Category: Humor/Romance
Rated : PG-13 por lenguaje y alusiones al sexo.
Summary: Yo (Roser) y Uialwen (Juani) llegamos al Bosque Negro. ¡Pobre Legolas! ¿Podrá Thranduil proteger a su hijo de esas dos herpías? *Fic escrito con la significante colaboración de Uialwen*
¡Estamos en la Tierra Media, estúpida!
"¡Coño! ¿Dónde estoy?" - se dijo Juani, mirando perpleja y confusa de un lado a otro. Estaba rodeada de árboles, muchos árboles, ¡por lo que dedujo que estaba en un bosque! Pero eso no tenía pinta de ser el pinar que hay en su pueblo... no había pinos, sino árboles altos de corteza oscura y hojas verde oscuro. Se encontraba en una floresta de abetos oscuros. Juani se preguntó qué hora era, porque parecía que se estaba haciendo de noche, y cuando miró al cielo sólo vio un techo de ramas marchitas y podridas, porque los árboles se oponían y ni siquiera dejaban entrar la luz del día.
Juani empezó a sentir miedo, y de repente (por más que no os lo podáis creer) deseaba volver a estar en el autobús que parte a las siete de la mañana hacia el instituto.
"¡Juani!"
Se puso en pie de un salto al oír la voz que la llamaban, muy contenta al saber que no estaba sola en aquel lugar desconocido, pero su sonrisa pronto se borró al ver quien la había llamado, que se acercaba corriendo a ella.
"Ah, Roser. Sólo eres tú." - dijo decepcionada. Roser hizo como si no la hubiera oído.
"Oye, ¿pero dónde estamos?" - preguntó ésta, no menos confusa que Juani.
"No lo sé, pero no creo que estemos en Maón.... AAAAHHH!!"
"¡¿Qué ocurre?!"
"¡¡Mira eso!!" - exclamó Juani, señalando a lo que parecía... ¡¡una enorme tela de araña!!
"¡Menuda telaraña! Pero oye... ¿porque tengo la sensación de saber dónde estamos?"
Juani no respondió en seguida, porque estaba mirando la telaraña, tan grande que a su lado ella se sentía como un mosquito. Tras una breve reflexión, se volvió a Roser con una sonrisa de par a par.
"Tienes esa sensación porque sabes donde estamos."
"No. No lo sé." - dijo Roser frunciendo el ceño.
"¡Estamos en la Tierra Media, estúpida!"
"¡Pero que dices! ¡Si ya sabía yo que estabas como una cabra!" - respondió Roser riendo sarcásiticamente - "¡La Tierra Media no existe!"
"¿Entonces como explicas esto?" - dijo Juani, señalando la enorme tela de araña - "¡Es obvio que estamos en el Bosque Negro!"
Roser se quedó muda durante unos largos segundos. Tras ese breve momento empezó a caminar de un lado a otro moviendo las manos y murmurando cosas para sí misma. Juani empezó a temer que su amiga se hubiera vuelto loca. Entonces, de repente, Roser se volvió.
"¡De acuerdo! Estamos en el Bosque Negro. Hemos ido a parar al sitio más horrible de la Tierra Media (en excepción de Mordor). ¿Por qué, digo yo, por qué no podíamos ir parar a Rivendel, o la Comarca, o donde sea, en lugar de aquí, un bosque tan feo y oscuro y llena de arañas gigantescas?"
"Es obvio." - respondió Juani con una risita de colegiala - "Sólo piénsalo: si estamos aquí, eso significa..."
"Significa... ¡¡que voy a perderme la clase de Dibujo Técnico!! ¡¡¡YAHOOOO!!!"
Juani se llevó una mano en la frente ante la estupidez de su amiga. "¡No! ¡No! ¡¡No!! ¡¡¡¡Eso significa que vamos a ver a Legolas!!!!"
La gran sonrisa se borró al instante de la cara de Roser. "¿Ver a Legolas? ¡A mi que coño me importa ese Elfo marica! ¡¡Yo quiero a Aragorn!! ¡¡Pero estamos aquí, en este bosque feo!! ¡¡¡Y he perdido el discman que me regalaron por los Reyes Magos!!!"
Entonces Roser se hechó a llorar como una niña pequeña. Juani suspiró, tratando de contener las ganas de pegarle un puñetazo a su "amiga". Pero repentinamente se le iluminó el rostro. "¡Podrás ver a Thranduil!" - dijo.
Roser dejó de sollozar instantáneamente y una sonrisa de fanática malvada se le formó en los labios mientras su mejillas se teñían de rojo. "Thranduil..." - dijo, lamiéndose el labio inferior.
Las dos comenzaron a reír como locas, y a pensar en cosas que es mejor no escribirlas aquí, pero las risas (y los sueños eróticos) no duraron mucho, porque de pronto oyeron el sonido de arbustos moviéndose muy cerca de ellas. Juani se tiró en los brazos de Roser.
"¡¡¿Qué es eso?!!"
"Umm... ¿Juani?"
Los arbustos volvieron a moverse, ésta vez con más violencia.
"¿Sí...?"
"Si estamos junto a una tela de araña... eso significa..."
Roser y Juani tragaron saliva. Los arbustos volvieron a moverse. Ellas dos se abrazaron temblando de pies a cabeza. Entonces, una cacho araña tan grande como una furgoneta, negra, peluda y babeante saltó frente a ellas.
"¡Hola! ¡Bienvenidas al Bosq-"
"¡¡¡¡AAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHH!!!!!" - gritaron ellas a todo pulmón.
"¡¡¡¡¡KKKIAAAAAAAA!!!!" - la pobre araña recibió un susto de muerte tan espantoso que se tiró al suelo y se enroscó en sus ocho piernas. Al cabo de dos segundos, cuando miró de reojo a las dos recienllegadas, éstas habían desaparecido. Allá lejos vió dos figuras corriendo a todo pulmón en dirección a las Cuevas del Rey Elfo.
Pasó algún tiempo hasta que el susto se le pasó a la pobre araña. Pero unas horas más tarde (después de haberse tomado algunas aspirinas antidepresivas y un té caliente de tila) al fin pudo hablar y contárselo todo a su salvador, Radagast el Pardo, que por casualidad paseaba por ahí y encontró a la lastimosa criatura encogida en el suelo y murmurando -¡Por favor! ¡No me hagan daño!-
"¿Así que dos mujeres vestidas de forma rara de atacaron?" - dijo Radagast, sintiéndo lástima por la araña, pues él era un amante de los animales - "Será mejor que informe a mi primo Gandalf sobre esto..."
