Fanfic de Soul Eater: "Las Piedras Espirituales"

Autores: Fans de Soul Eater! Somos tres personas que nos gusta mucho el anime/manga y quisimos hacer una especie de OVA, en donde nosotros mismos estamos involucrados en el fic y en la historia en si. La historia se desarrolla en una mini-aventura de los dos personajes principales, Wen y Jen, quienes anteriormente eran estudiantes de la Academia Shibusen. Con sus objetivos ya cumplidos, fueron mandadas por Shinigami-sama a recorrer el mundo y averiguar sobre unas misteriosas "Piedras Espirituales" que esconden un oscuro secreto. Acción y suspenso involucrado con comedia y romance.

Género: Fantasía / Suspenso / Acción / Aventura / Comedia / Romance

Calificado: T (adolescentes)


14/05/2009 – Capítulo 1: "La llegada de las Buscadoras"

"No quiero ir!"

La voz chillona provenía de una cantina, en la parte sur de Dronk, un pueblo perdido en medio de un inmenso desierto, y la que grito, fue una muchacha.

"Y no voy a repetirlo! No iré!"

No paresia tener mas de 15 o 16 años de edad, y su cuerpo entero estaba tapado por una capa de viajero negra, algo desgastada y manchada. Solo se podía apreciar su cabello castaño oscuro ondulado, recogido en dos colitas de caballo a los costados de su cabeza y sus ojos esmeraldinos y brillantes, ardiendo de furia, observando a otra chica, la cual parecía estar mas tranquila, mientras escuchaba las quejas de su amiga y bebía a sorbos un refresco color azulado con una pajilla. "Debemos ir!" -_- dice ésta, dejando de tomar por unos segundos. Era una muchacha apenas más bajita que la anterior, parecía de la misma edad, su cabello era largo y liso de color cobrizo, recogido por un moño detrás de la nuca en una semi cola, y bajo su flequillo torcido hacia la izquierda relucían dos bellísimos ojos azules. También llevaba puesta una capa.

Wen: de todos modos, digas lo que digas, no iré!! (Grito nuevamente la muchacha de pelo ondulado)

Jen: ya te lo he repetido una y otra vez! Son órdenes directas de Shinigami-sama! No podemos decidir arbitrariamente si obedecerle o no!! (Contesto la joven de ojos azules)

Wen: sean ordenes de Shinigami-sama o no, yo no voy a volver! Estoy bien así! viajando!! Nosotras dos solas!!

Jen: que no quieras ver a un chico es solo una excusa caprichosa para escapar de tus responsabilidades!! Son ordenes directas! No hay nada que hacerle! Debemos obedecer! Además… (Sus ojos se transformaron en dos esponjosos corazones rosados y su rostro se ilumino de emoción) quiero ver a mi Kiddo!!! *0*

Wen: eso también es una estupidez! Que sabes como están las cosas ahora?! Han pasado ya 4 años!!! (Grito aun más histérica)

Jen: bien! (levantándose de sus asiento) La moto es mía! Así que si tu te niegas a venir y quieres quedarte en este pueblo lleno de viejos gordos y alcohólicos sola, es tu decisión! Yo me voy! (mirándola desafiante)

Wen: aah! Demonios! (pegando un puño en la mesa) ganaste! Pero estaremos allí poco tiempo! De acuerdo?! (Levantándose de su asiento)

Le silbaron a la camarera, la cual trajo un ticket y lo depositó sobre la mesa. Jen sacó algunas monedas de su bolso escondido debajo de la capa y las dejó sobre la cuenta.

Juntas salieron por la puerta principal y una vez afuera se dirigieron hacia una motocicleta de color azul oscuro metalizado, que permanecía inmóvil atada con candado a un poste de luz. Sobre el asiento yacían dos cascos. Ambas se colocaron un casco y montaron en ella, luego de desencadenarla. Jen conducía y Wen se sostenía fuerte de la cintura de su amiga para no caer.

Jen: lista para volver a casa? (dice entre risitas)

Wen: sí, como no ¬¬ (exclamó de mala gana entre dientes)

Jen colocó la llave en la hendidura, le dio media vuelta, pisó la palanca de arranque y rotó el acelerador que estaba en el manubrio. La moto emitió un potente gruñido desde el motor, y por el sonido parecía tener bastantes caballos de potencia.

Jen: también debo hacer revisar esta hermosura por papá, se va a enojar si no la cuido bien!!

La motocicleta arrancó y su rueda delantera se separó por unos segundos del suelo empujada por la velocidad y la potencia del arranque.

Viajaron parando sólo cuando caía la tarde, para dormir y comer, por tres días y tres noches. Finalmente, cuando el crepúsculo número cuatro descendía, Death City se avistó en el horizonte.

Jen: Parece que ya casi llegamos!! (Exclamó emocionada)

Wen no respondió, pero se aferró con más fuerza de la cintura de su amiga. En ese momento no sabía que sentir, muchas emociones revoloteaban en su corazón sin dejarla pensar claramente. El pasado era pesado.

Entrando a la ciudad, reconocieron y saludaron a varias personas mientras recorrían su camino. A medida que iban acercándose al centro de la urbe, Jen fue disminuyendo la velocidad, hasta frenar completamente en el pórtico, frente a la gigantesca puerta principal de Shibusen, la escuela para técnicos y armas creada por Shinigami, para limpiar el mundo de almas impuras que fueron convertidas en huevos de Kishin y ahora comen almas humanas, cosa que estaba prohibida.

Wen/Jen: Llegamos… (Exclamaron al unísono, observando el imponente monumento dedicado a la simetría que daba una sensación nostálgica)

Desmontaron y se sacaron los cascos, dejándolos en el compartimiento escondido debajo del asiento. Se pararon en frente de las grandes puertas, mirándolas sin hacer nada.

Jen: Todo va estar bien… (Exclamó sujetándola con fuerza)

Wen: Eso crees…? Y si él ha cambiado…? Que debería decirle? Cómo debería mirarlo? No se ni siquiera si podré mirarlo…

Jen: Claro que podrás! Siempre has podido y en ti nada ha cambiado. Eres fuerte como antes! (dedicándole una sonrisa)

Wen: Y que tal si ya no lo soy? Que tal si quiero huir?

Jen: No huirás, tú no eres así, recuerdas? No nos gusta perder!

Wen no respondió más, sólo suspiro y asintió con la cabeza. Entraron.

A esas horas de la noche, todos los alumnos se habían retirado a sus hogares, incluso los maestros, por lo que, afortunadamente para Wen, no se encontraron a nadie por los habitualmente poblados pasillos principales.

Finalmente, luego de curiosear las carteleras en las paredes y algunas aulas vacías, llegaron frente a las puertas de la oficina del Director.

La Death Room era la misma de siempre, pensaron ambas, caminando por una larga pasarela, encoronada de enormes guillotinas, que parecían querer intimidar a los pasantes que transitaban por allí, todo esto por debajo de un cielo celeste decorado por algunas nubecillas blancas y esponjosas.

Al llegar al centro, se podía ver sólo un espejo de cuerpo completo y, en frente de éste una figura alargada, recubierta por una larga túnica negra, la cual al oír pasos, se volteó rápidamente.

Shinigami: Hi Hi!! Cómo están mis dos alumnas nómadas? Llegaron rápido! (la figura no tenía rasgos faciales, ni siquiera tenía cara! En su lugar, se encontraba una máscara blanca circular, con tres puntas en la parte inferior y tres huecos perfectamente esféricos en los lugares dónde deberían estar los ojos y la nariz. Su voz era chillona e infantil, algo irritante luego de no haberla escuchado por 4 años.)

Wen: Se, cierta persona estaba algo… apurada. (Mirando de reojo a Jen, que permanecía sonriente a su lado)

Jen: Me dijo que era importante! Por eso trate de llegar lo más antes posible!! (Se defendió)

Shinigami: No esperaba tenerlas aquí a esta hora! Pero bueno… (Repentinamente de los costados de la larga túnica surgieron dos cilindros blancos que se abrieron como serpentinas y se convirtieron en dos enormes manos caricaturizadas) Por qué no van a dormir y mañana hablamos? (inclinó la cabeza para un costado, como un perro que no entiende a su amo y alzó las grandes manos hacia ellas) Supongo que tu padre se pondrá muy feliz, Jen!!

Jen: lo más probable es que esté durmiendo, pero de todos modos conduje todo el camino hacia aquí! Así que algunas horas de sueño me merezco u_u

Shinigami: perfecto!! Entonces las veré mañana a primera hora! Antes de que las clases comiencen!

Las muchachas salieron del colegio y se encaminaron por las calles de la ciudad, llevando con ellas la moto apagada, tomándola del manubrio.

Como siempre, Death City conservaba ese aire tenebroso y medieval, que les sacaba a los visitantes todas las ganas de volver. Una espeluznante luna amarilla se bufaba de las personas debajo de ella, sonriendo macabramente y mirándolas con ojos negros y hundidos.

Jen: Prefiero mil veces Lyon!! Con sus hermosas calles iluminadas y sus adornos florales!

Wen: No puedes esperar mucho de este lugar, no son conocidos por su buen gusto u_u

Finalmente, luego de haber recorrido algunas cuadras, llegaron en frente de una casa encarada por un portón rojo, que media dos veces la altura de las niñas, pero no se sorprendieron demasiado, les era familiar.

Del compartimiento escondido, Jen tomó un pequeño control remoto negro, con un botón rojo que ocupaba casi toda su superficie. Cuando lo presionó, el portón comenzó a elevarse lentamente, hasta dejar al descubierto una habitación rectangular, muy amplia. Dentro, todo era un caos. Herramientas, piezas de cambio de automóviles y de otros vehículos varios, líquidos de diversos colores y trastos rotos por doquier.

Jen: Vaya! Papá es el mismo desordenado de siempre ¬¬

Wen: Y sí, su única mucama se fue de viaje, jajaja!

Jen: No soy ninguna mucama!! Alguien debía ayudarlo!

Wen: Si si, como sea… (Tomando el control remoto de las manos de Jen y cerrando el portón rojo)

Wen se adelanto y comenzaron a caminar hacia el fondo del enorme salón, dónde se encontraba otra gran puerta, esta vez azul, que parecía más colosal que la anterior.

Una vez que dejaron la motocicleta, con la patita para sostenerla, Jen giró con cuidado la palanca de la puerta y la abrió. Era un amplio elevador.

Jen: Papá debe estar durmiendo en su habitación (dice pensativa mientras presionaba un botón amarillo con el número 3 escrito su superficie)

Wen: Tengo hambre! (exclamó al ver el botón que la otra muchacha había presionado) Vamos a la cocina!!

Jen: No! Papá está dormido!! Si lo despertamos comenzaran sus acosos!! (Algo sonrojada mirando a Wen enojada)

Wen: Jajaja!! Igualmente tu eres la fuente de su obsesión! Así que tú lo distraes y yo como! (sacándole la lengua burlona)

Jen: Te ganaste un viaje directo a la cama! ¬¬

Wen: Te dije que tengo hambre!! ¬¬

Jen: Y a mi qué?!?! ¬¬

Wen: Dame de comer!!

Jen: No!! -_-

Wen: Sí!!

Jen: Que no!!

Wen: Que sí!! (Manoteando el botón con el número 2)

Jen: No!! No toques! (tratando de sacarle las manos)

Las puertas se abrieron en el piso 2 y Wen salió corriendo antes de que Jen pudiera detenerla. La nueva habitación también era grande, por demás lujosísima! A Wen se le iluminaron los ojos de la emoción. Había pasado tanto tiempo desde la última vez que había puesto pie en esa bellísima cocina-comedor.

En la parte izquierda había un juego de sillones forrados en cuero negro, enfrentados a una mesita de vidrio baja y un televisor pantalla plana de cristales líquidos. En el costado derecho se extendía, hasta unos ventanales que daban hacia la escuela Shibusen, una mesada en piedra moteada, que rodeaba un juego completo de cocina, todo en acero reluciente.

Y en el centro, algo aislado del resto, se encontraba una mesa redonda de madera y cuatro sillas con almohadones rojos.

Wen: (tirándose en los sillones) Aaah! Ya había olvidado lo cómodo que era tomarse siestas aquí!

Jen: No te acomodes demasiado, comes algo rápido y nos vamos directo a la cama!

Wen: Wii!! Me prepararás algo rico rico?! (Moviendo su colita como un perrito)

Jen: Claro que no! Mira la hora que es!! No tengo ganas (cruzándose de brazos)

Wen: Entonces… me cocinaré sola ¬w¬

Jen: No!! Espero que haya sido una broma! Acaso ya olvidaste lo que pasó la última vez?!

// FLASHBACK //

Jen: Wen!! El exámen final es en dos horas! Haz algo rápido de comer! (mientras se acomodaba la ropa)

Wen: Algo rápido? Algo como qué? (en el piso de abajo)

Jen: No lo sé! Unos huevos revueltos estarían bien!

Wen: Y cómo se hacen?! (Mirando desconcertada la cocina)

Jen: Sólo debes poner los huevos en el fuego! Nos es tan difícil!

Wen: Huevos… en el fuego…

// FIN DEL FLASHBACK //

Jen: No pienso hacerle pagar a papá otra cocina nueva! Además otra vez que cocinaste me enfermé por un mes entero!! De seguro le pusiste algo tóxico a la comida sin darte cuenta!! (Alzando los puños con furia frente a su cara) Además estoy muy cansada, cero ganas de cocinar! ¬¬

Wen: Pero…!

Jen: Basta!! Lo hago, te lo comes y vamos a dormir!

Wen: Me harás de comer?!

Jen: No! Te calentaré ramén instantáneo.

Wen: Esta bien TT-TT

Wen hizo una mueca de disgusto y permaneció en silencio en espera de su comida. Pasaron apenas unos minutos cuando Jen volvió con un potecito anaranjado, recién sacado del microondas.

Wen se lo terminó rápidamente, era poco, pero sabroso y sirvió para saciar a su estómago.

Jen: Vamos! (dirigiéndose nuevamente hacia el elevador)

Una vez montadas en él, Jen presionó el botón con el número 3. Cuando las puertas se abrieron, se enfrentaron a un largo pasillo de paredes blancas y colgadas en ellas cuadritos con viejas fotografía.

Había tres puertas. Dos estaban enfrentadas a ambos lados y una estaba al fondo, todas de madera barnizada.

Tomaron el camino zurdo y entraron a otra grandísima habitación circular, muy femenina: en el centro había una cama matrimonial tendida prolijamente, con sábanas blancas. Al costado derecho un armario con más de diez portezuelas, al lado de una puerta blanca. En el fondo, el mismo ventanal de abajo con vista a Shibusen, y en el costado izquierdo un escritorio recubierto de libros y papeles desordenados. Las paredes estaban pintadas de rojo carmesí y el techo de negro, con pequeños puntos blancos, simulando ser estrellas.

Jen: Iré al baño! Prepárate para dormir. (Dirigiéndose hacia la puerta blanca del lado derecho)

Wen estaba por responder, cuando repentinamente dos brazos robustos y musculosos la rodearon por detrás.

David: Wen!!! Mi técnica de Fuego preferida!! Ha pasado tanto tiempo! (apretándola en un formidable abrazo)

Wen: Mi… mis pulmones… (asfixiándose) Da… David… por favor… suél… ta… X_xU

David: (soltándola rápidamente) Perdón!! Perdón!! Es que hace mucho tiempo que no veía T.T Dónde está mi princesita hermosa? (sus ojos se iluminaron)

David era un hombre alto y robusto, fuerte y muy inteligente. Cuando la madre de Jen murió, durante la primera pelea con el Dios Demonio, David tuvo que tomar las riendas de las familia Fresher, encargarse del taller mecánico, y criar a la pequeña Jen, que apenas tenía 5 años. Es por ello que no sólo tenía un cuerpo fuerte y resistente, sino que estas cualidades se reflejaban en su gran y bondadoso corazón.

Wen: Jen fue a ba… (Tosiendo aún, tratando de regularizar su respiración)

Jen: Daddy!!! (Saltando sobre su padre y llenándolo de besitos en la mejilla) Te he extrañado tanto!!

David: Princesita!!! (Sosteniéndola entre sus brazos con afecto y meciéndola de un lado a otro) Yo también te he extrañado muchísimo!!

Jen: Jajaja! Ya, ya! Bájame papá x3 (dándole golpecitos en el pecho) Ya no tengo 5 años! Soy nena grande .w.

David: Jaja, mi princesita es tan linda!! (Estirándole los cachetes) Y díganme, cómo estuvo su viaje?

Wen: Interesante… divertido… estresante… en realidad dependía del día! Y con que humor nos levantásemos o a dónde nos tocara ir (suspirando pesadamente)

Jen: A mí me gustó! Hubo mucho Bang Bang!! (Haciendo con sus manos gestos de pistolas para referirse a la acción)

David: Jaja, me alegra que se hayan divertido. Pero (posando sus manos sobre las cabezas de ambas), me alegra aún más que hayan regresado sanas y salvas, no sé que haría sin ustedes. (Con un rostro sonriente, pero algo melancólico al mismo tiempo)

Jen: Ay, no -_- Se nos puso pesado ¬¬

Wen: Es normal! Así es él, así fue siempre.

Un breve silencio, algo incómodo envolvió el ambiente. Millones de cosas pasaron por las mentes de los tres. Qué hubiera pasado si…? Pero como en un acuerdo no establecido, borraron inmediatamente ese pensamiento doliente, volviendo a caer en la feliz realidad en la cual estaban juntos, sanos y salvos.

David: Bueno, bueno! Quiero saber ya todos los detalles!! (Exclamó finalmente rompiendo la tranquilidad)

Jen: Claro que no! Papá! Son las 2 a.m.!! Mañana no nos podremos levantar temprano (le respondió rápidamente empujándolo hacia la puerta) Vete a dormir! Mañana hablaremos!

David: Levantarse temprano? Por qué? (tratando de frenarse sujetándose del marco de la puerta)

Wen: Yes! Mañana debemos asistir a clases ¬¬

Jen: Jaja, no exactamente! xD Pero debemos ir a la escuela de todos modos! (aumentando la fuerza)

David: Ok, ok! Me voy a dormir! (se volteó y les dio a ambas un beso en la frente, deseándoles buenas noches)

Cuando finalmente David se retiró de su habitación, las dos muchachas se colocaron sus respectivos pijamas y se acostaron en la cama, mirando hacia el falso cielo nocturno estrellado. Wen parecía algo decaída.

Jen: Todo va estar bien… (Apagando las luces)

Wen: En serio crees que todo estará bien?

Jen: Ya hablamos del tema "chicos", no empecemos de nuevo!

Wen: No me refiero a eso… Las piedras espirituales no son tan fáciles de controlar como Shinigami piensa. Aún no puedo entender por qué está recolectando y guardando todos los objetos demoníacos, en vez de destruirlos!

Jen: Sabes que no son asuntos nuestros, no debemos meternos dónde no nos llaman. Nosotras sólo fuimos un instrumento para encontrarlas, no tenemos derecho a preguntar…


NOTA: Dependiendo de los comentarios y la cantidad de reviews, seguiremos subiendo la historia de este fic. Esperamos que les guste!