Disclaimer: Durarara! es obra y gracia de Ryohgo Narita & Suzuhito Yasuda.

Advertencias: Spoiler de las novelas ligeras. Incoherencias. Caries. Orihara 100%. Mensaje —Shizaya— subliminal (?)

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Karma

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Porque, tal vez, el karma si le estaba haciendo una mala pasada.

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Karma. Causa y efecto. Él las burlaba a la perfección.

Cuántos actos inmorales había cometido. Cuántas trampas había tendido. Cuántas redes de mentiras había tejido. Cuántos lazos había roto. Cuántas semillas de confusión había sembrado…

Bastantes, eso era seguro. Y cada uno por y para sí mismo, para su propio regocijo.

Izaya Orihara se encontraba sentado en su escritorio, degustando una taza de chocolate caliente. En la comodidad de su lujoso departamento. Con una sonrisa altiva trazada en su rostro.

Aunque, estaba solo y el día era aburrido, todo estaba bien y tranquilo para él.

Demasiado bien. Muy, muy tranquilo. Asquerosamente aburrido.

¡Ah, pero ya se encargaría él mismo de traer la diversión a Ikebukuro! Al fin y al cabo, era él quien manejaba todo.

El karma no podía tocarle, no podía castigarle, porque él era la viva imagen de la perfección. Hacía lo que quería, cuando quería y como quería. Eso de "cosechamos lo que sembramos" no se aplicaba en él. Él sembraba el caos, el desastre, la diversión, la chispa, él le daba vida a aquella ciudad, y lo que cosechaba era placer, alegría, gozo, ¡Pero es qué él amaba a los humanos! Le encantaba verlos en sus diferentes expresiones. Le fascinaba ver sus diferentes manías y tendencias, esa era su vida, sus acciones eran por y para esos seres. Y a veces, era necesario jugar sucio para cosechar victorias.

Karma. Causa y efecto. Él las burlaba a la perfección. Y eso era lo correcto, él era Izaya Orihara. Él era muy perfecto para caer en esas tonterías. Él era un maestro de títeres, él tenía los hilos y los manipulaba a su antojo, tenía el control de todo a su alrededor. Él conocía las fortalezas y debilidades de los humanos, él amaba a los humanos, y los humanos debían amarle a él, o al menos deberían hacerlo.

—¡Iza-nii! yo también quiero chocolate. ¡No! Mejor una taza de café con leche o tal vez un batido de fresa, ¡o un batido de banana!, ¿tú qué dices, Kuru-nee? —La melodiosa voz de Mairu Orihara resonaba por todo el lugar.

—Agua. Sólo tengo sed —Respondía con una expresión serena la melliza, Kururi. Se encontraba en frente del escritorio de su hermano mayor, junto a la chica de los lentes y las trenzas.

Ah, eran sus hermanitas, sus adorables y fastidiosas hermanitas. ¿Qué hacían esas ahí? ¿Cómo habían entrado?, Izaya no parecía sorprendido en absoluto y comenzó a reír efusivamente.

Porque, tal vez, el karma si le estaba haciendo una mala pasada. Después de todo, gracias a su mala influencia sus hermanas eran como eran. Y ahora, tendría que atenderlas porque ellas eran humanas y él amaba a los humanos, y ellas eran humanas, pero unas humanas fuera de lo común.

No tenía nada en su contra, después de todo eran sus hermanas, su misma sangre, pero al igual que Shizu-chan, ellas eran tan difíciles de controlar. Tan irreverentes, tan indomables, tan impredecibles…

—¡Shizu-chan~! Shi-Shi-Shizu-chan~ —Tarareaba el informante mientras daba vueltas en su silla.

Mairu comenzó a carcajear con frenesí mientras Kururi sólo esbozó una sonrisa soberbia.

Entre hermanos se entendían.


What can I say? Amo a los Orihara *-*!

Un drabble que hice para una mocosa, quedó very raro pero bueno, fui obligada a subirlo ._.

Se aceptan críticas, comentarios, chocolates y avena :3!

Durarara! FTW!