Once de la noche. No demasiado tarde, pero tampoco precisamente temprano. En la mayoría de las casas la gente está durmiendo o a punto de irse a dormir. En algunas otras -aún con las luces apagadas- las pantallas de televisión o computadoras iluminan tenuemente a la gente viéndolas o jugando. Y en otras más, no solo las luces están encendidas, pero logras escuchar barullo dentro. Gritos, golpes, improperios, incluso si no cuentas con suerte –o lo consideras suerte– te encontrarás objetos siendo despedidos desde la ventana en el segundo piso de la familia Matsuno.

Hoy, es una de esas noches donde todo lo anterior mencionado sucede. Pero a diferencia de algunas ocasiones donde suelen ser los seis hermanos peleando entre sí, está vez están en una alianza contra uno solo de ellos: el menor, Todomatsu.

-¡Basta! ¡Ya déjenme! ¡Que me suelten, les digo! – El sexto hijo exclama a la par que trata de soltarse del agarre de dos de sus hermanos mayores, pero es inútil, lo tienen sujeto con demasiada fuerza. - ¡Jyushimatsu-niisan! ¡No creí que también me traicionarías, era nuestro secreto!

Con eso dicho, las miradas pasan de estar sobre el menor, a pasar sobre el quinto hijo, quien da un pequeño brinco y suelta el agarre sobre Todomatsu. Éste, desequilibrado ahora con solo tres hermanos sujetándolo, cae al suelo y a nadie parece importarle, pues le sueltan todos a la vez y comienzan a caminar en dirección a Jyushimatsu, quien se aleja dos pasos por un solo paso de los demás.

-¿Tú sabías de esto, Jyushimatsu? – Osomatsu es el primero en hablar. Demostrando así su autoridad como el mayor. El quinto hijo permanece callado, alejándose disimuladamente hacia la puerta, pero antes de que pueda salir se ve encerrado con Ichimatsu recargado en la puerta, evitándole el salir. – Vamos, Jyushimatsu, no hagas enojar a tus queridos hermanos mayores. – El enojo en la voz de Osomatsu es demasiado obvio, provocando que Jyushimatsu no sepa que hacer.

-Por esto no quería decirles. – La voz de Todomatsu resuena en el silencio, los cinco dirigen nuevamente su mirada al sexto. Cuatro de ellos confusos ante lo dicho y uno entre aliviado y afligido.

-¿Qué quieres decir? – Osomatsu vuelve a preguntar, sin siquiera esconder su enojo. Apretando el puño derecho, listo para golpear al indefenso hermano menor.

Karamatsu es el primero en notar la situación que se forma lentamente frente a sus ojos. Pero antes de que alguno de los dos mayores haga algo, es el tercer hijo quien decide actuar.

-Tienes una cita grupal con unas sextillizas ¿y querías ocultárnoslo? – Dolor. Así es como podrías definir el tono de voz de Choromatsu. Claramente herido en que su hermano menor les ocultara algo tan importante. – ¿Tan malos somos, Totty?

Todomatsu cierra los ojos ante el apodo, pues aunque generalmente lo usan para molestarlo, esta ocasión es diferente. No lo dice con malicia. Ni siquiera para causar lástima. Pero definitivamente había una razón. Si lo había llamado así fue porque no había alcanzado a terminar de llamarlo por su nombre antes de que un sollozo escapara de su boca.

-Mira, hiciste llorar a Choromatsu. ¿No te sientes mal por él? – La voz de Osomatsu es diferente, escupe todo con cizaña, queriéndole hacer sentir mal. Pero antes de que alguno de los cinco diga algo, Choromatsu recupera la compostura y se lanza hacia adelante, intentando golpear a Todomatsu. – Ups eso no lo vi venir.

Choromatsu evita golpearlo, sabe que aunque Totty es débil, tener una herida en el rostro le daría una razón para cancelar la cita. En cambio, decide ir por la ropa, sujetándolo del cuello de la camisa para tenerlo a la altura, comenzando a zarandearlo a la par que le grita.

-¡¿Por qué?! ¡¿De verdad crees que somos mierda a tú lado?! ¡¿Quién fue el imbécil que dijo "seré el primero y les ayudaré"?! ¡Tú, maldito pedazo de mierda! ¡Tú fuiste quien nos prometió eso! ¡Así que ahora no tienes malditas excusas para no llevarnos a esa cita! – Todo el dolor con el que antes había hablado se desvanece, dejando la ira en su lugar. Por un lado, le causa gracia al menor de los hermanos.

Todomatsu se mantiene firme a pesar de la violencia, sabía demasiado bien que todo este teatro sucedería cuando se enteraran, por eso lo había mantenido en secreto. Y aun así, trato de confiar en Jyushimatsu como siempre, pero probablemente se lo habría contado a Ichimatsu. Ichimatsu se lo debió haber dicho a Choromatsu o a Osomatsu, y alguno de ellos le habría dicho al otro. Karamatsu sin duda se había enterado justo en el momento en que los otros cuatro buscaban explicaciones. No pudo evitar formar una sonrisa, estúpido Karamatsu, nunca se enteraba de nada.

Y aun así, juraba que hubiera sido mejor decirle a él. Quizá se habría evitado todo este caos.

-No vas a contestar ¿eh? – La voz de Choromatsu le regreso a la situación actual, era difícil descifrar que emoción sentía en ese momento. Era una mezcla de varias, pero estaba seguro de algo: no saldría ileso.

Todomatsu abre la boca desesperado, buscando excusarse con algo. Decide aventurarse y mirar a sus hermanos por busca de apoyo, pero no lo encuentra.

Osomatsu le mira prepotente desde arriba, parece divertirse con su desesperación. Osomatsu-niisan es el peor.

Karamatsu le mira también desde arriba, pero su mirada era diferente a la de Osomatsu. Se ve herido. Puede notar tristeza en sus ojos, pero que no haya sido enterado de nada le explica que no va a ayudarle en su situación. Maldito Karamatsu-niisan, inútil como siempre.

Ichimatsu se había cansado de estar parado y se había sentado hace rato, aun frente a la puerta para evitar que alguno escapara. Le mira cansado, aburrido y molesto sin duda. Es obvio que no le ayudará. Y a su lado, Jyushimatsu se había sentado también. Mantiene su sonrisa de siempre, pero sus ojos se ven alterados, quizá preocupados, pero definitivamente no estaba en sus planes ayudarle. Por algo se había sentado cuando él amaba moverse. Ichimatsu-niisan, pensé que eras mejor que eso. Confiaba en ti, Jyushimatsu-niisan, te juro que sí.

Su vista regresa al tercero de los hermanos. Su sonrisa crece, retándole con la mirada.

-Si vas a golpearme, deberías hacerlo, Choromatsu-niisan. – Pronuncia con sarna el honorifico, disfrutando como los ojos de Choromatsu se enfurecen más. Siente una mano soltando el agarre sobre él y cierra los ojos esperando lo inevitable. Nunca llegó.

A cambio, una melodía arraso con el silencio. Los seis hermanos parecen confundidos. Incluso Todomatsu se pregunta de dónde venía ese sonido. Hasta que lo reconoce. Es ella.

Como pudo, se soltó del ahora débil agarre de Choromatsu y gateando llego hasta la mesa, sujeto su celular que seguía reproduciendo la melodía elegida para la chica en cuestión. Le estaba llamando, justo ahora. Todomatsu no evito morderse el labio inferior, no pudo llamar en peor momento.

Suspiro. Tiene que contestarle o probablemente perdería su oportunidad. Está a punto de marcar el botón de responder hasta que recuerda algo importante: sus hermanos. Gira la cabeza hacia la derecha e izquierda, exigiéndoles sin palabras que se mantuvieran callados. Ninguno dijo nada, aceptando el silencioso acuerdo y Todomatsu jura que escuchó a sus hermanos contener el aire al contestar.

-Sí, ¿dime? – Todomatsu habla con su voz angelical y amable. Los otros cinco se preguntan si está fingiendo o realmente habla con esa chica de esa forma.

-No llamo muy tarde ¿o sí? ¿Acaso te desperté? – Alcanzan a escuchar la suave voz de la chica del otro lado de la línea, ayuda bastante que es casi media noche y no hay ruido fuera ni dentro de la casa.

-Para nada. – Todomatsu parece controlar la situación. No se pone nervioso o inquieto, a diferencia de como cualquiera de sus hermanos pudiera actuar al hablar por teléfono con una chica.

-¡Fantástico! – Su voz es tan alta que incluso obliga a Totty a alejarse un poco el teléfono de la oreja, pero lo regresa al instante. – Solo llamaba para asegurar la cita de mañana, no me gustaría que me cancelaras al último minuto. – Todomatsu sonríe, tanto por el tono lastimero que la chica había utilizado, como que él estaba a punto de cancelar. Pero con ella diciéndole que no cancelara, era muy difícil hacerlo ahora.

-Claro que no. No lo haría. – Contesta por inercia, no queriendo dejarla hablando sola. Pero ahora se arrepiente. Vuelve a morderse el labio inferior, no hay posibilidad de librarse de la cita. – También espero que no nos dejes plantados. – Aunque habla con un tono juguetón, Osomatsu ve a través de él y sabe que esta contrariado, molesto y casi al borde de ponerse a llorar.

El hermano mayor cierra los ojos y sonríe, captando la atención de los otros cuatro. Pero se niega a hablar ante la intensa pregunta que le hacen con la mirada. Todomatsu no lo sabe, pero de repente siente menos presión a sus espaldas y se despide de la chica velozmente, excusándose con irse a dormir para descansar y con ello estar listo para el día siguiente.

-Y ahora – Todomatsu brinca al escuchar el tono burlón del hermano mayor, quien le rodea con el brazo derecho por los hombros y lo acerca hacia su persona. – Así que es mañana ¿eh?

-Sí. – Llegado al punto donde se encuentran, sabe que es inútil negarse. Ser dócil y contarles todo será lo más rápido.

-Y iremos, ¿no? –Osomatsu no puede evitar sonreír, Choromatsu suspira molesto.

-Es "e iremos", Osomatsu-niisan. – Le corrige y Osomatsu solo se encoge de hombros.

-Igual me entendiste. – Le resta importancia y sale de la habitación, explicando que lo mejor será dormir. Siendo seguido por los demás de uno en uno, todos menos uno.

-Esto va a salir muy mal. – Es lo último que Todomatsu murmura, viendo la foto de la castaña chica en el celular. Apagándolo, se levanta e imita a sus hermanos mayores, listo para dormir pero a la vez no. Demasiado nervioso por lo que sea que pueda pasar al día siguiente.


¡Hola~! Primero, tengo meses sin escribir algo canonico. Es decir, con personajes de la serie y no oc's míos, así que me disculpo de antemano si las personalidades no están en su punto. Pero es que tenía tantas ganas de escribir algo de estos shitty neets que no me importo. Igual, procuraré mantener sus personalidades lo más in character a partir de ahora y si no lo logro, por favor indiquenmelo, me ayudaría mucho como escritora.

Ahora sí, hablando sobre el fic. Tenía pensado iniciar con otro aquí en mis pequeñas aportaciones al fandom de Oso-san, pero este fic se formo más rápido en mi cabeza que el otro (que igual haré, no se preocupen, ese sí será yaoi), pero es que adoro demasiado a las Girlymatsus y necesitan más amor y atención, así que este fic será de ellas por los ninis. Las ships no quiero revelarlas todavía, pero creo que un par serán medio random y otras medio predecibles. Aun así tengo en duda un par que ya iré decidiendo como esto avance :3c no les digo un número aproximado de capitulos por si me equivoco, pero serán varios.

Por ahora les dejo este primer capitulo y tipo de prologo, espero les guste y les interese tanto esta historia como a mi, porque aunque a nadie le guste o le interese igual la voy a terminar porque quiero xD

Ya saben, lo tipico, se aceptan reviews y eso~ nos vemos en el próximo capitulo que no sé cuando publicaré.