Hola chicos/as os traigo una nueva historia. Tenía pensado acabar primero la otra antes de subir una nueva, pero cuando algo nuevo se me mete en la cabeza no puedo concentrarme hasta que lo "materializo".

Cositas sobre la nueva historia…, pase lo que pase y leáis lo que leáis se trata de una historia Fleurmione lo prometo. Aquí Fleur no es un Veela o no tengo pensado que lo sea. De todos modos ya os iré informando poco a poco, esto es solo un aperitivo.

Espero que os guste y como siempre Harry Potter y los personajes perteneces a J.K. Rowling.


Capítulo I: Persecuciones, Huidas y Planes

Sus sentidos estaban más alerta que nunca, caminaba despacio, agazapada como un animal salvaje entre las sombras. Solo el silbar del aire entre los árboles era perceptible en aquel recóndito lugar, también era consciente del sonido de su respiración errática y del latir frenético de su corazón, podía sentir la adrenalina fluyendo por sus venas a una velocidad vertiginosa. Estaba cerca.

Era una noche cerrada y se encontraba sola en aquel infernal bosque, su buena condición física y perspicacia la hacían más rápida que sus compañeros, por lo que ahora mismo su éxito dependía simplemente de la rapidez de sus reflejos.

"¡Ahí está!" pensó al distinguir un movimiento entre los árboles.

Corrió tanto como pudo, sus piernas y pulmones ardían, parecían estar a punto de desintegrarse mientras continuaba con la persecución – No te me vas a escapar esta vez…-murmuró apurando sus últimas energía.

Su presa se movía veloz entre los obstáculos, trataba de hacerle perder el rastro beneficiándose de la oscuridad de la noche y el camuflaje que esta le proporcionaba.

-¡Mierda!- tenía que apretar más el paso o la perdería. Aprovechando la torpeza de su presa quien parecía haber perdido un poco el equilibrio en su intento de huida. Conjuró un hechizo.

– ¡Sectum!-

Alcanzó su objetivo aunque solo consiguió rozarla. Un corte acompañado de unas gotas de sangre apareció en el hombro de su oponente, aquellos ojos azules la miraron con odio y rabia, la misma que ella le profesó.

Ambas volvieron a la carrera. Podía sentir sus oídos embotados por la concentración y el gran esfuerzo que estaba haciendo, pero no podía permitirse el lujo de parar, no ahora, no cuando estaba tan cerca. Apenas podía recodar las veces que había estado a punto de atraparla, pero esta vez lo conseguiría.

Se vio obligada a acelerar el paso "¿De dónde conseguía sacar tanta fuerza y resistencia?".

Volvió a conjurar otro hechizo – Reducto- .Falló, estaba demasiado lejos.

Una idea cruzó su mente. Comenzó a lanzar una serie de hechizos a pesar de la lejanía, con ello pretendía acorralar a su presa instándola a modificar su trayectoria.

Y así lo hizo. Llegaron al borde de un acantilado, aquella mujer estaba en desventaja y sin escapatoria.

- Se acabó…- Dijo Hermione con dificultad mientras trataba de recuperar el aliento. – Será mejor que te entregues por propia voluntad-

El brillo de la luna parecía perderse en la inmensidad de la oscuridad, no obstante de poco servía puesto que aquella mujer mantenía su rostro oculto tras una máscara, tan solo podía percibir el brillo de sus profundos ojos azules. Hermione soñaba todas las noches con esos ojos que parecían burlarse de ella y de sus fallidos intentos por atraparla.

- Quítate la máscara- Hermione ordenó, pero no obtuvo la respuesta esperada.

Volvió a ordenar apuntándola con la varita- Quítatela...-

Aquella mujer hecho la vista atrás hacia el precipicio.

"No será capaz, no es tan estúpida como para acabar con su vida de aquella manera" pensó, pues bien sabía que había una caída libre de más de 100 metros antes de llegar al agua donde a unos escasos 40 metros de profundidad se encontraba una angosta masa de rocas puntiagudas esperándola, y por si fuera poco el fuerte oleaje no ayudaba a mejorar sus probabilidades de sobrevivir.

La dueña de esos ojos zafiro volvió a mirarla. Comenzó a caminar en su dirección, donde Hermione continuaba apuntándola con la varita expectante ante cualquier posible movimiento.

Bajo su atenta mirada aquella mujer se giró y comenzó a correr en dirección contraria hasta llegar al filo del acantilado donde se precipitó al vacío.

- Noooo- Gritó la castaña corriendo hacia el borde del acantilado.

Vio como aquel cuerpo impactaba contra las olas que se alzaban con fuerza hasta chocar contra la pared rocosa provocando una extensa capa de espuma.

- ¡Maldita sea!- Observó durante un tiempo el movimiento de la marea, pocos segundos después oyó un ruido procedente del bosque.

No pasó mucho tiempo hasta que sus compañeros la encontraron.

- ¿Hermione estas bien?- preguntó Harry mientras la abrazaba - ¿Qué ha pasado? ¿Ha dónde ha ido?- Ambos se encontraban cerca del borde del acantilado.

- Se-se ha precipitado…- Dijo Hermione sintiéndose abatida.

- ¿Se ha suicidado?- Harry estaba sorprendido por la acción, la persona tras la que iban no respondía al perfil del tipo de criminal que se suicidaba ante una situación complicada.

- ¡MALDITA SEA!- Hermione se desesperó- ¡Estábamos tan cerca Harry…ya casi la tenía! ¡Joder!-

- Tranquila amiga…no te preocupes…encontraremos una solución- Harry intentó contener su furia sosteniéndola entre sus brazos pero ésta no se dejó, sentía tanto coraje por como había perdido a la única persona que podía indicarle el paradero de Viktor.

Ron apareció segundos después- ¡Joder ese maldito bosque está lleno de araña!- se sacudió los hombros mientras se acercaba lo suficiente a ambos.

- ¿Dónde está la bandida enmascarada? ¿Se volvió a esfumar?- preguntó el pelirrojo mirando expectante a ambos muchachos.

- Si no fueras tan lento corriendo como pensando ahora mismo la habríamos atrapado- Hermione arremetió contra el Weasley.

- Ey, tranquila, es a mi ha quien ha tirado de la escoba. Además esa dichosa gata siempre consigue escabullirse, honestamente 'Mione creo que deberíamos empezar a buscar por otros lados, todo el departamento de Aurores sabe de nuestro fracaso tras esta ladrona de guante blanco, es más lo sabe todo el ministerio. Rufus Scrimgeour nos tiene en el ojo de mira, ¡harás que nos despidan a todos!- Ron trataba de defenderse pues ya comenzaba a casarse de las persecuciones por todo reino unido y otros continentes durante el último mes.

- Bien… no te preocupes…ya no tendremos que ir más tras ella, se acaba de suicidar- Espetó Hermione mientras volvía la cabeza hacia el fondo del acantilado.

- ¿De verdad…?- Preguntó el pelirrojo sorprendido- Tanto esfuerzo para nada...- murmuró para sí mismo.

En ese momento Hermione vio como un cuerpo inerte flotaba en la superficie del mar.

- ¡Ahí está Harry!, Tenemos que bajar- Hermione le hizo señales en dirección al mar. Ambos muchachos dirigieron su mirada hacia el lugar que apuntaba su amiga quedando sorprendidos al ver que el cuerpo comenzaba a moverse intentando luchar contra el oleaje.

- ¡Joder, está viva! ¡Rápido!- Dijo Hermione al ver aquella mujer tratar de alejarse. Estuvo a punto de precipitarse si no llega a ser por los brazos de su compañero que la sujetaron con fuerza- ¿Estás loca? ¿A dónde te crees que vas? ¿A caso quieres morir? Ni sueñes con que vas a correr con la misma suerte-

- Suélteme Harry se va a escapar...- Hermione trataba de zafarse de su agarre.

- Ni lo sueñes, no pienso dejar que acabes con tu vida de esta forma- Harry la sujetó con fuerza y la arrastró lo más lejos posible en contra de su voluntad. Cuando volvieron a adentrarse en el bosque depositó a su amiga en el suelo.

- Eres un estúpido, se ha vuelto a escapar, la hemos vuelto a perder, ya no tenemos más rastros que seguir- la ira de Hermione era monumental y amenazaba con caer sobre el pobre Harry quien intentaba defenderse de sus agresiones verbales. En ese momento.

Ron los interrumpió.- Yo no estaría tan seguro…- Dijo el Weasley ganándose la atención de ambos muchachos. El pelirrojo dirigió la mano hacia el bolsillo trasero de su pantalón desde donde sacó una varita mágica.

- No es gran cosa… pero…ya tenemos algo por dónde empezar-Añadió.

Harry lo miró con una amplia sonrisa- ¡Buen trabajo Ron!- la castaña tomó la varita para analizarla más detenidamente, otra oportunidad se abría paso ante sus ojos.

Con aquella varita en su mano derecha desapareció de allí sin despedirse de ninguno de los dos. Dejando a ambos muchachos agotados y preocupados por ella.

Hermione apareció en su departamento. Rápidamente se despojó de cada pendra maloliente haciéndola impactar contra el suelo de madera antes de meterse en la ducha. Necesitando calmar sus nervios.

"Otra vez, otra vez…" Un gruñido de frustración escapó de sus labios mientras las gotas de agua caliente caían sobre su cuerpo.

Llevaba un mes detrás de esa mujer, justo desde la desaparición de Viktor, su paciencia y la fe de encontrar al muchacho menguaban con el paso del tiempo.

Viktor era su compañero de patrulla desde hacía un año y en los últimos meses se habían hecho íntimos, quizás demasiado…

Él estaba casado y ella jamás hubiese imaginado convertirse en su amante, pero a veces las circunstancias te llevan a tomar decisiones erróneas. Hermione no se sentía bien siendo la otra, ella era una mujer de principios y una defensora de la Ley y la justicia. Antes de su desaparición había hablado con él, habían decidido poner fin a esa "relación inadecuada" antes de que todo el mundo se enterase. Pero justo esa noche, su última noche juntos, la castaña recibió un chivatazo para capturar a una bruja que llevaba meses en busca y captura.

El chivatazo no resultó ser más que una trampa para acabar con ambos Aurores. Hermione consiguió salir medianamente ilesa, pero no podía decir lo mismo de su compañero, lo último que recordaba era ver a aquella mujer de ojos azules llevándoselo.

La castaña se culpaba por haberlo obligado a acompañarla, debería haberlo dejado volver a casa con su esposa, quien ahora sufría su pérdida. "¿A caso no le había hecho ya suficiente mal a aquella mujer?"

Varias lágrimas rodaron por sus mejillas siendo arrastradas junto con el agua que se precipitaba por el desagüe….


El cuerpo de Fleur estaba tendido sobre la orilla. Una grave tos buscaba eliminar todo el agua que había ingerido y sustituirlo por el necesario oxigeno que escaseaba en sus pulmones. Se quitó la máscara para mejorar la entrada del aire que tanto necesitaba.

"Merde, Por los pelos" pensó. Su cuerpo temblaba por el esfuerzo y sentía que estaba a punto de desmayarse."Esa maldita Aurora me va a matar un día de estos". La rubia era consciente del golpe de suerte que había tenido, aquella caída prometía acabar con su vida, pero por nada del mundo iba a dejarse atrapar y que la llevaran a la prisión de Azkaban, antes prefería la muerte que permanecer un simple minuto en aquel horrible y tortuoso lugar.

Muchas habían sido las ocasiones en las que había estado al borde de entrar en aquel sitio, pero siempre conseguía escabullirse aunque aquello significase poner en peligro su propia vida o la de cualquiera.

Fleur se puso de pie, su cuerpo se tambaleo al principio, pero consiguió medianamente mantener el equilibrio. Aprovechando la discreción que le proporcionaba la oscuridad de la noche se dirigió al único lugar seguro que conocía.

Frente a las puertas de aquel lúgubre lugar y cerciorándose de que no había nadie cerca dijo -Fur Den umbraculum offer me (guarida del ladrón ofréceme cobijo)- Dos bastas puertas de madera se abrieron ante ella permitiéndole el paso. Cuando entró las puertas se cerraron a cal y canto con un estruendoso ruido. Por fin se sentía segura.

Arrastró su cuerpo hasta el salón desde donde una tenue luz indicaba la presencia de otra persona.

Allí, tumbada frente a la chimenea, con una copa de whisky de fuego en la mano y "el profeta" en la otra se encontraba su compañera.

- Sales en los periódicos querida, cada día eres más famosa- Dijo aquella mujer antes de fijarse en ella.

- No me digas, Pansy…- Dijo con sarcasmo mientras se dejaba caer a un lado del sofá.

Cuando la ojiverde la vio dijo- ¿Se puede saber que te ha pasado? ¿De dónde vienes con esas pintas?-

Fleur era consciente de que su aspecto en estos momentos debía de ser horrible, pero estaba tan cansada y sabia que había tenido tanta suerte de salir viva de allí que no se molesto en preocuparse por ello. – Me he encontrado con mi club de fans…- dijo sarcásticamente mientras le arrebataba la copa de la mano y daba un sorbo que le provocó una tos horrible.

- ¿Otra vez? Esos malditos Aurores…no podemos seguir así, cada día están más cerca, acabaran por atraparnos- Dijo Pansy mientras depositaba el periódico sobre la mesa de cristal.

- Querrás decir que acabaran por atraparme. Soy yo la que se expone y la que ha estado a punto de morir esta noche- aclaró Fleur.

- Estamos en esto juntas, si te atrapan a ti no tardaran mucho en dar conmigo, las dos estamos jodidas- Pansy se puso de pie y comenzó a dar vueltas por la habitación.

- Es…esa Granger. Nunca deberías haber aceptado ese encargo, yo solo robo cosas, no personas y menos un Auror, ¿en que estabas pensando?- Fleur arremetió contra la morena.

- Personas o cosas… ¿qué más da?, esa Aurora iba detrás nuestra también, se suponía que debíamos atraparlos a los dos y entregarlos, era un negocio perfecto, cobraríamos una buena cantidad de galeones y nos los quitaríamos de en medio- La ojiverde trató de defenderse.

- Sí, perfecto, ahora están más encima nuestra que nunca, es cuestión de tiempo que den con nosotras- La voz de Fleur sonaba bastante preocupada.

Pansy se acercó a ella para tratar de calmarla- No te preocupes, no dejaré que nada malo nos pase. Solo tenemos que acabar con esa Granger…-

- ¿Estás loca? ¿A caso quieres que todo el ministerio se nos eche encima? Además ni sueñes con que será tan fácil, nadie puede con ella- Fleur se apartó de su lado.

- Tranquila, confía en mí- Su voz sonaba extrañamente relajada - Nadie habrá sido capaz de acabar con ella, pero tampoco nadie ha sido capaz de acabar contigo, además haremos las cosas bien, sin levantar sospechas- Pansy parecía estar tramando algo.

- Solo por curiosidad ¿Qué tienes pensado?- La curiosidad de Fleur siempre acababa metiéndola en algún lio, pero era algo contra lo que no podía luchar, además esa Granger le debía una pensó mientras se rozaba el hombro.

Pansy se volvió a acomodar en el sofá, y la invitó a sentarse junto a ella.

- Vas a infiltrarte en el Ministerio de Magia- Le dijo y Fleur volvió a ponerse de pie.

- Estás loca, completamente loca, no pienso hacer algo así, sería un suicidio-

La morena tiró de su brazo y la volvió a sentar en el sofá – Escúchame bien Fleur, es nuestra única oportunidad, estamos con el agua al cuello. Lo tengo todo estudiado, y no hay nada que pueda salir mal- trató de convencerla.

- Pero es una locura…-

Pansy tomó el rostro de la rubia entre sus manos y la miró a los ojos fijamente- Confía en mí como yo confío en ti- Los ojos de Pansy transmitían seguridad, esa condenada mujer la había metido en algunos líos pero también la había sacado de otros y nunca la dejaba en la estacada cuando más la necesitaba.

- Está bien…te escucho…- terminó diciendo la rubia y una sonrisa apareció en la cara de la otra mujer.

- Bien, como te iba diciendo te vas a infiltrar en el Ministerio de Magia, justo en el departamento de Aurores, vas a ser el nuevo compañero de Granger así podremos tenerla controlada-

- ¿Cómo diablos voy a hacer eso? espera un momento ¿has dicho compañero?- La rubia trataba de asimilar toda la información.

Pansy se puso de pie y cogió una carpeta que había en una de las estanterías del salón, se acercó a ella y se la entregó- A partir de ahora serás Pierre Le Brun, Auror transferido desde Francia para colaborar con el Ministerio Inglés ante la ola de crímenes que se están cometiendo en el país-

- No puedes estar hablando enserio… – Fleur no podía creer aquellas palabras.

- Por supuesto que sí- contestó la morena sin que la sonrisa desapareciera de sus labios.

- ¿Cómo? ¿De dónde has sacado esto? – había una cantidad de información que estaba claro que debía ser confidencial.

- Tengo mis contactos… Pierre aterrizó en nuestra ciudad hace unas horas para desempeñar esa labor y ya me he encargado de él…- Sus ojos verdes brillaron con malicia.

El rostro de Fleur se tornó serio- ¿lo-lo has matado?- la voz le tembló.

- Por supuesto que no. Le he borrado la memoria, y he tomado unas cuantas cosas prestadas que estoy segura que no le importarán…- Pansy sacó una bolsa repleta de pelos.

- ¿Para qué son esos pelos?- Preguntó Fleur y ella se echo a reír.

- Está claro…para la poción mulijugos ¿cómo piensas sino suplantar su identidad?- dijo tratando de sonar evidente

- No pienso convertirme en un hombre… vas lista si piensas que me voy a transformar en él. ¿y por qué él? ¿podrías haber elegido a una mujer?- Fleur le reprochó y la moreno soltó un suspiro de desesperación.

- Fleur aterriza, esto es serio, no estoy para tus remilgos, no podemos desaprovechar esta oportunidad- Pansy sonó clara y concisa.

- Joder… ¿ y que se supone que tengo que hacer una vez que sea ese tal Pierre?- Fleur preguntó sin terminar de estar convencida.

Pansy abrió su bolso y sacó un bote transparente que contenía un liquido azul brillante- Esto es esencia de Mantícora recién extraída de su aguijón, es mortalmente venenosa y no deja rastro alguno, solo tienes que hacer que entre en su organismo y la muerte será instantánea apenas sentirá nada- La voz de la ojiverde era fría, puso en su mano aquel pequeño recipiente- Solo serán necesarias un par de gotas, ahí tienes suficiente para varios intentos en caso de que las cosas no fuesen bien- Fleur la miró a los ojos buscando algún atisbo de dudas en sus palabras " de verdad me estaba pidiendo que la mate", ella pareció entender sus dudas – Fleur, de ello depende nuestra supervivencia ¿Qué crees que va a hacer con nosotras cuando nos atrape? No podemos mostrar debilidad ahora-

Aquellas palabras tenían sentido para la rubia, esa mujer llevaba más de un mes haciéndole la vida imposible y en varias ocasiones había estado a punto de atraparla, sabia cual sería su destino si terminaba consiguiéndolo y sintió la sangre helársele con solo imaginarlo. Apretó el pequeño frasco entre sus manos- Tienes razón lo haré-

La ojiverde esbozó una amplia sonrisa mientras se acercaba a ella y plantaba un beso en sus labios, la rubia trató de profundizar el beso pero la morena se echó hacia atrás – Fluer, apestas, deberías darte una ducha antes de…- sus ojos verdes brillaron al pensar en lo que tenía planeado hacer con la rubia.

- Sí, tienes razón ¿porque no me acompañas?- la sujetó por el cuello de la camisa y la levanto del sofá.

- Merlín… ¿Tan poco paciencia tienes?- dijo mientras la acompañaba.

- Oh…será mejor que aproveches bien el tiempo, pues a partir de ahora no vas a poder disfrutar de este cuerpo tanto como te gustaría- la idea de adoptar la apariencia de un hombre no le terminaba de convencer.

Pansy rió ante su comentario- Bueno, Pierre es bastante guapo, además tiene tus ojos, seguro que podremos hacer algo…- dijo buscando burlarse de la rubia, quien puso una mueca de asco ante la simple idea.

- Puag…acabas de bajarme la libido por completo, prefiero ducharme sola- Dijo Fleur mientras se contoneaba camino a la ducha.

La ojiverde se echó a reír desde el otro lado de la puerta- Eres una heterofobica Fleur, ¿lo sabías?-

Mientras la rubia se desvestía arrugó la nariz ante sus palabras -¿heterofobica? ¿De dónde has sacado eso?-

Volvió a escuchar la voz de Pansy – De un libro muggle, significa que tienes fobia a las parejas heterosexuales o sea a las parejas formadas por un hombre y una mujer-

Fleur se echó a reír- Te había entendido. Además ¿desde cuándo lees cosas muggles?,Creía que tú les tenias fobia a ellos- Abrió el grifo de la ducha y ya no volvió a escuchar la voz de su compañera, así que se concentró en eliminar toda la suciedad que había en su cuerpo mientras pensaba en la nueva misión que tenia encomendada.


Voilá, hasta aquí por hoy, ¿Qué les ha parecido el primer capítulo? Tengo pensada ya varias cosillas para esta historia prácticamente lo tengo todo pensado incluso el final, cosa que otras veces no hago.

Bueno como sea…espero que os haya gustado o entretenido y en virtud de las reacciones que vea pues le iré dando más o menos prioridad. Nos leemos.