente sin apartar en ningún momento sus ojos de ella y el minino, empieza a sacar la ropa de Marinette, despojándola suavemente o impacientemente cuando se le complicaba una prenda, un cierre o un botón, hasta que por fin lo hizo, dejándola solo en ropa interior.
Caricias se sienten a su paso, como el calor incesante que emana su cuerpo, se desprenden toda su ropa y el gatito siente como Marinette envuelve sus piernas desnudas por su cuerpo.
De un momento a otro, sienten el cuerpo convulsionar, escuchando los gemidos que escapan de sus labios, mientras sus ojos están cerrados, disfrutando el placer que le ocasionaban ese torrente de emociones inundar sus cuerpos. Hasta que lo abandonan, Chat escucha como Marinette gime su nombre y ya luego de eso, las piernas de ella, no lo envuelven más.
Sienten como la piel arde, quema y también como el cansancio de Marinette le provoca apoyar su rostro en el cuello de Chat, escondiéndolo. Mientras mutuamente escuchaba el corazón de los dos palpitando fuertemente contra su pecho, además de sentir como la transpiración se impregnaba en cada poro de la piel de ambos y ahí en ese momento, sienten la esencia y el aroma que desprenden ellos dos, dejándose perder en ella.
El tiempo pasa sin moverse de esa posición hasta que Marinette se separa y se acuesta sobre la cama, Chat hace lo mismo regalándole una mirada y ella una sonrisa. Cierran los ojos nuevamente, mientras Marinette se apoya en el pecho del gatito y este la abraza.
Ya después de un rato, Chat se levanta y se pone el traje nuevamente para salir de ahí, antes dirigiendole una dulce mirada, acompañada de una tierna sonrisa a Marinette quien dormía tan apaciblemente.
Y lo sabe, porque al ocurrir eso nuevamente Chat Noir sentía como si Marinette le hubiera atado una correa al cuello, pero aun así a pesar de que se sintiera amarrado por ella. No le llegaba a disgustar para nada y con ese pensamiento él volvería otro día a visitarle a que le ponga su correa.
