Hola, me gusta escribir alguna historias de estos dos personajes, por alguna extraña razón son los personajes que más entiendo, creo que es porque las relaciones románticas no son perfectas y más bien son como Ranma y Akane, ellos son peleones, pero sus peleas, les unen. Voy a hacer una serie de drabbles.
Aviso: Los personajes no son míos, y si hay algún parecido con otra historia, no es plagio. Quiero que entiendan que muchas de esas historias son una gran inspiración, gracias por esas historias. (Si les molesta me pueden enviar un mensaje y yo quitare la historia)
Los sentimientos de ambos
El dolor era indescriptible, con solo mirarla se notaba que era imposible que se pusiera en pie. No importaba cuantas veces intento en ponerse en pie, el dolor la atacaba y volvía a caer, pero como Akane es tan terca lo seguía intentando aunque esa misma acción repetida estaba ocasionando que se lesione más su pie junto con su tobillo.
Akane alzo la vista y vio que poco a poco el enemigo empezaba a levantarse. El último golpe que Akane le dio a ese tal Kotare, había ocasionado que ella terminara mal herida, pero viéndolo inconsciente pensó que tendría unos minutos para poder escapar, y ahora a pesar de su terquedad y ganas de vivir, ella estaba enfrente del enemigo y esta vez sin poder hacer nada para levantarse. Cuando Kotare se empezó a acercar a ella con sed de venganza, Akane estaba sentada acorralada con la pared a su espalda, Akane solo pudo cerrar los ojos y esperar el golpe.
Pero cuando nada paso, Akane abrió los ojos y vio que enfrente de ella estaba Ranma, que de un solo golpe había mandado al tal Kotare "hijo del sol" a la Luna. Akane suspiro aliviada, pero esta tranquilidad duro poco, cuando Ranma giro la cabeza y vio a Akane con ira, molesto o, bueno molesto no era, se podría decir que en pocas le llevaba el Diablo de pura ira que tenía. Akane ya se imaginaba lo que venía, así que respiro profundo y cogió tanta paciencia como sea posible.
Ranma se quedó viendo fijamente a Akane que estaba en el suelo, su mirada penetrante se sentía como el mejor Rayos X, no dijo nada por unos segundos que parecían minutos -¡¿Se puede saber porque no te movías cuando ese desgraciado se acercaba a ti?!-grito Ranma tan de repente y con tal fuerza que hasta Akane que ya se lo esperaba se asustó y se inclinó hacia atrás tocando la pared a su espalda.
Ella al inicio le miro incrédula a Ranma pero luego su mirada cambio a una de ira pura contra Ranma, se supone que al malo deberían estar reclamando y pidiendo justificaciones, entonces porque era ella siempre la que tenía que llevarse los reclamos, ni que ella estuviera orando a Kami-sama para que le secuestren.
-¡¿Qué se supone que haga cuando ni siquiera me puedo poner en pie?!- Akane lo dijo por impulso y no pudo evitar mirar su tobillo malo. Esto no pasó desapercibido para Ranma que aun serio miro el tobillo de Akane que estaba extremadamente hinchado. Se acercó y se inclinó enfrente de Akane para poder revisar su tobillo, estiro su mano hacia el pie de Akane.
- ¡No me toques!- grito de repente Akane mientras escondía su pie de la mano de Ranma.
-¡¿Qué te pasa?! Deberías dejarme revisar rápido tu tobillo, no seas necia y déjame ver-dijo Ranma insistiendo y volviéndose a estirar la mano, pero Akane no dejo que Ranma se acercara- ¿Por qué no me dejas ver tu tobillo?
-¿Para qué quieres ver mi tobillo?-dijo Akane esquivando la pregunta de Ranma- Mejor vamos pronto donde el doctor Tofu, él sabrá que hacer.
Ranma noto que Akane seguía evadiéndolo, así que en un movimiento rápido y con delicadeza lo agarro, pero inmediatamente escucho como Akane se quejaba del dolor, y cuando le miro Akane incluso estaba reteniendo lágrimas de dolor. Con más preocupación que curiosidad, Ranma retiro un poco la falda y la media, y ahí fue cuando vio un corte que iba casi desde la rodilla hasta el tobillo, alrededor del corte la piel también estaba quemada e infectada y el tobillo estaba hinchado por la torcedura.
Akane miro fijamente a Ranma esperando su reacción , sabía que estaba mal, pero en realidad no sabía que estuviera tan mal, la verdad no quería que Ranma lo mirara, lo intento con fuerza, pero no sirvió, y de seguro ahora estaría molesto e incontrolable, lo vio porque sus manos se cerraron en puño y temblaban.
-Vamos con el doctor-Dijo Ranma con calma mientras alzaba en sus brazos a Akane.
Ranma no solo salto por los techos sino que incluso parecía que volaba por ellos, estaba desesperado, pero trataba de controlarse, cuando llego con el Doctor, dejo a Akane con él, aunque lo que menos quería era separarse.
Cuando el doctor termino de revisar a Akane dejo pasar a Ranma quien entro lentamente y veía como Akane se cubría de nuevo la pierna.
-¿Ahora si me vas a dejar ver tu herida?
-no
-¿Por qué?
-Porque no
-Estas siendo infantil
-Mentira-Akane evito la mirada de Ranma quien se estaba acercando a ella.
-Akane, no estoy con paciencia quiero ir a matar al imbécil que lastimo a MI ESPOSA, estoy preocupado y quiero ayudarte y cuidarte, así quieras o no- dijo mirándola penetrantemente, lo que ocasiono que a Akane se le salieran lagrimas
-Es que… yo… no quiero que mires mi herida es horrible y desagradable, no te lo quiero mostrar Ranma, recién nos casamos y yo ya estoy otra vez discapacitada. ¿Qué clase de esposa soy?- dijo cabizbaja y sin mirarlo no quería enfrentar su mirada y tampoco quería que vea sus lágrimas.
-Pues la única esposa del gran Ranma Saotome- Akane al escucharlo se enojó, otra vez iba su querido esposo de ególatra ¿Qué acaso no la entendía? Pero Ranma leyendo sus pensamientos solo sonrió y prosiguió con lo que quiera decir- Solo hay una persona calificada para ser mi esposa Akane, y esa eres tú, aunque yo no lo merezco, soy el gran Ranma Saotome porque tú me haces grande.
Akane solo pudo escuchar perpleja las palabras de su esposo, no creía que en tan poco tiempo pudiera decir esas palabras su Esposo-Ranma-fue lo único que pudo susurrar. Hace un año ellos todavía tenían escondidos sus sentimientos, y lo disfrazaban con insultos.
Ranma se acercó más a la camilla y haciendo se dé un corto espacio se sentó alado de Akane y le abrazo, ella apoyo la cabeza en su hombro-Akane, sé que no ha pasado más que unos cuantos meses de la boda, pero si queremos avanzar tenemos que dejar el pasado atrás, pero estar listos para el presente.
-¿No te entiendo?-dijo mientras buscaba la mirada de su adorado tormento
-Después de cuatro años de tormento en que nuestros "autoproclamados novios y prometidas" arruinaban las cosas, por fin cuando lo aceptaron y nos dejaron en paz, era normal que ambos bajáramos la guardia, que pensáramos que por fin estábamos a salvo de tanto loco-lo dijo la última parte con la expresión más seria que tenía, acababa de recordar al desgraciado que se había atrevido a tocar a SU MUJER, todavía quería ver sangre.
-¡Me estas culpando por ser secuestrada!-lo acuso mientras se buscaba alejar de su esposo, quien no la soltó a pesar de las insistencias- ¡No me toques Ranma!Sueltame!
-Ya estas otra vez mujer, uno no puede decir nada sin que lo malinterpretes-dijo molesto sosteniendo con cuidado a su Marimacho, no quería lastimarla pero tampoco iba a dejar que se le escapara, casi la pierde hace unos minutos, y lo que menos quería era separarse de ella.
-Entonces explícate Ranma
-Que acaso no recuerdas que yo estaba allí, que yo estaba sosteniendo tu mano cuando te secuestraron y aun así no pude hacer nada-cada palabra que decía desbordaba un mar de frustración, se sentía tan abatido que hasta Akane lo noto. A ella le dolía ver como ambos habían sido atacados, y claro que estaban heridos, pero las heridas más profundas no estaban en sus cuerpos sino en sus corazones, cada uno sintiéndose mal por no ayudar al otro.
Akane pensó sin dudar eran un par de tontos, que el único problema es que no sabían cómo demostrar todo el amor que se sentía por el otro. Akane se acercó a su esposo que rehuía su mirada y cogió el rostro de su esposo para que no escapara de su mirada, le dio una de esas sonrisas que ella sabía que él amaba, y después le beso.
En ese beso se dejaron todas las cosas que aún no podían decir, el dolor que compartían pero al mismo tiempo todas las alegrías que sentían por estar uno junto al otro. En ese beso juraron otra vez amarse y prometieron estar siempre para el otro.
Y así en un día con una gran cita planeada se convirtió en un tormento y el tormento se convierto en más promesas de amor que solo la puesta de sol pudo presenciar, en donde a pesar de todo se decidió que un final feliz cada uno se lo puede construir.
Gracias por leer la historia, por cierto el villano de esta historia es inventado, no existe, tal vez pudo existir si Rumiko Takahashi hubiera seguido con la historia, pero eso no paso y es otra historia.
Gracias por sus comentarios y sugerencias, todavía estoy aprendiendo a mejorar las historias, y después de decir eso me voy, BYES.
