Editado el 25/04/2011
Summary: Después de todo, hacer trampas nunca ha estado tan mal. Sobre todo si podían ganar a Edward.
Disclaimer: No soy Meyer, no copies, sé original, blablabla.
N/a: Reto sin sentido. Me paso la vida retando a los demás a escribir cosas y luego, claro, me lo devuelven. Una tiene su orgullo, vaya. En fin, que mucho argumento en esto no hay así que no hace falta que lo busquéis.
Pequeña embustera
Intenté mantener el equilibrio sobre el pedazo de tierra que me correspondía en aquella explanada gigante pero el bate se escurrió entre mis dedos y estuvo a punto de caerse si no fuera porque lo pillé en el último segundo. Delante de mí, Edward y Jasper esperaban agazapados a que efectuara mi movimiento. Alice lanzaba grititos de emoción en los que me pedía que les pateara el trasero por ser tan arrogantes. Esme vigilaba el juego y Carlisle se había retirado para vernos jugar, sentándose junto a ella en la hierba.
A pocos metros de mí, Jasper levantó la mano y lanzó la pelota tan rápido que me olvidé de respirar. Flexioné las rodillas y levanté los brazos, preparada para golpear la bola en cuanto se me acercara. Para variar, calculé mal y casi llegué a resbalarme. Casi, porque Emmett me ayudó con una mano para no caer y luego me miró, animándome a correr y, entonces, Edward cruzó el terreno como un bólido, pasando al lado de la primera base.
Incrédula, miré como la bola volaba por encima de sus cabezas. Le había dado. YO le había dado a una pelota de béisbol.
—¡Pero corre, Bella, corre! –me volvió a gritar Alice.
¿Y por qué tenía que correr yo? Yo sólo le tenía que pegar a la bola esa, ¿no? Entonces Rosalie gritó de nuevo y eché a correr sin saber muy bien por dónde ir. Los pies se me trabaron pero no llegué a caerme (algo realmente asombroso, después de todo), aunque cuando llegué a la primera base, Edward ya había recorrido todo el campo. Antes de que diera la segunda vuelta intenté llegar hasta donde estaba él con todas mis fuerzas. Alice daba saltitos de la emoción y Rosalie me gritaba que corriera más, que nuestro orgullo femenino estaba por encima de todo.
No necesitaba respirar pero lo hice. Y di un salto, y después otro y de repente me encontré dando zancadas, con el pelo dejándome medio ciega por culpa de los rizos que me había hecho Alice, pero corriendo. Más que nunca en la vida, y mucho, mucho, mucho más rápido que nunca. Íbamos a toda pastilla y la tierra se levantaba a nuestro paso. Correr así era mucho mejor que correr en la espalda de Edward, mucho mejor, incluso, que las motos o los coches.
Y le alcancé. Jasper y Emmett le gritaban a Edward como locos cosas que no llegué a entender porque mi máxima prioridad era adelantar a mi marido. Y él iba tan por delante de mí que era prácticamente imposible alcanzarle. En la última curva cogí impulso y casi llegué a tocarle con la mano, así que gemí, sabedora de la derrota del equipo de las chicas.
Alice me miró, y su boca dibujó una perfecta "O" de desilusión.
Fue entonces cuando una vena competitiva taladró mi cabeza y de pronto me encontré llegando hasta poder tocar la espalda de Edward. Supe que no le alcanzaría pero también supe que íbamos a ganar, aunque fuera así.
—¡Mierda, duele! –exclamé. Me llevé la mano a la rodilla mientras cojeaba detrás de él y se paró al instante.
Sólo fueron dos segundos que aproveché al máximo. Dio dos pasos hacia mí, preocupado, y me miró. Luego se dio cuenta de que yo ya no podía hacerme daño con nada pero fue demasiado tarde.
Atravesé la última base una milésima de segundo antes que él, y lo último que sentí antes de oírle llamándome pequeña embustera, fueron los brazos de Alice y Rosalie, que gritaban un alegre "hemos ganado, hemos ganado"
Me aburro bastante últimamente así que acepto los retos que me pongáis en los RR. ¡Dadle al GO y animáos!
