Digimon no me pertenece, ni sus personajes. Lo que sí me pertenece es la historia plasmada en las siguientes líneas.


Capítulo primero: Hola/Hello.

El agua le mojaba la espalda y el vapor subía cada minuto que transcurría. La piel se le erizó al sentir el calor del agua y comenzó a pasar los dedos por su cabello viendo con nostalgia como se caía el tono rosado que llevó por tantos años. Salió de la regadera y envolvió su cuerpo en una toalla para salir hacia su alcoba, por fin había vuelto después de un largo viaje en avión desde Estados Unidos para instalarse en el Instituto donde culminaría con sus estudios en Japón, junto a sus amigos, donde pertenecía.

Aún faltaban varios días para que la escuela empezara, sin embargo la ahora castaña no tenía donde más quedarse y el instituto la aceptó, pues al fin y al cabo las alcobas estaban disponibles y solo restaban 3 días para el inicio de clases. Mimi Tachikawa volvía a su hogar ahora con 17 años.


Los días transcurrieron y la castaña no podía hacer otra cosa más que merodear por el instituto, de vez en cuando se topaba con algún conserje o algún maestro y se daba la tarea de averiguar cuanto pudiese de todos, sería la única que no estaría perdida en el inicio de clases, no sentiría la sensación de no saber ni donde se tienen los pies plantados aunque algo que sí le removía los pensamientos era cómo sería reencontrarse con sus viejos amigos… aquellos con los que vivió tantas aventuras cuando apenas eran unos niños. No había ido a visitarlos, sin embargo se excusaba con que esperaba que fuera una sorpresa, aunque muy por dentro realmente tenía miedo de que la hubiesen olvidado.

Sacudió la cabeza eliminando aquellos pensamientos y emprendió camino a su alcoba que contenía tres camas, había escogido la más ancha pues al haber llegado antes tenía la libertad de escoger. Giró la perilla con pereza, un bostezo se adueñó de ella, apresuró el paso y se tumbó de un salto en la cama que había escogido, aunque su tranquilidad se vio truncada por un grito.

-¡Hey! ¿Qué crees que haces, niña? –al escuchar una voz en su alcoba alzó el rostro sorprendida, una muchacha de cabello rojizo en una coleta yacía recostada en la cama, en su cama. La muchacha se incorporó con el ceño fruncido.

-¿Quién eres tú? –preguntó Mimi sin poder articular más, la pelirroja se puso de pie en un salto y Mimi imitó aquel movimiento, aunque con más torpeza que la pelirroja.

-Mi nombre es Rika, Rika Nonaka. ¿Tú quién eres? –Cruzó los brazos mirándola hacia abajo, claramente era más alta que ella.

-Tachikawa, Mimi –fue lo único que alcanzó a decir.

-He movido tus cosas –hizo un gesto con la cabeza señalando la litera de arriba.- desde ahora yo duermo aquí.

La castaña pestañeó varias veces, cruzó los brazos imitando la posición de la chica –me temo que no, Rika… He llegado aquí primero y he ganado esta cama –la determinación se adueñó de su voz.

Rika sonrió con autosuficiencia –Tal vez algún día sea tuya, princesa. –Mimi de pronto se vio golpeada por los recuerdos de su niñez, de verdad extrañaba a sus amigos. Rodó los ojos y se dispuso a volver a acomodar sus cosas, se dirigió al baño y de pronto vio reemplazado el espacio que ocupaba para su maquillaje por pulseras toscas y otros artefactos cuya utilidad desconocía…dio media vuelta y con el ceño fruncido y los puños cerrados se disponía a preguntarle qué rayos había echo, su expresión se relajó cuando vio que la chica había abandonado la alcoba… sería un año duro, pensó para sí.


Cuando Rika volvió la castaña yacía dormida en la litera superior, la pelirroja sonrió para si misma, en realidad no le desagradaba del todo la chica, solo le parecía demasiado… rosa. Encogió los hombros y se puso el pijama para meterse a la que ahora sería su cama, podría parecer ruda y en efecto, era la impresión que la chica deseaba dar. Ya había sido proclamada "reina de los digimons" y una nena rosa no iba a cambiar su estatus por nada.


El sueño aún no había vencido a Mimi, escuchó la puerta abrirse sin embargo estaba exhausta y discutir con su nueva compañera no aligeraría la carga, dejó que hiciera lo suyo. Entre sus manos poseía su emblema, el cual apretaba con fervor añorando que las horas transcurrieran como minutos y poder ver de frente a sus amigos.


Los rayos de luz que se colaron por la ventana causaron malestar en los ojos amielados de la castaña, que se estiró para desperezarse y sintió como el estómago le daba un vuelco, se apresuró a vestirse con el uniforme y atarse el cabello en un chongo alto para salir a toda prisa con la mochila entreabierta, bajó las escaleras tan rápido como sus piernas se lo permitieron y justo cuando esperaba ver a todos sus amigos esperándola el duro golpe de la realidad le llegó, lo único que alcanzaban a percibir sus ojos eran rostros desconocidos de cientos de personas, no encontraba caras conocidas y de pronto la soledad se apoderó de ella, sus ojos amielados se nublaron por un momento, caminó unos cuantos pasos intentando divisar mejor pero era inútil… Una mano en su hombro la hizo voltear de inmediato provocando que la lágrima cayera. Frente a ella ahora se encontraba un moreno de cabello despeinado, que al ver a la muchacha su rostro denotó lo sorprendido que estaba.

-¿Tai? –dijo la castaña hacia el moreno, era como si la hubiese escuchado.

-¿Mimi? –dijo entonces seguro de que era aquella muchacha con la que compartió muchos años de su vida. –Estás guapísima… -sonrió con su característica sonrisa divertida, segundos después recordó lo que le había llevado hasta allí y le extendió una libreta minúscula. La muchacha tomó la libreta entre sus manos y volvió a guardarla en su mochila, esta vez la cerró bien.

-Vaya… gracias, Tai –bajó la mirada, era por lo único que había venido, pensó la castaña –Es que… suelo ser muy descuidada y… -se vio interrumpida por los brazos del moreno que la rodeaban con fervor, la chica tardó unos segundos en corresponder el abrazo, sin embargo cuando lo hizo, sintió el cosquilleo de un susurro en su oído.

-Te había extrañado tanto.


Nota de Autora (N/A): ¡Hola! Mucho gusto, mi nombre es Alejandra aunque perfectamente pueden llamarme Alex ó como está en mi nickname, pigeon.

Ahora sí, en lo que concierne a la historia este es el primer capítulo de muchos, no sé realmente para cuantos me de y aprecio muchísimo que hayan llegado hasta acá y apreciaría aún más que me dejasen un comentario, si les parece el largo si lo hago más corto... ¿cómo les parece más cómodo? Espero y me lo hagan saber :) de igual forma dejen muchas reviews y mejoraré cuanto pueda, compartan la historia si les gusta con sus amigos, mientras más lectores seamos ¡mejor! No tengo más que decirles que muchas gracias a todos por esto jajaja.

En este primer capítulo es simplemente la introducción de lo que se vendrá después, Rika y Mimi tendrán varios enfrentamientos sin embargo las espera una tercera compañera que calmará (o intentará xD) todos sus piques. Cualquier duda déjenmelo en reviews :D

¡Besos!