Summary: Bella gana una beca para estudiar música en Londres, siempre sintió que no había nada mejor en su vida que el piano, hasta que conoce a Edward, chico prodigio del mismo instrumento, al principio se odian pero como dicen del odio al amor sólo hay un paso.
Disclaimer: Los personajes son de Stephenie Meyer, sólo la historia me pertenece, espero que les guste!
Hasta que te Conocí
Capitulo 1
La Beca
Me llamo Isabella Swan, aunque prefiero que todos me llamen Bella, tengo 18 años y soy estudiante de piano en la Escuela de Música de Manhattan, en New York. Vivo con mi madre en la gran manzana desde hace 10 años, después de la separación de mis padres. Reneé, mi madre, es una mujer muy carismática y pasa todo el día trabajando por lo que casi no la veo mucho, pero yo lo prefiero de esta manera, así puedo repasar con mi piano libremente sin que nadie me moleste.
Desde pequeña tuve una extraña fascinación por la música, nunca llegué a entenderlo ya que nadie en mi familia tenía un gusto especial por este arte, pero yo siempre supe que debía dedicarme a aquello, como si fuera lo único que valiera la pena en mi vida.
Tomé clases desde los cuatro años hasta que uno de mis profesores me recomendó a uno de sus colegas para que me hicieran una audición y así poder entrar al programa junior de la Escuela de Música de Manhattan, después de la larga espera me aceptaron y he estudiado allí desde los 12 años.
Mi madre siempre me ha apoyado, pero desde hace un año me di cuenta que ella también necesitaba una vida y que, por mi culpa, no estaba disfrutando de su juventud como debería ya que trabajaba todo el día para pagar mis estudios. No sabía cómo darle su libertad hasta hace poco…
El Programa Internacional de Música.
He oído hablar de él desde hace mucho tiempo, pero nunca me creí capaz de acceder a esa importante beca, pero después de tomar la decisión de que era lo mejor para mi madre y para mí redoblé mis esfuerzos y practiqué mucho más de lo normal. Siempre fue una ilusión para mí el poder viajar a Londres y estudiar allí, pero me daba miedo dejar a mi madre sola. Ahora sé que las dos necesitamos tiempo para poder poner nuestras vidas en orden y dejar de depender tanto una de la otra.
Envié mi solicitud junto con un video de uno de mis conciertos, y después de dos meses de espera llegó mi carta de aceptación.
No podía creerlo viajaría a Londres y estudiaría allí durante 3 años como parte de mi programa universitario. Nunca pensé que los sueños se hacían realidad, pero ahora sé que si te esfuerzas mucho por lo que quieres siempre lo consigues.
Y justo ahora me encuentro en el Aeropuerto Internacional de New York, esperando que mi vuelo a Londres salga.
– Mamá estaré bien no deberías preocuparte – le dije por décima vez a Reneé ese mismo día.
– ¿Cómo no quieres que me preocupe si mi niña va estar en otro país por tres largos años? seguro te olvidarás de mí y dejarás de escribirme apenas pase un mes y… – la corté antes de que siguiera con lo mismo que le venía escuchando desde hacía un mes.
– Mamá sabes que te quiero y que no voy a dejar de escribirte, te lo he dicho un montón de veces. Además, es tu oportunidad para rehacer tu vida, sé que Phil quiere ir más lejos pero tú no se lo has permitido por pensar siempre en mí. Ya he crecido y sé que esto es lo que debo hacer.
– Pero… – la corté de nuevo
– Sólo quiero que las dos seamos felices, la música es todo para mí y sé que amas a Phil, así que deja de pensar y sólo disfruta de la vida justo como también lo voy a hacer yo.
– Siempre he pensado que eres demasiado madura para tu edad –me dijo con lágrimas en los ojos– te deseo lo mejor hija y gracias por darme tu consentimiento y un poco más de espacio para estar con Phil, no era necesario pero…– sus palabras se fueron perdiendo entre los sollozos y pronto me vi apretada en un fuerte abrazo de su parte y un susurro en el oído– ¡Gracias!
– Sabes que no necesitas mi consentimiento para estar con nadie, pero de todas maneras te agradezco el haberme tomado en cuenta– le dije cuando le devolvía el abrazo y le guiñaba el ojo.
Mientras estábamos abrazadas y llorando, ya que no podía evitar que las lágrimas rodaran por mi rostro, una voz en alto parlante anunció la salida de mi vuelo.
–Bueno hija creo que el momento ha llegado– dijo ella limpiando mis lágrimas – Te voy a extrañar mucho Bella
– Y yo a ti mamá – la abracé muy fuerte, quería recordar este abrazo durante mucho tiempo.
Tomé mis maletas y fui hasta la sala de espera, sabía que estaba haciendo lo correcto, no había nada más que yo quisiera que la felicidad de mi madre y estudiar tres años lejos no sería tan malo ¿no?
La Royal Academia of Música (Real Academia de Música) de Londres ha sido reconocida como una de las mejores desde hace muchos años, los mejores músicos se han formado allí, además de que la orquesta Filarmónica de Londres es considerada como la mejor del mundo. Tenía tantas ganas de conocer todo lo referente a ese lugar lleno de cultura e historia que siempre he admirado.
El avión aterrizó varias horas después. Apenas pude tomar mis maletas busqué un taxi y le di la dirección; no podía dejar de maravillarme de todo, era muy diferente a New York, y por cada sitio en donde pasaba, había pedazos de historia, hermosos parques y edificios antiguos.
Cuando llegamos a Marylebone, el lugar donde estaba la academia, estaba tan emocionada que no podía creer todo lo que veía, el barrio era muy hermoso y parecía tranquilo y justo detrás estaba el Regent's Park.
Me habían llamado para que hiciera el papeleo necesario, diera una vuelta y conociera el lugar. Era un edificio grande con un hermoso teatro que supuse ocuparían para los diferentes conciertos.
Llegué a la oficina de información, después de llenar algunas formas y de que el director de la academia me diera la bienvenida, salí a dar una vuelta conociendo todo con un mapa.
Se escuchaba como algunos alumnos practicaban en las aulas, las clases no empezaban hasta dentro de una semana, pero se veía que todos estaban comprometidos con su profesión para estar todo el tiempo en ello.
Caminaba por los pasillos observando cada detalle y cada aula, era realmente un lugar que podría considerar mi hogar, con aires del siglo XIX, pero modernizado, dándole un estilo único.
Estaba ocupada revisando el mapa para no perderme cuando sentí que chocaba contra algo y, como era de esperarse, contando con la mayor torpeza del mundo, caí al suelo.
¡Genial! – gemí por lo bajo.
– ¡Oh lo siento mucho! – escuché una suave voz masculina mientras sentía como me tomaban de la mano y me ayudaban a levantarme.
– La culpa fue mía– alcé la vista para ver a un chico alto, rubio y muy guapo.
– Claro que no, el distraído fui yo– muy amablemente recogió mis cosas que estaban desparramadas en el suelo– Mucho gusto mi nombre es Jasper– me entregó mis cosas y me dio la mano en señal de presentación.
– Me llamo Bella – le dije estrechando su mano, el chico parecía agradable, aunque mi trasero no pensara lo mismo…
– Entonces, Bella, ¿qué te trae por aquí? – estaba tratando de ser amable y de verdad que apreciaba su esfuerzo – ¿Eres extranjera cierto?
Bueno al parecer los ingleses reconocían a una americana al paso.
– Sí, acabo de llegar.
Casi sin darnos cuenta habíamos empezado a caminar hacia el jardín.
– Entonces bienvenida a Londres – hizo una pequeña reverencia como si estuviera tratando de ser caballeroso o algo así. Sólo me reí y él hizo una mueca.
– Supongo que lo del encanto inglés no me salió, pero no te dejes engañar – hizo un gesto extraño con la mano, como si estuviera recolocando un imaginario sombrero de copa.
Volví a reírme.
– No te preocupes, no soy tan impresionable – le sonreí
– Chica lista – me dirigió hacia una de las bancas cerca de una pileta de una mujer tocando el arpa – y dime ¿de todos los lugares del mundo… por qué Londres?
– Bueno, Londres… Tiene algo, no sé, pero fue el primer lugar en el que pensé.
– Y ¿de dónde vienes exactamente? – preguntó él con amabilidad
– De New York, estaba en el programa junior de la Escuela de Música de Manhattan
– Oh, así que eres una pequeña chica metropolitana– dijo con una linda sonrisa.
–Creo que si– le dije sonriendo– ¿también eres estudiante de primero, Jasper? – le pregunté claramente no convencida, el se veía mayor que yo.
–No, en realidad este es mi último año, estaba revisando algunas clases cuando choqué contigo
– Lo siento de nuevo por eso
– No te preocupes, así que acabo de conocer una novata, estoy seguro de que Alice estaría encantada de conocerte, ella también es novato este año
– ¿Alice? – dije confundida.
– Ella es mi novia, toca la flauta traversa desde niña y siempre quiso entrar a la RAM*, se presento a las audiciones hace poco
– Entonces espero conocerla pronto– le dije sonriendo.
Por alguna razón estaba siendo sincera al decir que quería conocer a su novia. Esperaba que ese extraño entusiasmo no tuviera nada que ver con que cada vez que mencionaba su nombre yo estaba pensando en Alice en el país de las maravillas.
– ¿Qué te parece si te la presento hoy?, como eres estudiante extranjera seguro buscarás una residencia y Alice ha estado buscando compañera desde hace un tiempo
– Eso me encantaría, estaba pensando en alojarme en las residencias estudiantiles
– Alice tiene un cuarto apartado en una de las residencias cerca de York Terrace, está cerca, a una cuadra de aquí
¡Qué suerte!
Así que sí tenía suerte ¿eh?
Estaba preocupada acerca de donde viviría ya que la beca sólo cubría la colegiatura y era sabido por todos que la vida en Londres era muy cara y ahora tenía la posibilidad de vivir cerca de la academia y en una residencia estudiantil, que es mucho más barata que una normal.
– Gracias Jasper, de verdad estaba preocupada por eso– le dije agradecida.
– No hay problema, sé que Alice y tú serán buenas amigas, ahora permíteme ayudarte con tus cosas para que puedas ir conmigo y ver si el cuarto sigue disponible– me ayudó con las cosas mientras salíamos de la academia.
En el camino conversamos un poco acerca de nuestras vidas, le conté que estudié piano, pero que me había decidido por la carrera de composición musical ya que esa era mi pasión, el me contó que estudió chelo en el programa junior de la RAM y que ahí fue donde conoció a Alice. Ahora estaba a punto de graduarse como instrumentista.
Cuando llegamos noté que era un edificio bastante grande, seguramente habría alrededor de unas 100 habitaciones, tenía su toque de antigüedad como todo en Londres.
Jasper había llamado a Alice en el camino y le había contado las buenas nuevas, incluso a través del teléfono pude escuchar el grito de emoción que dio.
Alice era lo suficientemente rara como para estar sentada esperándonos en el hall del edificio. Mal precepto.
Ella era bajita, unos centímetros debajo de mi 1.65, tenía el cabello negro y corto, apuntando a todas las direcciones, pero definitivamente su mayor rasgo eran sus ojos verdes, toda ella era muy hermosa.
– ¡Qué gusto conocerte Bella! – me dijo abrazándome fuertemente.
Me tensé sorprendida por su reacción, una tensión que sólo duró unos segundos ya que ella desprendía una energía que te hacía confiar rápidamente.
– Igualmente Alice– le respondí un poco tímida, ella se separó y me miró unos instantes, luego se acercó a Jasper y le saludó con un beso en la mejilla.
– Bueno que te parece si vienes y miras el cuarto, estoy segura que te gustará porque acabo de remodelarlo, no podía dejarlo como estaba– dijo haciendo un puchero, seguramente recordando cómo estaba el cuarto antes de que ella lo remodelara.
Subimos por el ascensor hasta el piso 5 donde estaba la habitación, a lo lejos podía escuchar algunos instrumentos.
– Alice, aquí sólo se alojan estudiantes de la RAM?
– Bueno, en este piso creo que la mayoría lo son, pero también hay estudiantes de otras universidades, es un lugar bastante variado
Llegamos al cuarto y ella me invitó a pasar, era más grande de lo que pensaba, y definitivamente cuarto no era la palabra adecuada para el lugar, tenía una pequeña sala y al fondo se podía ver dos cuartos, además de uno pequeño cubierto por cubetas de huevo que supuse serían para practicar y encerrar el sonido.
La decoración era simplemente maravillosa, con un aire juvenil pero al mismo tiempo elegante, tenía papel tapiz de flores de color beige en las paredes y una hermosa lámpara de cristal de araña en el techo, aquello parecía una residencia real.
– Alice esto es realmente hermoso– le dije sorprendida
– Me alegra que te haya gustado, me estaba resignando a tener este enorme cuarto para mi sola, así que me alegro mucho que quieras ser mi compañera, estoy segura de que vamos a ser grandes amigas, Bella– me dijo mientras me abrazaba. Yo le sonreí y le devolví el abrazo entusiasmada.
Nos sentamos en la sala mientras ella me hacía todas las peguntas correspondientes, era una persona muy activa y entusiasta.
Lo más seguro era que tuviera algún trastorno nervioso con hiperactividad, pero por mi estaba bien. Nadie es perfecto.
Jasper se despidió diciendo que tenía que arreglar algunos papeles antes de empezar clases, Alice me ayudó a desempacar y me señaló el cuarto que ocuparía, teníamos que hablar acerca de cómo dividir los gastos, no iba a abusar de su buen corazón, ya había hecho mucho en recibir a una total desconocida extranjera como compañera de cuarto.
– Alice hay que hablar acerca de los gastos– le dije mientras ella observaba con preocupación la ropa que había traído de casa.
– Mmm… hablaremos de ello después ahora lo importante es ir de compras– me dijo mirándome fijamente.
– ¿Comprar qué?
– Tu ropa para Londres, sé que vienes de Estados Unidos y eso es un mundo totalmente diferente, así que necesitas adaptarte a tu nueva vida y todo eso empezando por la ropa que es lo más importante.
– Humm… Alice, creo que primero debería conseguir un trabajo antes de pensar en gastar
– Por eso no te preocupes, ese será mi regalo de bienvenida para ti
Alice escondió mi ropa en el último cajón del armario. Sabía que no tenía la mejor ropa del mundo, pero no era para tanto.
– Pero…– le dije dudando acerca de lo que se refería a mi regalo.
– Nada de peros, en este momento salimos, además estoy segura de que no has tenido tiempo de conocer la cuidad y es el momento del "Bella Tour" – me dijo dando saltitos.
– ¿El "Bella qué"? – ¿qué demonios?
– No me arruines el momento Bella, sé que te gustará, aunque pensándolo bien no tenemos tiempo para eso, las compras nos llevarán todo el día– no podía creer lo que me estaba diciendo.
– ¡TODO EL DÍA!
Estaba aterrada, odiaba las compras y si ella decía todo el día sería una completa tortura, apenas eran las 2:00 de la tarde.
– Vamos, ponte un abrigo que está haciendo frío y no quiero que te enfermes, el resto de la semana tendremos tiempo para el "Bella Tour" –
Me lanzó un abrigo de los pocos que no había escondido en ese cajón.
Tomamos el metro a Picadilly Circus, la plaza del West End era linda, aunque no lo suficiente para quitarme el mal sabor de boca que siempre dejaban las compras. ¿Qué sentido tenía andar de tienda en tienda? ¡Por Dios! Sólo es ropa.
Después de seis horas de tortura pensé que moriría del cansancio, Alice definitivamente tenía un problema con esto. Por más que rezongué y pataleé no me hizo caso y me compró todo lo que le dio la gana. Según mis cálculos gastó una fortuna, porque no sólo fue ropa sino que también compro accesorios y ropa íntima.
¿Para qué necesitaba baby dolls? No es como si alguien a parte de mi los fuera a ver, pero como he aprendido, con Alice no se puede razonar.
– Alice por favor, prométeme que me dejarás pagarte todo esto cuando empiece a trabajar – le dije medio acostada en el asiento del restaurant al que me había llevado después de esa fatídica tarde-noche de compras.
– Claro que no, como ya te dije es mi regalo de bienvenida y además es mi forma de agradecerte que me salvaras de Victoria– dijo mirándome divertida, aunque al momento de nombrar a aquella Victoria su semblante se oscureció.
– ¿Quién es Victoria?
– Es la ex novia de mi hermano Edward, estaban a punto de asignarla como mi compañera si yo no conseguía una propia, por suerte llegaste y salvaste mi vida, así que no hay nada que sea lo suficiente para agradecerte por eso
– ¿No te llevas bien con ella cierto? –le dije sonriendo al ver que hacía una mueca de enfado.
– No sólo no me agrada, la odio
No veía a Alice odiando a nadie, simplemente no parecía estar en su naturaleza.
– Estaría bien si te pregunto por qué – le dije e inmediatamente me arrepentí, me sentía como si estuviese invadiendo su espacio personal– Lo siento Alice no tienes por qué decirme nada, me meteré en mis asuntos
– No te preocupes Bella es sólo que es una historia un poco larga que no quiero recordar en este momento, no deseo que nada arruine esta magnífica noche, hoy he comprado como nunca, ha estado genial– me dijo sonriendo de vuelta.
– Espero no volver a pasar por esto de nuevo
Hablaba totalmente en serio.
– Eso ni lo sueñes
Genial.
Después de todo había sido una tarde agradable, me sentía bien al saber que en mi primer día de estar aquí había conocido a dos personas maravillosas.
Esperaba que las cosas siguieran igual de bien.
* RAM: Es la abreviación con la que conocen a la Royal Academy of Music
Es mi primera historia, por fa apoyen a las nuevas autoras. Espero que les haya gustado y déjenme sus reviews con las opiniones que tengan al respecto, cualquier sugerencia estaré encantada de recibirla y aceptarla.
Mil gracias a mi beta Nachika Cullen, eres un amor linda. Tú conviertes esta historia en algo mejor.
Las quiere, fer92
