Hace un par de días se me ocurrió esta idea y me gustó. Es una especie de mezcla entre la estupidez de Taylor (no lo trago a ese hombre), un punto de Shandy y Sharon Raydor cerrando bocas como debe ser. Me encanta Darth Raydor! Ahí os lo dejo.

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- ¿Se puede saber qué está haciendo? ¡Deje de compartir confidencias con su novio y resuelva este caso ya, Capitana! - Como siempre, las entradas airadas del Jefe Taylor en la sala principal de la División de Crímenes Mayores eran igual que las de un elefante en una cacharrería, creando de repente un silencio donde se hubiera podido oír la caída de un alfiler.

La espalda de Sharon Raydor se tensó y puso suavemente su mano en el brazo de Andy para evitar que diera un solo paso más después de haberse levantado de su mesa, visiblemente indignado. Flynn la miró a los ojos un momento y vio la famosa mirada de Darth Raydor que estaba a punto de recibir Taylor. Durante años, había estado al final de esa mirada y sabía lo que significaba. Andy seguía muy enfadado, pero pensar en cómo iba a tratar Sharon al Jefe evitó que respondiera a lo que acababa de decir el necio de Taylor. El resto del equipo miraba entre boquiabierto y disgustado las acusaciones sin fundamento que acababa de lanzar su Jefe. Airear la vida privada de uno de ellos era un golpe bajo, y si lo hacía sin motivo, todavía más.

Raydor se giró para mirar a Taylor directamente a los ojos.

- En primer lugar, Señor, - dijo pronunciando esto último con todo el desprecio que pudo - el Teniente Flynn me estaba resumiendo un informe financiero que acababa de terminar sobre el sospechoso que tenemos ahora mismo en custodia. - Sharon le tendió una carpeta - Si quiere, puede leerlo y acompañarme a la sala de interrogatorios 1 para ver cómo justifica ciertas cantidades que aparecen en sus cuentas. Con un poco de presión por nuestra parte, yo creo que conseguirmos un trato antes de una hora y tendrá tiempo de dar una gran rueda de prensa para dar las buenas noticias antes del informativo de la noche.

Taylor se quedó callado y no hizo ningún ademán de coger la carpeta. Todavía miraba desafiante pero empezaba a recordar con quién estaba tratando. A Sharon Raydor nadie le había regalado nada, ni en la vida ni en el cuerpo, y no había llegado a ser quien era por que sí.

- Y en segundo lugar, ¿sabe que utilizar la situación personal de un subordinado para presionarlo profesionalmente puede ser considerado como acoso según las regulaciones del Departamento de Policía de Los Angeles?

El tono de voz de Sharon Raydor había bajado varias octavas y había pronunciado cada palabra cuidadosamente en una velada amenaza. Intentar discutir sobre las ordenanzas con alguien que prácticamente las había escrito, era algo que Taylor no podía hacer, así que optó por un discreto silencio. La frialdad con la que Sharon Raydor había hecho la pregunta, podía congelar el infierno. Taylor tragó saliva y miró a su alrededor nervioso. La Capitana tenía razón y había una habitación llena de testigos que habían oído perfectamente lo que había dicho. Carraspeó incómodo intentando recuperar la poca dignidad que le quedaba.

- Capitana Raydor, sabe que esa no era mi intención - dijo en tono conciliador -, pero este caso urge solucionarlo. La reputación del Departamento depende de ello. Espero noticias suyas en una hora.

Dicho eso, se dio media vuelta y salió por dónde había venido todo lo rápido que pudo.