Disclaimer: los personajes pertenecen a Stephenie Meyer mientras que la idea es mia ;)
La musica resonaba en el pequeño armario, mientras yo sentía deseos de patearme a mi misma, ¿PORQUÉ? ¿porque había hecho algo tan estúpido? ¡¿PORQUÉ?
mis pensamientos se interrumpieron cuando unos golpes sonaron contra la puerta. Oh, no, no, no, no, no, no, no, NO PUEDE SER ÉL.
-Bella, sal de ahí-suspiré de alivio, tan solo era Emmett, mi mejor amigo. Caminé hacia la puerta y la abrí lo suficiente para tomar su brazo y tirar de el para que entre, escuchando fragmentos de la canción que estaban pasando.
-¿qué demonios te pasa?-gritó una vez dentro en la oscuridad-no te puedes ir así como así después de lo que hiciste allí afuera
-claro que sí, ¡es más lo hice! y lo volvería a hacer.-grité de vuelta-voy a quedarme aquí hasta que acabe la fiesta, no voy a poder verlo a la cara hasta que nos graduemos y me vaya a la universidad
-no te puedes quedar aquí encerrada, es absurdo-me regañó
-tan absurdo como cuando me hiciste dormir en tu bolsa de dormir, y tu en mi cama tapado con las mantas porque pensaste que había un payaso debajo de la cama-tiré la bomba apretando mis manos en puños.
-teníamos ocho años y habíamos visto IT-gritó desesperado
-teníamos catorce y habíamos ido a Mcdonnald's-Touché Emmett se quedó callado y temblando de rabia y verguenza mientras ambos respirabamos agitadamente
-soy una imbécil-suspiré después de un rato cuando se fue de mi todo el enojo, apoyandome contra unos abrigos... para caerme hacia atrás y chocar contra una pared.-Ouch
-si, eres una imbécil y estás borracha-suspiró mientras me ayudaba a desenredarme de los abrigos.
-estás confundido Emmet, yo no tomo alcohol-repliqué firmemente, estaba orgullosa de ser una de las pocas chicas del instituto que no tomaba alcohol, aunque en esos momentos me sentía un poco mareada, como si el mundo se hubiera movido treinta grados y eso no era para nada beneficioso para mi nulo sentido del equilibrio.
-no, pero tomas ponche y a pesar de que estos Cullens son más santurrones de lo que uno creería, yo... bueno, ¡es una fiesta! digamos que yo...-murmuró
-¿que tu...?-sostuve un lado de mi cabeza con mi mano y me acerqué aún más a él.
-tal vez, le puse algito al ponche-susurró cerca mío tan bajo que casi no lo pude oír sobre la música, me acerqué más pensando que si él le había puesto al ponche lo que parecía que le había puesto y había sido el culpable sistemático del peor ridiculo en mi vida, no iba a vivir mucho tiempo más.
-¿algito?-murmuré entre dientes con furia, Emmett Mcarty preparate a morir.
Él tragó y abrió la boca para hablar... y la puerta del armario se abrió para mostrar a una Alice poseída.-¡¿Qué demonios te pasa?-gritó, la música a todo volumen y el repentino baño de luz, hizo que mi cabeza doliera hasta mlímites insospechados, por lo que agradecí cuando entró en el armario con nosotros y cerró la puerta, suspiré con alegría, pero un nuevo haz de luz me golpeó cuando Alice encendió una bombilla en el armario. "¿porque todos me gritan eso hoy?" pensé abrumada
-no puedo creerlo-resopló molesta y mirandonos de forma acusadora a mi y a Emmett-por un segundo creí que eras la correcta, que mantendrías tu palabra y de un momento a otro ¡puf! te encierras a besuquearte con tu novio en el armario de mi casa, ¡frente a Edward!, eres de lo peor, debería decirle a Tanya que lo haga, por que a estas alturas ya no sé ni de parte de quién estoy!-gritó en mi cara
-woah, espera un segundo, Emmett no es mi novio-respondí debilmente.
-¿y a tí qué te pasa?, estás como... no sé, diferente-dijo sin rastro de enojo acercandose a mí.
-está borracha-respondió mi amigo cansado
-imposible, no hay alcohol aquí-replicó Alice al segundo.
-si, bueno al parecer uno de esos tipos bromistas le puso alcohol al ponche-contestó él intentando cubrir su trasero, como siempre
-¡¿QUE?, oh, no Rosalie se tomó casi la mitad, Carlisle la va a matar si está borracha, oh, dios ¿quién pudo hacer semejante cosa?-mientras Alice y Emmett se concentraban en hablar de los posibles sospechosos ("¡Seguramente fue ese chico Newton!") yo comencé a recordar el por qué me encontraba atrapada en un armario con estos dos, cuando hasta hace unos días, Alice ni siquiera me conocía...
Oh, si, todo comenzó hace una semana, cuando salía del instituto.
-Bells, te lo digo, Rosalie es mi princesa azul-dijo Emmett por enésima vez con sus ojos brillando, mientras nos dirigiamos a mi camioneta.
-Emmett, no te hagas ilusiones sabes que los Cullen no salen con nadie, o al menos eso dijo Jessica-le respondí, Jessica Stanley era el tipo de chica que sabía todos los últimos chismes mejor que la tabla del dos, solíamos ser amigas hasta que me consideró una competidora suya para ganar a Mike Newton, el chico más baboso que un caracol, debías pararte a diez metros de él si no querías que te salpique.
-ya lo sé, pero últimamente Jasper, el hermano de Rose, dice que está saliendo con Alice, ¿sabes?-comentó esperanzado, pobre chico.
-¿y tú como sabes eso?-pregunté
-lo oí decirselo a un compañero de química, si él pudo entonces yo tmbién puedo-contestó orgulloso.
-Espera, espera, ¿como es posible que Jasper, siendo hermano de Rosalie, salga con Alice Cullen que es hija del médico? o al menos algo así me dijo mi papá que eran-interrogué confundida, no es que interesara.
-tú si que necesitas hablar con la chica Stanley-suspiró-Alice es hija adoptiva del médico Cullen, y Jasper y Rosalie son sobrinos de su esposa, en realidad no comparten ADN.
-ah, ya, y tú crees que si Jasper puede salir con Alice...
-...yo puedo salir con Rosalie, exacto-terminó contento, a lo que yo solo sacudí mi cabeza, el chico era una causa perdida cuando se entusiasmaba con algo.-bueno, entonces nos vemos mañana-le dije cuando llegamos a mi camioneta, mi preciosa y recién regalada Chevy roja.
-nos vemos, Bells, conduce con cuidado-gritó guiñandome un ojo mientras se iba, yo lo saludé con la mano y subí al asiento del conductor.
-hola, bebé ¿me extrañaste?-"si, ya sé que estoy loca" pensé al verme hablar con mi camioneta adorada. Pero al poner la llave en el contacto y girarla... no pasó nada, resoplando lo volví a intentar, una y otra vez, "maldita porquería" gruñí, entonces escuché el sonido del claxon apurandome detrás de mí, al parecer le estaba obsqtruyendo el paso a alguien.
-maldición funciona, maldita porquería-grité nerviosa, tocando todo a mi alrededor, sin darme tiempo a pensar, cuando dí marcha atrás.
El sonido de la colisión fue tan fuerte como el grito horrorizado detrás de mí. ¡OH, DIOS MIO!
-¡¿que hice?-lloré mientras bajaba de mi chevy
-¿¡Qué haz hecho?-me gritó una chica totalmente furiosa mirando su auto... el cual habia reducido a casi cenizas. Mi corazón cayó al suelo y por poco me desmayado al ver el desastre que mi camioneta habia provocado en el Porsche detrás mío.
-oh, dios, lo siento, lo siento mucho-me disculpé con miedo.
-¿lo sientes?, ¿LO SIENTES?-vociferó y por un momento pensé que me iba a golpear.-¿eres idiota o qué, como puedes hacer algo así?, mi pobre Porschie amarillo-lloró abrazando los restos de la parte delantera de lo que alguna vez fue su auto. Esto es muy malo.
-yo... yo te pagaré, lo juro-le dije mientras las personas comenzaban a aglomerarse a nuestro alrededor.
-mas te vale-sollozó contra su coche, intenté acercarme y poner mi mano en su espalda pero lo pensé mejor y me hice para atrás
-si, claro, lo prometo-sin saber que más hacer huí como una cobarde- después arreglamos lo del seguro-reí nerviosamente pero al ver su mirada maligna me detuve y entré a mi camioneta rápidamente, por temor a provocar más accidentes conduje como una abuelita por las calles de Forks.
Dos horas después miraba mi camioneta acusadoramente por la ventana, mi padre Charlie me la había regalado hace cuatro días por mi cumpleaños diecisiete y no era en sí nueva, sino que había pertenecido a un amigo suyo, Billy Black, que al estar en silla de ruedas ya no la podía usar, pero al ver que parecía libre de rasguños mientras que Porsche de la pobre chica estaba destruído no sabía si había sido buena ide aceptarla.
El sonido de la puerta abriendose me distrajo de mi sesión de observar la chevy.
-Hey, Bells, ¿como estás?-al fin, mi padre el jefe de policía Charlie Swan, podría sacarme de este aprieto.
-bien, bien, ¿sabes?, hoy estaba pensando en algo-comenté mientras él se sentaba en la mesa y yo le servía la comida que había estado cocinando.
-¿ah, sí, que sucede?, no habrá llamado tu madre otra vez verdad-dijo comenzando a servirse pollo.
Mi madre, pensé, Renné Dwyer es la ex-esposa de mi papá y actualmente vive con su marido Phil Dwyer en Phoenix yo solía vivir con ellos y visitar a mi padre aquí en Forks todos los veranos, hasta que finalmente decidí a los catorce años venir a vivir con mi padre luego de que me los encontrar en una posición ehmm, "comprometedora" en la cocina, aún tengo pesadillas sobre eso. Cerré mis ojos y sacudí mi cabeza para despejarme, Renné siempre se comportaba más como la hija que como la madre y se pasaba horas hablando conmigo por teléfono, así que desde la última cuenta de teléfono que Charlie tuvo que pagar, limitaba mis horas hablando con mi madre a una sola por semana, digamos que Renné no se lo tomó muy bien que digamos.
-no, no para nada, es que estaba pensando si ya habías asegurado a mi Chevy-dije tomando coca-cola y mirando atentamente a mi padre.
-¿qué?, claro que no, apenas te lo he dado, pero tranquila, lo aseguraré está en mi lista de pendientes-dejé mi vaso sobre la mesa y sentí como mi alma caía a mis pies. "está en mi lista de pendientes", "está en mi lista de pendientes", "está en mi lista de pendientes", la lista de pendientes de mi padre, la recordaba constantemente, crecía gradualmente unos treinta centímentros por año e incluía revisar mi armario en busca de fantasmas y sospechaba que conseguir una novia. La lista de pendientes de mi padre era como un agujero negro, todo lo que ponía allí se perdía en el tiempo y el espacio, si asegurar mi coche estaba en ella, debía pensar en una forma de pagar los destrozos del Porsche.-estás bien, estás un poco pálida-dijo escrutandome con la mirada.
-¿eh?, ah, si estoy bien, solo voy a ir a mi cuarto-al llegar a mi cuarto después de dejar a un perplejo Charlie abajo, me tiré a la cama y grite contra la almohada, ¿ahora qué iba a hacer?.
Hola! Este es primer cap de una idea que me ha estado rondando un tiempo espero que les haya gustado, si es así comenten porfa :P
Bel Sterling.
