Eran las 9:15 AM y Candy corría como loca de aquí para haya, buscando su abrigo.

- ¿Como pude haberme quedado dormida?. Dios! ¿donde esta mi abrigo?...oohh no puede ser aún no he terminado de hacer mi maleta, si pierdo el tren el doctor Lenar va a matarme...con lo difícil que es encontrar boletos en pleno diciembre, solo al Dr. Lenar se le ocurre mandarme de viaje de un día para otro. (vamos Candy deja de hablar sola y Ponte a buscar lo que te falta.)

Después de quince minutos más ya tenia todo listo, se puso el abrigo agarró la maleta con una mano y en la otra llevaba unos papeles importantes del hospital, abrió la puerta y salio corriendo del lugar llevándose por delante a la pobre Señora McDowell, dueña del edificio.

- Por todos los cielos Candy! Vas a romperte una pierna criatura.

- Lo lamento tanto Señora McDowell, es que tengo que viajar urgentemente por cosas del trabajo y el tren parte a las 10, tengo menos de una hora para llegar a la estación de trenes y aún tengo que buscar un carruaje para que me lleve hasta allá.

- Pero muchacha estamos a pocos días de noche buena y tu tienes que viajar por trabajó, ¿Qué acaso no piensas pasar esa noche especial con tu familia?

- Lo se pero no pude negarme, son responsabilidades que tengo qué cumplir, y solo es una semana la qué estaré fuera de Chicago, no quiero ser grosera pero tengo mucha prisa Señora McDowell.

- No te preocupes muchacha, anda termina de irte, afuera esta mi chófer dile qué te llevé a la estación de tren.

- Muchas gracias la veré en unos días.

- Candy...! Casi lo olvidó llego esta carta para ti.

- Podría ponerla en el bolsillo de mi abrigo por favor.

- Ya esta, que tengas buen viaje Candy.

- Muchas gracias.

Candy bajo del carruaje y corrió hasta la plataforma, cuando llego el tren estaba apunto de partir, cinco minutos mas tarde y el tren habría partido, busco su asiento se acomodo y descanso un poco. Después de unas horas Candy llego a su destino, bajo del tren y busco dentro de la maleta una agenda donde tenia la dirección del hotel donde se hospedaría, llego y pidió las llaves de su habitación estando dentro de esta se dio un baño y bajo al comedor para cenar, después de un rato subió a su habitación nuevamente se recostó en el sillón y recordó la carta que la señora McDowell le había dado, busco en el bolsillo de su abrigo pero la carta no estaba.

- Debí haber tirado la carta cuando corrí hasta la plataforma de la estación del tren en Chicago...¿Quien me habrá escrito? ¿seguramente fue Albert? mmmm pueda ser, cuando este de regreso en Chicago iré a buscarlo. Y ahora a descansar. -Candy se acostó en la cama y quedo profundamente dormida.

- Que frió hace...daría lo que fuera por quedarme durmiendo todo el día, pero no es posible vamos Candice White en cuanto mas rápido te encargues de este asunto mas rápido estarás de regreso en Chicago. (se dijo a si misma)

Candy busco un coche y le dio la dirección del hospital al chófer, llego al hospital, entrego los papeles al colega del doctor Lenar, quien le dijo que llegara dentro de tres días por la contestación. Candy salio del lugar y decidió ir a dar una vuelta.

- Todo sigue igual, nada a cambiado, las luces , la gente caminando a toda prisa. Quien diría que yo regresaría al mismo lugar donde me prometí nunca mas volver, al mismo lugar donde un día renuncie a mi verdadero amor. Terry estamos tan cerca y a la misma vez tan lejos, quisiera ir corriendo hasta tu departamento y decirte que estoy aquí en New York, Terry...

Candy llego a su habitación, corrió las cortinas y se dio cuenta que empezaba a nevar, un sentimiento muy triste se apodero del corazón de la chica y las lagrimas no se hicieron esperar, se acomodo en la cama y sin querer tiro su maleta al piso, cuando estaba recogiendo las cosas se encontró con un sobre que estaba tirado debajo de la mesita de noche.

- Esta es la carta que la señora McDowell me entrego al salir de mi departamento, quizás se salio de mi bolsillo cuando me quite el abrigo.

Candice White Andrew, mmm no tiene remitente, vamos a ver de quien es...

Continuara...