Saint Seiya es de Masami Kurumada.
Nueva locura de mi imaginacion. Espero que la disfruten. Tendra romance, más adelante, espero que disfruten de la historia.
Los vecinos.
Las jóvenes, miraron desde la ventana, al joven que descargaba las cajas. El cabello azul añil, los músculos resaltados por la remera negra y los ajustados pantalones negros. En su cuello, pendía un collar que por la distancia no podían apreciar.
-Sexy…-soltó Saori- Marín… ya mismo me estoy mudando a tu barrio. ¿Shaina?-miro a la peli verde- límpiate la baba…
-¡Cállate, que estas igual…! -le soltó la peli verde- escóndanse…-la jóvenes se corrieron de la ventana. -¿Nos vio?-pregunto la joven, mientras las tres un poco más estaban echadas en el suelo.
-Qué vergüenza…-soltó Saori, mientras se asomaba un poco a la ventana.- sigue bajando cajas…-informo la chica- creo que no se dio cuenta.
-Justo miro hacia aquí… Nos vio…-soltó Shaina.- me muero de la vergüenza…
-Qué bueno, que no tengo que salir… -soltó aliviada Marín- ya dejemos de ojear a mi vecino…-escucho que sonaba el timbre.
-Vamos Marín…-Saori fue tras la joven- tu vecino está bien sexy…-las chicas soltaron risas, mientras Marín ponía la mano en el picaporte.
-No lo niego… mi nuevo vecino está bien…-la chica entre risas abrió la puerta- tengo un vecino se…-Sintió que la sangre le subía a la cara. Parado a menos de 30 cm, estaba el nuevo vecino.
-Disculpa.-El chico, se mantenía sereno como si no hubiera escuchado lo que estaba por decir la chica. Las amigas de esta, se torcían de risa a menos de un metro.- No tengo luz, ni agua. –Le tendió un termo- ¿es mucha molestia si te pido un poco de agua caliente…?
-No, claro que no…-Marín cerró la puerta, luego de tomar el termo y corrió a la cocina.
Cocina.
-No lo puedo creer…-la chica miro nerviosa a sus amigas, mientras ponía a calentar agua y le quitaba la tapa al termo- ¿Me habrá escuchado?-las otras dos no estaban seguras, pero para atormentar a su amiga.
-SÍ, se re noto que te escucho…-soltó Saori. – te quemaste solita ante el chico… y más cuando le cerraste la puerta en la cara.
-¿Le cerré la puerta en la cara?-pregunto la chica- ¿eso hice?
-Un poco más le arrancaste el termo y le cerraste la puerta en la cara…-Informo Shaina.-quedaste muy mal parada ante el sexy vecino…
-Que descortés fui…-la chica miro preocupada a sus amigas y se dirigió a la entrada.
Hall de la casa.
Marín se arregló un poco el pelo y abrió la puerta, el chico estaba en la acera de enfrente, entrando cajas. Sintió que le tocaban el hombro y volteo encontrándose con Saori que le tendía el termo lleno de agua caliente.
-Tenemos que alcanzárselo…-informo Shaina, mientras se acomodaba la remera para dejar al descubierto uno de sus hombros.
Acera de enfrente.
-Me serian de gran ayuda, si me vienen a dar una mano-Escucharon que decía el chico con su sexy tono de voz. ¡POR DIOS TODO EN ÉL ES SEXY! Pensaron las chicas, al mismo tiempo.-El lavarropas pesa una tonelada, yo solo no puedo moverlo…-miro a las chicas y les hizo gesto de que le esperan un minuto- Claro, les espero…-corto.-gracias por el agua caliente.-tomo el termo de manos de la tembloroso Saori, la chica sintió el roce de los dedos del joven contra los suyos. Se sintió derretir.
-Soy Marín.-se presentó la pelirroja, tratando de sonar lo más natural. El chico como simple respuesta le embozo una galante sonrisa- Ellas es Saori… y ella es Shaina.-presento a sus amigas.
-Saga y gracias de nuevo.-informo, mientras tomaba otra caja y entraba.
-Vamos…-Marín tomo a sus amigas y les llevo a rastras a su casa de nuevo.
Sala de estar.
-Dios… que papacito…-soltó Shaina, mientras volvían a su puesto de vigilancia el chico no estaba a la vista- Ahí viene Geist, apúrate a abrir la puerta…-Marín fue a la puerta y prácticamente entro de forma atropellada a su amiga recién llegada.
-¿Se puede saber qué pasa?-la pelinegra miro a sus amigas- no entendí el mensaje "Si no vienes te perderás la mejor vista de tu vida."-Shaina le tomo del mentón y le hizo mirar a la casa de enfrente- que guapo…
-Qué alguien me agarre…-dijo Saori, mientras las piernas le temblaban. Las otras se acercaron a la ventana. Cuatro chicos, sumamente guapos y sexy, bajaban de un auto negro con los vidrios polarizados. Desde la distancia, se notaban los tonificados músculos bajo la remera.-Miren lo que son…-Vieron a los chicos, saludar al nuevo vecino e intercambiar palabras con él.- que se pongan a trabajar con él… y si es posible, que se queden hasta tarde…
Uno de los jóvenes, tenía el cabello verde oscuro corto y un rostro un tanto anguloso. Otros dos tenían el cabello castaño y parecían ser hermanos. El cuarto joven, tenía el cabello azul intenso y era un poco más bajo que el vecino.
-Dios, tengo en frente el paraíso…-en eso llegaron dos motocicletas, de alta cilindrada, de aspecto deportivo. Uno de los jóvenes, el más alto, resulto ser idéntico al vecino. Las chicas sintieron que el suelo desaparecía a sus pies. Este, llevaba unos pantalones negros y remera roja. Tenía puesta una de esas cadenas que se cuelgan de la cintura. El otro, en cambio, tenía un pantalón negro y una remera azul intenso. Su cabello era largo azul marino y sus rasgos faciales de delicados trazos.
-Llama ya a Miho y a Hilda, esto no se lo pueden perder…-soltó Marín, que miraba embobada a uno de los castaños. No paso mucho, hasta que llego un último joven de cabellera lila larga.- los sexys… al parecer siempre están juntos… Avísenle a Seika y Tethys también, no puede perderse esto…
40 minutos después.
Marín, Shaina, Seika, Saori, Hilda, Tethys, Geist y Miho miraban disimuladamente desde la habitación de Marín que daba al frente de la casa. Saga, el único al que le conocían el nombre, se quitó la remera dejando visibles sus pectorales y resto de la musculatura abdominal…
-Que alguien me haga viento…-pidió Saori, mientras se daba un poco de aire- dios… es todo un adonis…-las chicas se quedaron mirando de reojo a los jóvenes. Era mucha tentación, para sus ojos.
En la casa de Saga.
-No dejan de mirarnos…-informo Aioria, que estaba bajando una cesta de mimbre, llena de pesas, con una sola mano…- aunque no quieran dejarse notar, se nota a kilómetros.-vio que Saga se quitaba la remera y se limpiaba el sudor del rostro con ella.
- como van a dejar de mirarnos, si este idiota se exhibe…-soltó Kanon, mientras salía de la casa y se acercaba al remolque para tomar otra caja- ¿eso va en el primer piso… o en el sótano?
-Aioria, déjalo en la sala… tengo que revisar el sótano…-el joven asintió y entro a la casa llevándose la cesta llena de pesas.
-La idea-Shura se acercó para tomar otra caja- es no llamar la atención Saga, ponte la remera…-le gruño, mientras por unos breves segundos le mostraba los colmillos- no importa de qué forma sea, no llames la atención…-volvió a dirigirse al interior, para depositar la caja en la sala.
-Que gruñón…-soltó Saga, mientras se volvía a colocar la remera- tengo calor… a diferencia de ustedes eh estado bajando cajas toda la tarde…
-Saga…-Aioros se acercó y le ayudo a bajar el sillón, aunque Saga lo podría haber hecho el solo tranquilamente- la idea, es pasar como personas normales…
-Las personas normales, se quitan la remera cuando tienen calor-informo, mientras entraban a la casa.
Sala.
Dejaron el sillón, en un espacio lo suficientemente grande para depositarle. Los otros estaban apilando las cajas como podían. Saga se dejó caer en el sillón y miro el techo.
-Tengo que darle una mano de pintura…-informo, al ver el envejecido color.
-Eso parece…-soltó el peli lila que entro en ese momento con una caja que parecía contener parte de la cristalería.- recuerda, que…
-Tenemos que pasar como personas normales-el peli azul le miro- ya me lo dijo Aioros… Me lo repitió Shura y me lo recalco Kanon hasta el cansancio…-se sentó en el sillón.- denme un respiro… Entre el ser observado por las vecinas y el que me estés meta reprochar no ayuda…
-¿Quién te manda a vivir a los suburbios…?-pregunto un peli azul de ojos turquesa- viniste, porque quisiste…-informo, mientras tenía un ratoncito sujeto del rabo.- aunque, parece un bonito lugar para vivir… Vi que tienes varias habitaciones…
-¿Acaso quieres quedarte?-Pregunto Saga, mientras apoyaba la espalda contra el respaldo y cerraba los ojos- dios, que tediosa es una mudanza…
-¡Milo! ¡NO comas ratas…!-le reprendió Camus, con su sutil tono de voz.-vete a saber, por donde anduvo esa cosa…-Saga miro al chico, quien en ese momento sorbió el rabo como si se tratara de un espagueti.
-Y luego me dicen, que yo tengo que actuar normal…-soltó Saga, mientras negaba con la cabeza.
-Eres el líder…-Kanon entro y miro a su gemelo- tienes que dar el ejemplo, aunque no todos te presten atención.-miro a Milo que ya sacaba otro roedor de su bolsillo.- si te lo comes, vomito.
-Tú también has comido ratas alguna vez…-le informo el más joven del clan. Los otros pusieron los ojos en blanco, no había caso. Milo no cambiaba más.
-Puedes evitar, comer ratas en nuestra presencia-Shura le quito al roedor y lo dejo libre.- algunos, no soportamos esas costumbres…
-Ya basta…-Saga se levantó y miro a los dos jóvenes- Milo, si quieres vivir aquí conmigo… Te prohíbo que comas ratas…-el chico asintió- terminemos de entrar las cosas… Aioria-miro al chico que recién entraba, pero a pesar de ello había escuchado todo lo que pasaba dentro de la casa gracias a su finísimo oído.- ¿puedes conectar la luz?
-Sí, claro… Ahora lo hago.
-Y llévate a Milo, que haga algo de provecho halla a bajo.-ordeno Aioros, mientras el mencionado hacia puchero.- si, te estoy diciendo que ordenes un poco el sótano…-los dos jóvenes se retiraron, Mu salió fuera para ir a buscar otra caja- los lobeznos… son un dolor de cabeza…-Saga, Kanon y Shura se encogieron de hombros. Nada podían hacer con los otros hasta que crecieran, a lo sumo solo podían guiarles...
-¿Estás seguro que quieres a Milo contigo?-pregunto Shura, mientras salían a buscar los restantes muebles.- sé que es su primo, pero es un lobezno muy imperativo…
-Por eso, lo quiero vigilar…-informo Saga, vio que Kanon hablaba con Camus.- ¿cómo te va la cosa con Mu?
-Para ser un lobezno, es bastante maduro… -informo el joven- pero no deja de ser un lobezno.
-Lo mismo digo de Camus…-informo Kanon, mientras el chico entraba una caja a la casa- es muy serio, pero no deja de ser un lobezno impulsivo…
-Si de impulsividad se trata-Aioros se acercó a los jóvenes y tomo una de las sillas- Aioria se lleva la de oro.
-¡TE ESCUCHE!-le llego el grito, desde una de los ventilas del sótano. Los cuatro soltaron risas, era claro que los más jóvenes de la manada escucharían.
-Terminemos de entrar estas cosas-dijo Saga al fin.- no quiero dormir en medio de un desastre…
-Todavía tienes que meter el colchón…-informo Kanon, mientras entraba una silla.
Casa de Marín.
-No sé ustedes, pero yo me quedo…-informo Shaina, que no podía apartar su vista de los cuatro chicos que hablaban.- hace tiempo que no nos juntamos todas…-las jóvenes se miraron, la peli verde tenía razón. Hacía mucho tiempo, que no se juntaban en la casa de alguna a pasar la noche.
-Tendremos de que hablar…-informo Hilda, mientras veía salir al joven de andar elegante (Camus) en compañía de uno que parecía querer solo jugar y perder el tiempo (Milo). Vio que el segundo, se ponía a jugar con la lámpara de pie y lo pasaba de mano en mano mientras entraban.-es un grupo muy curioso…
Esa misma noche, Casa de Saga.
-La mesa esta lista-informo Kanon, mientras solo daba vuelta la mesa de roble macizo- trae las sillas-le dijo a Camus- fue todo un reto volver armarla.
-Eso parece…-comento Mu, mientras ponía las sillas junto a Camus.
En el piso de arriba, Milo inspeccionaba la que sería su habitación. Vivir con los dos líderes (Saga y Kanon), no le había caído en nada de gracia. La cosa se aliviaba un poco, por el hecho de que Camus también se quedaría.
-Milo.-El chico se dio vuelta y se encontró con el líder de la manada, primo y maestro.- te comportas.-le dijo, mientras le señalaba con un dedo- nos mudamos, de la ciudad, porque no sabes estar tranquilo.
-Me tratas como si fuera un crio, tengo 20 años… No siete.
-Y yo tengo 24 y si te lo digo es por algo-le informo el mayor.
-24 hace mucho…-soltó el joven burlón.- si cuando yo empecé a dar mis primeros aullidos, Kanon y tú ya se habían cansado de cantarle a la luna.-el mayor puso los ojos en blanco.- ¿mis cosas?
-En la sala.-miro al chico- compórtate.
-Está bien…-el joven se fue tras el mayor.- nunca me dejan hacer nada…
Escalera.
-Eres un lobezno, acátate a las órdenes de los mayores.-le dijo Shura, que justo subía y había escuchado toda la conversación- ¿Necesitan algo más? Ya entramos todo.
-Pueden irse… -Saga se acercó al barandal y miro a quienes estaban en el hall de entrada.- gracias por la ayuda, ahora nos encargamos nosotros-le dijo a Aioria, Aioros y Mu. Shura comenzó a bajar por las escaleras. –Shura-el joven le miro- vigila, la ciudad, no queremos nada raro…-el hombre asintió.
-¿Cazadores?-se atrevió a preguntar Aioria, con un ligero miedo en su voz.
-Nada, que no pueda arreglar-informo el peli verde oscuro.- no se preocupen…-se despidieron, de Kanon y Camus, y salieron.
-Pongan las cortinas.-Kanon miro a los dos "lobeznos". Camus y Milo asintieron sumisos y comenzaron a buscar las cortinas para cubrir las ventanas.-vamos a terminar de armar las camas, así dormimos de una buena vez.-Saga asintió, ante las palabras de su segundo.
Casa de Marín.
-Se van los hermanitos castaños, porque es claro que son hermanos-agrego Saori. Marín y Seika hicieron muecas de pena- El peli verde con cara de malo…-Geist contuvo las ganas de imitar a sus amigas.- y el peli lila-termino de notificar. Miho dejo libre un suspiro.- se quedaron: el serio, el juguetón-como ellas habían comenzado a identificar a Milo- y los gemelos.
-¿Se quedaran a vivir o se irán?-pregunto Hilda, mientras miraba por la ventana- puede que solo un gemelo viva en esa casa…
-Muy grande para una sola persona-sentencio Geist- puede que vivan los dos gemelos. Lo que indica, que Marín tendrá una vista de lo mejor…
Casa de Saga.
Saga, antes de irse a dormir fue a revisar al más joven de la manada. Milo se estaba peleando con las sabanas. Tender la cama, no era el fuerte del lobezno. Saga, recargado en la puerta, negó con la cabeza y se dispuso a ayudar al chico.
-No puedes ser tan desastroso…-le informo Saga- a veces me pregunto, como podemos ser parientes…-el chico le dedico una filosa mirada- ¿Qué?
-Lo que acabas de decir-Milo comenzó a ponerle la funda a su almohada.- duele.-el chico arrojo la almohada contra la cabecera de la cama.- me ha dolido todo lo que me dijiste durante el día. Si tanto problema, les traigo, déjenme solo. No seré el primero, ni el último, que vaga solo.-dijo mientras se cruzaba de brazos. Saga dejo libre un suspiro, tenía razón. Todo el día, le habían estado recordando que Saga dejaba la ciudad por su culpa.
-Perdona Milo-Saga cerro los ojos y lo pensó un poco- tienes razón, no es nada agradable que te culpen por todo… Tú no tienes la culpa.
-Sí, tengo algo de culpa-El chico se sentó en la cama dándole la espalda.- tienen razón, soy un lobezno imperativo… Como cualquiera de mi edad…-Miro por encima del hombro a su primo.- se comportan, como si nunca hubieran estado en mi etapa…
-Tienes razón, deberíamos ser un poquito más flexibles- Saga miro el techo, otro cielo raso que necesitaba una mano de pintura.- haremos un trato…
-¿Cuál?-Milo se dio vuelta y miro al líder.
-Sí, dejas de comer ratas… Que sé que lo haces para hacernos rabiar al resto-el chico embozo una sonrisa ladina- veré, si te doy un poco más de libertad… Pero para que eso pase-le indico con el dedo índice- tienes que comportarte como el adulto que se supone, tendrías que comenzar a ser…
-Tenemos un trato-informo el joven, mientras le estrechaba la mano a su tutor.
-Compórtate.-le recordó Saga, antes de salir.
Pasillo.
Observo hacia dentro de la habitación de Camus. El pecho del segundo lobezno subía y bajaba con absoluta calma y regularidad. Miro hacia un costado y ya tenía parado a su gemelo al lado.
-Te toco el más tranquilo-comento Saga, cuando estuvo seguro que Milo dormía. La respiración del chico, que escuchaba desde el pasillo, lo confirmaba.
-Ni te creas, cuando quiere… Es peor que Milo-informo Kanon.- al parecer, nuestras vecinas se juntaran a hacer cotilleo-informo el joven.
-¿Y?
-¿Quieres saber que hablan?-pregunto con una sonrisa taimada, mientras cerraba la puerta de la habitación de Camus.
-Tenemos que darle un ejemplo a los lobeznos…-comenzó Saga.
-Le daremos como ejemplo, lo que no se tiene que hacer-soltó el otro, mientras dejaba a la vista sus caninos por medio de una ladina sonrisa.
-Solo por esta noche-informo el líder lobuno- solo por esta noche…-Kanon hizo gesto de como si se hubiera puesto a aullar a la luna.- hace tiempo que no aullamos…-dijo con cara pensativa mientras se dirigían a las escaleras- tendríamos que buscar algún momento y salir a hacerlo.
-Tienes razón, pero esta noche no… Esta noche, espiaremos a las vecinas.-soltó el joven en un tono ligeramente burlón.
Continuara.
Dependiendo de la aceptación del fic, veré si le continúo.
