Hola! Hoy les vengo con un long fic Gaamatsu! Será de como 6 o7 caps! Si sigo con los fics largos Gaamatsu y es que le agarre un cariño a la pareja jeje!

Aparte adoro la idea de que Matsu sea la niñera de Gaara *_*! Espero se de su agrado!

Le dejaré con el cap 1

Disclaimer: Naruto es propiedad de Kishimoto, pero la historia es mía.


Prólogo

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Gaara sintió tocar la puerta de su oficina despacio, casi inaudible. Era Matsuri quien tímidamente pidió entrar y el había cedido. Supuestamente debería de estar en su hogar durmiendo o disfrutando este día especial que celebraba Suna. Se suponía que era el día del patrimonio, y era además su día libre…¡Pero diablos estaba ahí parada esperando entrar!

Matsuri era la secretaria de Gaara, ella estaba feliz de serle de ayuda, ser su aliada y amiga de confianza. Lo que sea por Gaara -sama, pensaba. Pero justo ahora…

—Pase —finalmente habló Gaara.

Matsuri abrió la puerta con dificultad ya que venía con las manos ocupadas y tambaleando hacia los lados empujo la puerta, mostrando unos papeles que le sobrepasaba su cabeza.

—Hola…Gaara -sama —la castaña estaba tan cansada que al dejar los papeles le sonrió como si estuviera ebria y volvió a tambalearse de un lado a otro hasta finalmente cerrar los ojos y caer, pero Gaara atentamente corrió a contenerla entre sus brazos.—¡Que hermoso!— se sonrojo levemente vislumbrando perdida su rostro mientras nuevamente cerraba lentamente sus ojos.

...

Matsuri abrió los ojos lentamente y sintió que estaba acostada en algún lugar y con su mejor amigo presente.

— ¿Matsuri?¿Estás bien? — preguntó Gaara.

— ¿Eh? ¿Dónde estoy?—preguntó confundida.

— Estás en la enfermería de la torre— contestó el pelirrojo.

La muchacha bostezo largo y se sentó estirando sus brazos y cuerpo, hasta que se sonrojo completamente al ver como el Kage la miraba fijamente por loq ue acababa de hacer.

—P-Perdón…—dijo mirando avergonzada el piso.

—No importa, estamos en confianza.

— ¿Qué hora es?—preguntó asustada la joven.

— Te quedaste dormida como cinco horas—hizo una torcida mueca sintiendo culpa—Si no hubieses estado conmigo…

—No, no, no ¿Que habla Gaara-sama?—dijo negando con las manos y la cabeza desesperada la joven.

—Debes tener derecho a tu día libre—sentenció el pelirrojo seguro—Quédate aquí, duerme, es mejor que descanses.

—N-No es necesario…—se quedó muda al ver el rostro de reprimenda de su amigo y confianza. Matsuri apreció la preocupación que le demostraba y se coloreo mirando nuevamente al piso y sonriendo tímidamente. Se volvió a recostar y sintió como su amigo le arropaba.

—Que duermas bien—dijo cubriéndola con las sábanas, acercando el rostro y hablándole sin querer en su oreja erizando cada vello de la castaña y acelerando el latir de su corazón.

— B-Buenas n-noches…

...

Gaara ya en su oficina estaba en sus obligaciones de Kazekage, timbrando papeles y respondiendo solicitudes, cuando Temari entro sin previo aviso.

—Gaara es hora de irnos— dijo sonrientemente.

— ¿Irnos? ¿Nosotros?

—Tú no, yo y Kankuro—dijo moviendo una mano.

— ¿Dónde y por qué?

— Voy a conocer a mis suegros…—dijo sonrojada la muchacha.

Gaara frunció el ceño y la miró pidiendo explicaciones.

— ¿Qué tanto te sorprende?

— No me dijiste que ya comenzabas la relación con el Nara—dijo molesto el joven.

— Pues ahora te digo.

— ¿Y no puedo ir yo también?

—No zopenco, si vas ¿quien hace estos trámites tan importantes? — Su hermana tenía razón, Gaara era confidencial en este momento, su aldea dependía de él. — Aparte los ancianos te matarían si te vas así ahora.

Molesto el aguamarina asintió y se sumió a sus papeles.

— ¿Solo eso?— preguntó luego.

— Te conseguiremos una niñera—dijo triunfante.

Gaara rodó los ojos.

— Gaara debes de estar bien y vivir bien…

— ¿Y a quién piensas elegir?

—Es una sorpresa—sonrió.

—…—

—Admítelo, no sabes ni cocinar—su hermano con más rabia se sonrojó y dejó de escribir.— Además te servirá para eso y algo mas—eso lo dijo rápidamente y en voz baja.

— ¿Algo más?— una palabra más de su hermana e iba a estallar.

— No nada más, ahora me retiraré, con su permiso—sin decir más ni escuchar las explicaciones que le pedía su hermano se retiró.

¿Hasta cuando diré que no soy ningún niño?. Molesto el pelirrojo siguió trabajando, hasta que por su mente comenzaron pasar pensamientos de quien sería su niñera.

¿Quizá sea…alguna chica nueva? ¿Una chica nueva en su cuarto?¿Cocinandole?¿Verlo en las mañanas y en las noches? Negó desesperado con la cabeza y se volvió a concentrarse en lo suyo.

¿Quizá sea…Sari o Yukata? Pensar eso le dio escalofríos. Ahí ambas chicas se aprovecharán de él por ser su idolo numero uno y quizás le acosen en la noche. No, no lo deseo.

¿Quién más le quedaba?

¿Podría ser acaso…, tenía una chica mas en mente, pero la descartó de inmediato sonrojándose , no lo creería. Intento seguir en sus labores, pero ese último pensamiento le rondó por todas las horas.

Cansado llegó a su casa, con un peso enorme en su cuerpo y con el estrés del trabajo, más todas las tareas del día siguiente en mente. Entró directamente al baño a darse una ducha, sin saludar ni fijarse si siquiera si alguien estaba en la casa. Al terminar se sacudió el cabello y se tapó con una toalla.

Camino por la casa, preguntando por sus hermanos y lo único que escucho fue un sonido en la cocina. Pensando que era alguno de sus hermanos fue rápidamente hacia allá y notó que la luz estaba prendida. Se asomó con toda confianza al sentir un exquisito olor a estofado.

— ¿Temari desde cuando cocinas tan bien…?— no terminó de hablar porque quedó impresionado al ver a una chica distinta a su hermana. No, no y no.

La muchacha al ver en paños menores a Gaara se enrojeció completamente y dejó de cocinar.

— ¿G-Gaara….sama?— era nada más y nada menos que Matsuri con un temblor en todo su cuerpo al verle solo con toalla.

— ¿Qué haces a…— no terminó de hablar cuando recordó reciente que le hablo su hermana— No me digas que…

La joven temblando como una gelatina solamente atino a decir:

—Gaara –s-sama…Y-Yo soy su niñera.


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