Era una noche caliente, como siempre, dormía con solo una ligera sabana, short y una blusa de tirantes. Creo que eso extrañaría de Phoenix, por que si llegara a dormir así en Forks era cien por ciento seguro que al día siguiente estaría afónica, con dolor en la espalda y moqueando todo el día.
Era difícil conciliar el sueño, sabiendo que tan solo pasado mañana iniciaría una nueva vida junto a Charlie, mi padre. Aquel hombre que solo veía los días festivos y vacaciones, no me quejo, el ha sido un gran padre aunque de lejos.
Mis padres decidieron separase cuando yo solo tenia algunos meses de nacida. Desde entonces vivo con René, mi madre y hace un poco mas de un año con Phil su nuevo marido. podría decir que todo va de lo mejor, pero siento que no encajo mas con mi madre, y algo por muy extraño que suene, tengo un gran impulso por irme con Charlie, a pesar de que Forks jamás a sido mi lugar favorita en el mundo.
Después de pensar tanto en el cambio, me quede dormida.
-Bella, Bella cariño despierta o perderás tu vuelo.- si no despertaba con el tono de su voz, me despertaría con los estrujamientos que me estaba dando.
-si ma, ya voy.- conteste aun con los ojos cerrados. Me levante de trancazo, entonces mi cabeza se estrello con la de mi madre.
-¡ouch!.-dijo mi madre masajeando su cabeza.- creo que extrañare todos los golpes.
-vamos, mama no te golpeo, al menos no adrede.-
-ya lo se hija, pero cuanto a que diario me pegabas por lo menos 3 o 4 veces al día.- si, era torpe y para mi desgracia casi siempre alguien sufría las consecuencias y mi madre que era con la persona que mas tiempo pasaba, ella sufría las consecuencias.
-lo siento.- le dije un poco apenada.
-no importa hija, me consuela saber que ahora Charlie sufrirá eso.-
Y si, pobre Charlie, las pocas veces que lo veía al año casi siempre regresaba una semana después de sus vacaciones, debido alguna torcedura o alguna otra cosa que yo provoque, pero el jamás se a ha quejado. Mi madre salio del cuarto, entonces me metí a bañar. Salí del baño y abrí uno de los cajones para sacar una blusa, deja abierto el cajón, fui por mis tenis(hay que viajar cómoda) me agache a abrocharlos y cuando me levante, me estrelle con el cajón, no grite, ya estaba acostumbrada, pero el cajón si grito, bueno trono cuando me estrelle con el. Lo único que vino a mi mente fue: ¡genial! Ahora tendría jaqueca por el resto del día.
-Bella, hija estas bien, escuche un golpe.- grito mi madre desde el otro lado de la puerta
-si mama, me golpe con el cajón, pero estoy bien.-
-de acuerdo, te esperamos en la cocina.-
Cepille mi pelo mojado, y salí del cuarto, en lo cocina estaba mi mama y Phil. El marido de mi madre, no lo veia como un padre o una figura … no se que, el caso es que Phil era como el hermano maduro que siempre desee tener.
-Bella Bella, hoy nos dejas, ahora quien cocinara, tu sabes que dejarnos es un pecado, aunque mas bien seria homicidio, y tu madre la asesina.- bromeó Phil, sabia bien que ahora que no estuviera mi madre tendría que aprender a cocinar, o Phil.
-pues para que lo gracioso se te quite, hoy tu preparas la comida.- mi madre me servia un tazón de cereal mientras le daba la nueva indicación a Phil.
-tu sabes que si puedo.-
-bien, por que lo harás, y no va a ser comprada.-
-perfecto.- a este punto de la platica Phil ya estaba cerca de mi madre, tan cerca que cuando ella voltio a darme el tazón con cereal la beso. Si, ambos infantiles, eran perfectos el uno al otro.
-bueno niños creo que es hora de irnos.- dije al ver el reloj.
-claro.- llamo Phil, separándose de mi madre.
Después de recoger mis maletas, salimos hacia el auto. El viaje al aeropuerto duraba 20 minutos, tiempo suficiente para que mi madre y Phil se pusieran realmente sentimentales. Los ignore, se me hacia una niñez lo que ellos hacían. Por fin la tortura termino y llegamos. Me despedí y me subí al avión. En Seattle viaja en avioneta a Port Angels en donde mi papa me estaba esperando. En cuanto se abrieron las puertas lo abrace.
-vaya, mi pequeña, ya no esta tan pequeña.- dijo el al soltarme y notar los dos centímetros que había crecido desde hace apenas unos cuatro meses.
-no es tanto.-
-bueno, vámonos por que esta anunciada una tormenta.-
-¡nooo! En serio, en Forks, ¡que raro!.- tenia un alto grado de sarcasmo.
-que graciosa.-
Tomamos las maletas y las echamos a la cajuela de la patrulla. No era cualquier patrulla, era la del sheriff de Forks. Todo mundo en Forks me conocía por ser la hija del sheriff. Lo único bueno es que no había tanto de que preocuparme, siempre me eh sabido comportar.
-tu regalo de navidad lo tuve que abrir, tenia que saber si funcionaba.- dijo Charlie 15 minutos después de que saliéramos de Port angels.
-oh, esta bien.- me sentí muy avergonzada por eso, se suponía que Charlie y yo estaríamos junto en navidad, pero la mama de Phil enfermo y tuvimos que ir a Chicago. Así que mi regalo tenia tres meses.
-no quieres saber que es.-
-claro, pero prefiero saberlo cuando lo vea.-
-claro, así es mas emocionante, bueno entonces deja te platico de otra cosa.-
-si pa., de que.-
-recuerdas a Billy Black, mi amigo de la reserva.-
-si que pasa con el.-
-pues esta enfermo de las piernas y quería saber si habría alguien interesada en comprar la camioneta que el ya no va a usar.-
-que tan vieja es.- sabia que no seria mas nueva que yo.
-la compro en los 80´s.-
-y en ese entonces era nueva.-
-no, creo que el los 50¨s si.-
-papa, en cuanto la toque se va a deshacer , además yo no se nada de autos y menos como de esa camioneta que a de tener sus mañas.-
-quizá las tenga, pero creo que Billy te las podría enseñar.-
-y cuanto cuesta.- me di por vencida, una camioneta vieja seria mejor que llegar diario en la patrulla del sheriff.
-pues depende.-
-de que.-
-si la quieres.-
-pues si, seria interesante tener coche.-
-bien, entonces, será tu regalo de bienvenida.- las ultimas palabras las dijo muy emocionada.
