Ante todo, quiero aclarar que algunos de los personajes de esta historia no me pertenecen, sino que son genial autoría del Profesor J.J.R. Tolkien. Todo lo demás es producto de mi compleja imaginación.
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Capitulo 1: Secreto Revelado.
Mucho tiempo ha pasado ya desde que el bien y el mal, la luz y la oscuridad, el amor y los sentimientos más ruines lucharon por vivir entre los hombres. Mucho tiempo transcurrió desde que la historia de un pequeño hobbit llamado Frodo Bolsón recorriera el mundo entero contando las aventuras de todo un grupo, conocido como la comunidad del anillo, que lucho por salvar al mundo de las garras del malvado Sauron.
Ahora, en nuestros días, el mal vencido en aquella era, y que parecía por fin haber sido desterrado de este mundo cuando el anillo de poder fuera destruido por fin en la Montaña del Destino, ha resurgido de la mano de un vil y artero ser. Ese viejo mago que tentado por el poder se dejo seducir por el lado oscuro y que, oculto de la vista del mundo, hoy salió de las sombras con el único fin de lograr lo que hace tantos años, siglos, quién sabe cuanto tiempo atrás, no pudo lograr.
Era en los tiempos del fin de la guerra contra Sauron, cuando a Saruman se lo vio por última vez saliendo derrotado de La Comarca, cayendo muerto por las manos de Lengua de Serpiente, a quién él creía su fiel servidor. Eran tiempos de paz, alegría, y en los que las esperanzas de todos se veían completamente realizadas. Cada uno de todos los integrantes de La Comunidad del Anillo, al menos los que llegaron a ver la victoria, retomaron sus vidas, tan cambiadas después de la guerra, que la felicidad por los buenos tiempos que se aproximaban les llenaba todo aquel vacío por tanta desventura vivida.
Aragorn, convertido en rey y desposado con Arwen mantenía la paz y el órden en la tierra Media y en todo el Reino de Gondor, los hobbits que integraron la comunidad vivían felices el reencuentro con su tierra y su gente, Gimli se fue a vivir a las cavernas situadas cerca del Abismo de Helm, las mismas que tanto lo habían impactado durante la guerra y que fue al fin de la misma a visitar junto a su fiel amigo Legolas.
No nos olvidemos del viejo Gandalf, conocido por muchos como el peregrino Gris, por los elfos como Mithrandir, y finalmente como el Mago Blanco, igual que Saruman, luego de la lucha que mantuvo con el Balrog, cuando se separo de la comunidad del anillo en las minas de Moria. Él se dedicaba e recorrer las tierras mientras iba de un lugar a otro visitando a sus amigos y llevando a cada reino las buenas nuevas de los otros.
Fue en esos tiempos en que un secreto, guardado por algunos, fue dado a conocer para alegría de muchos, por fin había llegado la hora de que alguien que tuvo que mantenerse oculto salga a la luz del mundo, alguien que traería en sus manos y en su destino la responsabilidad de velar por ese mundo que todos lucharon por mantener en las manos del bien. Sí, ya era el momento de que la hija del corazón del Elrond, padre de Arwen, saliera del lugar donde había tenido que mantenerse oculta, por su bien y el de toda la tierra Media.
Para sorpresa de muchos, nunca nadie supo de su existencia, solo unos pocos elegidos por su temple y corazón tuvieron conocimiento de quién era y dónde estaba. Sí, solo Elrond, quien era su padrino, Galadriel, encargada de su custodia y educación, Gandalf, que contribuyó en su formación, Celeborn, esposo de Galadriel, y Aragorn, quien fue participado de su existencia para ayudar a proteger su vida en los escasos viajes que la ahijada de Elrond hacia de Lórien a Rivendel, cuando Aragorn era conocido como Trancos "el montaraz".
Finalmente, luego de la coronación de Aragorn se realizó un concilio del que participaron sólo los conocedores del secreto que mantuvo a salvo la vida de la ahijada de Elrond. Durante la reunión, luego de varias idas y vueltas se llegó a la conclusión que sin Sauron amenazando y con el anillo de poder destruido ya no existía peligro alguno que pudiera poner en riesgo la vida de quien se convertiría en la sucesora de Galadriel y que por lo tanto no tenía sentido seguir ocultándola ni manteniéndola cautiva de su propia gente; además con Saruman muerto, nada malo podía pasar.
Con la decisión ya tomada, Elrond y Aragorn contaron el secreto a Arwen, quien había sido elegida en el concilio como la encargada de ayudar a Galadriel, su abuela, con los preparativos de la ceremonia en la que presentarían a la futura Señora de los Elfos. Para la ceremonia que sería anunciada para dentro de un mes y que contaría con la participación de todos reinos de la Tierra Media, solo se solicitaría la asistencia de los invitados a una celebración cuyo motivo sería informado al comienzo de la misma.
Esa misma noche, después de cenar, Celeborn, Galadriel, Elrond y Gandalf partieron velozmente hacia Lórien para comenzar con los preparativos de la ceremonia en la que al fin un secreto, guardado por años, sería revelado. Durante el viaje, la ansiedad de todos por los sucesos que vendrían y que los llenarían de orgullo y felicidad les hizo sentir que la noche era eterna.
Empezaba a asomarse el sol por el horizonte y se encontraban ya en las puertas de Lórien cuando una elfa de aspecto angelical se acercó a su encuentro, al verla iluminada por los tímidos rayos del sol que recién empezaban a calentar el día quedaron todos asombrados. La sucesora de Galadriel lucía bellísima, llevaba un vestido verde esmeralda aterciopelado bordado con hilos dorados y con incrustaciones de algunas piedras al tono, su cabello, color castaño oscuro rojizo, estaba levemente recogido y sujeto por un broche dorado con forma de hoja de Mallorn, árbol típico de los bosques de Lórien, sus ojos color almendra brillaban intensamente de la alegría que sentía por verlos llegar.
-¡Aiya¡Alasse' aurë!1, mis señores -, los saludo.
-¡Aiya! -, respondieron al unísono.
Una vez que desmontaron sus caballos todos se condujeron al palacio para tomar un rico desayuno y para comunicarle a la ahijada de Elrond la gran noticia. Ya sentados todos a la mesa y mientras tomaban el desayuno, en el que por supuesto fueron infaltables las Lembas y la Hidromiel, Galadriel, Celeborn, su padrino, y Gandalf le contaron la decisión que habían tomado y los pasos a seguir de ahora en adelante.
En ese instante sus ojos color almendra brillaron aún más por la inmensa felicidad que sentía al saber que ya no debía comportarse como una prisionera, que a partir de ese momento era libre como sus hermanos elfos y que ya nunca más tenía que ocultarse ante los ojos del mundo por temor a que algo malo fuera a suceder. Ella sabía cual era su misión, siempre lo supo desde que tuvo edad razonable como para ello, de hecho es algo que siempre le fue inculcado por Galadriel, Celeborn, Elrond y Gandalf; lo que nunca supo, pues se lo habían ocultado hasta ese día, era su verdadero origen y quienes habían sido sus padres.
Luego del desayuno Elrond, su ahijada, Galadriel y Celeborn, se dirigieron a uno de los salones del palacio, en el lugar había unas largas cortinas color dorado en las ventanas, por las cuales ya la luz del sol pasaba sin timidez, y muchos adornos muy bien dispuestos en tonos que iban del ocre al dorado, junto a las ventanas habían unos sillones, en donde los tres señores elfos la invitaron a sentarse.
-Tula, hara yo emmë2 – dijo Galadriel.
Galadriel se sentó a su derecha, Celeborn en el sillón que estaba frente a ellas y Elrond prefirió mantenerse de pie junto a la ventana. Ella se dedicó a observarlos y a esperar que le dijeran el motivo por el que estaban tan inquietos.
El aire se cortaba con el filo de un puñal, y percibiendo la angustia mezclada con curiosidad que estaba empezando a invadir a su ahijada Elrond decidió romper el hielo y contarle el motivo que los tenía ahí reunidos.
-Hija mía, como te darás cuenta nos hemos reunido aquí, sólo nosotros tres contigo, por ser nosotros los responsables de hacerte saber una verdad que los tres mantuvimos presa en nuestros corazones pero que hoy es imperiosa que conozcas -.
-Realmente me confundes, no entiendo¿qué es lo que no sé padrino?-, replicó ella.
-La verdad acerca de tus padres-, dijo Galadriel.
-¡Mis padres¿qué sucede con ellos¿es que a caso no están muertos como me habías dicho? -, preguntó ella.
-Si, lo están. Eso no cambia hija, lo que cambia es tu verdadera identidad, tu origen, quienes realmente fueron ellos -, prosiguió la Dama del Bosque.
-Cada vez entiendo menos¡por favor sean más claros!-, enfatizó ella.
-Querida hija mía, tu... -hizo una pausa para tomar aire y siguió-, tu en realidad eres hija de Aredhel, la Dama Blanca de los Noldor de Gondolin, ella compartía conmigo la difícil tarea de mantener la belleza del mundo, la paz y todo aquello que hasta hoy he realizado sola, juntas éramos Las Damas del Bosque, pero un día ella se enamoró de un elfo guerrero que encontró herido en el bosque por las manos de los orcos. Este guerrero resultó ser Beriadan, Capitán de la Guardia encargada de custodiar las puertas y las fronteras de Gondolin.
-¿Por qué me ocultaron esto tantos años?-, preguntó ella algo indignada.
-Tu vida corría peligro-, asintió Elrond.
-Tienes que saber que de ese amor, que sintieron uno por el otro, naciste tú y que tus padres estarían orgullosos de ver quien eres y de ver aquello en lo que te convertirás, aunque eso cargue sobre tus espaldas muchas responsabilidades-, concluyó Galadriel.
Con los ojos empañados por las lágrimas, se puso de pie y salió corriendo sin rumbo del palacio hacia el bosque, Galadriel intentó detenerla pero Elrond se lo impidió.
-Déjala, le hará bien meditar y digerir lo que acabamos de contarle, ya volverá, lo verás-, le dijo Elrond con un tono triste.
-Sí, tal vez tengas razón, además ya no hay de que temer y ya está lista para defenderse sola llegado el caso -.
1 -¡Hola¡buenos días!-, en Quenya.
2 -Ven, siéntate con nosotros-, en Quenya.
