N/A: Esto es algo chiquito que escribí mientras estaba en servicio social y no tenía nada mejor que hacer jaja. Dejen reviews, ¿sí?
Disclaimer: Los personajes no me pertenece, aunque eso es obvio. Ustedes saben le verdad =w=
Advertencias: SPOILER de manga, se ubica después del capítulo 493.
Su verdad
Naruto en verdad no confiaba en nadie. Su reflejo en la cascada de la verdad hizo que se diera cuenta de ello. Aún podía corromperse como Sasuke lo había hecho y ahora lo sabía. Ahora era consciente de que todavía no era digno de ser Hokage, todavía no poseía la fortaleza para serlo. Ahora podía ver que todo lo que había vivido con sus maestros en parte era mentira, no porque ellos fuera hipócritas, sino por él mismo. En su interior había alguien peor al Kyuubi, en su interior aún residía el dolor del pasado, el dolor que aquellos que se llamaban sus amigos en el pasado habían infligido.
No quería ser así pero no sabía cómo cambiar. Entendía por qué su viejo rival se había perdido en la oscuridad y ahora quería destruir Konoha. El rubio mismo pensaba que él sería capaz de lo mismo, sino fuera por aquellos que ahora le extendían la mano. Pero... ¿cómo verles a los ojos sabiendo que la sonrisa que les regalara era falsa? ¿Podría ser como antes de saber la verdad? ¿Podría comportarse como un ingenuo de nuevo?
El capitán Yamato estaba ahí con él cuando la venda de sus ojos cayó; y aunque la amistad que Killer Bee le ofreció a quien antes quiso matarlo le brindó un rayo de esperanza, esa esperanza todavía era demasiado pequeña y se sentía cada vez más perdido. El kitsune se sentía tentado a olvidar a sus amigos y a Konoha, se sentía tentado a soltar al demonio que yacía atrapado en su interior y darle la espalda a todos aquellos que antes se la habían dado.
Permanecía sentado en una rama cuyo árbol proyectaba sobre él su sombra y lo mantenía oculto de las bestias del lugar. Desde ahí se debatía entre seguir con su entrenamiento y perdonar y olvidar el pasado, o simplemente seguir sus verdaderos sentimientos y desatar la furia contenía de años sobre aquellos que le habían dañado. En su mirada se reflejaba la batalla que aún sostenía con su parte oscura, como si aún estuviera en las aguas del lago; el azul de sus ojos se oscurecía por ratos, cuando empezaba a perder la esperanza, y por ratos se iluminaba. Sin embargo su rostro permanecía estoico.
Yamato podía verlo. Desde el lugar en el que observaba al rubio podía ver el flujo inestable de su chakra. Sentía un vuelco en el estómago cada que el chakra rojo del Kyuubi cubría por completo al rubio, estando en repetidas ocasiones a punto de intervenir; no obstante, el chakra azul del adolescente emergía nuevamente y, con dificultad, volvía a cubrirlo, dejando sólo el sello de Yondaime en rojo.
Así pasaron las horas, Yamato depositando su fe en Naruto, y éste último luchando con sus sentimientos encontrados. Ninguno de los dos se movió de su lugar ni un segundo. Uno representaba el dolor de los años y la traición que sentía, el otro representaba a toda una aldea que ahora creía en el menor.
¿Ganaría el odio del Kyuubi…? ¿O lo haría la fe de Konoha?
