Bien, esto salió de una noche de insomnio, cuando me preguntaba con qué estaría soñando Dib en el capítulo de la mortadela (creo), que repetía el nombre de Zim. Y... aquí estamos.

este NO ES UN ZADR! el amor y el odio se parecen y hasta se confunden, pero no son lo mismo.

una ultima cosa: nada me pertenece, todo le pertenece a Mr Vasquez (bah, bueno, a Nick)y de todo corazón espero que esta historia respete todo lo que su brillante y genial mente creó.


1

El cielo estaba plagado de naves moradas y cerdos gigantes con rayos laser que les salían de los ojos, encargados de destruir los últimos vestigios de la humanidad, después de acabar con todo ser humano de la tierra, menos conmigo. Mi cerebro súper desarrollado me salvó, o bueno, eso creo.

En esos momentos estaba escondido detrás de los escombros del Mall, y sólo podía pensar en mi papá y en Gaz…

Sobre todo en Gaz.

Más bien en ella.

Papá igual y podía salvarse, pero mi hermana…

Vamos, Gaz, no dejes que te atrapen, tu sabes que puedes contra un montón de alienígenas idiotas… repetía una y otra vez en voz baja, a pesar de que en el fondo sabía que yo era el único sobreviviente. Les dije, les advertí y nadie me quiso creer, y ahora Zim había logrado su objetivo y la Tierra no era más que otro terrenito de su asquerosa raza. Recuerdo las ganas que tenia de gritar "¿ven? Tenía razón! Zim es un extraterrestre! Siempre tuve razón!" cuando la invasión empezó, pero eso sólo habría empeorado la histeria de todo el mundo, de todos los que ahora eran cadáveres regados por la ciudad.

Estaba hincado detrás de los escombros cuando oí una risita malvada detrás de mí, resonando en mis oídos. Volteé lentamente y ahí estaba él, parado sobre un montoncito de cadáveres con una sonrisa triunfal.

Grandísimo hijo de…, pensé y mascullé su nombre, casi escupiéndolo: "Zim".

"Hola, humano Dib, ¿te gusta? Te dije que tú jamás podrías contra mí, el INVENCIBLE ZIM! Y aquí está la prueba! Tu bonito planeta está hecho pedazos y todo lo hice yo, porque soy superior y soy mucho mejor que tú, y porque YO SOY ZIM!. Pero el increíble invasor Zim también puede ser… digamos, misericordioso"

"Primero muerto antes de aceptar algo tuyo." Repliqué con odio y en vez de enojarse, rió.

"¿Seguro? De verdad no necesitas la ayuda del invasor más genial de la galaxia, no, del UNIVERSO entero? Mírate! Estás totalmente derrotado! Y yo estoy aquí perdiendo mi valioso tiempo, decidiendo no matarte, y ¿de verdad no me necesitas? Eres más idiota de lo que pensé, no aceptas mi ayuda? La ayuda del GENIAL ZIM?" preguntó y empezó a reír maniáticamente.

"Por qué quieres ayudarme?" pregunté y dejó de reír de súbito

"Eh… no lo sé. Supongo que quiero llevarte con Mis Altos para que vean como era la vida terrícola y hagan experimentos contigo. No me mires así, es mejor que no estar vivo en absoluto. Te detesto, pero sé que eres lo único rescatable de tu pútrida raza humana, el único ser con inteligencia. Me necesitas, gusano Dib, tú lo sabes y yo también." Replicó, sonrió con una sonrisa normal, no una de Oh, mira que genial soy, te derroté, maldito loser; y estiró su brazo, ofreciéndome la mano para ayudarme a levantarme.

Lo miré fijamente, preguntándome si debía aceptar su ayuda, ¡pero si es mi némesis, por Júpiter! Miles de cosas pasaron por mi cabeza y comprendí que era lo único que quedaba de la humanidad, y ésta no debía extinguirse tan rápido. Mordiéndome el labio, estiré el brazo y tomé su mano, cerrando los ojos con fuerza…

Y entonces desperté.

"Sólo fue un sueño…" suspiré y solté una risa nerviosa, limpiándome el sudor frio de la frente. Claro, en que estaba pensando? Zim jamás conquistara a la Tierra. No mientras yo esté a cargo.

Y entonces lo vi, en una esquina de mi cuarto, por el espejo. Me puse mis lentes rápido y lo vi desde el rabillo del ojo. Volteé hacia donde él estaba, gritando un "Aha!" y no había nada.

Debo estar alucinando… sí, sólo eso, pensé y volví a recargar la cabeza sobre la almohada, cerré los ojos y sentí algo (o alguien) encima de mí. Abrí los ojos de súbito y vi a Zim, sentado con las piernas abiertas sobre mí, con una daga filosísima en la mano.

"Mi squeedily-spooch está severamente dañado y sólo tu corazón humano puede salvarme", dijo casi con dulzura y me encajó la daga en el pecho, con ambas manos. Cerré los ojos y grité mientras sentía un dolor agudísimo y mis gritos se hicieron más agudos y repetitivos, como un bip-bip-bip y ya no era yo, era la alarma de mi despertador.

Abrí los ojos y vi a Gaz al pie de mi cama, con los ojos fijos en la pantalla de su Game Slave II

"Ya no mas sueños? De verdad estoy despierto?" murmuré.

"Grandísimo idiota, tus gritos de niña hicieron que perdiera contra el Puerco Zombie" Replicó Gaz con su odio normal.

"¿Grité? ¿Qué dije?" le pregunté.

"Repetías el nombre de Zim una y otra vez. ¿Por qué no admites que te gusta y me dejas jugar en paz?"

"QUÉ? ÉSE ASQUEROSO EXTRATERRESTRE? Que repulsiva eres! Claro que no me gusta, por qué me tomas?" pregunté y la simple idea hizo que me dieran ganas de beber diez litros de ácido sulfúrico de un solo trago.

"Si no te gusta por qué tienes un altar suyo en el sótano, maldito freak?" preguntó

"No es un altar, es una recopilación de evidencias y pruebas irrefutables de que Zim es un extraterrestre!"

"Tienes fotos de él, y tienes muestras de ADN. Me das asco, eres un pervertido." Declaró. "Como sea, papá las vio y ya van directo al basurero de la ciudad, a ver si así dejas de ser tan gay."

"¡¿QUÉ? No! Necesito esa evidencia! El mundo necesita esa evidencia! ¿Por qué no lo detuviste?"

"Me hiciste perder contra el Puerco Zombie, por mí puedes irte mucho a la mierda" replicó Gaz y salió de mi cuarto. Me vestí a la máxima velocidad y bajé corriendo a la cocina, donde papá usaba un calentador nuclear para calentar la sopa instantánea.

"¿Ya pasó la basura?" pregunté casi sin aliento. Papá interrumpió su proceso de dividir las partículas de uranio y me miró.

"Ya. Por qué, hijo?"

"NOOOO! Mi evidencia!" Chillé y me tiré al suelo gimoteando y golpeando el piso con los puños.

"¿Las fotos del estudiante de intercambio que dices que es un extraterrestre?"

"No creo que sea un extraterrestre, lo sé!"

Papá me dio una palmadita en la cabeza.

"Hijo, creo que es hora de que te deshagas de esa xenofobia."

Gruñí y salí corriendo de la casa, al basurero a buscar mi caja con toda la evidencia. Si para salvar a la raza humana debo meterme hasta el fondo en la asquerosa basura, pues total.

Mientras buscaba, me apiadé de mí en voz alta:

"Esto es patético! Tengo todo lo que necesito para probarle al mundo que Zim es un extraterrestre y nadie me cree! Ni siquiera me escuchan! no hay alguien que me escuche? Alguien que me pueda creer! Pido mucho?"

"No. No pides mucho. Y yo te creo." Replicó una voz a mis espaldas y volteé. Era una niña de pelo azul que sostenía a un gato negro de ojos rojos.

"Tak? Qué no estabas…?"

"Zim es demasiado bajito como para derrotarme" replicó. "Y he decidido vengarme de una vez por todas, pero ahora lo he pensado muy detenidamente, y me di cuenta de que siendo el único terrícola que tiene cerebro, eres quien me va a ayudar a matarlo."

"¿Qué?" pregunté y ella sonrió con algo que podría ser coquetería, pero más bien daba miedo.

"Mira, lo tengo todo planeado, pero mi plan no sirve sin ti, Dib, eres el único que puede ayudarme. Si nos deshacemos de Zim, los dos ganamos. Es un plan perfecto! Somos los aliados perfectos."

"Tú… tú querías destruir al planeta!" Fue todo lo que pude decir.

"Sí, pero ya no. Decidí ir a otros lados. La Tierra es pequeña, y a los Altos no les interesa tenerla ni un poquito."

"Ah… ¿no? ¿Entonces por qué…? ¿Cómo…? ¿Cómo sé que puedo confiar en ti?" la desafíe y ella sonrió otra vez.

"Supongo que puedo hacer el juramento de los invasores Irken" replicó y se convirtió en extraterrestre, y con una mano juntando sus dos antenas y la otra en el pecho, recitó:

Juro por los Más Altos

Por mi raza Irken y su pureza

Si llegara a faltar a mi palabra,

Mi squeedily-spooch se…destroza.

"Ya está. No puedo romperlo, si es que tengo honor. Así que… seremos aliados?" preguntó y me ofreció su mano. Como me había convencido con su juramento, y como decidí que la única manera de vencer a Zim era usando fuego contra fuego (o irken contra irken) decidí estrechar su mano. En cuanto lo hice sonrió ampliamente y su gato ronroneó con fuerza.

"Ahora me puedes explicar qué demonios hace Zim tratando de conquistar al mundo si ni siquiera a los Altos les interesa?" pregunté y ella se volvió humana y me tomó de la mano, lo cual en cualquier otra circunstancia me habría hecho ruborizar (no porque me guste Tak, sino porque la única mujer con la que hablo es con mi hermana) pero este era un asunto serio, y no tuve tiempo porque ella me llevó de la mano corriendo al Mc meatys, a explicarme su plan.

El restaurante, como siempre estaba repleto de gente, así que era o muy estúpido, o muy ingenioso que me contara su plan a gritos.

"Como decía, tu planeta no nos interesa en lo absoluto. Cuando ustedes dos me sacaron de su galaxia, estuve vagando un poco por el universo en el lomo de MiMi hasta que se reconfiguró y me pudo dar las coordenadas para regresar, y al vagar por ahí me di cuenta de por qué tu planeta jamás sería atacado por un irken…uno competente. Porque es pequeño, incluso tu sistema solar es pequeño. Si tu planeta fuera uno de nosotros, sería diminuto. Y nuestra raza solo se fija en el tamaño. Lo más grande que tienes es Júpiter, y es del tamaño de nuestro planeta más pequeño," dijo mientras yo tomaba refresco.

"Por…Júpiter." Exclamé yo y ella empezó a comerse su waffle. "y si no les interesa, por qué Zim…?

"Porque en realidad los Altos lo enviaron a la Tierra esperando que se muriera al poco tiempo, pero no fue así, y él no sabe eso, o sí lo sabe pero no lo quiere aceptar. Si los Altos se lo dijeran, seguro sí lo creería, pero a ellos no les interesa en absoluto lo que Zim haga"

"Si se lo dijeran él moriría!" exclamé y Tak sonrió triunfalmente.

"Exacto, Dib. Y esa es la segunda fase de mi plan de tres fases para acabar con Zim."

"Y cuál es la primera?"

"Es donde entras tú. Hay un viejo proverbio extraterrestre que dice: Necesitas a tus enemigos más que a tus amigos, ¿lo conoces?" negué con la cabeza "Si, lo supuse. Como sea, tú y yo probaremos si lo que dice ese dicho es verdad."


A/N ¿que tal? les gustó? Tak da miedo 0.o... la verdad no me cae muy bien, pero total... y al parecer Gaz es ZADRista... todos los van a molestar con eso, pero no hay ni una sola escena ZADR en esta historia. anti zadr, sean felices :3

el próximo capítulo tiene más Zim y menos Dib, y así iremos, felizmente yuppiiii

comenten y les daré waaaaffleees! con jabón y tocino!