Es mi primer Fic en el fandom de Days y es que ame este anime como no tienen idea y cada uno de sus personajes.
Aquí les dejo un Kimishita x Lector ajajaja amo los tsunderes y éste se ha vuelto mi favorito :)
Como siempre este fic dedicado a Agatali12 que me incentiva a seguir escribiendo.
Albergando Esperanzas
Capitulo I
Seiseki era una de las escuelas más prestigiosa en Tokio, habías entrado no por el prestigio más bien solo porque se encontraba cerca de tu casa y uno de tus mejores amigos asistía a esta, aunque iba un curso mayor que tú, sabías que era un poco idiota para algunas cosas pero adorabas que ese gigantón te tratase como una hermana menor, al igual que la hermana de este quien cuando eran pequeños te tenía de su muñequita, siempre habías sido la consentida de ambos, Ooshiba era como un oso gigante para ti. Ibas pensando en cómo sorprenderlo el primer día, le habías pedido a tus padres que en el hospital donde trabajaban junto a los padres de Kiichi no mencionaran a que escuela te inscribirías, puesto que según todos ellos te irías al extranjero de intercambio por tus buenas calificaciones.
Llegaste un poco atrasada a la ceremonia de ingreso, tus padres habían salido un poco tarde del trabajo, pero querían ir a dejar a su única niña a su primer día de instituto, la ceremonia fue normal hablaron los representantes de clases de segundo y tercer año, como también la mejor calificación de ingreso. Veías a varios de los que serían tus nuevos compañeros acompañados de sus padres o madres, uno de ellos que tenía las mejillas sonrosadas y le sonreía a una mujer en silla de ruedas que tenía también las mejillas sonrojadas, llamó tu atención, la verdad te pareció adorable, tus padres te hacían fotos a cada movimiento que hacías, ellos sentían que el poco tiempo que pasaban contigo por su trabajo debían aprovecharlo al cien por ciento. Seguían en eso cuando divisaste a Ooshiba que iba entrando al edificio, tu madre también lo vio y le iba a gritar, pero tú la detuviste, querías sorprenderlo.
-KIIIICCHIIIII!- gritaste a todo pulmón mientras corrías hacia el pelicastaño- Kiichi, Kiichi, Kiichi!- te colgaste de la espalda del más alto gritando alegremente.
-qu…qué, (T/N)-chan?- te tomo entre sus brazos para mirarte, después de todo eras mucho más pequeña que él- ¿(T/N)-chan? Estas aquí, pero cómo?, me dijiste que te irías al extranjero- te estrecho entre sus brazos.
-tehe!- le mostraste la lengua juguetona-fue una mentirilla, pensaste que abandonaría a mi oso de peluche exclusivo, pues te equivocas Ooshiba Kiichi-kun, además tengo que asegurarme de que al fin encuentres una buena novia, que seas titular en el equipo de fút y que me presentes algún amigo guapo.
-enana mentirosa- te acomodo de forma que quedaras como un koala trepada en él, mientras te apretaba la nariz como cuando eran niños y hacías alguna travesura-debo decirte que soy el héroe del equipo así que no te preocupes-sonrío autosuficiente- yo también quiero encontrar una novia rápido-hizo un puchero, sabías que había tenido una decepción amorosa hace poco, así que le hiciste mimitos en la cabeza- y olvida eso de que te presentare a esos bastardos buenos para nada, no, no ninguno de esos es digno de mi pequeña hija- te apretujo en un abrazo sobreprotector, habías evolucionada de hermana a hija.
-Kiichi-nii, no seas quisquilloso, oh! Verdad mamá y papá te quieren saludar- lo llevaste a donde estaban tus padres, ahí platicaron de todo un poco quedando de acuerdo en salir a comer el fin de semana ambas familias.
Luego de eso Ooshiba se ofreció a llevarte a dar una vuelta por las instalaciones para que las conocieras, conversaban animadamente cuando viste que la expresión de tu amigo se tensó y puso morros de inmediato, te hacía gracia verlo tan enfurruñado.
-Kiichi-nii pasa algo? tu cara da miedo- te pusiste de puntillas para alcanzar sus mejillas y estirarlas- Kiichi-nii, te estoy hablando. Ki…
-tsk, no pensé que te vería desde tan temprano, Kimishita- le habló a un chico que no habías visto, que estaba al frente de ustedes, llevaba el ceño aún más fruncido que Ooshiba.
-tsk, para mí tampoco es muy agradable ver tu molesta cara antes de las actividades del club-prácticamente le ladro a tu amigo.
-¿Kiichi-nii?-le llamaste para que te prestara atención-¿qué pasa?
-grrr!-seguía gruñendo-nada (T/N), venga vamos a seguir dando vueltas-comenzó a caminar.
-esp…espera! Qué no nos vas a presentar? Si sigues así de mal educado no encontraras una buena novia-diste un gran salto y golpeaste su cabeza, luego te diste vuelta y encaraste a quien se había cruzado en su camino- mucho gusto soy (T/A) (T/N) de primer año-hiciste una reverencia.
-…-el oji verde estaba algo desconcertado, quién eras y por qué podías llegar y golpear a Ooshiba con tanta confianza, si mal no recordaba, anteriormente el más alto había estado saliendo pero con una chica de su clase que era bastante borde con los demás, y no sonreía como tú lo hacías en ese momento-eeh!-dijo algo malhumorado-acaso es tu nueva novia Kiichi?-pregunto con algo de burla, pero aun con el ceño fruncido-Kimishita Atsushi, segundo año, supongo que debo decir eso, tsk-chisto nuevamente.
-…-un tic en tu ojo se hizo presente-un gusto, ¿supongo?, y no, no soy la novia de Kiichi-nii- una idea cruzo por tu cabeza y una sonrisa se comenzó a dibujar en tu rostro- bien ahora sí, ¿vamos?-antes de girarte y tomar el brazo de Ooshiba, le guiñaste el ojo a Kimishita, algo que también vio tu amigo e iba decir algo pero un nuevo golpe esta vez en las costillas le hizo callar-hasta pronto senpai-sonreíste coqueta.
.
.
Avanzaron unos pasillos más, ibas divertida viendo como Ooshiba refunfuñaba sin decirte nada, claramente no le gustó nada tu actitud con aquel senpai.
-Kiichi-nii, podrías dejar de mascullar las palabras y de una vez decirme qué te pasa?-paraste en seco y aprovechando que pasaban por unas escaleras subiste un par de peldaños para quedar cara a cara con el pelicastaño.
-grrr- gruñía- de todos, no puedes fijarte en Kimishita, todos menos ese idiota-te miro iracundo tras decir eso-estoy hablando enserio (T/N), no te rías, no quiero que te acerques a él.
-Kiichi-nii exageras-le revolviste el cabello, y retomaste la marcha-venga que aún no me llevas a los salones de los de primer año y quiero saber cuál es el mío-ibas dando pequeños saltitos y riéndote de lo enfurruñado que estaba tu amigo, y también la imagen de Kmishita se alojaba en tus recuerdos, quizás solo por la prohibición de acercarte a él, aunque su cara se te hacía conocida- Kiichi-nii? Este sé que te vas a enojar, pero debo preguntar-él se giró a ti casi inexpresivo- puede ser que en secundaria en la selección juvenil de futbol, haya también estado Kimishita-senpai?-una sonrisa que intento ser inocente se dibujó en tu cara.
-…-una vena se marcó en el cuello de más alto-acabo de pedirte que te olvides de ese idiota y tú me sales con esto-las venas se marcaron aún más- pero sí, es con quien jugaba en secundaria, bien (T/N) este será tu salón.
-Kiichi-nii no te enojes-le estiraste las mejillas-por cierto consígueme un formulario para el club de fútbol, me presentare como manager.
-¿qué, por qué?-se escandalizó.
-cómo que por qué, sabes que no puedo unirme a otro club deportivo-desviaste la mirada un poco entristecida-y así estaré cerca de ti, y podré ayudarte además es entretenido.
-mmm-gruñía por lo bajo-está bien-dijo desganado-nos vemos al final de las clases espérame en las taquillas.
-nos vemos-le diste un abrazo corto y entraste corriendo al salón.
.
.
En la tarde te presentaste en el entrenamiento, donde aún los novatos de primer año no se presentarían, sino hasta el día siguiente, pero tú fuiste de todas maneras, querías ver a tu amigo y por qué no a tu senpai, que te había parecido bastante interesante.
-Kiichi-nii!-te abalanzaste sobre la espalda del más alto.
-(T/N)-chan, me asustaste-te acomodo en su espalda-las actividades del club para los de primer año comienzan mañana.
-lo sé Kiichi-nii, pero me moría de ganas de conocer la cancha y a los senpais-le sonreíste con inocencia.
-tsk, ahora traes a tu noviecita a todas partes-la inconfundible voz malhumorada de Kimishita los hizo voltearse para ver que llegaba ya preparado para entrenar.
-Hola senpai, también para mí es un gusto verlo otra vez-diste un salto de la espalda de tu amigo y quedaste enfrente del de ojos verdes-ah y nuevamente le digo que Kiichi solo es mi amigo, estoy completamente s-o-l-t-e-r-a- le respondiste cantarinamente acercándote más a él.
-(T/N)!-Ooshiba te agarro de una oreja para alejarte-ven te presentare con el capitán y el vice capitán-te iba riñendo-y de nuevo te digo, aléjate de él.
-…-la cara de Kimishita era un poema, habías estado a solo centímetros de él, si hubieses sido más alta sus rostros se hubieran rosado, por suerte y tan solo le llegabas al pecho, pero aun así sintió un subidón de una energía extraña cuando te sintió tan cerca-tsk, niña escandalosa-mascullo y tomando un balón se alejó lo que más pudo.
Los titulares te dieron la bienvenida y te pidieron que acudieras al próximo día para que te presentaras junto con todos los de primero.
.
.
Las semanas eran intensas, en los entrenamientos veías como se esforzaba el novato de primero que desde que se unió al equipo corría como si fuese del club de atletismo, te hacía gracia verlo cada día y sin que los demás lo supieran le dejabas botellas con agua en cada esquina para que se hidratase, claro pensaste que nadie lo había notado, pero un senpai no había dejado de ver cada movimiento que realizabas.
-creí que el zoquete era el único que se desvelaba para llegar a entrenar?-una voz resonó a tu espalda haciendo que te voltearas sorprendida.
-Kimishita-senpai! Me sorprendió-al descubrir quién te había hablado, sonreíste de inmediato cuando en tu campo de visión estaba el ojiverde-muy buenos días-le dijiste alegremente acercándote a él.
-tsk-chisto- y bien qué haces tan temprano por aquí, la práctica empieza hasta dentro de una hora.
-lo mismo para usted senpai, ha llegado muy temprano el día de hoy-le devolviste la pregunta, y comenzaste a dejar en orden los conos e implementos que necesitarían para el entrenamiento, estabas en eso cuando un dolor punzante en la rodilla derecha te hizo parar y gemir de dolor, borrando la dulce y coqueta sonrisa que siempre le dabas a tu senpai-ahg!
-¿qué sucede? Oye?-el ojiverde te tomo de la cintura, evitando así que cayeras.
-m…mi…mi rodi…mi rodilla-dijiste entre gemidos-du…duele-y ya no aguantaste y te recargaste completamente en él, quedándote sin fuerzas.
-(T/N)-te llamo mientras te acomodaba en sus brazos-te llevare a la enfermería, así que aguanta un poco-cuando ya te hubo acomodado entre tus brazos con cuidado de no dañar tus rodillas, no tenía muy claro cuál era, se encamino a la enfermería.
-gr…gra…gracias senpai-habías ocultado tu rostro en su pecho tratando de reprimir los gimoteos que escapan de tus labios.
Llegaron a la enfermería Kimishita te dejo con suavidad en una de las camas con las que contaba el lugar, miro buscando indicios de que estuviera la encargada, pero no había nadie, en la pared vio que se encontraba con licencia médica por unos días por lo que si necesitaban algo debían ir con un sensei, o simplemente quedarse descansando si no era grave.
-no está la encargada pero creo que aquí hay algunas pomadas desinflamatorias y vendas-rebusco en las gavetas y eso fue lo que encontró-bien ahora (T/N) dime donde duele-se acercó a ti y te miro atento.
-mi, mi, mi rodilla derecha-te habías calmado un poco pero el dolor seguía punzante-solo, solo necesito un momento ya, ya calmara-trataste de bajar un poco la gravedad, pero las muecas de dolor que hacías no respaldaban nada tus palabras.
-deja de decir estupideces y déjame ver-te ordeno acomodándose a tu lado.
-mmm, está bien-te sentaste descolgando tus piernas para que quedara más cómodo-¡SENPAI!-te sorprendiste al ver como él se arrodillaba ante ti para inspeccionar tu rodilla que dolía.
-…-te dio una mirada severa indicando que te mantuvieras quieta y callada-veamos-le oíste murmurar, y ya no sabías lo que le pasaba a tu cuerpo, tus mejillas estaban sonrojadísimas, pues Kimishita había subido un poco tu falda para facilitar lo que hacía, y también bajaba tu medía, ya que acostumbrabas a usar unas que llegaban hasta tu muslo, de seguro él no era consciente de lo comprometedor e íntimo que se veía lo que hacía, estaba enfocado en ver que le ocurría a tu rodilla-eh? Pero qué es esto?-se sorprendió.
-qué de qué…-tu voz quedo suspendida, viste a lo que se refería, la cicatriz profunda y para nada sutil que tenías en la rodilla-pues eso es lo que duele-trataste de sonreírle, pero una oleada de dolor nuevamente ataco, haciendo que gimieras de nueva cuenta.
-tsk-Kimishita solo chasqueo la lengua y fue a una de los cooler que mantenía las compresas frías, y al volver con sumo cuidado la puso sobre tu rodilla, mientras lo mirabas aguantando las ganas de llorar, él te devolvió la mirada, pero era interrogativa-y bien, me dirás qué fue lo que paso, para que prácticamente tengas una cicatriz que rodea toda tu rodilla?-siguió dando masajes ahora alternaba una de las pomadas que había tomado al principio, esperando a que comenzaras a contarle qué es lo que había pasado.
-senpai, seguro sabes lo que haces?-trataste de desviar el tema.
-qué esperabas, juego un deporte que conlleva tener muchas lesiones, y con el tiempo vas aprendiendo. Pero no trates de cambiar de tema (T/N)-te miro como siempre lo hace con esa aura amenazante.
-…-miraste tu regazo tratando de buscar las palabras de una forma que no doliera mentalmente, más que físicamente-yo, yo era una jugadora de hockey patín en secundaría, era algo así como la estrella goleadora, había sido seleccionada para ser parte de un club profesional al terminar la secundaria, pero podrás imaginar que pues algo salió un poco mal-reprimiste un puchero, y suavemente aceraste tus dedos a la rodilla-fue en un partido de entrenamiento con otra escuela, aquel día use rodilleras de baja calidad y por lo mismo de poca protección, me perfilaba para un tiro, pero una de las contrincantes le dio a mi rodilla con el sket, al, al principio pensé que había sido un accidente-la voz te comenzó a temblar, diste un suspiro sonoro para relajarte un poco-pues con el golpe tuve una fractura de rotula que al astillarse también corto un tendón, y pues a pesar de las cirugías, el resultado fue rotundo, la vida deportiva y las competencias habían acabado para mí-tus ojos estaban cristalizando-esa es la historia senpai, y los dolores son consecuencia de lo mismo, es algo con lo que debo convivir.
-…-Kimishita había guardado silencio en tu relato mientras vendaba tu rodilla para que estuviese firme y las molestias disminuyeran.
-woa! Senpai eres muy bueno con esto de las vendas-miraste tu rodilla que no dolía tanto-muchas gracias.
-(T/N) la jugadora que te lesiono lo hizo a propósito verdad?-aun en su lugar te miraba serio, pero no esa seriedad intimidante, era algo más-¿(T/N)?
-…-asentiste con la cabeza-luego de que se enteraran que yo no jugaría más, el puesto en el club lo ocuparía ella-te secaste las lágrimas que aun surcaban tus mejillas-¿sabes senpai? si no la hubiera escuchado hace unos días contándole a sus amigas que lo que me hizo era lo mejor que pudo ocurrírsele pues ahora tenía un futuro asegurado en aquel club y como estrella. En ese momento acepte que lo hizo a propósito, me había quedado siempre con la idea inocente que fue un accidente como muchos que ocurren, desde el golpe tenía la duda, pero trate de creer que no existía ese tipo de personas que hacen cualquier cosa por algo como un puesto en un club, soy una idiota después de todo.
-puedes ser idiota en muchas cosas, pero en eso no-comenzó acomodar tu media a como estaba antes al igual que tu falda-las personas como esa mocosa algún día el destino les hará enfrentarse con una situación peor a lo que han hecho-se puso de pie y comenzó a guardar todo lo que había tomado de las gavetas-además creo que el que seas nuestra manager es una muy buena recompensa para ti-no pudiste ver su cara con una sonrisa que jamás mostraría abiertamente.
-gracias senpai, de verdad muchas gracias Kimishita-senpai.
-sí, sí-le quito importancia-aunque ahora me queda claro porque estás aquí muy temprano-se volteo y nuevamente camino hacia ti-¿estuviste patinando verdad?
-…-trataste de desviar la mirada-¿cómo, cómo es que lo supo?-lo miraste con los ojos muy abiertos-por favor no le diga nada a Kiichi-ni, él se lo dirá a mis padres y ellos, ellos…
-no diré nada, tsk-chisto-solo con la condición que no te sobre esforzarás, el que no hayas quedado con una cojera permanente es un milagro, así que no tientes tu suerte (T/N)-si no viste mal una media sonrisa se dibujó en el rostro del ojiverde-bien será mejor que te quedes descansando un tiempo más antes de ir a la práctica, y antes de que reclames, le diré al entrenador y al capitán que esta mañana no te sentías bien del estómago.
-Kimishita-senpai eres realmente una persona muy amable-le sonreíste coqueta y cantarinamente.
-cállate-una venita se le hizo visible en la sien-y descansa enana-con dos dedos en tu frente hizo una pequeña presión para que te recostaras-me queda una duda-se devolvió a verte de nuevo-cómo es que a esa mocosa la escuchaste hablar? Acaso esta en Seiseki?
-…-trataste de no mantenerle la mirada-sí, está en mi misma clase, pues como en Seiseki no hay club de hockey por lo que solo se concentra en el club profesional en el que está, pero no te preocupes senpai, no tomare venganza prometo no hacer que me ayudes a esconder un cadáver-bromeaste con él, ganándote un nuevo chasquido de lengua y un "siempre te tomas todo a la ligera" –es hora de que se cambie y vaya al entrenamiento o se le hará tarde y pues tendré que darle ejercicios de castigo-moviste el dedo acusatoriamente para dar énfasis a tus palabras.
Al quedarte sola acariciaste el lugar donde había estado hace un momento las manos de Kimishita, tus mejillas se habían sonrojado, no tenías dudas él ya no solo te llamaba la atención o simulabas tu atracción por él para molestar a Ooshiba, ahora te dabas cuenta que de verdad habías desarrollado atracción verdadera por tu senpai de mirada severa y poco temperamento, pero también eras consciente que la probabilidades de ser correspondida eran menores a cero, Kimishita veía tener una novia como una pérdida de tiempo y nada que le interesara.
-seguro que no comprendió lo mucho que hizo que me ilusionara con esto-suspiraste y cerraste los ojos aun sentías molestias en la rodilla pero con los masajes y el vendaje que realizó Kimishita ya habían disminuido.
En el entrenamiento de la tarde Kimishita no te quitaba los ojos de encima veía que cojeabas levemente con la pierna derecha, pero algo imperceptible para los demás, claro Ooshiba solo se centraba en competir con Kimishita por lo que al ver que no prestaba suficiente atención se burlaba, y como es tan lento ni se imaginaba que era porque estaba el ojiverde preocupado de ti, sí aunque le pesara y nunca lo diría en voz alta Kimishita Atsushi estaba preocupado por una chica.
-senpai si me sigue viendo tan fijamente presiento que me desintegraré-le hablaste mientras le tendías una botella con agua.
-tsk-solo un chasquido de lengua mientras se giraba a buscar un balón-cómo sigue tu rodilla?-pregunto en tono bajo solo para ustedes dos.
-oh! sobre eso-reíste antes de contestar-usted tiene unas manos mágicas, a los pocos minutos ya no sentía ningún tipo de molestia.
-…-miles de venas se marcaron en el rostro del pelicastaño-idiota-mascullo dejándote risueña ante la cara enfurruñada del chico.
.
.
En el campamento de verano tenías que estar constantemente separando a Ooshiba de Kimishita puesto que discutían a cada segundo, cuando en los partidos participaban solo los de primero tenías que ayudarles era cuando les dejabas solos y sabías que seguirían con sus absurdas discusiones, pero tu trabajo no era ser su niñera, sino que ver el rendimiento de los novatos y ser de ayuda al entrenador, prácticamente eras más que la manager la ayudante técnico.
El campamento iba muy bien tenías a cada cual de los de primero en alguna posición determinada, pero quien daba la sorpresa era Tsukamoto quien ciertamente no era bueno, pero tenía una determinación para nada envidiable. Analizabas eso mientras salías del baño envuelta en tan solo una bata, tenías la habitación solo para ti, así que te tomabas tu tiempo, comenzarías a arreglarte para estar cómoda y pasar en limpio las notas que habías recolectado en los partidos de práctica, cuando tocaron a tu puerta.
-Voy-te acomodaste mejor la bata y quitaste la toalla del pelo que te incomodaba-¿sí?, Kimishita-senpai?, que sorpresa-te apoyaste en la puerta atenta a lo que tu senpai tenía que decirte, pero él no hablaba-¿senpai?
-…-carraspeo-(T/N), este el entrenador me pidió que te dijera que en la mañana repasaran los apuntes que has recolectado hasta el momento-no podía apartar los ojos de ti, es que convengamos que él está en plena adolescencia y pues estas tú con el pelo humedecido frente a él, recién bañada, y tan solo con una bata que dejaba ver tus piernas, que aunque ya las había visto de muy cerca en ese momento no era tan consciente de ti como ahora-bie…bien, yo vuelvo a mi habitación.
-Senpai, espera-le tomaste del brazo antes de que se fuera-necesito preguntarle una cosa, sobre que convendría para ayudar en su rendimiento para captar los pases de mejor forma a Tsukamoto-kun-antes de que pudiera negarse ya lo habías arrastrado a tu habitación.
-¿el zoquete?-te pregunto mientras veía como tenías lleno de apuntes y papeles la cama-oye enana no te esfuerces tanto y descansa, te vi hoy cojear un poco-hojeaba algunos apuntes hasta que vio uno con su nombre-así que soy un "excelente habilitador pero si solo se centran en ello olvidaran que también puede anotar y con mejor precisión que los delanteros, a los únicos a quien no llama de forma desafiante es a Inohara-senpai y Usui-senpai"
-senpai no le han enseñado que no debe revisar lo que no es suyo?-inflaste las mejillas arrebatándole las hojas, pero al hacerlo diste un giro brusco haciendo que tu rodilla diera una leve punzada-kyaa!-te viste sobre tu senpai al cual tiraste sobre la cama-moh Kimishita-senpai tiene la culpa-te erguiste quedando a horcajadas sobre el regazo del pelicastaño olvidando de paso que solo estabas en bata.
-(T/N)?-balbuceaba tu nombre, tu no eras consciente de que estabas en bata sobre él dándole una increíble vista de tus torneadas piernas y parte de tu parte superior-po…podrías quitarte de encima?
-¿eh?-te detuviste a ver porque tu senpai estaba tan nervioso hasta que te iluminaste y tu cara fue un precioso rubí, saltaste de donde estabas y te apretujaste la bata a tu cuerpo intentando ocultarte-lo, lo, lo, lo siento, Kimishita-senpai.
-tsk-solamente chasqueo la lengua-bien ya di la información del entrenador-se puso de pie y comenzó a dirigirse a la salida-el zoquete a pesar de ser torpe y sea un completo desastre avanza y lo seguirá haciendo no hay necesidad de apresurarlo-comento a la pasada, después de todo de verdad era un buen senpai-descansa enana nos vemos mañana-salió con paso firme y altanero.
-¿dime senpai, puedo albergar algún tipo de esperanza?-preguntaste al aire tras verlo salir, por cómo había reaccionado, su sonrojo, sus manos que sin querer habían recorrido tus muslos antes de que salieras de un salto, todo eso hizo que dentro de ti una gran ilusión se alojara.
.
.
