Esbozo de varis vidas



Advertencia: basada en la historia orignial, he agregado

a algunos personajes mientras que suprimo a otros o

cambio su papel en la historia.

Mis personajes agregados: Liey, Kitiary, Ariame

Personajes cambiados: Zorc

Pero son HASTA AHORA, posiblemente agregue o cambie más


Prólogo

La miró directamente a los ojos, sin saber qué debía decirle. Su sonrisa iluminaría hasta a un día nublado, pensó con un estremecimiento. Pero podía leer en sus ojos que se encontraba triste, muy triste. Y eso sólo le confundió más.

-Me gustaría acompañarte –admitió con voz quebrada su compañera, algo más alejada de ambos.

-A mí también me gustaría –susurró la primer chica, con un fiero brillo en sus ojos, un brillo que se desvaneció casi al instante-, pero temo que eso no puede hacerse. Quizá algún día… nosotras juntas, ya sabes, podamos llegar a cumplir este sueño.

Las lágrimas asomaron a los ojos de la otra, una niña apenas un año mayor que la primera. En ese momento la sonrisa alegre de la primera se esfumó como si jamás hubiese existido, y abrazó a la otra con fuerza.

-Podrías pasar y ver –dijo el muchacho, un poco incómodo por las emociones que ambas amigas se mostraban mutuamente. Se sentía fuera de lugar-. Yo podría ayudarles a estar juntes en ese momento…

Su voz desapareció en cuanto comprendió que eso no era exactamente lo que ambas deseaban. Cerró su boca, turbado por esa comprensión.

-Lo de menos sería eso –susurró la primera, siguiendo prendida de su amiga. Sus cabellos negros eran alzados por el viento, haciendo que se juntasen con la cabellera castaña de la otra chica-. Pero dudo que Mana desee eso.

Asintió compungido, más no por ello dejó de insistir. Debía haber algo que él pudiera hacer para ayudarlas a estar juntas, tal y como era su deseo. Pero como siempre, Liey leyó en sus ojos su determinación y negó lentamente, sin embargo, antes de que sus pensamientos se convirtiesen en palabras, la propia Mana se separó de su amiga y le miró directamente a los ojos.

-Escucha, príncipe –intentó sonreír y casi lo logró-, a pesar de que es lo que más deseo en el mundo, podré soportar el perder esta oportunidad si alguna de las dos logra esto –miró intensamente a Liey después de unos momentos-. Creo que si yo me encontrase viendo, oculta, Liey perdería la concentración y perdería esa oportunidad única en la vida por la que tanto ha luchado.

Atem volvió a asentir, triste por el dolor en la voz de ambas, pero admirando la determinación que las dos tenían. Y mientras las observaba otra vez, en los ojos de ambas apareció una decisión que le dejó impresionado.

-Lo lograré –prometió Liey, tomando firmemente las manos de Mana entre las suyas-. No sé qué deba hacer y cómo, pero haré hasta lo imposible por conseguirlo.

-Confío en ti –agregó Mana con una auténtica sonrisa de felicidad en sus labios y en sus ojos.