Título: 100 años son mucho.
Fandom: Axis Powers Hetalia
Personajes: Seborga, Wy, Romano (solo se menciona)
Resumen: A veces Wy se comporta de un modo tan lindo, que hace que la espera sea insoportable
Disclaimer: Axis Powers Hetalia Pertenece a Hidekaz Himaruya
Advertencias: Este es mi primer fic de Hetalia, bueno, en realidad son un conjunto de one shots, o drables. Es para conmemorar la cercana del 14 de febrero, y los protagonizaran mis parejas favoritas de Hetalia. La primera es, obviamente, SeborgaXWy, otras serian: LituaniaXBelarus, SuizaXLiechtenstein, AustriaXHungría, FranciaXSeychelles, Estados UnidosXInglaterra, Sacro Imperio RomanoXChibitalia, DinamarcaXNoruega, SueciaXFinlandia, EstoniaXUcrania, GreciaXJapón, RusiaXChina y Hong KongXTaiwan.
Espero que disfruten su lectura.
El italiano caminaba por su pequeña ciudad, y a cada paso sentía la fija mirada de la castaña en el. Había estado siguiéndolo todo el día. El trataba de comportarse como si nada estuviera pasando, pero el ceño fruncido con el que Wy lo miraba se lo hacia realmente difícil.
Finalmente se detuvo en un lindo parque donde estaba un vendedor de helados. Guío a la pequeña a una banca, y con una sonrisa le pidió que lo esperara mientras iba por helado para ambos. La chica se sonrojo ante la sonrisa de Seborga, sin que él lo notara.
La pequeña espero paciente, moviendo los pies de adelante hacia atrás. Estaba nerviosa. Había tenido que escapar de sus hermanos para llegar a Italia justo el 14 de febrero. Ella sola se había puesto a trabajar para hacerle un regalo. Le hizo un cuadro, un retrato de ellos dos, curiosamente comiendo helado, como cuando se conocieron. Bueno, tal vez le pidió un poco de ayuda al Príncipe, pero la mayor parte la hizo ella. Quería dárselo, pero no encontraba el momento, y los nervios la mantenían extrañamente callada. La voz del italiano llamándola constantemente la hizo salir de sus pensamientos. Seborga le dio su helado y se sentó a su lado. Lo fueron comiendo, lentamente y sin hablar. El castaño termino primero y se quedo observando dulcemente a la pequeña. Al darse cuenta, un color carmín se apodero de las mejillas de Wy.
- ¿Q-Qué rayos quieres? –dijo la australiana a la defensiva.
- ¿Por qué veniste hasta aquí en 14 de febrero? –pregunto Seborga mientras posaba una mano en la cabeza castaña de Wy y revolvía sus cabellos.
- ¡Déjame! –Exclamo la chica apartando de un manotazo la mano del italiano- V-Vine –empezó a explicar Wy, rehuyéndole la mirada a Seborga, un más sonrojada que antes y con voz suave- p-porque quería verte idiota.
Seborga sonrió dulcemente.
- ¿Qué no puedes esperar? Te dije que yo…
- ¡Dijiste que me cortejarías hasta dentro de 100 años! –Le interrumpió exaltada Wy- ¡Lo se! ¡Pero yo no puedo esperar! Falta mucho para eso –termino su frase mirándolo a los ojos.
El italiano estaba impresionado por las palabras de la chica. De repente se sonrojo tanto, que su hermano Romano lo hubiera confundido con uno de sus deliciosos tomates. Tomo a Wy de los hombros suavemente, y la miro fijamente a los ojos.
- También haces muy difícil mi espera pequeña Wy, yo también deseo que el tiempo pase pronto, porque eres una chica muy linda, y de verdad quiero que seas mi novia.
Wy sintió que su corazón se detenía, los colores le subieron a la cara, tuvo la sensación de mariposas en el estomago. Se aparto de el, giro su cara para que el no viera su sonrojo. Busco en su mochila el cuadro, adornado con un gran moño azul. Se lo tendió violentamente a Seborga.
- T-Toma
- ¿Qué significa esto? –pregunto el chico tomando el cuadro entre sus manos.
- Es obvio lo que es, es tu regalo de San Valentín Idiota
El chico quito con cuidado el moño azul y observo el cuadro. Era muy bello, esa niña si que tenia talento. La miro a ella, que desde hacia unos minutos el color rojo no abandonaba sus mejillas.
- Muchas gracias Wy, pero, yo no tengo un regalo para ti –le dijo un poco apenado Seborga.
- No hay problema idiota –dijo tranquila la pequeña y con una pequeña sonrisa- me lo darás luego. O mejor aun, cómprame otro helado ahora mismo.
Wy tomo del brazo a Seborga y lo llevo hasta donde estaba el vendedor de Helados. Sentados juntos comiendo helado, eran esos momentos los que definitivamente hacían que valiera la espera. Ese seria uno de muchos 14 de febreros que pasarían juntos.
Bueno ahí esta, por favor comenten, se aceptan criticas, si ven algún error en la ortografía díganmelo por favor. Muchas gracias por leer hasta aquí.
Actualizare diario, será una pareja por día, y una extra.