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Disclaimer: Los personajes son de Masashi-sama y
la historia es una adaptación del anime Brothers Conflict.
¡Disfruten la lectura!
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COMPETENCIA ENTRE HERMANOS
• Hinata •
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Desde que puedo recordar siempre hemos sido mi padre y yo. Él me ha contado un par de veces que me parezco a mi madre tanto en el físico como en la personalidad y siempre sonrojo por el halago. A veces me gustaría saber más cosas de mamá, pero cuando él regresa a casa nos ponemos a conversar de todo lo que nos ha pasado en ausencia del otro y al final el tema de mi madre termina sólo como otro pendiente en mi lista a hablar con papá. Y a pesar de que me gustaría tenerlo en casa más que sólo los días festivos, jamás me siento triste porque las llamadas semanales nunca faltan.
Soy hija única y por su ausencia, mi padre no escatima en gastos para que mi vida en el departamento sea más que sólo cómoda; aunque ello me incomoda un poco, pero como aquello lo hace feliz, tampoco lo comunico.
Hace más de cuatro años, en nuestras pláticas telefónicas, el nombre de una mujer empezó a ser frecuente. No tardé en darme cuenta que mi padre tenía un interés romántico en su nueva compañera de trabajo y poco a poco le di el valor que necesitaba para que la invite a salir... Llevan de novios poco más de un año y hace unos días, en la llamada de costumbre, me ha dicho que se van a casar.
¡La noticia me hizo inmensamente feliz!
Verán. Estoy a dos años de terminar el instituto y la idea de irme a la universidad y dejarle solo me abrumaba, pero si tiene a alguien a su lado, yo estaré tranquila de saber que no estará solo.
Y como si la noticia de la boda no fuera un regalo de suficiente, también me dijo que la boda se llevaría a cabo aquí, en la Prefectura de Konoha, porque sus vacaciones estaban sincronizadas.
¡No les negaré que salté de la felicidad al saber que vería a mi padre antes de lo previsto!
La mujer con la que mi padre se va a casar se llama Mikoto, por cierto. La he visto en muy pocas fotos ya que mi padre es muy reservado en ese sentido y a mí no me molesta. Sonará raro y algo familiar, pero así como con mi madre, tampoco sé mucho de Mikoto-san. Creo que lo más importante a decirles es que tiene hijos, pero no sé cuantos y mi padre no quiso contármelo pues... Bueno. Al parecer ellos quieren que nos conozcamos por primera vez en la recepción de la boda. Sé que la familia de Mikoto-san es numerosa y mi padre me ha pedido que empaque todas mi cosas para mudarme con ellos al día posterior de la boda. También sé que ellos no han visto fotos de mí como yo no he visto de ellos... Mi padre y Mikoto-san quieren que nuestra presentación sea una sorpresa, al parecer...
En estos momentos estoy terminando de cerrar la última maleta y mañana un chofer vendrá por mí para llevarme a la boda. Creo que de la emoción no conseguiré dormir... ¡Los nervios me tienen muy inquieta y feliz!
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La boda en la iglesia fue hermosa. El lugar que me otorgaron fue en la primera banca, y por la felicidad de ver a mi padre en el altar no busqué a mis hermanos en el lugar, pero aunque me hubiera acordado dudo que entre tantos invitados los hubiera encontrado. Jamás creí que mi padre y Mikoto-san tuvieran tantos conocidos en la ciudad. ¡Ah! He hubicado a mi padre entre tantas personas. Iré hasta él para saludar a Mikoto-san en persona por primera vez.
—Hinata.
—Padre.
Tengo muchas ganas de abrazarlo, pero él no es muy expresivo y considero que mantener el recato de la ceremonia es más apropiado; así que sólo realicé una reverencia.
— ¿Ella es tu hija, Hiashi?
A su lado, una hermosa mujer de cabello oscuro me regaló una sonrisa cálida que me estremeció como una pequeña ola de mar. Salí del shock que me causó su belleza y modales para reverenciar en su dirección.
—Mikoto-san, un placer conocerla en persona. Mi padre me ha hablado mucho de usted.
Di un pequeño brinco cuando sujetó mis manos de forma repentina, se acercó un par de pasos y me miró con ternura.
—Eres muy hermosa, mi niña. —Una pequeña quemazón apareció en mis mejillas por sus palabras. —Hiashi también me ha contado mucho de ti. ¡Estoy muy emocionada, sabes! —La alegría en su tono de voz subió un par de niveles e incluso sentí, por un breve segundo, que ella quiso brincar al decirlo. —¡Eres mi primera hija! Eso es tan nuevo para ti como lo es para mí. —Yo sólo pude sonreír.
De pronto ella realizó un pequeño tirón en dirección a mi padre.
—¡Es verdad, cariño! ¡Hay que presentarla con los muchachos!
Quizá fue el ambiente alegre, o la emoción de conocer a mi nueva familia, pero creí ver en mi padre una ligera sonrisa y eso dejó escapar un palpitar en mi pecho.
—Vamos, Hinata-chan. Conocerás a mis hijos y no dudes, ni por un segundo, en decirles hermanos, si. Ellos ya fueron advertidos de que deben velar por tu bienestar.
Mientras Mikoto-san tiraba de mí, distinguí a la lejanía —en un lugar apartado de la recepción— un grupo de muchachos vestidos de traje, pero entre tantos invitados festejando y saludando a mi padre y su nueva esposa, yo no conseguí divisar con claridad la cantidad o sus rostros. "¿Mmmh?" De pronto mi padre se colocó frente a mí para cubrirme; eso era fácil ya que soy delgada y bajita.
—Tu tranquila, Hinata. —Me dijo él antes de llegar al pequeño jardín. —Trata de no sorprenderte como yo.
Sus palabras me desconcertaron un poco, pero no le di mayor importancia. Nos detuvimos dentro del pequeño lugar privado, Mikoto-san soltó mi mano y dijo un par de palabras antes de que mi padre se aparte de en frente. —De ahora en adelante cuidaran de ella. ¿Entendido?
Miré a mi padre y a Mikoto-san con notoria sorpresa. El gesto en mi rostro le causó una pequeña sonrisa a Mikoto-san y sólo me dijo con cariño: —Sí, Hinata. Todos ellos son mis hijos. —Llevé la mirada al frente de nuevo y traté de no sonrojar por el gran número de pares de ojos que me enfocaron, pero fue inútil. Tragué para no tartamudear... pero tampoco sirvió.
—U... Un gusto conocerlos a... a todos. —Susurré sin darme cuenta. La presión me provocó un gesto marcado en la reverencia porque necesitaba cortar las miradas puestas en mí. Soy alguien a quien uno cataloga como tímida y tener a tantos chicos mirándome me hizo sentir muy nerviosa. ¡Jamás creí que tendría tantos hermanos! Escuché un ejém de parte de mi padre para que recupere la compostura porque ahora ellos se iban a presentar y sería una descortesía de mi parte no mirarlos para reconocerlos.
— Vaya vaya. ¿Ella es nuestra querida nueva hermanita? —Dijo un joven alto, de tez blanca y contextura delgada, de musculatura no exagerada, con una simpática sonrisa llena de confianza. Su cabello era rubio y ligeramente largo sin llegar a tocar sus hombros; tenía ojos negros. —Un gusto, hermanita. Mi nombre es Shī y tienes toda libertad para decirme nii-chan! —Me guiñó un ojo al terminar y la confianza en su sonrisa se volvió un poco coqueta, creo. Así que bajé la mirada por el ardor en mis mejillas para contenerlo un poco antes de mirar al siguiente de mis hermanos.
—Un placer, señorita Hinata. —Dijo el segundo joven. Este tenía el cabello plateado con un corte alto y puntiagudo. Estaba resfriado porque la mitad de su rostro estaba cubierto con una mascarilla. Él también tenía ojos negros, sólo que su mirada no era alegre como la de Shi, sino más bien un poco indiferente... o quizá de aburrimiento. Pero me daba la sensación que tras la mascarilla había una sonrisa de felicidad por el evento. —Soy Kakashi.
—Espero que usted también cuide de nosotros, Hinata-san. —dijo el tercer joven que, a diferencia de los dos primeros, tenía un parecido a Mikoto-san. Su cabellera oscura y lacia estaba amarrada con una simple liga tras la nuca, sus ojos eran aún más oscuros que el de los otros, tenía unas notorias ojeras que me hacían sentir inquieta porque le hacía ver enfermo y su contextura era similar a la de los anteriores. —Me llamo Itachi, cuida de mí.
—Eres muy hermosa, Hinata. —El elogio me ruborizó más si aún era posible, y aquello le satisfago a mi hermano pues sonrió. Él era de tez pálida, revoltosa cabellera blanca y sus ojos eran tan llamativos como los míos; color azul como el hielo. —Dime Toneri.
— Hinata... Eso significa día soleado. —La voz de mi quinto hermano desprendía un aire sereno. Él parece ser sólo un año mayor que yo; no como mis anteriores hermanos que deben estar en sus veintes. Su aspecto resaltó con una corta y puntiaguda cabellera en tono rojo ladrillo, en su frente tenía tatuado el kanji amor y sus ojos azul-turquesa estaban rodeados por un grueso delineado negro. —Puedes decirme Gaara.
—Tus ojos son idénticos a los de tu padre. Sin duda alguna la pigmentación es hereditaria. —Aquel comentario poco común y bien acertado lo dijo un chico de la misma edad que Gaara-san. Su cabello negro y abundante era tan peculiar como sus redondas gafas negras. Su tono de voz era completamente indiferente a la celebración. —Shino.
— ¿Te falta crecer o qué? —Recalcó mi estatura un muchacho de castaño cabello y finas pupilas oscuras. Sus palabras no me molestaron en absoluto debido a que era cierto; soy la más baja de toda mi clase. Sin embargo la actitud de él no pareció adecuada ante las miradas de mis otros hermanos, ni de la esposa de mi padre que intervino muy seria.
— ¡Kiba! —Lo regañó antes de mirarme abatida. —Discúlpalo, Hinata. Mi hijo es así... Un poco directo. —Moví mi cabeza de un lado a otro con severa pena y las mejillas encendidas. —E-Está bien, Mikoto-san. No... No me molesta. —Traté de hablar sin tartamudear, pero no volví a conseguirlo.
—Ya ves, kaa-san, no dije nada ma... ¡Agh! ¡Kaa~san~! ¡Arruinaste mi presentación! —Apretó la mandíbula por un momento antes de resoplar por su nariz. —Ya qué. —Elevó los hombros un par de veces, introdujo las manos en su terno oscuro, me miró de perfil con media sonrisa y el ceño levemente fruncido. — Kiba, sólo Kiba.
Hubo un corto silencio antes de que Kiba-kun codée al muchacho a su lado. Me pareció familiar... —Te toca. —Le dijo molesto y no fue hasta que escuché su voz que logré descubrir de dónde lo había visto antes.
—Ella ya me conoce. —Dijo con un tono frío y apático atrayendo la mirada de todos mis hermanos, cambiando rápidamente de mí a él un par de veces.
Había visto pocas fotos de Mikoto-san durante estos años que conversaba con mi padre y jamás creí que él fuera uno de sus hijos. De hecho él, al igual que Itachi-san, tiene un gran parecido a ella. ¡Vaya despistada que soy!
— ¿Cómo? ¿Ya se conocen?—dijo Shi-san con notorio asombro.
—Oe, idiota. No me digas que ella es la chica que te... —Abrí mis ojos cuando vi a Sasuke-kun golpear en el estómago a un chico rubio de ojos azules. —Mal... dito seas... Sasuke...
— ¿Sa... Sasuke-kun? No sabía que eres hijo de Mikoto-san. —Dije sin tartamudear demasiado.
Llevé la mirada a una asombrada Mikoto-san. —Lamentablemente son compañeros de curso. —Acotó un joven idéntico al golpeado, pero con el cabello de color negro. Yo asentí por mero reflejo y la voz de Kakashi-san atrajo mi atención.
—Ignóralos, Hinata. Ellos siempre se comportan así. —Me dijo.
—Sí. Mejor dejemos que se presente el siguiente de nosotros. No seamos maleducados ante Hinata-san. —Dijo Itachi-san con cortesía y una gentil mirada.
—Eso significa que me toca... Qué fastidio. —Esas palabras estuvieron acompañadas de un gran bostezo. Él, así como Sasuke-kun, reflejaba nuestra edad, su cabellera estaba peinada en una tirante coleta elevada, sus ojos negros eran de iris pequeña y llevaba unos pequeños pendientes redondos. —Shikamaru y ya. —Expresó estirando el cuello hacia un lado.
Cuando él terminó de presentarse, una mano sujetó la mía de forma intempestiva y le dio un extraño beso que me causó un diminuto escalofrío, pero como el gesto fue inesperado terminé sonrojando un poco en su dirección; lo que le causó satisfacción porque sonrió de una forma... extraña, también. —Soy Menma y el idiota que sigue en el suelo es Naruto, mi estúpido gemelo.
— ¡Oe, Menma! ¡Yo... yo me puedo presentar solo, de veras! —Gritó con la frente arrugada el muchacho rubio al ponerse de pie. Menma-kun soltó mi mano como si fuera agua escurriéndose por los dedos y Naruto-kun también me tomó desprevenida al sujetar mis dos manos con un delicado y dulce apretón. — ¡Te llamaré Hinata-chan y tú puedes decirme, Naruto-chan! —Sus azules ojos me miraron con tanta potencia y confianza que no pude evitar desviar la mirada.
— Te lo dije, idiota. No le agradaste. —Dijo Menma-kun de manera dura, yo elevé la vista y encontré a Naruto-kun con un rostro triste. —Aléjate. —Agregó Menma-kun con un empujón que soltó nuestras manos. Me turbó un poco que se trataran de aquella manera. Por un segundo creí que tanto las palabras de Menma-kun, como su gesto, fueron amenazantes, pero Kakashi-san me había dicho que no le diera tanta importancia. Quizá su nivel de confianza les permitía tratarse de aquella forma... No lo sé. Nunca había convivido con tantos chicos al mismo tiempo.
Naruto-kun no tomó el empujón a bien, arrugó la frente y se acercó a Menma-kun para discutir. Al fuerte tono de voz de él se sumó el de Kakashi-san, el de Itachi-san y cuando Shi-san iba a formar parte del círculo, un pequeño de unos catorce años lo detuvo para abrirse camino en mi dirección; lo detuvo Toneri-san a unos metros y el pequeño también elevó el tono de su voz por la intromisión de Toneri-san. Volteé para ver si Mikoto-san o mi padre podía hacer algo con respecto a la pequeña riña que había provocado, pero descubrí que ambos se habían alejado para conversar con unos amigos del trabajo.
Un mano me tomó del hombro y los labios de Menma-kun se acercaron a mi oído de manera intempestiva provocando que ruborice una vez más. —Puede que el idiota de mi gemelo y yo nos parezcamos físicamente, pero mi trato contigo será muy diferente al que te dé Naruto. —El murmullo me causó un escalofrío por la cercanía y me aparté casi en un brinco. Vi en el rostro de Menma-kun esa extraña sonrisa una vez más y antes de preguntar por qué actuaba de aquella manera, una manito tiró de mi brazo y mis ojos encontraron al que aparentaba ser el último de todos.
— ¡Hola, nee-san! ¡Soy Konohamaru! —Exteriorizó con energía y una amplia sonrisa; como Naruto-kun antes de la discusión.
Sonreí con gusto y tomé su mano con aprecio. Levanté la mirada y encontré al resto de mis hermanos discutiendo con menor intensidad. Me sentí culpable de romper la calma, pero aún así experimenté una dulce sensación en el pecho al ver que ahora no sólo era yo en la familia... Eramos todos. Ahora formaba parte de una numerosa familia que se iba a preocupar por mí, que me iba a cuidar cuando enferme, que me saludaría al llegar a casa... Mi visión se tornó borrosa por un momento.
— ¡HEY, IDIOTAS! —Gritó Konohamaru-chan sacándome de mis egoístas pensamientos y el silencio me acorraló con numerosas miradas. — ¡Hicieron llorar a Hinata-neesan, rayos!
En ese momento me di cuenta que estaba llorando y traté de secar las lágrimas con el kimono para no causar una impresión errada, pero Shi-san se abrió paso entre todos, colocó ambas manos sobre mis hombros y se inclinó un poco hacia mí para verme a los ojos con preocupación. — ¿Quién fue, hermanita? —Me dijo inquieto. No tuve tiempo a responder ya que Shi-san miró a Menma-kun que estaba a mi lado y frunció su frente rápidamente. —Seguro fuiste tú. ¿Qué le dijiste?
—Qué te importa. —Shi-san arrugó más la frente y se apartó de mí para acercarse a Menma-kun.
—Menma. —El tono alegre y coqueto cambió drásticamente por uno maduro y serio. —Qué le dijiste.
—Sí, Menma. Ten las agallas. —Dijo Kiba-kun.
—Oe, Menma, ya para de actuar así. Por lo menos hoy. —Dijo Naruto-kun con un tono calmado y comprensivo lo que cambió el rostro calmado de Menma-kun a un ceño fruncido.
—Es un secreto entre ella y yo, no se metan. —Expresó con desafío ante Shi-san y Kakashi-san se acercó también...
— ¡Esperen! —Elevé mi tono de voz para defender a Menma-kun porque yo no estaba llorando por su extraña actitud, sino por la emoción de toda la festividad. —Menma-kun no... no me hizo nada... nada malo. —Apreté los labios, bajé la cabeza y empecé a jugar con mis dedos para minimizar la presión de sus miradas. A unos metros escuché a Itachi-san mencionar mi nombre con dulzura; seguramente comprendiendo mi actuar.
—Entonces por qué las lágrimas, Hinata-chan. —preguntó Naruto-kun.
—Presta atención al contexto de sus acciones, Naruto. —Acotó Shino-kun; quien también comprendió mis cortas palabras.
—De todos nosotros, Naruto es a quien le toma más tiempo entender el tema.
El comentario sincero de Gaara-kun causó un par de risas entre unos cuantos de mis hermanos y aunque también quise sonreír, le grito de Naruto-kun me dejó sin ánimo de seguir la broma porque a él le pareció ofensivo.— ¡Me dijiste lento, Gaara! —Chirrió los dientes y Konohamaru-chan se acercó a él para darle un poco de consuelo con golpecitos en la espalda.
—No sé por qué lo consuelas, Konohamaru, eres igual de bruto. —Agregó Kiba-kun con una sonora risa a la que se unió una sonrisa de Shikamaru-kun y Naruto-kun; hasta que Konohamaru-chan lo empujó.
—Trío de perdedores. —Susurró Sasuke-kun levemente oculto tras Itachi-san, pero Kiba-kun y los otros lo escucharon al igual que yo y empezaron a discutir... Otra vez.
— ¡Mis...! —Elevé un poco la voz para calmar el ambiente de nuevo. —Mis lágrimas son... son de felicidad. —Dije sin apartar la mirada de mis manos porque estaba segura de que todos me estaban mirando de nuevo. —Yo... Yo nunca había tenido una familia tan numerosa y, pues, eh... No quería causar conmoción... Disculpen. —Levanté la cabeza cuando Shi-san revolvió mi cabellera levemente.
—No lo hiciste, Hinata-san. —Respondió Itachi-sanal acercarse a mí sin llegar a tocarme.
— ¡Vas a ser nuestra hermana favorita! —Gritó Kiba-kun con una amplia sonrisa.
—Es nuestra única hermanita. —Agregó Kakashi-san.
—Va a ser más que favorita. —Murmuró Menma-kun al pasar por detrás de Shi-san y tanto él como Itachi-san se miraron de manera rápida antes de volver a mirarme con una sutil sonrisa.
—Kiba como siempre hablando sin pensar. —Dijo Toneri-san.
— ¿Y cuándo lo ha hecho? —Dijo Shikamaru-kun rascando su oído. Todos echaron a reír y aunque fue un poco molesto para él, no pude contener la risa. Después me disculparé apropiadamente...
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Ya sea por formar parte de un grupo tan numeroso, o por la felicidad que la embargaba por ese momento... o ambas, Hinata no se pudo dar cuenta de que su actitud y gestos ante las risas de todos aumentó la primera reacción ante el llamativo grupo de hermanos. Hermanos que ya sea por una u otra razón,en ese momento, no vieron a Hinata como su querida nueva hermanita.
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¡WOW! Es una hermosa sonrisa.
Shī
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Estoy seguro que ella no ha leído ni uno de mis libros.
Kakashi
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No sabía que las chicas sonrojaban de una forma tan dulce.
Itachi
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Sus ojos... Debo hacer que me mire sólo a mí.
Toneri
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Sin duda su nombre encaja con su personalidad.
Gaara
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Su amabilidad y timidez debe causarle algunos inconvenientes.
Shino
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¡Cuando estemos en casa le mostraré mi más preciado tesoro!
Kiba
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Que ahora seamos familia no significa que tengamos las misma sangre. ¡Tss!
Sasuke
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Un mujer en casa... Si es como Okaa-san será un fastidio.
Shikamaru
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Más temprano que tarde serás sólo mía, hermanita~
Menma
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¡Ella es muy bella, de veras!
Naruto
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¡Rayos! Tendré que esforzarme más por ser el menor.
Konohamaru
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Editado a septiembre del 2018
Hola lectores. Quizá sean nuevos o nuevas, o tal vez ya son seguidores de este fic (a quienes les debo una disculpita) que dejé abandonado por un tiempo. Es algo que no vi venir y que ahora pienso retomar... Cosas aquí, cosas allá me obligaron a olvidarlo y para cuando me di cuenta ya tenía años sin publicar.
Para los viejos seguidores de este fic... ¡Sorpresa! Realicé muchas modificaciones desde este cap en adelante. En algunos es más notorio que en otros, pero prometo que valdrá la pena releerlo porque ya tengo una mejor visión de cómo darle un "final" a esta historia y, lamentablemente, no será aquello que dije en un comienzo (lo cual no pienso repetir para no ilusionar a los nuevos lectores).
Tenía planeado eliminarlo y dar desde cero todo, pero me pareció una grosería para quienes comentaron en su tiempo, además de tener la ilusión de que yo volvería a publicar algo aquí. Por eso no lo borré y me puse a editar toooooodo el fic (lo que fue matador en todos los sentidos).
Yo sólo espero terminarlo pronto. ;)
PD: Si leen "En Edición" donde debería ir el nombre del capítulo, eso significa que todavía no subo la actualización y recomiendo que no lo lean porque eso formaba parte de una trama muy diferente que ya no haré.
Besos y abrazos en papel... :3
