Esa mañana el despertador sonó como todos los días y Rachel a tientas lo apago, se estiró en su cama y luego se levantó fue al baño para luego empezar su rutina de ejercicios, cuando termino busco en su closet la ropa para ese día de escuela, abrió la ventana y vio que la ventana de la casa de al lado estaba aún cerrada y con la persiana abajo, era el tercer día de clases y aun no se acostumbraba a dormir temprano, rodando los ojos, tomó su teléfono y le marco a la rubia, después de varios repiques escucho la voz adormilada de su vecina.
Buenos días Berry- Dijo Quinn sin siquiera chequear quien la llamaba.
Buenos días Quinn, levántate o vamos a llegar tarde a la escuela y sabes que tenemos un récord perfecto en asistencia y que sea nuestro último año no quiere decir que vayamos a echar nuestro esfuerzo por la borda, es más justamente por eso deberíamos enfocarnos más en...
Ok, Ok estoy levantada- Dijo subiendo la persiana y abriendo la ventana- Dios Rachel aún falta una hora para que suene la primera campana- Dijo viéndola.
Lo se, pero ambas sabemos que si no te despertara nunca llegaríamos a tiempo - Dijo la morena sonriendo.
No es cierto, soy muy capaz de levantarme sola - Dijo seria la rubia.
Si como digas pero ambas sabemos que eso no es cierto- Respondió Rachel sonriendo aun mas.
Como digas Berry, ahora mueve tu trasero porque si sigues hablando en serio llegaremos tarde y puedo ver que aun no te haz bañado- Dijo Quinn mientras le sacaba la lengua.
Porque tenía que servirte de despertador humano- Respondió Rachel sacándole también la lengua.
Pues a ver quien es mas rápida -La reto Quinn colgando el teléfono y metiéndose al baño corriendo.
Rachel tiró su teléfono a la cama y corrió a ducharse, la rubia no iba a ganarle, nadie le gana a Rachel Berry ni siquiera Quinn Fabray.
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La familia Berry se habían mudado a Lima cuando la pequeña Rachel estaba recién nacida desde Nueva York, a los pocos días de haberla adoptado en la gran manzana, querían criar a su hija en un ambiente menos estresante y más seguro que el de la gran manzana, así que empacaron sus cosas las metieron en el maletero y emprendieron el viaje a Ohio.
Cuando llegaron a Lima se enamoraron del pueblo, era tranquilo, seguro y alejado de la gran ciudad, justo lo que querían para Rachel, sus vecinos eran amables en especial los de la casa de al lado los Fabray, una familia perfecta por así decirlo, Russel y su esposa Judith les dieron la bienvenida al vecindario y les presentaron a sus hijas, la pequeña Francine de cuatro años y Quinn unos pocos meses mayor que Rachel.
Ambas familia se llevaron muy bien desde el principio y por supuesto Rachel y Quinn habían crecido juntas e inseparables, no se podía ver a una sin que la otra estuviera cerca, habían sido mejores amigas desde que usaban pañales ya 17 años atrás.
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Rachel bajaba las escaleras corriendo saludando a sus padres pero corriendo hacia la puerta abriendola para encontrarse a Quinn recostada del marco viéndose las uñas con una sonrisa superior.
La edad te está volviendo lenta Berry- Dijo riendo para luego entrar a la casa dirigiéndose a la cocina a saludar a los padres de Rachel.
No seas tonta Quinn que tu eres mayor que yo- Dijo la morena sentándose en la mesa molesta porque Quinn le había ganado.
Su hija no sabe aceptar la derrota - Le dijo Quinn a los hombres que terminaban el desayuno.
Nunca ha sabido Quinn -Decía Leroy mientras le colocaba un plato en frente.
Y ustedes dos han competido desde que usaban pañales- Reía Hiriam quien colocaba el desayuno de Rachel en la mesa.
Y yo siempre gano- Respondieron las dos al unísono.
Terminen su desayuno que van a llegar tarde a la escuela- Decía Leroy mientras les daba un beso a cada una en la cabeza y se iba a la sala.
Que tengan un buen día chicas- Se despedía Hiriam dejando también un beso a cada una y siguiendo a la sala donde ya su esposo lo esperaba con sus cosas para irse a la oficina.
Ambas chicas terminaron de comer y Rachel se encargó de los platos mientras Quinn subía a la habitación de la morena para buscar sus cosas, luego de tener todo bajo y salió hasta su auto y metió el bolso de Rachel para luego volver dentro de la casa. Rachel estaba secándose las manos cuando sintió que la tomaban por la cintura y empezaban a hacerle cosquillas.
Quinn no, para- Reía Rachel sin poder soltarse de la rubia.
Acepta que te gane- Decía Quinn sin dejar de hacerle cosquillas.
Esta bien, esta bien tu ganaste- Se rindió la morena.
La rubia la dejo permitiendo que Rachel se diera vuelta quedando frente a ella y que viera su sonrisa superior y burlona
Eres mala Quinn- Hacía un puchero la morena.
No tengo la culpa de que seas lenta pequeña- Sonreía Quinn, Rachel siempre le ponía esa cara.
No es por eso tonta- Le daba un golpecito en el hombro.
Y entonces porque?- Preguntaba Quinn aun sabiendo cual era la respuesta.
Hoy llegaste y ni siquiera me saludaste- Se cruzaba de brazos.
Es que bueno, tenía mucha hambre y tus papás hicieron tocino hoy y pues-Decia lo más seria que podía.
O sea que para ti es más importante comerte un pobre animal muerto que saludarme? Perfecto- Decía molesta mientras pasaba a un lado de la rubia hacia la sala- Ahora muévete porque vamos a llegar tard...
No pudo continuar porque Quinn la había tomado por el brazo haciendo que se devolviera, la tomo fuerte por la cintura y unió sus labios en un tierno beso, Rachel a pesar de negarse al principio, no soporto colocar sus brazos alrededor del cuello de la rubia e intensificar un poco más el beso.
Se besaron hasta que el oxígeno se hizo una necesidad, separando sus labios pero quedándose juntas.
Buenos días pequeña- Decía Quinn sobre sus labios.
Buenos días Quinn- Sonreía Rachel- Y ahora que ya me has saludado muévete que vamos a llegar tarde a la escuela- Dijo dándole una palmada en el trasero y corriendo a la sala y luego al auto de Quinn.
La rubia rió y siguió a Rachel para emprender el viaje a la escuela, miró su reloj, si no se apuraban en serio iban a llegar tarde.
Llegaron al estacionamiento de McKinley a tiempo, salieron del auto y enseguida fueron recibidas por Santana y Brittany, quienes las esperaban en el auto de la latina.
Hasta que al fin llegas Fabray, quien sabe que estaban haciendo en la casa de la enana- Decía la latina apoyada de su auto.
Buenos días Santana- Decia Rachel ya acostumbrada a los recibimientos de la latina.
Berry- Fue la única respuesta de la latina antes de recoger sus libros y los de su novia para irse rumbo a la entrada del colegio.
Cuando entraron vieron que los pasillos estaban prácticamente vacíos, miraron sus relojes para ver si estaban retrasadas pero aun faltaban 5 minutos para la primera campana, iban hacia sus lockers cuando vieron a muchos de los estudiantes acumulados alrededor del salón del coro, algo que no pasaba con regularidad, se acercaron y pudieron ver a Kurt llorando en el hombro de Blaine, se acercaron a ellos preguntándoles qué había pasado.
No sabemos qué le paso solo que lo encontraron así esta mañana-Decía Kurt sollozando.
A quien, que paso?- Preguntó Rachel abrazándose a Quinn.
A Mr Shue- Dijo Blaine a punto de llorar
Que le hicieron?- Pregunto Quinn claramente asustada al ver el estado de los chicos.
En ese momento el grupo de estudiantes aglomerados dieron paso a los paramédicos que empujaban una camilla, que llevaba a un William Shuester bañado en sangre mientras los paramédicos luchaban por mantenerlo con vida.
Blaine las miro-Intentaron matar a Mr Shue.
