Nota: Cuanto quisiera que este mundo mágico y los personajes que a el pertenecen fueran míos, pero no lo son. Espero disfruten el relato más de lo que yo disfruté escribiéndolo.

Capítulo uno: Frente a la chimenea

Había estado todo el día en exámenes, quería un respiro, necesitaba descansar…por suerte sólo le quedaba uno programado a las 6 de la tarde y era el más difícil. Hermione solía preparar sus exámenes muy bien siempre, nunca tenía dificultades, pero esta vez estaba muy distraída, y a estas alturas del día, cuando faltaban cinco minutos para entrar al exámen no podía controlarlo todo, menos su mente que no desistía en pensarla a ella.

-Respira…Hermione…tranquila- se decia en voz baja sentada en un rincón esperando como todos sus compañeros de Aritmancia a que les indicaran la entrada.

Si que estaba exhausta, había estado preparando esos exámenes desde hacia mucho, y la desesperación de terminar todo era muy grande.

Pero, no eran realmente los exámenes los que la tenían así…estaba nerviosa, más bien ansiosa, porque esa mañana la había visto a ella, con un chico…a la hora del desayuno, solo estaban hablando, pero se veía que el pretendía mucho más que eso. Quería terminar todo, sólo para hablar con ella, y aclarar las cosas

-No seas necia Hermione- pensó la castaña sacudiendo al cabeza- No tienes porque controlarla, ella puede hacer lo que quiera con su vida-.

-Debe ser muy difícil el exámen como para estar sacudiendo al cabeza no?-

Esa voz…se quedó helada, quieta, la reconoció de inmediato, esa voz…era su voz. Se volteó y la vió…tan linda, tan dulce tan ella…como siempre.

-Ginny…-murmuró.

-Vine a ver cómo estabas, te busqué por todo el colegio sabes?-

-Gracias…-sonrió coqueta la castaña

-Harry y Ron me dijeron que te veías preocupada por algo, así que vine…estás bien?- La pelirroja se sentó a su lado.

-S…i, claro…solamente estoy muy cansada…- dijo la castaña notando a Ginny que acariciaba su mano.

-Todo estará bien linda…-

La respiración de Hermione se agitó un poco al sentir esas caricias tan simples.

-Pueden entrar, el exámen comienza en 1 minuto!- dijo el profesor asomando su cabeza por la puerta.

Todos los estudiantes nerviosos comenzaron a entrar.

-Creo que debo…irme, no vemos más tarde si?- Hermione se puso de pie sonriendo nerviosa.

-Si…te esperaré en el sofá de la chimenea, hasta que llegues…- Ginny besó la mejilla de la castaña y se marchó.

- - - ( 2 horas después)- - -

Por fin su pluma había cesado de escribir en el pergamino del exámen, lo leyó una vez más y convencida de sus respuestas, Hermione se dispuso a entregar en pergamino al profesor.

-Vaya que bien se siente- dijo con cara de sueño.

Se dirigió a su refugio de siempre…la Sala Común. Recordó que Ginny le había dicho que la iba a esperar y su estómago dio un vuelco.

Cuando se estaba aproximando escuchó una melodía muy agradable.

Dulces acordes, una canción que hace tiempo no escuchaba…

Aún escuchándola pronunció la contraseña y la dama le dio el paso. Sigilosa entró escuchando y observando el lugar, no había nadie, debía de estar comiendo, sintió ese olor característico de la chimenea crepitando sus ramitas que ardían.

El retrato de la dama gorda se cerró despacio y ella se quedó observando el sofá frente a la chimenea, porque había descubierto de donde provenía la canción.

Caminó sin hacer ruido, y dejó sus libros en una mesa cercana. Sonrió.

Una chica estaba sentada en el sofá frente a la chimenea, con su cabellera rojiza sujeta en una cola, su brazo derecho se agitaba, porque estaba tocando su guitarra y cantaba al parecer convencida de su soledad en ese momento…

"...Quiero vivir amarrada a tu cuerpo
dejame estar enganchada a tu amor
quisiera estar en todos tus recuerdos
dejame tan solo amar
noo uh uh…"

Hermione sonrió otra vez. Ginny notó algo extraño y se volteó.

-Hace cuanto que escuchas?- dijo la pelirroja ruborizada

-Lo suficiente como para decirte que tienes una voz hermosa-

-Herm, siempre me dices eso-

-Es porque nunca te miento- dijo la castaña y Ginny sonrió.

-Ven…siéntate aquí- le indicó la pelirroja- Debes estar muy cansada…-

-Un poco- dijo sentándose a su lado

-Tenías una cara terrible hace rato Herm-

-Lo bueno es que ya tengo que olvidarme de los exámenes-

-Si…- dijo la pelirroja rasgueando entretenida su guitarra.

-Porque o bajaste a comer pequeña?- dijo al castaña nerviosa.

-No tenía hambre…y tenía que esperarte…-

-Graci…as por…esperarme-

-No te preocupes…-dijo al pelirroja besandole la mejilla.

-Ginn…y, eh…hoy en el desayuno…te vi…con un chico…eh…- Hermione nerviosa por el beso trató de cambiar le tema

-Scott?...ah si…-

-Es…tan saliendo?-

-Por supuesto que no…sólo quería que le consiguiera una salida con una compañera de clase…no me interesan mucho los chicos…la verdad-

-Wow…- Hermione se alegró más que un poco después de escucharla decir eso.

-Es sólo…que…- Ginny puso una expresión de decepción-…no, mejor…quie…res hacerme un favor?-

-Te pasa algo?- Hermione se preocupó un poco al ver el rostro de su amiga.

-No…no te preocupes por mi…puedes traerme el sweater…que está sobre el baúl cerca de mi cama? -

-Si claro…-

Ginny comenzó a deslizar sus dedos por la guitarra mientras Hermione subía las escaleras en busca del sweater de su amiga.

En cinco minutos Hermione estaba abajo, con el sweater en la mano.

-Es este?-

-Si…gracias- dijo Ginny dejando la guitarra de lado, para ponerse el sweater.

Después de esto reposó su cabeza en el hombro de Hermione.

-Estás segura de que estás bien chiquita?-

-Si…te extrañaba…estabas tan ocupada siempre estudiando, a veces…me paraba en el umbral de la puerta sin que me vieras solo para mirarte…-

-De verdad…?- dijo la castaña con el corazón agitado.

-Si…- dijo la pelirroja mirándola.

Estaba a centímetros de su boca. Hermione sintió el hielo bajando por su columna.

-Yo…yo siento…haberme aislado un poco…-

-No…necesitabas hacerlo…- susurró Ginny a 3 centímetros de su cara.

El ambiente perfecto, el instante perfecto, solas, sin nadie que las molestara.

Hermione no estaba segura de si debía hacerlo…pero ya no aguantaba más, llevaba meses resistiéndose a esos labios.

La castaña sacó delicada y cariñosamente de la cara de la pelirroja un mechón de pelo, para facilitar las cosas.

Ginny se precipito y besó de una vez a esa castaña que no sospechaba que la volvía completamente loca. Hermione acarició la mejilla de su pelirroja mientras respondía tiernamente a ese beso con el que por mucho tiempo pensó que no llegaría jamás.

La urgencia por respirar les ganó.

Bueno hasta aquí el primer capítulo, estoy feliz porque me encanta escribir de esta pareja y no lo había hecho solamente porque no me daba el tiempo, espero me dejen sus reviews, yo continuaré. Saludos.

Si llegaron aquí, muchas gracias por leer.

Lorest