Los personajes son creación de J. K. Rowling y los pido prestados sin fines de lucro.
Puedo
Por Tlacuilo
Puedo caminar
Sobre kilómetros de asfalto
Sobre mis pasos ya gastados
Sobre mis sueños olvidados
Y vivir.
Un minuto de amor, Interpuesto.
La guerra había dejado heridas, pero iban sanando poco a poco. Ambos lados tuvieron bajas, afortunadamente no fueron muchas.
El sentimiento de calma invitaba a vivir y disfrutar. Las parejas cuya relación venció el tiempo de incertidumbre se consolidaban y entre los veteranos también existían de esas. En un golpe de suerte el último de los Black había sobrevivido y con ello sus ganas de una vida normal, posibilidad que estaba en sus manos con el circulo de amigos con los que contaba.
─Vamos Harry, Temperance quiere ir y yo también tengo ganas de ver a los amigos.
─No se Sirius, tendría que ir solo.
─Oh vamos no creo que el snob se moleste si tú sales en lo que él anda paseándose en Rusia.
─Sabes que fue a vender una de sus patentes.
─Bien, hubiese mandado al murciélago y así nos libraríamos de él en esta reunión.
─ ¿Aún con eso Paddy? él fue de gran ayuda.
─Ayuda mi trasero o más bien el suyo que quería salvar.
─Paddy…
─Mira si me dices que iremos me portaré bien incluso saludaré a Snivellus ¿Qué dices?
El moreno suspiró derrotado y asintió, y con eso un feliz hombre de ojos grises lo abrazó.
─Le diré a Temperance, estará feliz.
El moreno lo vio marcharse por el pasillo, mientras Wilkins su compañero de prácticas se acercaba a él.
─ ¿Ese hombre es tu conocido?
─Si.
El castaño asintió sin saber si decirle a Harry o quedarse callado como el reglamente lo decía. Los dos internos regresaron a su actividades, pues el jefe de piso ya se acercaba y se molestaría se los veía perdiendo el tiempo, mientras había pacientes sin atender.
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Su laboratorio contaba con todos los ingredientes precisamente para evitar esos contratiempos de salir por algo que le faltara, pero tampoco se podía quejar ya le hacía falta un poco de aire libre y es que se la había pasado perfeccionando la formula de la poción que Draco había ido a vender. Caminó hasta la tienda y al dar la vuelta en una de las calles vio a su némesis de juventud, con su pareja caminando hacía uno de los restaurantes. La popularidad de Black se había incrementado con el titulo de héroe de guerra y es pos eso que muchas personas lo saludaban y eso es lo que observaba Severus queriéndose arrancarse los ojos… Black sonriendo a una de sus admiradoras. La mujer se alejo después de recibir un saludo y algunas palabras amables. Severus negó por la arrogancia de algunos, optó por esperar a que ese tipo entrara al restaurante y evitarse un intercambio de insultos encubiertos.
Pero la suerte no estaba de su lado, pues la pareja de Sirius comenzó con lo que parecían reclamos por la atención de este con la mujer; la voz de ella subió varias octavas que incluso Severus escuchaba la discusión… de uno.
─ ¡Si claro! ¡Ya me imagino entonces cuando andas solo, pero que se puede esperar de ti!
Sirius trataba de calmarla tomándola con delicadeza del brazo y ella molesta lo rechazó.
─¡No me toques con tus manos asquerosas!
Snape miraba la escena tratando de pasar desapercibido y es que hubiese sido una buena venganza hacerle saber de su presencia a Black para ponerlo en ridículo, pero con el comportamiento vulgar de la pareja de este, hasta a él le daba pena ajena.
Por fin la pareja desapareció y el pocionista pudo seguir con sus compras, ya le contaría a su ahijado el incidente.
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Wilkins estaba cubriendo el turno de noche, afortunadamente este estaba siendo muy tranquilo, solo una par de niños con algún malestar pequeño, pero con madres primerizas. De pronto el encantamiento altavoz dijo su nombre convocándolo a la sala de urgencias, el interno se levantó y caminó hasta ahí, las enfermeras ya preparaba al paciente.
─Varios huesos rotos en las piernas y una o dos costillas en igualdad de circunstancias medimago Wilkins.
─Bien, esperemos que las costillas no hayan perforado ningún órgano.
El medimago inició con la revisión del paciente y con un suspiro de alivio, se giró hacia las enfermeras.
─ ¡Episkey! ─pronunció Wilkins. ─ Señorita Astrix suminístrele poción crece huesos y que repose.
─Si medimago.
─Cuando recupere la conciencia que le diga que sucedió.
─Su acompañante dice que fueron atacados por ladrones.
El medimago asintió.
─De cualquier manera pregúntele cuando despierte.
El medimago salió y fue hasta la sala de descanso necesitaba un café y algo dulce, definitivamente debía tomar cartas en el asunto, no era la primera vez y sospechaba que no sería la última en atender a ese paciente.
Horas más tarde Astrix le entregaba el reporte con la historia de los ladrones confirmada por el paciente.
─Si ya hizo su declaración a los aurores puede marcaharse.
─Si… usted tampoco lo cree verdad.
─Cuando se vive ese tipo de situaciones no hay como ayudarlos si ellos no quieren.
─Es una lastima… es tan guapo.
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Grimmauld Place parecía tan fría como si los tiempos no fueran de cambio. El sillón fue acomodado para que descansara y fue atendido con el mayor esmero posible.
─Estás cómodo cariño.
─Si… gracias.
─En San mungo dijeron que reposaras un día y que estarías como nuevo, así que a descasar porque pasada mañana tenemos la celebración en el Ministerio y no podemos faltar ¿verdad amor?
─Si… cariño.
La castaña se acercó y posó una mano sobre le muslo del hombre y a pesar de no desearlo él sintió un escalofrió recorrerlo.
─Perdóname me ofusque, pero es que sabes que soy muy celosa y no soporto que otras se acerquen a ti.
Sirius preguntó incrédulo.
─¿Pero tú dijiste que…
─Claro que si, sabes que no cualquiera aceptaría a un ex convicto y prófugo, además ya no eres el hombre atractivo -¡Para mi si!- que eras en tu juventud, esas arpías solo buscan tu posición y fortuna, lo sabes verdad cariño.
Y como sucedía siempre, el pelinegro asintió dándole la razón a su amante.
Un poco tarde. 25 de noviembre Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, pero como yo escribo yaoi hubo adaptación
Nos vemos en el siguiente, será corto solo dos capítulos .