Es una loca historia que me ocurrio.

Sé que no son muy queridos... Pero no sé... Es algo que se me vino a la mente.

Mi nombre es Ashley, tengo 19 años, vivo... Vivo por el mundo entero, no se puede decir que tenga un lugar fijo para vivir. Explico, soy hija única, con madre separada, ah si, y ella es asistente de la gran empresa de la WWE si, eso. No diré... No me gusta eso, por que... ¿A qué persona no le gusta conocer medio mundo? A mi por lo menos si. Nací en LA y vivimos allí cuando no tenemos que estar yendo de un lugar a otro, actualmente es asistente de RAW. Es todo un show, todo va con guión, bueno algunas peleas no... Pero otras, son demasiado falsas. No entiendo por que hacen eso. De chica, creo que si que creía en esto, ya obviamente sé como funciona... Nunca había pisado un maldito colegio y para mi creo que era mejor. Si estaba graduada, ¿Como? Estudios en casa. Aquí era algo que por lo visto veía mucho, mucha gente estudiaba en casa. No sé las razones. Las mías, eran obvias.

Nunca, en unos cuantos años que el llevaba aquí me había fijado en el. Más bien, el no se había fijado en mi. Quizás no nos llamábamos la atención ninguno de los dos. El se casó tuvo una preciosa hija con su increíble mujer. Hasta... Que se separaron, obviamente no sé las razones y mucho menos me importaban.

Después de un día a otro, empezamos a hablar... Y como sin saber por qué... Nos acabamos enamorando.

El... El es distinto, por que entro a RAW después, siempre me había gustado su personaje, hasta que cambio, lo que hacía o debía decir, ahí no es que fuera un personaje, es que fuera se comportaba igual. Estúpido, engreído, caprichoso... Y, no sé por que me empezó a gustar, me empezó a gustar por el echo que empezó a hacerle la vida imposible a Randy, si, a el. Sin razón alguna... Eso realmente me debería molestar, y claro que me molestaba, en parte. Por que por otra sentía cosas por el que no eran normal. Y ante todo... No sabía a quien quería más realmente.