Tic Tac, Tic Tac, el reloj de pared suena
Tic Tac, Tic Tac, con la piernas apuntando a la cabecera de la cama.
Tic Tac, Tic Tac, con las pastillas en una mano y el fedora en la otra
Bada-bum, Bada-bum, el corazón late
Bada-bum, Bada-bum, de un golpe toma todas
Tic Tac, Tic Tac, se recuesta y deja que su cabeza cuelgue
Bad-bum Bada-bum, mira su reflejo y ve en sus ojos el desespero
IIIII, IIIII, Chillan las ratas
IIIII, IIIII, la mujer desnuda, la mujer muerta lo observa el otro lado del espejo
El la observa y ella lo observa a el.
¿Esta ella de cabeza? - Se pregunta
No, se da cuenta de que es el el que esta de cabeza
¿Como llegaste aquí? - Le pregunta
El no responde, solo se aleja caminando en un techo que no esta allí
No dice nada solo mira los espejos colgados de paredes que no existen y las ratas y alimañas moviéndose entre la espesa niebla
Llega a una nueva habitación
Es cálida, acogedora, pero al mismo tiempo hay algo allí que lo atemoriza.
Ve a alguien, no sabe si es el o ella, pero no le importa
El/ella observa un retrato, una fotografiá instantánea y al mismo un tiempo un cuadro que llevo oras y dedicación
El/ella se percata de su llegada, siempre supo que estaba allí, en el techo de su corazón
El/ella le muestra el retrato, lo gira para que lo pueda ver bien
Es un hermoso joven rubio, vestido a la usanza de la Inglaterra del siglo XIX
Hace una reverencia y se marcha
Llega a un lugar que no tiene paredes, en el que el arriba y abajo no importan
Llega al centro del lugar, donde hay un reloj de sol
El reloj es quizá la única cosa que puede llevar un orden en ese lugar
Gira alrededor del reloj, pero no proyecta sombra sobre el
Finalmente ve a una niña allí junto a un perro que juega
Tiene el pelo multicolor peinado en varios estilos diferentes
Lo mira y ve sus ojos extraños, de dos tonos diferentes y que parecen cambiar por si solos
Algún día fue muy bella – Piensa
¿Como haces eso? – Le pregunta
No lo se – Le responde
Deja lo niña ¿seguro que no lo creaste? – Dice el perro
No dice nada, se aleja lentamente
Llega a un lugar donde la tierra es cristal
Hay un hombre allí observando como se forma una montaña de una colisión
El hecho podría ser atroz, pero el resultado es hermoso
Sigue caminando en el techo que no existe y se marcha sin que el hombre notara su presencia
Llega a un laberinto de paja y ve a la gente caminar por este
Da una vuelta y las paredes son ya de ladrillo
Cruza un puente
Rodea una fuente
Finalmente llega a un laberinto sin muros, cuyos caminos se cruzan y son adornados por ornamentas del pasado presente y futuro
Llega asta un puente y alguien lo espera
Lleva una capa café
Un grillete lo une al libro que lee
No lo voltea a ver solo le indica el camino que debe seguir
Finalmente llega a una puerta hecha de marfil y cuero
Se abre y pasa a un castillo que parece girar sobre si mismo para que finalmente pueda tocar el piso con sus pies
Es un lugar en el que es bienvenido
Grandes gárgolas que cuidan de una pequeña entrada lo observan con curiosidad, pero no dicen nada
Cruza los largos y confusos pasillos, y es guiado por una pequeña lucesilla
Llega al centro del lugar, al centro del todo el extenso mundo donde se encontraba
En el salón del trono, un hombre de blanco lo esperaba
Lo observo llegar con sus ojos negros y llenos de estrellas
Le dio la bienvenida alegremente y se acerco a el
Se sintió triste, comenzó a llorar
Se encontraba frente a alguien que no podía recordar, pero que respetaba demasiado
Se sentía, triste y no sabia el por que.
Lo ayudo a levantarse y hablo con el
Lo llevo a una biblioteca y el bibliotecario lo saludo alegremente
Sin tener que decir nada el le trajo unos libros y se los entrego
No puedo aceptar esto – Dijo temeroso al tomarlos
Pero son tuyos, tienen tu nombre – Le replico el hombre de blanco
Lo llevo fuera, le dio vino y queso
Hablaron
Finalmente se despidió
Sintió a alguien llegar por detrás, lo tomo de la cintura
Vamos, aun no es tiempo – Le escucho decir a ella
Y todo se volvió negro
Beep, Beep, La maquina pitaba
Beep, Beep, El corazón latía
Lo pudimos estabilizar, no tiene de que preocuparse – Dijo la enfermera antes de salir
¿Quien eres? – Pregunto – No tengo ningún familiar, ningún amigo
Te equivocas Andre – Respondió la mujer – Tienes muchos, mas de los que crees que pueden existir
¿Que quieres de mi?
Tu ayuda, esos libros que llevas son mi salvación y la de otros
¿Quien eres?
Uno de los muchos que quedaron olvidados ¿recuerdas lo que ella dijo hace tiempo?
Ella...Si, lo recuerdo; Los dioses dejan de existir cuando dejan de creer en ellos
