SHERWOOD
Disclaimer: nada me pertenece, sólo la idea.
Nota de la autora: No soy de las que lloran en las pelis, de hecho son poquísimas las que han conseguido hacerme llorar. Pero cuando vi el final de la 2ª y 3ª temporada de Robin Hood, me pasé media hora derramando lágrimas. Primero Marian, luego Allan, después Guy y por último Robin ¿Cómo pudieron hacer algo tan triste?
Robin se despertó jadeando y empapado en sudor, miró a su alrededor y se encontró tumbado en una cama en una habitación a oscuras. La cabeza le dolía mucho, se incorporó lentamente y, entonces, exclamó:
-Marian-
Robin se levantó y salió de la habitación. Corrió por los pasillos de la casa del tío de Djaq y encontró al fin la habitación que había estado buscando. Allí estaba Djaq, dando cabezadas cerca del lecho de Marian. Marian tenía todo el vientre vendado y la frente perlada de sudor, sus ojos estaban cerrados, pero los abrió al escuchar la puerta abrirse. Sonrió débilmente a Robin. Djaq decidió dejarles un momento a solas, advirtiendo a Robin que no la cansase demasiado.
Robin se arrodilló ante el lecho y tomó la mano de Marian entre las suyas, mirándola con amor.
-¿Cómo te encuentras?- preguntó él
-Muy cansada, Djaq me ha dado algo para el dolor, dice que necesito descansar y que mi recuperación depende de cómo me encuentre por la mañana. Pero voy a luchar para salir adelante- dijo ella con la voz cansada- ¿Qué te preocupa?-
-He soñado que habías muerto. Gisborne te mataba y yo no podía hacer nada para impedirlo- confesó él mientras luchaba por contener las lágrimas
-Pero no ha sido así. Tú lo impediste ¿No lo recuerdas?-
-Sí, sí. Pero ha sido tan real. Marian, no soportaría perderte-
-No vas a perderme, aún no. No pienso dejar de luchar hasta devolver la paz y la justicia a Inglaterra. No voy a rendirme tan pronto, sería demasiado fácil-
-Descansa ahora, mi amor, procura descansar-
Robin depositó un suave beso en la frente de Marian y se sentó a su lado. Marian cerró los ojos, su respiración era regular. Robin no se atrevía a mirar la herida del vientre de Marian, pues su mente repasaba una y otra vez la misma agónica escena:
Corría para defender al rey cuando vio a Gisborne alzar la espada contra Marian, con una velocidad que ignoraba poseer, disparó una flecha contra el brazo de su enemigo, obligándole a arrojar la espada. Marian cayó al suelo, tenía un profundo corte en el vientre, la herida era grave pero no mortal. Su banda corrió en su auxilio. Gisborne y el Sheriff lograron escapar, pero poco les importaba, en esos momentos Marian y el rey eran su mayor prioridad. Llevaron a Marian sin dilación a la casa del tío de Djaq, donde los médicos y la joven sarracena no tardaron un segundo en atenderla. Robin estaba muy nervioso y no paraba de dar vueltas por el pasillo, no le permitían entrar en los aposentos para no molestar a los médicos. Deseaba fervientemente ir tras Gisborne y el Sheriff y descuartizarlos sin piedad. Little John se vio obligado a noquearle para evitar que cometiese una locura.
Marian iba recuperándose poco a poco, era una luchadora. Sin embargo, aún no estaba en condiciones de viajar. En cualquier caso, animó a Robin y a sus amigos a regresar a Inglaterra, pues la gente de Nottingham aun precisaba su ayuda. Sus enemigos ya deberían haber vuelto y seguirían haciendo imposible la vida de aquellos honrados aldeanos. Robin, al principio, se mostró reacio a dejarla allí, aún estando al cuidado de Will y Djaq, pero ella insistió. Lo que Marian ignoraba era que el Robin que se marchó de Tierra Santa no era el mismo que conocía, ahora lo único que ocupaba la mente de Robin era la venganza.
