Disclaimer: Harry Potter no me pertenece.

Nota: Este fic participa en el minirreto de noviembre para El Torneo de los Tres Magos del foro La Noble y Ancestral Casa de los Black. En el reto de este mes, nos tocó escribir sobre una historia centrada en una poción y una generación por sorteo. A mí me tocó la poción del odio y la tercera generación. Y debo decir que es por culpa de esa generación que sea la historia tan... meh. No me inspira nada. Me hubiera gustado pensar más a fondo la historia, pero este mes estoy ocupada, por lo que lo subo ya.


Viejas cicatrices


Incapaz de concentrarse en la lectura, Albus apartó la mirada del libro para dirigirla al lago. La voz de Scorpius seguía resonando en su cabeza: «Estoy harto de escuchar alabanzas del glorioso hijo de Harry Potter cuando no has hecho nada digno de ello. Pero yo, ¿qué recibo? Solo palabras y gestos de asco a pesar de ser prefecto. A pesar de que he intentado demostrar una y otra vez que no soy igual que ellos... ¡Lárgate y déjame en paz!» Lo había dicho con una voz tan fría, que todavía le entraba un escalofrío por la espalda al recordarlo.

Sabía que mucha gente le creían especial por su padre, y también había escuchado algún que otro comentario a lo largo de estos años hacia Scorpius solo porque tanto su abuelo como su padre fueron mortífagos, pero jamás había pensado que le afectaría tanto, y mucho menos que quisiera romper su amistad. Estaba dolido, pero no le culpaba. Aunque nunca le hubiera dicho nada al respecto, sabía que era un tema delicado para él.

«Tal vez está destinado que los Potter y los Malfoy no puedan ser amigos», pensó.

Se quedó mirando el paisaje durante unos minutos, hasta que la figura de un chico rubio corriendo con una corbata negra y amarilla hacia él, llamó su atención. Intentó mirar hacia otro sitio menos a ese punto, por lo que volvió a fijar la vista en la lectura. Solo cuando le escuchó a su lado jadear de cansancio, se atrevió a hablar, todavía sin apartar la mirada.

—¿Se te olvidó decirme algo? ¿Quizás que no respire el mismo aire que tú? Pues tengo una noticia para ti: compartimos habitación. Va a ser un poco difícil…

—Te equivocas —le interrumpió Scorpius cuando recobró el aliento—. El que dijo esas cosas… no fui yo. Quiero decir —se apresuró a aclarar ante la mirada de Albus—, fue por culpa de la poción.

—¿Poción? —repitió Albus extrañado, mirándole por fin—. ¿Qué poción?

—La poción de odio que me puso Summers en el desayuno. Pensó que sería divertido, el muy cabrón. De verdad que quiero seguir siendo tu amigo, Albus.

—Conozco los efectos que produce —murmuró Albus—. Por mucho que no hubieses querido decir eso, es lo que piensas.

—Al… —dijo poniéndole una mano en el hombro—. No te puedo negar que es cierto que algunas veces me irrita la forma en la que te trata la gente, que desee que todos ignoren los hechos de mi familia; pero eso no quiere decir que no te aprecie como amigo, de verdad. Ahora, ¿qué te parece si devolvemos a Summers la jugada?

Albus sonrió y se dispuso a seguirle.


Notita:

Primero tengo que decir que esto me ha venido un poco bien para escribir a Albus y Scorpius en Hufflepuff. Desde que leí un fic de ellos en esa casa, quería probar. xD Ah, y que lo que dice Scorpius no quiere decir que la versión que tenga de ellos sea bromista, sino que me parece justo que le devuelvan la "gracia" a alguien, ¿no creen? En segundo lugar, tengo que decir que he seguido la descripción y efectos de la poción según los datos de la wiki inglesa, pues en cada una me decía algo distinto, y allí pone lo siguiente: Es una poción que produce odio hacia una persona haciendo que no te contengas al decir los defectos que tiene o cosas que no te gustan, etc. Y creo que eso es todo. ¿Tomates? ¿Piedras? xD