Disclamer: Los personajes no son míos son de Stephanie Meyer yo solo juego con ellos y mi imaginación para crear esta historia.

Summary: Edward ha vivido toda su vida enamorado de Rosalie, pero la llegada de los hermanos Swan a sus vidas le demostraran que él no era invisible para ella, solo no era la indicada.


Cap. 1 Sentimientos

Edward POV

Era una mañana soleada, algo extraño en Forks, por lo cual había elegido conducir hasta el instituto en mi precioso BMW convertible. Parecía que ese día la suerte me acompañaría ya que en el camino encontré a MI mejor amiga de toda la vida, y de quien secretamente estaba enamorado desde 3° de preescolar, nos habíamos vuelto mejores amigos desde aquellos entonces y seguíamos siéndolo. Me estacioné un poco detrás de su auto y me acerque para ayudarla y de paso sorprenderla.

-Hey Rosalie, ¿Qué pasó?- Pregunté mientas saludaba a mi rubia amiga con un beso en la mejilla al que ella respondió rápidamente.

-Hola Edward, no ha ocurrido nada, simplemente olvidé llenar el tanque de gasolina anoche y supongo que se me acabó- Respondió Rosalie agitando la mano mientras le quitaba importancia.

-Si tu quieres, yo puedo llevarte a la escuela y mandaría a mi hermana que pasara por tu auto, ¿Te parece?- Ofrecí amable mientras me sonrojaba violentamente y miraba al piso como si fuera algo muy interesante.

-Gracias Edward- Respondió Rosalie- Pero no será necesario, supongo que pasaran por mí- Susurró mientras también se sonrojaba y miraba hacia la carretera.

-Ah sí, claro, tu novio- Dije intentando sonar desinteresado cuando en realidad, moría por dentro. Hacía dos meses que Rosalie tenía novio, yo aun no sabía quién era, tampoco era que viviera espiando a Rosalie.

-Si, creo que ya viene- Susurró Rosalie con voz emocionada lo cual hizo que volteara hacia el lado de la carretera donde apuntaba Rosalie.

Un Ferrari rojo seguido de varias camionetas de lujo. Esa pequeña caravana era conocida en todo Forks, era el auto de los nietos del Gran jefe de la mafia italiana, Aro Swan.

Al abrirse las puertas del Ferrari, bajaron Emmett y Bella, ellos compartían clases con Edward y Rosalie. Debía admitir que estaba sorprendido, pero, sobre todo, irritado al enterarme que el novio de Rosalie no era nadie más que Emmett Swan, cosa que comprobé al ver como este rodeaba con su brazo a Rosalie mientras Bella se acercaba a él para saludarlo

-Hola Edward, ¿cómo estás?- Preguntó Bella mientras se acercaba a él muy sonrojada.

-Hola Bella, yo estoy bien ¿y tú?- Contesté con tono hastiado, esa pequeña mujer, a pesar de ser muy linda era muy molesta cuando se lo proponía.

-También, por cierto, perdón por el revuelo que arme el otro día- Bella pareció haber leído la reacción de mi cuerpo al haberse ella acercado ya que estaba aun más sonrojada.

-Si, no hay problema, de verdad no te preocupes.- La tranquilicé nervioso al ver que sus ojos comenzaban a aguarse.

-Bella, Rosalie è arrabbiato con me, ti dico Edward a prendere a scuola, ¿va bene?- Interrumpió Emmett mientras comenzaba a avanzar hacia su Ferrari junto con Rosalie.

-Perdón, pero ¿qué dijo?- Susurré al oído de Bella ocasionando que a ésta se le erizara la piel. No sabía que ella me tuviera tanto miedo, en ese momento me sentí como una gran y enorme mierda.

-Uhm, Emmett dijo que él y Rosalie se irían en su auto y que yo te pidiera que me llevaras a la escuela, pero si no quieres no hay problema, le hablare al chofer para – Sin saber porque la interrumpí.

-No es necesario, para mí no es molestia, de todos modos iré hacia allá – Dije intentando formar una sonrisa, cuando lo cierto era que por dentro me moría de celos.

-¿Estás seguro? No quiero causar ninguna molestia- Dijo Bella al notar lo tenso de mi cara.

-Si, enserio no hay problema, súbete- Logré decir ya un poco más calmado, ahora si formando una sonrisa amable.

-Muy bien, gracias, de verdad. – Dijo Bella y me limité a asentir. Tenía el doloroso presentimiento que ese viaje no sería el último.

Ambos emprendimos el viaje hacia el Instituto, al principio en silencio pero minutos luego Bella me peguntó si podía encender la radio, después de mi asentimiento la encendió y comenzó a sonar una conocida canción de Usher. La conocía porque hacía tiempo había estado de moda y todas las chicas del instituto la habían cantado aunque fuera alguna vez en ese tiempo, de pronto escuche una musical voz entonando la canción haciendo que yo también me inspirara para cantarla y así fue, a mitad del camino ambos entonábamos alegres la canción.

Hands up, when the music drops (Manos arriba, cuando se encienda la música)
We both put our hands up (Ambos levantemos las manos)
Put your hands on my body (Pon tus manos sobre mi cuerpo)
Swear I seen you before (Juro que te he visto antes)

-¿Huh, Edward, puedo hacerte una pregunta?- Me preguntó Bella mientras bajaba la mirada apenada.

-Si dime- Respondí sin quitar la mirada de la carretera

-¿Cómo puedes? - La miré con el ceño fruncido mientras ella clavaba sus ojos chocolates en los mios- Me refiero a que si no te resulta difícil estar cerca de Rose mientras ella sale con otro hombre- Bien, debía admitir que esa pregunta nunca me la había planteado. Punto para Bella

-Bien pues, yo supongo que si la amo debo buscar su felicidad por sobre la mía y si ella es feliz con tu hermano no hay nada que yo deba o pueda hacer- Respondí seriamente mientras ella miraba hacía otro lado. OK, sabía que la había desilusionado pero esa era la verdad y sinceramente me sentía obligado a no mentirle.

-De acuerdo, supongo que lo que dices es cierto, la felicidad de la persona amada sobre la propia- Sinceramente su voz me asustó al principio, se escuchaba demasiado fría como para ser de Bella pero al verla de reojo entendí que era porque en realidad lo dijo mientras pensaba para sí misma.

Sin decir nada mas llegamos en pocos minutos al Instituto, estacioné mi auto justo al lado del Ferrari de Emmett, bajé inmediatamente para abrirle la puerta a Bella, pero al llegar a su lado ella ya estaba abajo del auto con una expresión seria.

-Gracias por traerme, nos veremos en Ingles- Susurró Bella mientras caminaba hacia la entrada del Instituto, no pude evitar sonreir al ver que esta chica estaba en la misma situación que yo, enamorada y no correspondida. Para sorpresa mía esperaba que ella pudiera convertirse en mi amiga, era una joven muy especial e inteligente, quizás algún día ella encontrara a alguien que pudiera enamorarse de ella y pudiera ser feliz.

-Al parecer tendré que irme sola, Emm decidió llevar a Rosalie a su casa- Escuche decir a Bella por teléfono mientras bufaba exasperadamente –Si Sue yo me encargo de decirle al grandulon que no vuelva a irse por lo menos sin avisarme, Gracias.

-Si tu quieres puedo llevarte a casa- Hablé a sus espaldas haciendo que Bella diera un brinco asustada.

-Te lo agradecería, según Sue no encuentra las llaves de mi auto y por lo tanto no puede enviármelo, seguro que las dejé en mi habitación pero no recuerdo en donde, ya me había dicho el abuelo que un día mi distracción me iba a llevar a la ruina pero como siempre no lo escuche…- Me miró confusa al haberla interrumpido, pero es que nunca me había gustado escuchar a las personas divagar y por mas que me agradara Bella ella no sería la primer persona que lo hiciera.

-OK, vámonos, tengo que ir a Port Angeles a comprar unos libros, espero que no te moleste, aunque si quieres paso a dejarte y después me voy- Aclaré al ver su mirada sorprendida al hablar de Port Angeles.

-No, yo quiero ir a Port Angeles, pero me sorprendió que tu también fueras, si no es mucha molestia ¿puedo ir contigo?- Asentí con una sonrisa mientras la veía sonrojarse.

De nuevo nos subimos a mi auto y platicamos de cosas banales, tales como nuestras preferencias de ropa, colores e incluso la música aunque debo admitir que me sentí completamente impresionado al ver que ella también disfrutaba de la música clásica y que, al igual que a mi, le fascinaba Debussy.

Ahora más que nunca desee que Bella viajara conmigo más seguido.

Y así fue, día tras día Bella viajaba conmigo, gracias a esos pequeños viajes pude darme cuenta de que Bella era huérfana y que su abuelo se había encargado de educarlos y mantenerlos a ella y a Emmett, su padre era hijo adoptivo de Don Aro Swan.

La separación entre Rosalie y yo era demasiado notoria, ella había dejado de ir a mi casa los "viernes de películas", ya no estudiábamos juntos, ya ni siquiera éramos pareja en clase de química, y aunque el cambio no parecía afectarle a Rosalie, a mi me consumía lentamente.

De no ser por Bella, ya me hubiera hundido en una miseria profunda. Aunque no podía negar que en ocasiones odiaba a Bella, era totalmente obvio que ella gustaba de mí y no perdía ocasión para demostrármelo, cosa que me fastidiaba demasiado.

Habían pasado dos semanas desde aquel viaje con Bella era una mañana lluviosa, algo normal en Forks, tuve que salir demasiado temprano de mi casa, tendría un examen demasiado importante y tenía que llegar unas horas antes, después de hablar con Bella y disculparme sinceramente por no poder llevarla, aceleré ya que el Instituto donde haría el examen quedaba a dos horas de Forks, y debido a la emoción por el examen y la adrenalina de poder conducir a alta velocidad aceleré más y más hasta que la aguja del medidor llegó hasta el extremo contrario, de pronto sentí que perdía el control del automóvil, en un intento de controlarlo busqué precipitadamente el cinturón de seguridad y entre intentos torpes logré colocármelo, pero mi mano se quedó atorada en algo, levanté fieramente la mano y sentí algo romperse, al ver mi muñeca noté que la pulsera de la amistad que Rosalie me había regalado se había roto, así como mi bonita amistad con ella, todo entre nosotros se había roto. Lo siguiente que a duras penas sentí fue un enorme impacto frente a mi auto y pronto todo se volvió negro.

Desesperado desperté en un lugar demasiado blanco para mi gusto y el olor me hizo entender donde estaba: en un hospital. Como pude me senté en mi lugar y sentí algo suave y cálido que apresaba me mano y al dirigir mi vista ahí no pude evitar sentirme un poco desilusionado, tenía el extraño deseo que quien estuviera ahí conmigo fuera Rosalie y no Bella, aunque también no pude reprimir una sonrisa y es que, ver a Bella dormida, sosteniendo mi mano, tan tranquilamente, sin ningún tipo de coqueteo me había parecido tierno. Poco a poco Bella fue despertando y al encontrarse nuestras miradas, descubrí que ella había estado llorando lo cual hizo que me preguntara, ¿cómo se había enterado ella del accidente? No eran más de las seis de la mañana cuando ocurrió el accidente.

-Bella, ¿Cómo supiste del accidente?- Pregunté aun sin despegar mi mirada del rostro de Bella. Había algo en ella que me parecía diferente

-Yo… bueno yo… te seguí- Admitió Bella un poco avergonzada.- Pero es que cuando me dijiste que era algo de suma importancia quise saber que era y como no te lo pregunté decidí averiguarlo por mí misma, lo siento de verdad, debes pensar que soy una stalker pazzo, psico.

-¿Una qué?- Pregunté entre risas, el idioma italiano siempre me había frustrado, pero en esta ocasión me parecía demasiado divertido.

-Una stalker pazzo, psico, en español: loca, acosadora psicópata- Dijo Bella mientras me fulminaba con la mirada. Debía admitir que con ese gesto ella parecía un adorable gatito enojado

-Bien, supongo que un día de estos tendrás que enseñarme italiano- Sugerí en un intento de aligerar el ambiente al ver que Bella comenzaba a enfurecerse

-Pues con un testardo como tú, supongo que será difícil, ¿no crees?- Esta vez fue el turno de Bella de reír, aunque frunció el ceño al ver que yo también lo hacía pero burlonamente- ¿Qué ocurre, de que te ríes? – Preguntó Bella entrecerrando los ojos

- Hay pequeña, que lo dijiste mal, se dice testarudo y no testardo – Bella rió tan fuerte que tuvo que sostenerse del barandal de la cama para no caerse. Esa imagen era demasiado tierna, no había ni una sola pizca de coqueteo ni intento de seducción, aunque algo dentro de mi me hizo preguntarme la razón por la cual la llamé pequeña.

-Lo siento, pero yo no he dicho nada mal, testardo, es cabeza dura o testarudo en italiano – Los dos estallamos en risas y de pronto recordé que de ser otra ocasión sería Rosalie la que estuviera conmigo riéndonos de cualquier tontería, lo cual hizo que mi rostro se contrajera de dolor.

- No te preocupes, Rosalie esta… aquí afuera, ya la llamo- Dijo Bella mientras le daba un suave apretón a mi mano y me daba una sonrisa triste antes de marcharse. Me había dolido verla salir así, su largo cabello castaño estaba recogido en una desastrosa cola de caballo y su rostro no tenía ni un solo atisbo de maquillaje.

Bella se había vuelto muy amiga mía desde hacía ya varios meses, ella había estado ahí justo cuando más la necesitaba, habíamos compartido momentos muy divertidos juntos, y hasta se podría decir que yo ya no le huía tanto, aunque también eso se debía a que ya no se estaba comportando como una cazadora ante su presa sino como una amiga comprensiva. Y con ese pensamiento miró a Bella salir completamente de la habitación con pasos gráciles que hacían que su cola de caballo oscura se moviera al compás de sus pasos.

A los pocos minutos Rosalie entró a la habitación y sin decir nada más se arrojó hacía mi cama ocasionando un leve dolor en mis costillas, por el accidente había resultado que tenía dos costillas rotas y un esguince en su muñeca izquierda.

-Yo… yo lo siento mucho Edward, me he alejado demasiado de ti, siento haberte dejado plantado tantos viernes de películas, siento no estar más tiempo contigo, pero te prometo que te compensaré – Dijo Rosalie entre sollozos mientras se sorbía la nariz.

-No te preocupes Rose, entiendo que tengas novio y no puedas pasar más tiempo conmigo, pero quería pedirte de la manera más atenta posible que te levantes de encima de mi porque me estas lastimando – Intenté decir con un tono de voz más neutral, no debía permitir que ella viera que, aunque ya eran casi dos semanas que nuestra amistad se había disuelto, yo aun guardaba sentimientos por ella.

- Yo lo siento Edward, siento que todo esto haya ocurrido entre nosotros- Susurró Rosalie apenada y se acercó a abrazarme, nos mantuvimos en esa posición hasta que un carraspeo nos sacó de la burbuja en la que estábamos metidos.

- Buonanotte, Rose amor, la hora de visitas ha terminado, debemos irnos.-Habló Emmett dejando entrever sus celos – Por cierto Edward, mejórate pronto, y ten más cuidado al conducir.

-Nos vemos pronto Edward- Susurró Rosalie mientras se incorporaba y antes de marcharse me guiñaba un ojo.

Sencillamente la observé alejarse, su largo cabello rubio se movía suavemente gracias al ventilador que estaba dentro de la habitación, ese pequeño momento me hizo tener esperanzas de que tal vez nuestra amistad se reviviera.

Por primera vez no me sentí tan frustrado al verla marcharse, sabía que tal vez y mi relación con Rosalie, aunque fuera amistosa, podía mejorar, yo me encargaría de

que así fuera; y con ese pensamiento coloqué mis brazos detrás de mi nuca y me dispuse a dormir.


Bueno lectoras o lectores quiero que sepan que este es mi primer FF, digamos que este es un capitulo piloto, quiero ver que tal lo reciben.

Me encantaría recibir un review de ustedes para que me digan que tal, si les gustó, si lo odiaron, o cualquier cosa. Nos leemos luego (:

Besos. Gaaby!