Hola a todos y a todas, queridos lectores aquí está Chivotenkai subiendo textos. Hoy os traigo algo nuevo, si... ya se que va de un Naruto desterrado, que salen OC, paranoias más grandes que el trauma de Sasuke, blah, blah blah...
¿Que puede tener de novedad en esta historia... algunas escenas Yaoi?
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Debido a motivos de preservación de mi vida, me veo obligado a no revelar esa parte de información.
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La principal novedad no es el contenido de la historia en sí... es el como se ha creado, ante ustedes está la escritura tandem. Con Eli prácticamente, casi siempre era realizar un brain storm y luego adaptar.
Esto es diferente, es más bien como un duelo... a parte de algunas ideas principales que se comentan antes de escribir, este capítulo va por turnos, por lo que si notan cambios en la escritura, será por ese motivo. Es un nuevo concepto muy interesante, no hablaré mucho de la historia, solo decir que ni de coña va a ser tan larga como legado de la diosa, tal vez al nivel de familia Fox.. pero no creo que mucho más.
Ahora dejo paso a AliceUchihaLockwood para que os de algunas palabras:
Weeeeeno yo sé qué decir xD
Pero lo de arriba, esto ni de coña llegará a ser tan jodidamente largo como lo es el de El Legado de la Diosa (me da pena Chivo cuando veo ese fic teniendo en cuenta que se ve como sobreexplotación laboral).
Y sí, nos intercalaremos los capítulos por lo que el estilo de escritura será variado (además que para que en lo que uno está escribiendo el otro también puede seguir con sus proyectos personales y eso), en uno puede parecer ir lento como tortuga por los detalles y eso y el otro pues (según yo) con exceso de cafeína (tal vez).
Literalmente esto está co-escrito. Sin más que decir (y para no acabar en algún divague) les dejamos con el capítulo.
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—No pensé que pesases tanto —Naruto murmuró en voz baja y con esfuerzo, se podía apreciar las múltiples heridas recibidas en lo que parecía una grandiosa batalla mortal. Muchos se preguntan cómo había logrado sobrevivir, algunos lo atribuirían a los genes Uzumaki o simple suerte.
Aunque este último motivo, podría descartarse debido a los eventos que estaba a punto de sufrir.
Naruto había pasado por la zona donde Lee y Gaara enfrentaron a Kimimaro y a pesar de la destrucción, no encontraba a ninguno de los tres. Esto hizo pensar a Naruto que habían comenzado su rumbo a la aldea, sin embargo, este pensamiento era equivocado.
—Genin Uzumaki, queda bajo arresto. —un grupo de AMBU apareció de la nada, rodeando al joven, el chico los conocía bien... eran la élite entre la élite, los AMBU personales del Hokage. Satsuki, la chica que había intentado desertar, había logrado recuperar un poco la consciencia justo en el momento exacto para ver una escena que no podía imaginar, al fin y al cabo era ella quien había desertado de la aldea, no Naruto.
El muchacho no se podía creer lo que estaba pasando, por fin había logrado demostrar que era capaz de llevar a cabo una gran labor y de pronto lo estaban tratando de un criminal, su mente estaba en un gran shock hasta que al fin, su mente hizo un "click", terminó deduciendo el motivo y una mirada amarga se plasmó en su rostro. Ya estaba demasiado cansado para continuar, su moral era lo único que lo mantenía en pie y el escuchar estas palabras, solo lograron que el joven se desplomase en el suelo, por puro agotamiento.
—Maldita sea, ahora habrá que cargar con él. —un AMBU con la máscara de oso se quejó con desgana mientras tomaba al chico al mismo tiempo que otro de los AMBU tomaba a la Uchiha con más cuidado, sinceramente hubiera preferido que el muchacho muriese en el campo de batalla.
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Sala del consejo de Konoha
La sala podía considerarse un gallinero —incluso podría decirse que estaba peor que uno con el caos reinante—, todo el mundo no paraba de hablar. Ninguno tenía cara de buenos amigos, muchos miraban con odio al chico mientras que otros mostraban una sonrisa, una sonrisa que prometía una mala acción contra el shinobi que había cumplido con la misión.
— ¡Silencio todo el mundo! —las personas en la sala callaron de inmediato al escuchar las palabras llenas de autoridad por parte del que era el líder del lugar. Esta persona se fijó con la mirada endurecida al chico que estaba delante de él: Naruto.
El cuál apenas había recibido atención médica, la suficiente para mantenerse de pie en lo que parecía un juicio… eso sí, estaba cubierto de grilletes.
—Gennin de Konoha, ¿Sabes por qué estás aquí? —la persona que le estaba juzgando, le preguntó con un tono de muy pocos amigos, cualquier otra persona que hubiera recibido esta frase estaría bastante asustado, sin embargo, la mente de Naruto aún seguía ligeramente en shock y sus emociones aun estaban pendientes de ser recolocadas.
—No, la verdad que no lo sé —Naruto respondió con un tono neutro, no le gustaba nada a como estaba llegando la situación, nada de lo que estaba frente a él tenía buena pinta.
—Se le acusa de grabes crímenes, extorsión, daño físico y moral a un miembro importante de la rama secundaria de los Hyūga, varios delitos y el más importante: intento de asesinato de Uchiha Satsuki.
— ¡¿Qué?! —no podía creer lo que acababa de oír, en realidad una parte de suya se lo imaginaba, pero esta era una de esas ocasiones en las que la imaginación superaba la realidad. Antes de que dijeran nada nuevo, Naruto estaba empezando a acumular estrés al extremo y esto le causaba un gran nerviosismo. Sin embargo, toda la vida que había llevado hasta ahora, le servía para intentar calmarse lo antes posible
— ¿Podría explicarme los detalles... padre? —Naruto preguntó con una voz grave, muchos le criticaron al decir la palabra "padre" aunque fuera cierto, la persona que lo estaba juzgando era el mismísimo Yondaime Hokage: Minato Namikaze.
—No te atrevas a llamarme así, gennin... respecto a tus dudas, déjame que te explique. —Minato respondió con un tono cruel mientras preparaba un bonito taco de papeles.
—La extorsión sucedió durante la misión en Nami no kuni, el equipo 12 formado mayoritariamente por mi familia fue el grupo principal de la misión, tú fuiste como grupo de apoyo tras recibir la noticia de que Zabuza y otros nin de alto rango estaban por la zona. Al final de la misión, Tazuna puso su nombre al puente en lugar del de mi hijo Jin o el apellido de la familia... Estaba claro que lo amenazaste —Minato empezó con una batería de excusas absurdas que no tenían sentido alguno, el Hokage en realidad había mandado a Naruto a Nami a morir, sin embargo, el "hijo pródigo" había sobrevivido y logrado algo de fama.
—Los daños fueron físicos y psicológicos al primo de Hinata: Hyūga Neji. —Naruto miró incrédulo al Namikaze, eran los exámenes de chūnin, ¿Que se esperaba?
—Eran los exámenes chūnin, ¿Acaso Lee no resultó peor? Por no hablar de... —el potente puño de Tsunade en la mesa del jurado para callar al chico, el muchacho hizo recordar a todos la pelea que hubo en la primera fase, muchos fruncieron el ceño ante la respuesta del chico pues aunque lo negasen era argumentos válidos, además Naruto tenía respeto por Lee en mayor parte por su sensei. Sin embargo, no permitirían que siguiese escudándose.
—Entre otras muchas cosas, casi matas a la última de los Uchiha que reside en Konoha. Peligrando al linaje y por tanto el Sharingan. —Minato miró con odio al chico, Jiraiya miró con firmeza esta escena y muchos no podían parar de lanzar desgarradoras amenazas.
—Me dijiste que usásemos toda nuestra capacidad, ¿Pensabas que vendría por las buenas? Si tan eficaz querías que resultase la misión... ¿Por qué no llevaste a mis dos "hermanos"? —Naruto terminó mencionando a sus hermanos mayores con un tanto de desprecio, Kushina la cual estaba también en la tribuna reaccionó con furia.
— ¡Cállate fracaso! —Kushina exclamó lanzando una cadena que abofeteó con fuerza el rostro del joven acusado injustamente.
Minato miró con satisfacción la escena, no había terminado como esperaba, pero ya tenía algo en mente.
—Por todo esto deberíamos condenarte a muerte, sin embargo... Konoha es compasiva. —el kage casi podía saborear el placer de ver su obra cumplida, después de esta sentencia, todo estaría completo, la mente de Naruto se había quedado congelada, su cabeza ya estaba imaginando lo que estaba por venir.
—Dicho esto, estás desterrado de Konoha, para siempre... nunca pondrás un pie aquí bajo pena de muerte. Todas tus pertenencias así como status de heredero quedan requisados sin posibilidad de vuelta y al perder dicha posición, quedas excomulgado de los clanes Uzumaki y Namikaze. —muchos en la sala comenzaron a lanzar gritos de alegría, al ver como Minato hacía chocar el mazo, clara señal de que el caso había sido cerrado.
—Tienes 1 hora para salir mocoso, después de todo, TODAS tus pertenencias no te pertenecen. —Jiraiya soltó su frase condescendiente con gran ilusión, ahora que Naruto no estaba como heredero, el puesto sería para los dos mayores, los héroes de Konoha. La ley del difunto Sandaime había sido derrotada.
Ahora solo tenía que salir de la aldea y en poco, seguramente un escuadrón de Iwa tomaría la vida del chico simplemente por ser hijo de Minato, de esta forma su plan número 15 saldría victorioso...
El Hokage veía a Naruto como una cucaracha, no entendía como había logrado tener tanta suerte...
No era un jinchūriki, no presentaba una gran cantidad de genes Uzumaki para poder desbloquear las cadenas, su chakra no era gran cosa y por si fuera poco Minato, al igual que Kushina, tenían en conocimiento que el chico era "un alborotador"
Los últimos intentos de acabar con el eran fáciles de adivinar:
Mandaron a Naruto a la misión de Nami a modo de refuerzo para que muriera, sabotearon su entrenamiento gracias a Kakashi, pensaron que Neji mataría al chico... pero de alguna forma logró vencer.
El último plan fue excelente, sabían que la Uchiha huiría, es más, dejaron que tomase cierta distancia y mandaron al chico a posta para que este muriese a manos de la chica.
De esta forma, Satsuki ganaría el mangekyō... además el plan tenía un bonus, si seguía más adelante, nada más cruzar la frontera, tenía preparados unos AMBU listos para la captura.
Por lo que Satsuki sería condenada de traidora y asesina de su "querido hijo", gracias a eso, le quitarían el Sharingan y la utilizarían para producir muchos Uchiha.
Un plan perfecto, por desgracia Naruto lo frustró una vez más... pero esta vez, la suerte del chico había terminado.
El rubio suspira profundamente con una mirada neutra, sus ojos celestes miraban fijamente a los de su padre, sin sentimientos, al Namikaze le daba la impresión tan extraña y fría de sentir que él buscaba penetrar en su alma, casi buscando una justificación a sus actos, una razón real para que ellos lo desterraran cuando todos los argumentos dados eran completamente absurdos.
Él había ganado el derecho a tener su nombre en el puente de Nami por su esfuerzo.
Derrotó a Neji de manera limpia y justa. Además no podían reclamarle ya que de eso se trataban los exámenes de ascenso chūnin: Matar, vencer o morir en el intento.
Tuvo suerte de haber derrotado a Satsuki, aún cuando ella había activado la segunda fase del sello maldito de Orochimaru, él se las ingenió para poder derrotarla y traerla nuevamente a la aldea…
Y así se la recompensaban… ¿Qué esperar del padre que nunca estuvo allí para él? El padre y las familias que siempre estuvieron tras sus hermanos mayores, dos prodigios en el arte de ser shinobis. Su hermana mayor: contenedora del Kyūbi, su otro hermano, el del medio era un gran Uzumaki capaz de controlar las cadenas de chakra perfectamente. Y finalmente él, el menor de los tres… el que no había heredado casi nada de los genes de sus padres, ni reservas inmensas de chakra, ni sus genes del clan Uzumaki de parte de su madre…
Sí… todo un fracaso.
—Está bien. Me iré en el plazo de una hora.
El grupo AMBU que lo sostenía se lo llevó afuera de nuevo, quitándole todas sus armas y la banda con el símbolo de la hoja de la frente, arrastrándolo encadenado hasta los muros de Konoha en dirección a la frontera con el País de la Tierra. Como habían dicho antes no tenía derecho a reclamar ni llevarse nada por más que le pertenecieran, dejándole con un amargo sabor en la boca. La gente le mirada despectivamente pasando por allí, casi como si fuera un maldito ninja traidor a su aldea…
Escoria
Malnacido
Impostor
No puede ser hijo del Hokage.
Débil
Y los murmullos seguían así entre más los veía. Los escuchaba como si le estuvieran hablando de cara, podía verlos darse vuelta hablando a sus espaldas a todos ellos, a todos esos malditos a quienes había estado intentando sorprender de alguna manera, de ganarse su respeto y mostrarles que no era necesario ser un jinchūriki como su "hermana" Naomi o tener un Kekkei Genkai molón como las cadenas de chakra de su "madre" o su hermano Jin…
—Ya puedes dejar de fingir… —piensa, sencilla y planamente
Pasan por la puerta de la aldea, empezando a alejarse de allí con el grupo AMBU de su "padre" rodeándolo y de vez en cuando empujándolo para que caminara, su estado en sí era malo para ir caminando a un paso rápido y encima que lo maltrataran más de lo que él ya estaba…
Entretanto él se encontraba alejándose de la aldea que lo había traicionado, rápidamente el pueblo fue convocado a una reunión frente a la Torre Hokage, al fondo del edificio podíamos ver a una joven de trece años de pelo rubio y ojos celestes como los de Minato, algo desastroso, largo pero bien cuidado atado en una coleta, usaba un chaleco chūnin abierto, bajo el mismo una camisilla sin mangas, unos pantaloncillos ajustados con mallas en las piernas, las clásicas sandalias azules, sobre su cintura estaba la banda ninja de la aldea como si fuese un cinturón y a un costado colgando una espada katana, a su lado se encontraba Kushina Namikaze contándole la noticia sacándole una sonrisa burlona a la kunoichi rubia.
— ¿Entonces por fin se fue la peste de ese bastardo de Naruto? —pregunta, la cabeza de tomate sonríe y asiente —Ya era hora…
—Sí, por fin nos deshicimos de esa deshonra, mi Naomi-chan. Ese infeliz no merece tener el apellido Uzumaki ni el Namikaze… no es nadie más que una peste y un inútil…
Escuchan pasos en su dirección, un joven de la misma edad de Naomi aparece, de pelo rojo como la esposa del Kage, iba entre una mezcla en el estilo de cabello ordenado de Kushina y uno algo desarreglado de Minato siendo de cabello corto con un par de mechones colgando frente a sus ojos violetas, era un poco más alto que la rubia tonta, usaba una chaqueta negra con rayas blancas con el símbolo de los Uzumaki en la espalda, una camiseta de malla negra bajo el mismo, un par de guantes de combate cubrían sus manos dándole un aspecto de chico malo, pantalones que hacen conjunto con el chaleco, botas recién lustradas y, de la misma manera que Naruto usaba su protector en la frente.
El aire que desprendía era uno relajado, rozando a la actitud estoica y calmada de Itachi, la única diferencia era que parecía desprender una extraña calidez con su presencia, casi como si estuviese protegiendo algo por más que eso no se encontraba cerca.
¿Acaso era posible hacer eso?
Sí, lo era.
—Oka-san, Naomi-chan, ¿Para qué nos llamó otō-san?
Las dos observan al recién llegado con unas sonrisas más grandes que sus rostros —Metafóricamente hablando aunque casi rozando la realidad—, haciendo que arquease una ceja en confusión. Una sensación le da el indicio de que algo bastante grande había pasado…
—Pueblo de Konoha —llama el Kage en voz fuerte y clara —, los he reunido aquí para informarles de una noticia: Aquel niño extraño que se hacía pasar por mi hijo, el tal "Naruto" ha sido finalmente expulsado de la aldea —las palabras parecieron golpear a Jin con fuerza pero hizo que no se notara nada, los murmullos de los aldeanos no se hizo esperar, sin mencionar que el noventa y nueve por ciento gritaba y festejaba la expulsión del "hijo pródigo" de Minato Namikaze.
Escucha las razones más absurdas del mundo como para haber expulsado al menor de la familia, atentamente palabra por palabra sin comprender absolutamente nada de lo que oye, no lo procesa para nada… y no era el único que estaba de la misma manera que él: algunos jōnin escuchaban y no se lo creían. Por ejemplo estaba Gai, Asuma, Anko y Kurenai, sumados a los otros novatos —exceptuando a cierta banshee ruidosa destroza tímpanos— ante la impactante noticia, y de hecho no se detendrían ante alguna respuesta.
Terminada la reunión todos regresan a sus hogares con evidente felicidad —exceptuando a los anteriores mencionados— por la noticia, llegando a la sala de la mansión Namikaze fue donde se dieron cuenta del aura rodeando al hermano medio y ahora menor de la familia, el mismo, sin expresión, ocultando toda una amalgama de emociones mixtas más una enorme cantidad de rabia hacia los idiotas de su familia…
—No… —balbucea bajo su aliento
Aprieta los puños escondidos en los bolsillos de su chaqueta con rabia, tal vez escondía su furia de su rostro, pero se estaba expresando peligrosamente en su interior. No nota que su madre le miraba de reojo preocupada, habiendo notado el cambio en el flujo de su chakra. El mismo parecía un mar infinito, cálido y firme, pero en esos momentos en las costas se formaban olas que colisionaban violentamente contra unas paredes de piedra expresando su enorme enojo ante la situación…
Jura que va a estallar en cualquier momento.
Sin decir nada se retira a su habitación por las escaleras apoyándose contra la baranda, sin dejar de ser observado por su madre de manera curiosa, Naomi levanta una ceja con una sonrisa burlona, pero no dice nada. Perfectamente sabía qué pasaba por la cabeza de su estúpido hermano menor. Solo espera a que estallara…
— ¿Jin-chan? —pregunta Kushina — ¿Qué te sucede? ¿Acaso alguien te molestó?
¿De verdad se lo estaban preguntando? Puede ver que su chakra en forma de océano se volvió más violenta esta vez, empezando a nublarse el cielo azul que le caracterizaba a su aura, contraste a su actitud superficial de aparente calma. Naomi bien sabe que Troya ardería en llamas en cualquier momento.
—No, oka-san, estoy bien —responde, ligeramente irritado
Nuevamente intenta subir, a los dos escalones la persona que menos tenía derechos de hablarle en ese momento le habla:
—Si tienes algún problema con alguien sabes que puedes solucionarlo.
Santo hipócrita malnacido hijo de perra destierra hermanos…
Allí su chakra empezó a aumentar sin que externamente se notara, la Uzumaki podía ver cómo el día se tornó de noche en el aura tan firme de Jin volviéndose una violenta tormenta interna. Él conoce el sermón tan estúpido y sin sentido de sus padres respecto a Naruto, por lo que decide subir sin dar una respuesta a la habitación de su pequeño hermano, azotando la puerta y cerrándola con llave…
Tira su espalda contra la puerta dejándose caer contra el mismo ya dejando saltar las lágrimas de sus ojos de una manera tan silenciosa y rápida, como una represa rompiéndose por la cantidad desmesurada de agua contra los muros… era una de esas veces donde nadie más veía sus sentimientos, nadie los veía exceptuando su pequeño "Naru-chan".
No comprende cuál es el odio de sus padres y su hermana hacia él, solo porque no tenía la mayoría de los genes de su madre, por no ser un jinchūriki como su hermana, por no tener un Kekkei Genkai como las cadenas de chakra igual que él lo denigraban y trataban como si fuera un extraño o basura. Lo trataban así solo por no haber salido como ellos hubieran querido…
Ya desde que tiene memoria se dio cuenta que él era su hermano, antes todo era distinto, al menos hasta que cumplió los cuatro años y ellos ingresaron a la academia a los cinco años… donde ellos empezaron a decirles que aquel niño no era su hermano… primero no lo comprendió, hasta que con el pasar de los años lo hizo, entendió las razones del descuido de sus padres y la preferencia a ellos…
Nunca fue porque su hermana era jinchūriki del Kyūbi completo.
Tampoco porque su chakra Uzumaki necesitaba mucho, mucho entrenamiento.
Simplemente veían al niño como basura inmunda…
Se limpia las lágrimas levantando la mirada, encontrándose dentro de un cuarto gris sin vida, la cama estaba deshecha, una vieja y desgastada, las pocas cosas que habían y que le daban color al lugar eran algunos de los pocos regalos que recibía en su cumpleaños, irónicamente cayendo en el día del cumpleaños de su hermana y él, y el día en el que el Kyūbi atacó la aldea luego que alguien liberase al zorro del interior de su madre… poniéndose de pie se acerca a un escritorio desteñido de colores que daba a una ventana, sentándose en una silla agarrando un marco con una foto suya y de su hermano pequeño de cuando ambos eran dos críos de seis y siete años.
—Naruto… —murmura con lágrimas en los ojos —siento no haber sabido de nada de esto… perdóname…
Observa a través de la ventana viendo que la habitación de su hermano daba en dirección al campo de entrenamiento que ellos solían usar para practicar, él siempre lo vio desde allí abajo observando melancólico ante cómo ellos entrenaban con sus padres, en más de una ocasión siempre intentó averiguar la razón por la cual no podía entrenar con el menor… y las excusas eran inútiles y banales: "Lo siento Jin, pero Naruto no tiene lo necesario.". "No tenemos tiempo, tal vez la próxima.".
Pregunta: ¿Por qué no usan kage bunshins?
Respuesta: Ve a tu habitación.
Quita la foto del marco de madera, doblándolo cuidadosamente y guardando dentro de un bolsillo en su chaqueta, destranca la puerta abriéndola despacio, encontrándose a sus padres allí al frente, su hermana al fondo esperando que se armara el espectáculo… por supuesto que ambos se sorprendieron de encontrarse a su hijo "menor" en la habitación del desterrado Naruto, y más con el rostro algo rojo e hinchado por las lágrimas que había soltado previamente…
—Jin, ¿qué…? —iba a decir su padre
Los ignora completamente pasándolos de largo en dirección a su habitación, su cara ahora se descompuso a uno de rabia intensa mezclado con dolor…
—Si algo te pasa podemos solucio… —iba a decir su madre
— ¡Déjenme en paz! —grita, sintiendo cómo parece agarrar esa máscara que usaba casi siempre y la arrojaba al piso rompiéndola en pedazos como si se tratara de una porcelana, las lágrimas asaltaron ya su rostro lleno de cólera — ¡No quiero hablar con ustedes ni con nadie! ¡Necesito estar solo! ¡Necesito pensar ahora! ¡Déjenme solo y no me molesten!
Cuando sus padres pudieron reaccionar ante el ataque de cólera que les lanzó él ya había azotado la puerta de su habitación cerrándola con llave, ambos se encontraron bastante impactados respecto a lo que había pasado, jamás lo habían visto actuar… así… siempre era "el hijo perfecto" debido a su forma de actuar, pero eso era nuevo, totalmente nuevo…
—Entonces finalmente estalló… —una voz maligna se escucha en la mente de Naomi, burlándose de la situación por así decirlo.
— (Sí, por fin estalló el niño llorón de mi estúpido hermano) —responde la jinchūriki con una sonrisa en el rostro.
—El niño de todas maneras no merecía estar aquí, era demasiado débil para ser alguien en este mundo.
— (Lo sé Kurama, y estoy tan complacida…)
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En la habitación del pelirrojo podemos verlo viendo mirando a la ventana, ya habiendo alcanzado el atardecer, se queda mirando al horizonte con el sol metiéndose a lo lejos, donde los muros de Konoha no alcanzaban a verse, donde la libertad parece llamarlo, unas lágrimas bajan de su rostro mientras observa fijamente por la ventana, a toda velocidad prepara unos pergaminos de almacenamiento, guardando algunas cosas que generalmente eran necesarias para un viaje, también prepara una mochila de viaje y lo que parece un contrasello, efectuando el mismo con una serie de posiciones manuales en su espalda aparece una serie de kanjis que decía "Hiraishin" en letras rojas, el mismo cambia a color blanco y desaparece otra vez.
—Es una lástima que solo dura cuarenta y ocho horas… —murmura —con suerte será suficiente para que papá no aparezca de la maldita nada en lo que intento quitármelo…
Siente a sus padres en la sala de abajo, no siente a los AMBUS cerca de allí, al parecer todos ocupados ya en sus casas, busca más energías con sus habilidades de sensor, pero no siente a nadie cerca. Aprovechando eso cierra la mochila con sus pergaminos guardándola un rato bajo su cama, agarra una hoja de papel más una pluma de un tintero sobre el escritorio empezando a escribir una carta, va parando en ciertos puntos para releer todo y volver a escribir todo rápido hasta que quedó bien a su gusto, seca la tinta rápido para poder doblarla y guardarla en un sobre, agarrando su mochila. Sus padres se trasladaron a su habitación y su molesta hermana mayor también estaba en el mismo lugar.
Agarra sus cosas tratando de hacer el menor ruido posible, destrancándola sin hacer ruido, sale despacio de allí pasando por la sala, ahora oscura y vacía, ambos padres estaban cansados teniendo en cuenta el asunto del papeleo acumulado todos los días más el tema del hijo desterrado por motivos estúpidos, seguro cayeron dormidos profundamente, en lo que su hermana seguramente estaría planeando estrategias para atraer más hombres a sus pies, era joven, pero bonita, y los mismos se derretían por ella.
¿Narcisista? ¿Naomi? ¡No, qué va! Solo le gustaba bastante tener el mundo a sus pies por ser hija del Hokage.
Y despacio cierra la puerta principal con llave, sin desatender su alrededor sintiendo que no había nadie cerca.
Se aleja despacio unos pasos de allí, echándole un último vistazo a aquel lugar al que ya no quería llamar hogar luego de lo que pasó con su hermano.
Mira al cielo viendo cómo las estrellas empezaban a aparecer nuevamente. Suspira…
Y de allí desaparece, buscando una de esas tantas zonas donde podría salir sin que alguien se diera cuenta de su paso.
…
Si vamos con Naruto, el mismo estaba siendo maltratado en su camino para la frontera por el grupo AMBU que lo "escoltaba", de alguna manera, tal vez solo por su moral lograba mantenerse consciente, aunque tal vez no duraría mucho tiempo para su mala suerte, el cansancio cada vez se notaba más en su paso. Cuando finalmente llegaron al Valle del Fin, donde había tenido su fiera batalla contra Satsuki, uno de ellos con máscara de oso le quita los grilletes para luego tirarlo al piso de una patada a la espalda.
—Chicos, tenemos órdenes y lo saben. —dice el líder con máscara de tigre
Otro de ellos le da una patada en el pecho dándole la vuelta, sacándole una buena cantidad de aire de los pulmones, todo para que empezara un espectáculo de patadas y puños hacia su ser, apenas puede defenderse con lo poco que tenía, además que eran más o menos seis a uno, uno de ellos lo agarra de su chamarra mientras le revienta un cabezazo a la par que siente un golpe en la boca del estómago.
Su espalda impacta contra la tierra fuertemente una vez haciendo que, por la fuerza del golpe perdiera otra gran cantidad de aire haciendo que sintiera asfixia, empeorando cuando le dan otra patada en la espalda haciendo que saliera disparado hacia una roca chocando contra el mismo de frente, dándose un fuerte golpe en la cara y las costillas que había sentido romperse más que antes…
— ¿Por qué… me odian tanto…? —es lo que alcanza a pensar
No era su culpa que se asemejara tanto a un civil.
No era su culpa que no fuera un jinchūriki como su creída hermana Naomi.
No era su culpa que los "grandiosos" genes de su madre hayan ido a parar con Jin.
Cae sobre espaldas y con sus pulmones ardiendo en llamas por los fuertes golpes, apenas puede meter algo de aire teniendo que respirar de forma entrecortada, pone una mano sobre su pecho, agarrándose de su camisa de cota adolorido, rueda sobre sí mismo tratando de pararse, solo aunque fuera un poco… con tanto dolor recorriendo su cuerpo solo alcanza a subir la mirada al grupo AMBU.
—Y ahora muere maldito bastardo. —escucha
Observa en dirección a uno de ellos con máscara de perro viendo cómo formaba una serie de manos estilo Katon, no puede moverse, no siente su cuerpo, solo ve cómo el fuego se acerca rápidamente a él buscando carbonizarlo, el fuego se reflejaba en sus celestes ojos, unos cuantos recuerdos de su vida se pasaron rápidamente frente a sus ojos, entonces cuando cree que finalmente su vida terminó cierra los ojos, solo para escuchar una explosión, al abrirlos de nuevo ve una figura de espaldas defendiéndolo.
—Deberían saber que es de mala educación atacar a un niño. —dice la persona, puede identificar que es de una mujer
Temeroso abre los ojos, encontrándose frente a una figura alta a unos metros más adelante, a sus lados quedaron los restos del ataque de fuego que debió haber acabado con su vida, no diferencia más que una túnica negra con lo que parece ser el símbolo Uchiha, el cabello largo, de un color castaño oscuro que por el fuego da impresión de ser más claro hasta la cintura atado en una coleta, un par de botas negras y… ¿una cola de mono?
— ¿Qué está haciendo…? —susurra casi inaudible el rubio tirado en el suelo
—No es de tu incumbencia lo que hagamos con ese desterrado de allí. —dice el AMBU Perro
La persona lo mira, viendo que se trata de una mujer que no parece superar los 23 años, puede notar un par de ojos cafés brillando con curiosidad al parecer ante su caso. La misma se voltea nuevamente hacia los otros moviendo la punta de su cola con algo de rabia a los lados, el grupo de élite se prepara para atacar a la desconocida con sus kunais y una altanería propia de los Uchiha.
— ¡Muere estúpida!
Entre los seis se lanzan a ella haciendo que los ojos de Naruto se ampliaran en lágrimas al ver cómo arrastraba a una desconocida en sus problemas, ve que hacen una técnica Katon combinada en una posición hexagonal para evitar que alguno de ellos escapara, el rubio chilla ligeramente ante ello cubriéndose la cabeza ante otro ataque que jamás había llegado, aún se encontraba allí, viendo cómo su "ángel de la guarda" levantaba un brazo enguantado hasta los codos creando una especie de barrera ante el ataque, se da la vuelta revelando ahora el legendario Rinnegan en sus ojos, se acerca a él, arrodillándose frente a él con una mirada compasiva.
— ¿Quién… eres…? —pregunta el rubio casi inaudible — ¿Por qué… me ayudas…?
Una sonrisa se dibuja en el rostro de la misteriosa mujer, la misma pasa una mano sobre su maltrecho rostro de una manera cálida y casi desconocida para el rubio, casi sintiéndola como si fuera su madre incluso…
La madre que nunca tuvo.
—Dame un momento. —dice ella en un tono suave
Nada más la técnica combinada de fuego de los AMBUS cesó, la barrera que los protegía a ambos bajó, los ojos de la desconocida regresaron a ser de un color café claros, en pocos segundos ya tenían al grupo nuevamente sobre ellos, cada quien en un lugar estratégico para atacar a una y matar al otro, solo para que en un abrir y cerrar de ojos se encontraran volando cada quién a algún lugar a los alrededores de manera violenta, nuevamente ella se agacha para levantar a Naruto del suelo y cargarlo, haciendo que apoyase su cabeza sobre su hombro mirando para atrás…
—Gracias… —susurra
Le da la impresión de que iba a decir algo, solo para ver que se dieron vuelta y al parecer ella había levantado una pierna para asestar una patada, de hecho acertó al líder de ellos en la cara, para descender la pierna e incrustarlo fuertemente contra la tierra rompiendo su máscara y dejándolo inconsciente. Otros dos de ellos se acercan velozmente con técnicas Suiton y Raiton combinados, moviendo su pie ligeramente extiende un brazo, en fracción de segundo hay una explosión, ellos creen que lograron dar su objetivo, solo para sentir cómo algo explotó frente a ellos con fuerza dejándolos con quemaduras graves, habiendo destruido una máscara de perro y otra de águila.
—Descansa… —le dice la joven
Su mente le dice que descansara, pero él quería saber también cómo iba a terminar el asunto, se sorprende bastante al ver que empezaban a flotar lentamente en el aire para ir subiendo a lo alto para sorpresa de los tres ninjas de élite restantes…
¿Y la vista…?
Fenomenal… no sabe qué tan alto está pero podía ver el horizonte a lo lejos entre más iban subiendo, al igual que el campo de batalla en el que se habían encontrado, al punto que por alguna razón siente ganas de soltar unas lágrimas.
Tal vez porque aún seguía vivo.
Tal vez porque era una vista que ningún otro shinobi podría tener en su vida —exceptuando a Ōnoki.
—Por cierto… —dice ella sorprendiéndolo —soy Alicia Martin-Galiano. Pero llámame Alice…
—Soy Naruto… solo Naruto…
Siente que la velocidad aumenta al igual que la altura, empezando a alejarse rápidamente de allí, cierra los ojos con lágrimas cayendo de sus ojos, sintiéndose extrañamente bien, el cuerpo claro que le dolía pero se sentía… protegido…
—Gracias…
Finalmente encuentra una oportunidad para descansar, en menos de lo que pudo procesar, había finalmente caído inconsciente en los brazos de Orfeo y esa misteriosa joven llamada Alice…
Konoha
Habían pasado 12 horas desde la expulsión del joven genin de la hoja, realmente no habían pasado ni 5 minutos desde el anuncio y ya se había formado lo que parecía la mayor festividad de todas.
Ni la celebración del día del sabio, ni año nuevo... ni siquiera el mismísimo día de la fundación de Konoha había llegado a generar el nivel de "juerga" que se había formado, las pocas personas en la aldea que habían llegado a apoyar al ex Uzumaki, las cuales eran pocas... incluso podían sobrar dedos en las manos, estaban realmente indignados.
Ni siquiera habían podido ayudarlo en el "juicio" pues no tenían ni idea hasta que ya era demasiado tarde, era algo que no esperaban.. tras conocer la noticia, se habían planteado marcharse con Naruto, pero eso solo hubiera empeorado las cosas ya que no solo serían tachados de traidores, debido a que ayudarían en concreto a esa persona, Minato sería capaz de "castigar" a las familias o seres queridos de los traidores que ayudasen a "la desgracia de Konoha" aunque ahora ya no perteneciese a la corrupta aldea.
Pero había alguien entre los que celebraban la fiesta que no estaba muy contento, más bien, estaba algo nervioso y no era pasado por alto por una de las personas más cercana a este. En concreto, su esposa.
— ¿Que sucede Mina-kun? — Kushina preguntó a su marido mientras se acercaba a este, terminando en un abrazo "para calmar", sin embargo no parecía tener un gran efecto.
Este desvió la mirada a Kushina, sus ojos estaban llenos de nerviosismo, como si tendría la cabeza en otro sitio en este instante.
— No es nada, estoy esperando a mis AMBU de una misión sencilla y deberían haber vuelto hace horas. — Minato explicó a Kushina parte de lo que sucedía, el simple echo de que no habían vuelto aún, significaba que las cosas habían tenido alguna complicación.
— Tranquilo mi amor, seguro que todo ha salido bien... tal vez haya sucedido algún imprevisto pero son tus mejores soldados. — Kushina respondió con un tono tranquilo y relajante. — ¿De que se trataba la misión. — La matriarca Uzumaki de cabellos rojizos preguntó con algo de interés, Minato se debatía si debía contarlo o no.
— Se trata del equipo encargado de "escoltar" a ese inútil. — La mirada llena de alegría y tranquilidad de Kushina fue alterada por la contracción de su ceño, claramente, era obvio lo que significaba el "escoltar".
— No te preocupes, el crío ni siquiera se había recuperado de su pelea con la Uchiha... dudo que un grupo de AMBU no pudieran encargarse de el.— La usuaria de las cadenas de Chakra a pesar de su estado alterado de felicidad, intentaba dar pensamientos felices pues optimista era cuándo las cosas sería difíciles. Muchos en la sala asintieron, después de todo, varios agentes del conejo estaban presentes para debatir que hacer con Satsuki y como proseguir con los planes de Konoha.
— Lo sé cariño, pero ese mocoso parece ser como una cucaracha. — Minato se rascó la cabeza, realmente el chico había sobrevivido más veces de las que había esperado, pero esta vez era imposible sobrevivir por lo que con un suspiro intentó cambiar a una actitud más alegre, después de todo, tras un buen sueño, la gente no parecía haber parado la fiesta.
— Hokage-sama — Una voz conocida sonó detrás de los dos Namikaze, este se alegró de escuchar el sonido del que acababa de aparecer. Por lo que estaba a punto de darse la vuelta para ver a los "escoltas del ex-Uzumaki"
— Bienvenidos, pensaba que...— Al darse la vuelta, Minato quedó sorprendido ante lo que estaba frente a el, Kushina la cual tardó medio segundo más en darse la vuelta, se sumó a la reacción, solo que esta se llevó las manos a la boca debido a la visión frente a ellos.
—¿Que ha pasado? — La voz entrecortada de Minato era un claro signo de que todas las fantasías que tenía en la cabeza ahora era un simple chiste, algo muy serio había pasado, de el grupo de AMBU que había mandado a "escoltar" al chico, solo había tres frente a el y su aspecto estaba lejos de aparentar estar bien.
— Lo siento Hokage-sama, hemos tardado en poder volver... hemos necesitado recuperar fuerzas, el resto ha ido al hospital— El Ambu que parecía estar mejor de los tres respondió con algo de dificultad, el líder de Konoha no podía haberse imaginado lo que estaba frente a el, sus mejores hombres parecían salidos de la tercera gran guerra shinobi.
— ¿Acaso os atacó alguien tras cumplir con la misión? — Minato preguntó con un tono preocupado, al fin y al cabo estos eran su escolta personal y por tanto agentes valiosos para la aldea. El echo de que el nerviosismo en la sala, siendo el foco los AMBU que habían llegado, no eran una buena señal para el destello amarillo de la hoja.
— En realidad, mi señor... el chico está con vida.— El ambu respondió con nerviosismo pues era una respuesta que nadie esperaba escuchar, toda la sala se quedó en silencio ante la presencia de Minato el cual estaba cerca de la mesa. Cualquiera que no estuviera demasiado lejos, podría fijarse en como la mano de Minato parecía temblar mientras parecía intentar darse un masaje calmante en la sien, aunque no parecía tener demasiado efecto.
— Todos en la sala, salgan de aquí...menos mi esposa, Koharu, Homura y estos Ambu. — Minato ordenó a todos los presentes, ninguno se atrevió a decir ni una sola palabras, era obvio no enfadar a una persona que fue capaz de acabar solo con batallones de Iwa.
Cuándo el último de los del consejo abandonó la sala, el Yondaime pareció explotar en furia.
— ¡Pero que MIERDA DICES! — Minato golpeó con fuerza la mesa, haciendo que los papeles de este fueran totalmente derrumbados contra el suelo — ¿Cómo puede estar vivo ese mocoso?— preguntó lleno de furia mientras los AMBU intentaban aguantar el instinto asesino de su líder.
— Ese maldito mocoso no ha recibido ninguna atención, ni amor, ni comida, ni ropa... ¡Hasta Oliver Twist tuvo una mejor infancia! — Minato exclamó enfadado, sus ojos estaban llenos de furia al escuchar que nuevamente el muchacho estaba vivo.
— Hokage-sama, alguien salvó al muchacho. — Uno de los AMBU respondió con rapidez, intentando darle a su líder una explicación, pero lo único que logró fue un potente derechazo por parte de el rubio.
— ¡Una mierda! Vosotros sois la élite de Konoha y me estás diciendo... ¿Que solo una persona ha echo esto? — Minato preguntó sin deseo alguno de recibir respuesta, sin duda se apreciaba su mal humor creciendo, la vena palpipante en la frente era un signo claro de ello.
— 16 veces... 16 malditas ocasiones frustradas en las que ese niño ha burlado a la muerte. Envenenado, descuidado, llevado al peligro extremo con una preparación nula y sigue con vida. ¿A caso tiene a la jodida dama de la fortuna de su lado? — Minato se sentó en su asiento, no lo sabía pero sus gritos atravesaban la sala y los que habían salido a fuera y los cercanos a la torre Kage eran capaces de escuchar su furia.
Kushina intentaba consolarlo o al menos calmarlo en la mayor medida de lo posible. Realmente los hombros del Hokage se habían tensado de una manera increíble.
— Y ahora que me había asegurado de que Naruto no tuviera forma de salvarse, ya que enviaba mi "escuadrón de la muerte" a encargarse de el y de pronto.. ¿Una sola persona aparece y os deja peor que un boleto de lotería comprado por un ludópata? Se acabó... — Minato terminó resignándose a un nuevo fracaso, estaba claro que querría saber de la persona que había frustrado su plan pero ahora su desesperación residía en una simple cosa:
Ahora que Naruto estaba desterrado, no podría ponerlo en el libro bingo sin más ya que eso afectaría a la imagen de Konoha. Después de todo, etiquetar a alguien como un criminal, dándole un precio a su cabeza tras haberlo desterrado quedaría bastante mal ya que básicamente sería una ejecución a modo de cacería.
Poco sabía la mente de Minato... o más bien no quería darse cuenta de que la imagen de Konoha estaba por quedar por los suelos.
Los AMBU, los cuales habían fallado su objetivo veían ahora un abatido pero furioso Hokage, lo mejor era retirarse y más tarde dejar un informe... no querían ni imaginar lo que pasaría si describiesen la amenaza que habían presenciado. Seguramente, se convertirían en el objeto de desahogo de la furia de su líder.
Todos se fueron del lugar, a excepción de su esposa la cual también estaba enfadada pero a diferencia del resto, quería calmar a Minato.
— Mina-kun, algo se nos ocurrirá... de momento, ¿Por que no volvemos a casa? He preparado algo muy especial.— Kushina sugirió de manera un poco más alegre de lo que estaba en realidad, tenía que intentar calmar a su marido el cual estaba entrando en un bucle que conocía bastante bien. Al escuchar el plan, la mirada de Minato se suavizó y ganó una sonrisa leve.
— Tienes razón, puede que no esté muerto... pero ya no está aquí y tampoco tiene ya conexiones legales con ninguno de nosotros.— Minato respondió con alguna emoción positiva recobrada, si bien habían fracasado, la parte más complicada ya estaba echa. En su mente, el ex-Uzumaki era demasiado débil para ser considerado una futura amenaza para el o su familia.
— Exacto, vamos cariño. Cuánto antes mejor. — Kushina levantó a Minato de su asiento, dando la sugerencia de utilizar el hiraishin, sin embargo Minato negó con la cabeza.
— ¿Por que ir tan rápido? Es mejor caminar por el pueblo y reconfortar nuestros corazones con la fiesta de nuestros queridos ciudadanos.— Minato declaró con un tono un tanto alegre, después de todo se sentía el causante de el ambiente de la celebración en Konoha y "merecía" llenar sus pulmones de la "felicidad" que rebosaba en el ambiente y además llegarían a casa justo para la comida.
Y así fue, tras una hora de caminar por algunas de las calles, hacer algunas paradas para recibir elogios y algunas cosas más... la familia más querida de Konoha llegó finalmente a su casa.
— ¡Ya hemos vuelto! — Kushina exclamó con alegría, sin duda, a pesar de que los AMBU fallasen en su misión, el haber paseado por las calles de Konoha, les había subido bastante la moral. La sonrisa de ambos padres deslumbraba mucho más en comparación a la de hace una hora.
Como si de un cohete a reacción se tratase, una mancha amarilla impactó sobre ambos.
— Oto-san, Oka-san... ¿Es hora de comer? — La mayor de los hijos preguntó rápidamente, era obvio que estaba deseosa de comer los manjares que se habían preparado para esta ocasión. Nada de una gran emoción por el simple echo de que sus padres vuelven del trabajo, eso es algo normal.
— Claro que si, espero que no hayas desayunado demasiado— Kushina respondió con un tono alegre, la forma de actuar de Naomi era un claro signo de que no, incluso sus tripas rugieron... la realidad es que ni siquiera había desayunado.
— ¿Por que no vas a avisar a tu hermano?— Minato preguntó a su primogénita aunque en realidad era una "orden", la hija simplemente asintió con una mirada alegre aunque sus pensamientos diferían de la verdad.
— (Así que tengo que avisar al idiota de mi hermano con complejo de hermano mayor) — Naomi pensó con desagrado, le caía bien su hermano, pero no le gustaba en absoluto como este tenía gran aprecio a Naruto, más de lo normal en un hermano mayor.
— (Míralo de esta forma, ahora es el "pequeño de la familia" oficialmente.) — El kyubi dentro de la Uzumaki respondió con un tono bromista aunque las palabras estaban llenas de malevolencia.
Naomi al llegar a la habitación de Jin, se dio cuenta de que estaba vacía, ni siquiera daba la impresión de que alguien había dormido ahí en dos días, Naomi no era tonta y se imaginaba donde podría estar:
La habitación de Naruto, sin duda era el lugar más probable.
Sin embargo, su sorpresa al abrir la habitación fue que tampoco estaba allí. La tardanza de la Kunoichi fue suficiente para que los padres subieran al piso de arriba para saber que estaba causando la demora.
— Miel, ¿Que sucede? — Kushina preguntó al ver a una malhumorada Naomi, ya estaba tardando en llamar al hijo menor y ver la reacción en la cara de la mayor le daba una sensación de nerviosismo.
— Jin, no está. — Naomi respondió con un tono firme, intentando mirar en los recovecos de la habitación de Naruto, esta acción dejó confusos a sus padres.
— Querida, esta no es la habitación de Jin.. es el trastero.— Minato respondió con algo de desagrado, aunque ya tenía pensado que hacer con la habitación "del fracaso de su ex-hijo"
Tras varios intentos de búsqueda y la llamada de atención de sus padres, Naomi alzó levemente sus hombros, era obvio que aun le sorprendía que sus padres no se dieran cuenta del cariño en exceso que Jin tenía sobre Naruto. Sin decir nada, volvió nuevamente a la habitación de Jin y empezó a mirar en los recovecos del lugar, hasta que al final, encontró un trozo de papel.
En un movimiento rápido, abrió la carta y comenzó la lectura para si misma. Su expresión pasó de la sorpresa a la tristeza, sin duda alguna, se había dado cuenta de que había perdido algo importante.
— Maldición, adiós a la comida especial. — La jinchuriki murmuró con una mezcla de tristeza y enfado, sin embargo esto duro poco pues se acercó a los padres los cuales estaban nerviosos con la situación.
— ¿Que narices? Voy a comer de todas formas. — La chica entregó el papel a los "mejores" de Konoha, no hacía falta decir que la expresión en los rostros de ambos pasó a ser una de verdadero pánico y la tonalidad de estos rivalizaba con la de Orochimaru.
Kushina se llevó las manos a la boca mientras lágrimas comenzaban a emanar de sus ojos.
Minato tras unos momentos de tristeza, la rabia apareció para quedarse. De esta situación, solo encontraban un motivo, daba igual el contenido de la carta, la mente de ambos solo encontraban una explicación a lo que acababan de encontrar.
— Ese desgraciado de Naruto... ¡HA SECUESTRADO A NUESTRO HIJO! — Minato exclamó con furia la cual fue seguida de la de Kuhina, mientras tanto Naomi comenzó a degustar la comida sabiendo que si se quedaba con hambre, tendría tres raciones más.
Fin del capítulo.
AliceUL: Personalmente no tengo nada más que añadir más que dejen algún comentario... si es que quieren. No c :v
