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-¡Ya dejen mi mochila! – grite una vez más mientras saltaba para tratar de alcanzar mi mochila de los brazos de ese estúpido chico que me molestaba.

-¡Hey! – me di la vuelta y ahí venía Taisho. El chico malo del colegio, acompañados de sus malditos perros falderos a su lado.

Por un momento creí que me ayudaría cuando empujo y quito mi mochila de las manos de ese chico, pero no…él es Inuyasha Taisho.

-Veamos que tenemos acá- abrió el cierre de mi mochila y le dio vuelta haciendo caer todas las cosas que llevaba en el interior. -¡Ups! Cuantas cosas llevas ¿he Higurashi? – pregunto sarcástico. Me enoje y lo empuje quitándole mi mochila de sus manos.

-¡Eres un estúpido! - le grite y me arrodille para poner todas mis cosas que estaban en el piso en el interior de mi mochila.

Me reincorpore y lo fulmino con la mirada para luego alejarme de él.

Maldito, estúpido, mujeriego y narcisista.

¿Por qué soy yo a la que él molesta? ¿Acaso tengo la cara de payaso?

Solo espero terminar este año de secundaria y no verlo más. No lo aguanto.

Tengo 17 años y estoy en último año de secundaria. Mi nombre es Kagome Higurashi o como el estúpido de Taisho y sus perros falderos me apodaron, "Advertencia".

-¡Hey Higurashi! – estoy con mis audífonos así que fingiré que no lo escucho. Sigo caminando con la vista en mi teléfono- ¡Higuuuraaaaashiiii! – canturrea mi apellido más fuerte y yo sigo caminando hasta que chocó de frente con algo no tan duro pero por el impacto caigo de cola. Miro hacia arriba y ahí está, estúpido Taisho. Bajo mis audífonos dejándolo alrededor de mi cuello y lo miro enfadada.

-¿Qué quieres Taisho? – él se carcajea y ofrece su mano para ayudarme. Bufó y me levantó por mi cuenta.

-Qué mala – si claro, ahora yo soy la mala. -¿Viste el nuevo video del colegio y la pared de atrás mío?

-¿Video? ¿Pared? ¿Qué? - miro detrás de él y hay fotos mías con mi apodo "Advertencia".

-¿Te gusta? –

-¿Qué si me gusta? ¡Vete a la mierda Taisho! – corro hacia la pared y empiezo a quitar las fotos.

Si no me equivoco, también dijo que había un video.

Sacó mi celular y veo en el sitio web del colegio. Sí, hay un video y yo soy la protagonista. Es del día que me quitaron mi mochila.

Estoy roja de la furia ¿Por qué mierda Taisho me molesta? ¿Qué hice yo?

-¡Eres un estúpido! – le grito y me largo lejos de su presencia.

Cuando estaba en primero y según año de secundaria, Taisho me gustaba. Fui una tonta que solo callo en la belleza del estúpido ese. Su cabello plateado, largo y rebelde. Sus ojos con un iris dorado, miel u oro fundido se podría decir que llevaba.

Pero en tercer año empezó con sus estúpidos juegos molestándome. Todo lo que había sentido por él…lentamente se iba desvaneciendo.

Inuyasha Taisho era un reverendo estúpido para que yo gustara de él.

Al llegar al aparcamiento de bicicletas notó que la mía no está como…como la deje en la mañana.

¡Le faltan las ruedas!

Ya se quien mierda ocasionó esto. Camino con la bicicleta en mis manos, los que me ven con ella se ríen de mi pero me importa mierda, solo quiero encontrar al estúpido de Taisho.

Este chocho sentado en una banca riendo con sus perros falderos, sin pensarlo le tiro la bicicleta y esta cae al lado de sus pies, lástima…un poco más de fuerza y le hubiera dado en su cabeza.

El estúpido me mira con sorpresa.

-¡Eres un estúpido! – me alejo a paso largo y fuerte. Ya no lo soporto enserio que ya no lo soporto.

Estoy en la cafetería del colegio, tengo banderillas mmm… banderillas.

De repente todo murmullo o conversación se dejan de escuchar.

-Todos afuera – ha…este no es mi día, que digo, ningún día es mi día.

Taisho se sienta aún lado mío y solo se dedica a mirarme.

Cuando me giro a mirarlo mi corazón empieza a latir rápidamente y me duele la panza.

-¿Qué quieres Taisho? – disimula…disimula

-Solo te miro – esa sonrisa…esa maldita y perfecta sonrisa.

-Vete de aquí, déjame en paz – no es que me molesta que éste aquí simplemente puedo ignorarlo y ya, pero…pero no puedo ignorar lo que empiezo a sentir con su presencia.

-Advertencia… ¿sabes? Me gustas – es una maldita broma lo que estoy escuchando.

-¿Dónde están las cámaras? ¿Subirás este video a las redes sociales? – ignoro su anterior comentario y agarro una banderilla…necesita kétchup.

-No hay ninguna cámara oculta, enserio me gustas Advertencia- y yo creo en el ratón de los dientes.

Me estiro para alcanzar el pote de Kétchup pero Taisho me lo alcanza.

-¿Responderás? –

-No tengo que responder nada, esta debe de ser unas de tus bromas – le doy una mordida a mi banderilla. Sinceramente él escucharlo decir que yo le guste es lindo y algo que esperé los primeros años de secundaria pero ahora simplemente pienso que es unas de sus ridículas bromas.

-No es broma Kagome, enserio tú me gustas – lo miro desconfiada de reojo- ¿¡Por qué no me crees!?

-¿Esperas que te crea después de tres años de tus estúpidas bromas? – él se calla y torce una sonrisa – Me voy Taisho, estoy perdiendo tiempo a tu lado. – me pongo mi mochila en mis hombros y me doy vuelta.

-¡Y con el tarado de Akitoki no pierdes tiempo he! – grita a mis espaldas

-¡Al menos no es un estúpido como tú!- salgo de la cafetería lo más rápido posible. Si me quedó un poco más, seré capaz de decirle que él me gustaba.