-Los personajes del anime/manga Naruto, Naruto Shippuden, no son de mi pertenencia, son de Kishimoto, para desgracia humana. (?)-

Para ella, no era fácil, nada fácil. Estaba por separarse de al que creyó su verdadero amor, pero…no todo fue miel sobre hojuelas.

-Bien, eso es todo Hina-chan.- Decía un joven alto, de cabello negro, amarrado en una coleta baja, mientras terminaba de subir unas cosas a su auto. La joven morena de piel blanca a su lado, aun le observaba en silencio, aun que le ayudo a subir algunas cosas.

-Nos veremos después Ita-kun…¿amigos?- Se atrevió a preguntar, pues…aun que las cosas no funcionaran, ella realmente quería aquel joven.

El joven sonrió de medio lado, seguía siendo tan inocente como cuando la conoció. Lo de separarse no le agradaba mucho a ninguno, pero era algo necesario.

-Claro que si Hina-chan.- Una sonrisa sincera apareció en los labios del joven, mientras abrazaba por sorpresa a la joven de ojos de un extraño y único color, casi como si fueran 2 lunas…pero los de ella, eran más hermosos que la misma luna.

Itachi Uchiha, joven empresario que vivía con Hinata Hyuuga, hasta ese día, ahora el regresaría a casa de sus padres, y Hinata, seguiría con su vida, estudiando la maestría en la Universidad.

Hinata se encontraba estudiando un poco antes de ir a dormir, se sentía…sola. Ahora esa casa, se sentía más grande y eso le daba asustaba un poco.

-Creo que…iré a dormir.- Y era algo que tenía que hacer, pues ya pasaba de las 12 de la noche. Guardaba algunos libros que uso en su escritorio, y al guardar el último, encontró un sobre amarillo, que al parecer, Itachi olvido. Tomo el sobre con algo de curiosidad, y en sus ojos perla, apareció ese brillo travieso, pues la curiosidad estaba siendo más poderosa que su autocontrol.

Al abrir el sobre, encontró una foto en blanco y negro, de un joven que al parecer era un soldado. El joven de la foto, se parecía bastante a Itachi…se notaba su cuerpo trabajado, ya que solo llevaba una camisa sin mangas, su cabello rebelde, llevaba lo que todo soldado, sus pantalones con varios bolsillos, y su placa de identificación colgando de su cuello, pero había algo extraño que llamo la atención de Hinata…llevaba lentes de sol y por más extraño que pareciera, parecía que podía ver sus ojos y eso…le cautivo.

-¿Qu…quien será?- Se pregunto a sí misma, aun sorprendida por lo cautivante que parecía el joven de la foto.

Pensó que tal vez sería por falta del sueño asi que, guardo la foto nuevamente en su lugar y se fue a dormir, mañana seria un nuevo día para ella.

Al día siguiente, Hinata un poco perezosa decidió dar comienzo a su día. Era un hermoso Domingo, e Ino le visitaría en cualquier momento. Y repentinamente, a su mente vino la imagen, del chico de la foto, se quedo un poco confundida y tardo unos segundos de salir de su cama. Al hacerlo, tomo un baño, poniéndose su cómoda ropa por el tiempo de frio, y antes de terminar de cepillar su cabello, escucho como tocaban el timbre de su casa, debía ser ella, tan impaciente como siempre.

Rápidamente, bajo las escaleras, para asi abrir la puerta, a una animada rubia.

-Buenos días Hina-chan.- Saludo con su ánimo de siempre. –¿Lista para desayunar?- Preguntaba mientras iba rumbo a la cocina.

-Claro Ino-chan.- Respondió con esa sonrisa tan cálida y característica de ella, pero, recordó la foto, se la mostraría a Ino, asi que fue rumbo al cajón, y al sacarla, sintió una fría brisa, pero extrañamente…no había ninguna ventana abierta, decidió no prestarle más atención y fue a la cocina con Ino.

-Ino, mira lo que olvido Ita-kun.- Le dijo, mientras le pasaba el sobre con la foto.

-¿Qué es Hina-chan?- Preguntaba curiosa sacando la foto, y al hacerlo, se quedo perpleja, no sabía porque, pero un tenue rosa pálido apareció en sus mejillas, y es que aun que ese hombre llevara lentes, algo parecía hacer que viera a través de ellos.

-Ino-chan.- Llamo Hinata al ver que su amiga no reaccionaba. -¿Sabes quién podría ser?- Pregunto finalmente teniendo la atención de la rubia.

-¡¿Cómo que no sabes quién es?!- Respondió con otra pregunta la rubia. Solamente vio como su amiga se avergonzaba y negaba suavemente con su cabeza. –Hay Hina-chan, es Sasuke, el hermano menor de Itachi-kun.- Dijo Ino finalmente. Hinata se sintió un poco mal, por no saber tal dato, sabía que Itachi tenía un hermano, pero nunca lo conoció.

-Bien, el cumpleaños de Itachi-kun se acerca, ¿Por qué no le regalas la foto amplificada?- Animo felizmente la rubia.

-Buena idea Ino-chan, espero le guste.- Sonrió la peli-azul.

Ese mismo día Hinata, fue al centro comercial, dejando la foto en una tienda de fotos. Pocos días después, regreso a la misma tienda, donde le dieron la foto enmarcada y se miraba aun más perfecta que antes. Al llegar a casa, dejo la fotografía debajo de su cama, y se dispuso a dormir, mañana esa foto, regresaría con su dueño.

El día tan esperado llego, y Hinata estaba en casa de los padres de Itachi, Mikoto una mujer muy hermosa, que le recordaba a su difunta madre, siempre era muy amable con ella, y no solo con ella, si no con todos.

-¡Hina-chan! Me alegro mucho de que estés aquí.- Saludo aquella peli-negra mujer, abrazando a la oji-luna.

-Muchas gracias por invitarme Mikoto-san.- Dijo correspondiendo el abrazo Hinata.

-¿No hay abrazo para mí?- Pregunto burlón Itachi, que se acercaba a las 2 mujeres que sonreían de igual manera, si Itachi Uchiha era un hombre serio ante la sociedad, con esas 2 mujeres, sacaba un lado que ni él conocía, y es que, Hinata tiene un gran parecido con su madre, y también a "él".

-Feliz cumpleaños, Ita-kun.- Dijo sonriente la oji-luna mientras abraza al peli-negro que gustoso acepto el abrazo pero…una extraña ráfaga de viento provoco que se separaran.

-Qué extraño, no hay ninguna ventana abierta.- Dijo Mikoto mas para su misma, que para Itachi y Hinata. Mikoto no presto mucho interés en el asunto, se encogió de hombros y camino rumbo al comedor, donde los pocos presentes comerían.

Hinata e Itachi conversaban entre ellos, riendo de algún que otro comentario. Los pocos invitados comenzaron a irse y cuando estuvieron solos, Hinata pensó que era el Mejor momento para darle el regalo a Itachi.

-Ita-kun…te..ten…go al..algo para ti.- Hinata estaba sonrojada y nerviosa, solamente tartamudeaba cuando se ponía nerviosa. Itachi sonrió de medio lado, adoraba ver a Hinata asi, era muy divertido a sus ojos. Hinata saco aquel cuadro envuelto en papel y un gran moño, Itachi sonrió, no cavia duda, aun era muy inocente. Poso su mano sobre su cabeza, y le revolvió juguetonamente los cabellos mientras le sonreía con sinceridad, como solo lograba hacerlo con ella, pero nuevamente, algo pareció golpear su mano, y alejarla de Hinata.

Hinata aun sonrojada, miro confundida a Itachi, que dejo de acariciarle su cabeza, le gustaba ese gesto aun que no lo admitiera abiertamente.

-¿Puedo abrirlo?- Pregunto Itachi, tomando un poco de seriedad, eso que pasaba no era normal, pero no había nadie en esa habitación además de ellos…¿Verdad?

-Cl…claro.- Dijo tímidamente Hinata.

Itachi comenzó abrir el regalo, y al desenvolverlos, sus ojos se abrieron con sorpresa, Mikoto había vuelto a la sala, donde estaba ellos, y al ver tal cuadro, sus ojos se llenaron de lagrimas y Hinata comenzó a sentirse mal, algo malo acababa de hacer.

Los ojos de Itachi se ensombrecieron, y le regreso el cuadro a Hinata, sabía que no era su intención, pues…ella no sabía la verdad.

-No lo quiero.- Fueron las únicas palabras de Itachi, mientras le daba la espalda.

Mikoto se fue de ahí, aun con lagrimas en los ojos, y Hinata, solo pudo bajar la mirada, decidida a irse. Tomo el cuadro y salió de la casa.

Ya en casa, Hinata se recriminaba mentalmente ¿Qué hice? Se preguntaba una y otra vez. Aprecio el cuadro una vez más, y en vez de guardarlo, lo colgó en una pared de su habitación. Al ver que el cuadro no se caería de ahí, se quedo admirando nuevamente ese cuadro, mientras el color rosa se hacía presente en sus mejillas, no supo cuanto tiempo estuvo asi, hasta que se dio cuenta y agito suavemente su cabeza, sonrió al cuadro y luego se regaño a sí misma, se estaba volviendo loca, sonreírle a un cuadro, definitivamente, loca.

Con su pijama ya puesta se dirigió a su cama, donde se acostó aun teniendo el cuadro frente a ella, se dispuso a dormir, pero…no estaba sola…a su lado, se encontraba la sombra de un hombre, que aun que Hinata no lo noto, parecía vigilar su sueño, su figura se hizo visible por unos segundos, para luego desaparecer.

-¿Dónde estoy?- Se preguntaba a si misma Hinata, al verse en un extraño lugar, que no era su casa. Luego frente a ella, apareció el hermano de Itachi, que aun portaba esos lentes. Hinata no podía evitar verle, aun trayendo esos lentes, parecía poder ver a través de estos.

El suavemente, acaricio la mejilla de Hinata, la cual sintió un escalofrió recorrer su cuerpo, pero el contacto que él tuvo, se sintió cálido.

Hinata estuvo a punto de tocarle la mejilla cuando unos fuertes ruidos le sacaron de esa sensación de hipnotismo.

Se levanto rápidamente de su cama, y entonces, escucho como alguien tocaba la puerta de su habitación y el miedo le invadió.

-¿Qui…quien es…esta…ahí?- Pregunto temerosa, pues no se veía ninguna sombra proveniente del pasillo, además, vivía sola. Tomo un poco de valentía y decidida abrió la puerta y entonces...el pasillo estaba solo, no había nada, ni nadie. Suspiro un poco más tranquila, probablemente fue producto de su imaginación, entonces las imágenes de su sueño, volvieron a su mente, por instinto, llevo su mano a su mejilla, y el sonrojo volvió aparecer en sus mejillas, sacudió suavemente su cabeza, tratando de alejar esas extrañas ideas, y por fin poder dormir tranquila.


Bueno, espero mi nueva historia les agrade, esta inspirada en una serie que mire en television, aun que solamente me dio la idea, los ajustes y eso, ya lo hice yo.

Take care ~