Capitulo 1

-¿Crees en el amor a primera vista?

Edward se toma unos segundos antes de mover su cabeza de manera negativa, sabe que está mintiendo o al menos no está siendo del todo honesto, ya que si aquella pregunta se la hubiesen hecho hace tan solo unos meses su respuesta seria todo lo contrario.

Sacude su cabeza tratando de quitarse de su mente todas las imágenes que se agolpan y amenazan nuevamente con llenarlo de melancolía, si aquel ejercicio fuera si quiera medianamente efectivo llevaría meses haciéndolo y tratando de olvidar a aquella mujer que conoció.

- ¿Tienes novia?

La periodista le sonríe coquetamente y él solo atina a preguntarle si ya ha acabado, se niega a responder aquella pregunta, ya acaba de contestar mas de lo alguna vez pensó que haría, su color favorito, su comida, su música, nunca se había sentido tan incómodo en toda su vida.

Todavía no entiende por que accedió a dar aquella entrevista, él es el capitán de la selección de futbol de Estados Unidos, no un actor o músico, pero al parecer este tipo de entrevista son beneficiosas para su carrera o ese cree su agente, una parte de Edward cree que tal vez aquello es algún tipo de broma solo para torturarlo por su actitud insoportable en los últimos meses.

Se pone de pie y se despide de la rubia entrevistadora que no deja de mirarlo, él simplemente ignora aquel hecho como lleva ignorando la mayoría de las cosas, en especial lo que tiene que ver con mujeres. Solo hay un ejercicio que hace cada vez que mira a una mujer, en especial las de cabello oscuro, observa fijamente su cuello y luego ve si lleva algún colgante, aquello solo le ha traído decepciones y ya casi está empezando a creer que todo fue un sueño.

- Listo, Campeón.

Se acercó a él y ambos salieron de la habitación de hotel donde se llevó a cabo la entrevista, prefería eso a hacerlo en su casa, como había propuesto la revista. Se dirigieron rumbo a los elevadores.

- Sabes que odio que me llames así – Mira fijamente a su representante y mejor amigo.

- Lo sé, pero llevo meses soportando tu actitud de mierda, así que por lo menos dame el placer de molestarte un poco.

Edward solo se encogió de hombros, cuestión que hacia cada vez que no deseaba contestar o simplemente hablar y apenas el ascensor se detuvo bajo de él en busca de su automóvil.

- Sabes si continúas con tu actitud optimista de ver la vida – Jasper lo seguía de cerca hablando a sus espaldas – Vas a perder la capitanía de la selección – Esperaba que aquello lo hiciera reaccionar – y no solo eso, sino que adiós a la posibilidad de jugar en Europa después del mundial, ya tenemos algunas propuestas del Manchester y PSG.

- ¿City o United?

- Acaso importa, son ambas grandes opciones que se irán con el caño, si tú te sigues comportando como una nena con el corazón roto.

- Y me puedes explicar cómo demonios una entrevista como la que acabo de hacer me puede ayudar o es que acaso Tamara…

- Tanya.

- ¿Qué?

- La mujer que acaba de entrevistarte se llama Tanya – Edward lo miro sin entender como recordada su nombre, salvo que tuviese otros planes con ella – No, me mires así Cullen, la pobre te repitió más de veinte veces su nombre, dado que ni una solo vez lo dijiste de manera correcta.

- Ok, Tanya – Movió su manos como descartando seguir discutiendo por un nombre – Mi punto es que ella no trabaja para ESPN, sino que para la revista people, por lo que no veo en que lo que acabo de hacer me puede servir.

-Eres un rostro hermoso y ese rostro te puede conseguir campañas importantes, tú y yo sabemos que la carrera de un futbolista es corta, por lo cual debes ahorrar todo el dinero posible, a excepción que cuando me inviste a cenar.

- Si me vuelves a llamar nena con el corazón roto, duda mucho que vuelvas a comer en tu vida.

- Esa era exactamente la actitud que estaba buscando.

Edward subió a su vehículo sin responderle y solo hablo cuando vio que su amigo se subía en el asiento del copiloto.

- ¿Qué demonios haces aquí?

- Creo que olvide mencionarte que tenemos una cita.

- Una cita ¿Tú y yo?

- Algo así y dos hermosas muchachas.

- ¿Las conoces?

- No, es una cita a ciegas que Rosalie insistió en hacerme con una de sus amigas y como no me dejo siquiera negarme decidí que lo mejor era arrastrarte conmigo.

- Ni lo sueñes.

- Me lo debes por llevar meses soportándote Cullen – Edward bufo resignado – Y no manejes como un anciano porque ya vamos atrasados.

.

.

- Es absolutamente necesario que te acompañe – Bella pregunto por décima vez.

- Si, si, si y si.

- ¿Y si su amigo no va?

- Pues nos marchamos ambas, porque eso sería una señal que es un mentiroso – Termino de retocarse los labios.

- Si su amigo esta tan dispuesto como yo a esta cita, creo que será una noche magnifica – Suspiro resignada.

- Es posible que solo por hoy puedas dejarlo en casa.

- ¿El qué?

- El sarcasmo Bella, el sarcasmo – Le grito mientras iba a la habitación de su amiga.

- No te molestes en preguntar, puedes entrar a mi cuarto sin problemas.

- ¿Qué es lo que acabo de pedirte? – Oyó que le preguntaba.

- Aún estoy en casa y aún puedo arrepentirme – Le respondió, mientras veía que volvía a donde ella estaba con algo en sus manos.

- ¿No piensas usarlo hoy?

Bella tuvo que morderse la lengua para no responderle lo que quería, pero si había algo que no soportaba eran la preguntas que tenían respuestas obvia, como por ejemplo la que acababa de hacerle su amiga Jane, que tenía entre sus dedos aquel colgante que llevaba meses usando.

- No – Fue su respuesta.

- ¿Puedo llevarlo hoy?

- No.

- Oh vamos Bella, no es justo que lo dejes solo en casa al pobre se va a sentir muy solo, aún más de lo que debe sentirse sin su otra mitad.

- La cadena tiene un problema, mañana lo llevara a que la reparen.

- Prometo cuidarlo con mi vida.

- Jane, no.

- Por favor, por favor, por favor, te prometo que si me lo prestas nunca más te pediré nada – Junto ambas manos en señal de ruego.

- Ambas sabemos que no cumplirás, pero que tampoco me dejaras en paz hasta que acceda si que puedes usarlo, pero si lo pierdes – Trato de poner su rostro más diabólico.

- No te preocupes Bells, se lo especial que es para ti.

Bella solo asintió y no dijo nada más..

.

.

.

Jasper decidió romper el silencio en que se habían sumida, mientras Edward conducía rumbo al restaurant que el rubio le había indicado.

- Algún día piensas decirme que te sucedió para que estés así – Llevaba meses insistiendo sobre el tema, con la esperanza que algún día le dijera algo, no esperaba una confesión con lujo de detalles como si fueran dos chicas compartiendo sus secretos, pero al menos algo para poder entenderlo.

- No.

- Al menos alguna pista.

- No.

- No te estoy pidiendo una promesa de meñiques ni nada de eso, solo algo para entender con qué te has convertido en un gran dolor en el culo.

- Encontré algo que llevaba años esperando y lo perdí, más bien alguien.

- ¿Qué demonios? Esto es por una mujer.

- Olvídalo, no vale la pena – Sacudió la cabeza como lo hacía cada vez que los recuerdos volvían a él.

- Edward – Jasper dio un sonoro suspiro – con el riesgo de parecerme más a Rose, quiero que sepas que eres mi mejor amigo y si me necesitas – Se removió incomodo en su asiento – ya sabes puedes, tu sabes…

- Ok, pero esta conversación nunca existió.

- ¿Qué conversación? – Lo miro como si no comprendiera de que estaba hablando.

Finalmente llegaron al lugar de la cita con unos minutos de adelanto, se dirigieron a la mesa que había reservado su amigo y esperaron que llegaran.

- La puntualidad no es una de sus características.

- Cállate, solo llevan un minuto de retraso, podrías no comportarte como un abuelo el día de hoy.

- Podría, pero no puedo asegurarte nada.

Jasper estaba por replicar cuando vio dos mujeres que se acercaban a ellos, como todo caballero sureño se puso de pie, esperando su llegada, al igual que Edward.

- Señoritas – Les sonrió a ambas mientras llegaban a sus lugares.

Los ojos de Edward se detuvieron unos instantes en una de ellas hasta que reparó en algo que llevaba meses buscando, colgando del cuello de quien iba tras de ella.

- No lo puedo creer ¿tu?

Oh si soy yo con una nueva historia, se que les debo una nuevo capítulo de otra de mis historias, pero les juro que esta no me dejaba en paz y ayer cuando llego a mí la primera frase, mis dedos comenzaron a escribir solitos!

Espero que les guste, serán capítulos cortos, pero que subiré (si todo sale bien) más seguido, además que será una historia de no muchos capítulos….creo que diez como máximo!

Si les gusto o no háganmelo saber y como siempre muchas gracias por pasarse por aquí y leer!

Besos

Lulu