Disclaimer: The Penguins of Madagascar pertenecen a Tom McGrath y a Eric Darnell, lo único que me pertenece de esta historia es el argumento.

Summary: Han pasado cuatro meses desde que la memoria de Espiráculo fue borrada con el Mind Jacker, pero Skipper nunca dejó de verlo como una amenaza. Sin embargo, al ordenar a sus hombres mantenerlo bajo vigilancia, no contaba con que el corazón del noble Cabo acabaría ablandándose por el malvado delfín.

Nota: El título podría ser cambiado


Reporte Mensual (de las actividades sospechosas del Dr. Espiráculo)

-De acuerdo, adelante, hombres. No tenemos todo el día. No podemos gastar más tiempo del necesario en esto. ¡Kowalski, procede! –ordenó Skipper, poniendo control.

-Sí, señor, -asintió el científico.

Se encontraban en un parque acuático en Coney Island, el lugar donde habían visto por última vez a su enemigo desde su encuentro final, luego de que le borraran la memoria con el Mind Jacker y lo abandonaran allí a realizar el truco del aro de fuego, creyendo que su nombre era Flippy.

Sin embargo, Skipper no se había confiado. Tenía a Kowalski manteniendo a su enemigo bajo estricta vigilancia. Todos los días acudía al parque y lo observaba, a veces uno del equipo iba con él, usualmente Cabo. Y hoy era el día de su reporte mensual. Cuando el resto del equipo lo acompañaba y él les daba un conciso informe de todas las novedades o actividades sospechosas del Dr. Espiráculo.

Sin demorarse más, el pingüino más alto comenzó a compartir sus observaciones con sus compañeros.

-Han pasado tres meses y catorce días desde que la memoria del Dr. Espiráculo fue borrada con el Mind Jacker. Su comportamiento malvado desapareció desde entonces y ha estado conviviendo con otros de su misma especie y viviendo de manera normal en este parque acuático…

-Okay, esa sería la introducción; la dices en cada uno de tus reportes. Pero ya ve al grano de una vez, -lo interrumpió Skipper con impaciencia. Kowalski frunció el ceño con recelo pero, obedeciendo, continuó.

-Para concluir, es improbable que el Dr. Espiráculo recupere su memoria; los efectos del Mind Jacker no han dado ninguna señal de estar desapareciendo aún. Parece que no tenemos nada de qué preocuparnos, al menos no por ahora.

-Veo que has estado haciendo un excelente trabajo, Kowalski, -sonrió el líder.

-Gracias, señor, -contestó el más alto inflando el pecho con orgullo.

-La próxima vez, sólo trata de hacerlo un poco más resumido, -le aconsejó.

-Lo tomaré en cuenta, señor, -dijo Kowalski agriamente, recogiendo sus papeles y utensilios. Una vez él y sus compañeros estuvieron preparados, preguntó:- ¿Nos vamos ahora?

-No tenemos nada más que hacer aquí. –Skipper contestó.- Pero te quiero aquí mañana a la misma hora, andando chicos.

Skipper y Rico saltaron enseguida del alto muro desde donde observaban la redonda piscina donde el Dr. Espiráculo nadaba, mezclándose con el resto de delfines normales. Era una piscina amplia, cubierta por media cúpula que asemejaba una cueva en la que los cetáceos podían refugiarse. Kowalski estaba por seguir a sus compañeros, cuando notó que el más joven de ellos no se había movido aún.

-¿Cabo? ¿No escuchaste que es hora de irnos? –le dijo con ligera curiosidad.- ¿Qué estás mirando tan fijamente?

-A Espiráculo, -murmuró Cabo. Ciertamente, sus ojos estaban fijos en el delfín del ojo biónico que nadaba con toda naturalidad. Kowalski enarcó una ceja, confundido.

-Y… ¿por qué?

-¿No lo ves, Kowalski? –Inquirió el menor, sin desviar la vista. Había una sonrisa extraña en su pico.- Todos los días vienes a vigilarlo, pero aún así, ¿no lo ves?

El científico permaneció en silencio por un momento, por una vez inseguro de sí mismo.

-No, -admitió sinceramente. Pensando que no había nada más que ver además de lo que ya había mencionado en su reporte.

-Oh, Kowalski, no puedes ver lo que realmente pasa por medio de todos esos reportes, -explicó finalmente Cabo con una risita.- Mira… la mirada en su… ojo. –Ahora, Cabo observaba con lástima a aquél que, en algún momento en el tiempo, había sido su enemigo. Pensando en cuan miserable sería desde que ellos le arrebataron su vida.

Cierto, él les había hecho mucho daño. Le había hecho lo mismo a Skipper y había intentando volverlos malvados. Era el mismo que les había tendido mil trampas y había intentado acabar con ellos durante un largo tiempo. Pero aún a pesar de todo, en el noble y bondadoso corazón del pequeño Cabo, no podía evitar sentir lástima por él.

Kowalski volvió a ver a Espiráculo. Nuevamente, intentando encontrar esa mirada de miseria que decía Cabo e intentando encontrar la compasión dentro de él que sentía su amigo por el desquiciado delfín. Se rindió en pocos segundos y volvió a comportarse con indiferencia en cuanto al genio malvado que tantas veces los había querido matar.

-¿Puedes verlo? –preguntó Cabo, con un brillo de esperanza en sus ojos mientras volteaba a ver a Kowalski. Esto hizo preguntarse al intelectual, ¿qué era en realidad lo que Cabo intentaba tan intensamente que viera?

-No, -sentenció fríamente. Ese brillo en los ojos de Cabo desapareció y se encogió de hombros decepcionado.

-Tal vez algún día seas capaz de verlo, -murmuró con cierto fastidio, y suspiró como si cargara un gran peso en su espalda.

-¡Kowalski, Cabo! ¡Apúrense!

El teniente obedeció enseguida y tambien saltó del muro para reunirse con sus amigos. Cabo volvió a dudar y observó por otro par de minutos a Espiráculo, compartiendo con él algo parecido a una sonrisa cómplice, hasta que Skipper dio el segundo llamado, esta vez con más frustración. Y Cabo, consciente de que estaba agotando la paciencia de su líder, terminó por obedecer.

Continuará…


Había subido esta historia antes, creo que hace unos meses, pero la eliminé en cuestión de horas para rehacerla. Espero les haya interesado este primer capítulo y esperen el siguiente. Por favor dejen reviews :)